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El Gato encerrado

Estupor ante los consejos que Tom, Alejandro y Lara reciben de exconcursantes

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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Solo Tom, Alejandro y Lara se ganaron una conversación de un minuto con el exconcursante que ellos mismo eligieron. Habían ganado ese privilegio en el juego de ‘La silla rusa’, donde solo uno de cada pareja se salvaba de que le cayera agua encima y ese era quien podía tener la llamada. Al ser impares le tocó a Gianmarco jugar contra él mismo y perdió. A la hora de las llamadas cundió el estupor entre los concursantes, y no solo entre esos tres privilegiados. El estupor fue mayor en Tom y Lara, cuyos interlocutores no tuvieron muchos miramientos a la hora de dar sus consejos. Y ese estupor se contagió entre todos a pesar de no poder escuchar a los exconcursantes, pero sí observar las reacciones de sus compañeros al recibir claras indicaciones que pueden condicionar el resto del concurso.

Tom eligió a Carlos, que fue el primero en intervenir y el más explícito al indicarle lo siguiente: “No te fíes de las nuevas amistades que te has echado. Tú sígueles el juego pero no te fíes”. La indicación iba contra la línea de flotación de Olga, lo cual no escapó a Tom. Pero en ese momento Jordi González paró el crono y advirtió a CarlosJordi GonzálezCarlos que estaba haciendo trampa. En el bosque de cayo Menor, donde se realizaba esta acción, solo Tom entendía lo que pasaba, mientras el resto pasaba en segundos de la extrañeza al estupor.

El equívoco se produjo cuando Jordi les explicaba que Carlos había dado información del exterior, aunque en realidad se trataba de una opinión personal inadecuada al perjudicar de forma directa e importante a otro concursante. Entonces le preguntaron a Tom si era algo negativo y este no podía otra cosa que transmitir cierta sensación de gravedad. Esto fue interpretado por el grupo como que podía estar pasando algo grave, por lo que Lara Álvarez tuvo que intervenir y deshacer un poco el entuerto. No obstante, la expresiva cara de Tom les mantuvo alerta y extrañados, sobre todo cuando Jordi le pidió que no contase a sus compañeros el principio de su conversación con Carlos.

El resto del contacto entre Tom y Carlos, o más bien el monólogo en el que se convirtieron estas comunicaciones de un minuto, transcurrió por terrenos de mayor normalidad. Carlos le aconsejo que siguiera como hasta ahora y no escatimó en halagos al concursante. Después vino el monólogo de Marta López, elegida por Alejandro. Ella fue la única en no dar ninguna clave del concurso, limitándose a transmitir sus ánimos e insuflar energía, algo muy preciado por los concursantes a estas alturas. Y remató las comunicaciones Lara, que quiso hablar con Alexia, aunque esta fue la que menos dejó intervenir a su interlocutora. Concretamente, Lara no dijo ni una sola palabra.

Alexia fue tan directa como Carlos, pero mucho más inteligente. En lugar del mensaje claro y desnudo del chef, la presentadora anduvo por el terreno de las medias palabras, con claves interpretables de manera inequívoca. En definitiva, no muy diferente, pero sin que pudiera ser advertida por el programa por lo mismo que Carlos. “La única amiga de verdad que hay allí eres tú”, dijo Alexia Doll, como la llama Lara. Está claro que tras su apariencia de muñequita se esconde una inteligente concursante cuya pérdida ha sido menos lamentada de lo que merece. Poca diferencia hay entre “no te fíes de las nuevas amistades” y “tu mejor amiga eres tú”, rematado con esa alusión directa a la frase de Olga.

El rostro de Lara expresó todo tipo de sensaciones durante el escaso minuto que Alexia intentaba aleccionar a su amiga para que encare lo que resta de concurso. Esto volvió a provocar el estupor en sus compañeros, que una vez más se quedaban sin conocer las indicaciones recibidas. Más que nunca los no agraciados debieron anoche sentir el agravio de no contar con la ventaja de que un exconcursante les transmitiera algunas de esas claves. Unas claves que se me antojan fundamentales y no tengo duda de que van a provocar giros en la convivencia.

Difícil conflicto debe tener ahora Tom entre hacer lo que le dictaba su instinto o volver a apartarse de Olga. El movimiento anterior fue tan rápido como inesperado, lo cual hace imprevisible lo que pueda suceder ahora. Tanto Tom como Lara son concursantes con mucho carácter, lo cual podría garantizar que no se dejarían influenciar por las palabras de los exconcursantes. Pero es complicado que la actitud de Lara con Olga vuelve a ser la misma después del mensaje de Alexia. Las dudas sobre si debía darle importancia a la frase sobre tenerla como amiga fueron despejadas anoche.

