La expulsión de Fran evita que abandone tras la visita de su mujer

telecinco.es 28/11/2014 08:47

Las visitas de familiares no fueron igual de felices para todos. No era extraño que Azahara se agobiase por no haber preguntado nada a sus padres y por no haberse emocionado como le hubiera gustado. Tampoco le gustó que no recibiera una respuesta muy clara cuando le preguntó a su madre indirectamente por su novio. Pero ya sabemos que a ella le agobia todo y parece siempre insatisfecha. Previsible me pareció que alguien le dijera a Yoli que lo dejara ya con Jonathan. “Respeta”, le dijo su madre, saliendo de una caja de galletas. Luego, una amiga haciendo un aparte, fue un poco más clara: “Aquí has venido con tu prima. Ya está. Pues disfrútalo con ella”. Suficiente como para que le pidiera explicaciones a Jonathan una vez acabada la gala y minutos después de haber quedado nominado.

Pero para quién más traumática resultó la sorpresa fue para Fran. Su mujer le aguó la fiesta y provocó que decidiera abandonar voluntariamente el programa, lo cual evitó el hecho de que resultase expulsado por la audiencia votante. La conversación entre Fran y su mujer comenzó más o menos así:

- No llores que yo ya he llorado bastante. Vente conmigo hoy, ¿vale?

- Vale, me voy

- No, no quiero tampoco. Tienes que seguir porque, como tú dices, no hay que tirar la toalla. Pero que sepas que lo estamos pasando mal porque la tele es la tele y no siempre salen las cosas como uno piensa ni se ven como uno piensa.

- Lo que tú me digas.

Creo que la señora no entendió que su marido le estaba pidiendo que le diera una orden. Pero una, no varias contradictorias de forma sucesiva. ¿Tenía que irse o aguantar? No me parece bien que vaya un familiar a fastidiarle la experiencia a nadie. Pero, ya puestos, que hubiera sido un poco más clara. Primero suelta la bomba (ven conmigo, baby, en plan Christina Aguilera) y luego disimula. Sería una coartada perfecta para poder decir después que ella le había animado a seguir de no ser porque nos dimos cuenta perfectamente de sus intenciones. También se dio cuenta Fran, y antes de la expulsión ya le dijo al ‘súper’ en la sala de confesiones que quería abandonar. No lo vimos, pero al parecer recibió la callada por respuesta, y entonces se esperó a que se resolviera la expulsión.

Entiendo el sufrimiento de la mujer de Fran. Cuando decimos que en la casa todo se magnifica olvidamos que sucede algo parecido aquí fuera. Lo demuestran familiares a quienes parece irles la vida en esto, o seguidores “talifanes” (de fan y talibán, o sea, fans integristas) que subastan hasta el alma para poder hacer otra muesca en su cinturón, presumiendo de haber conseguido o evitado una expulsión. Magnificados estamos y magnificados seguiremos. Nada que le pase a un concursante es tan grave como para tomárselo tan a pecho. Cierto que Fran no hizo nada tan grave ni procuró daño a ningún compañero. Quedó rematadamente mal en infinidad de ocasiones, lo cual vino acompañado de las críticas lógicas, unas más justas que otras. Solamente esto.

Con todo, siempre entiendo a los familiares preocupados por las críticas, incluso a los propios concursantes que a veces tienen que tragar al salir un cargamento de sapos, así de sopetón. Algunos están más preparados que otros ante esto, aunque es complicado de asumir. Si nos ponemos sus botas podemos hacernos una idea. A nadie le gusta que hablen mal de uno. Es algo a lo que cuesta acostumbrarse y, como mucho, termina convirtiéndose en algo ante lo que nos mostramos indiferentes.

Los exconcursantes de la fila cero, los reventados de turno, suelen exagerar más que nadie, movidos por el resquemor ante el hecho de que otros lleguen más lejos que ellos, con menos merecimiento en su opinión. De otra forma no se explica ese fenómeno consistente en la dificultad para asumir que no hay decisiones justas o injustas. La audiencia es soberana, y decide basándose en algo tan caprichoso e inexplicable como es el gusto personal. Simplemente una cuestión de piel, en muchas ocasiones. ¿Es justo que Fran tardase dos semanas más en ser expulsado que Vitín? Ni justo ni injusto, sencillamente se ha dado así la circunstancia. Ni siquiera demuestra que haya gustado más uno u otro. Puede depender de la terna de nominados o de otros lances del juego.

Fran no es el ser detestable que pintan algunos exconcursantes, aunque ha cometido muchos errores en todo este tiempo. Sobre Fran dije esto apenas diez días después de iniciada esta edición: “Intenta mover los hilos de la casa, pero solo consigue menearlos sin orden ni concierto. Como si tocara la guitarra sin saber, esperando hacer sonar algún acorde y sin conseguir ningún éxito”. Perdón por la autocita, pero es que casi dos meses más tarde sigo pensando lo mismo. Sus conspiranoias eran tan ridículas como erradas. Fue dando bandazos, diciendo una cosa hoy y mañana la contraria, pretendiendo decir a todos aquello que querían escuchar. Eso en unas ocasiones, mientras en otras no tenía problema en acorralar a un compañero, preferiblemente compañera, hasta provocarle el llanto.

Normal que buena parte de la audiencia no aprobase las actitudes de este concursante. No vale decir hoy que has empezado a jugar y mañana afirmar con rotundidad que no estás concursando. Se lo dijo a Paula hace unos días, y anoche defendía que su proceder se había basado en convivir con el corazón y concursar con la cabeza. ¿Concursas o no concursas? Es como lo de su señora esposa, que le dice que se vaya y que se quede. Debe ser por aquello de que dos que se acuestan en el mismo colchón se vuelven de la misma condición.

Parecida contradicción mostró cuando le pedía a Paula que no se contuviera porque entonces no estaba siendo ella misma, pero a Alejandra le censuraba que no se contuviera un poco más. A ambas hizo llorar en sendas fiestas, lo cual pareció convertirse en una de sus aficiones preferidas. Sentado copa en mano, brindaba con Alfredo después de ver llorar a Paula. Esa era su pose en las fiestas, moviendo unos hilos que le venían demasiado grandes.

Su gran fallo fue no compartir con la audiencia sus estrategias en el juego. Estoy seguro de que habríamos empezado a verle con mejores ojos si un día entra en el ‘confe’ y dice: “Les estoy volviendo locos, pero me lo estoy pasando fenomenal. Ahora voy a volver a engañar a los del clan de Carabanchel, que andan preocupados por si nomino o no a Omar. Les diré que no y me haré el ofendido