No sé cómo se lo hace Olga para terminar siendo protagonista hasta cuando no interviene. El protagonismo de un concursante es importante y vital para tener opciones de triunfo, pero no vale lograrlo de cualquier modo. En este caso es por circunstancias que en su mayoría despiertan cierto rechazo en la audiencia. Ver a Olga pasando de Gianmarco cuando este pide ayuda y compañía para hacer sus piadinas no puede ser interpretado de otro modo salvo como la enésima traición de una concursante que ha desechado a Gianmarco como un pañuelo de papel en el justo momento que debió tener la convicción de que es más fuerte y tiene más apoyo Tom.

No sé si Gianmarco es falso y estratega, como le acusaba Lara en el vídeo que todos pudieron escuchar el jueves pasado. En todo caso, la acusación de estratega siempre me ha parecido una estupidez porque es precisamente lo que toca en un concurso como este. Pero sí tengo claro que su mentalidad es, a veces, la de un niño de 12 años. Ante todo conste que lo digo para bien y para mal. Ser mentalmente tan joven es adolecer de algunas cosas, no en vano de adolecer viene el término adolescente. Pero también proporciona una inocencia y una pureza envidiable en muchos casos. Gianmarco llora como un niño cuando le quitan su juguete, lo cual produce cierta ternura. Más todavía cuando los auténticos problemas que tienen son de naturaleza mucho más importante.

A Gianmarco le está costando asumir que le dejen de lado a estas alturas de concurso. Y aunque sea triste también es entendible en parte. Debería reflexionar sobre su actitud durante estos tres meses. Su egoísmo y la burla continua hacia su compañero Alejandro. Si lo que ha vivido este concursante le hubiera pasado a Gianmarco llevaría llorando desconsoladamente prácticamente a diario desde el principio. Gianmarco se puede considerar traicionado, pero en cuanto ha visto que Olga y Tom se hacían amigos, sus celos le han llevado a revelar que Olga le ha hablado mal de Tom. “Me has dicho cosas muy, muy gordas”, decía Gianmarco en la palapa el jueves. Eso también es una traición.

Igualmente acusa Gianmarco a Lara de que no le ha dicho a la cara las cosas escuchadas en el vídeo recopilatorio donde le hacía un traje a medida. Pero él tampoco fue a decir a la cara de Lara que no se fía de ella. A eso respondía Olga cuando soltó lo de tenerla de amiga. El ojoviguismo (ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio) de Gianmarco es proverbial. Se debe pensar que basta con mantener su impertérrita sonrisa mientras menosprecia a un compañero, traiciona a otro o habla mal a espaldas de un tercero. Aunque luego se quiera vender como un alma sin mácula, incapaz de tener tan censurables comportamientos. La máscara se le ha caído a Gianmarco antes de empezar este concurso, pero ahora lo ha hecho para mostrar su peor cara.

El Conexión Honduras de anoche dio para mucho, pero me veo obligado a aligerar este texto, así que prefiero acabar comentando la poco novedosa conversación entre Tom y Melyssa. Que me parezca haber oído ya las palabras de Tom, o intuya que ya las ha debido pronunciar más veces, no le quita interés a la conversación. Si por algo me resulta peculiar es porque no haya esperado Tom a su llamada con Sandra para volver a pedir disculpas a su exnovia. Lo demás son obviedades y lugares comunes de zalamero que ahora se quiere meter en el bolsillo a Melyssa, a saber por qué razón (si hay alguna aparte de las nominaciones). “No merecías el daño que te hice”, dice Tom. Pues claro, en condiciones normales nadie merece algo así.

Lo mejor fue la respuesta de Melyssa, siempre acertada. “No quiero hablar más de eso. Lo que tienes que hacer es portarte bien con todo el mundo”, respondía, y luego añadía lo siguiente: “Eso ya pasó. Por ejemplo, hay cosas de mi vida que a lo mejor hice y que no me gustaron y no las olvido. Porque uno a veces se castiga. Pero de verdad que yo por eso ya no te tengo ningún rencor”. Lo mejor fue que rematase la conversación repitiendo que después ha venido para ella algo mejor, lo cual da muestras de lo poco probable que es una reconciliación de tipo amoroso.

Moleskine del gato

Buen gesto el de Olga cuando como líder tuvo que decidir quién no participaba en el juego de recompensa y se eligió a ella misma. No digan más que no escribo nada bueno de una concursante que me parece inteligente, taimada, estratega y de una fortaleza increíble. Además de muy buena en pruebas tan difíciles como la noria esa. Luego lo estropea diciéndole al piadinas eso tan feo de “que friegue quien cocine”. Ella es muy de una de cal y otra de arena.

Han sido suspendidos los castigos de la mesa de las tentaciones. Lola no tendrá que llevar más grilletes, ni Lara una bola arrastrando. Pero, sobre todo, Tom no va a seguir enseñando su culo rosa. Las quemaduras que tiene son razón suficiente para taparlo de inmediato o no podrá sentarse durante días. Al final hemos conocido el talón de Aquiles de este concursante.

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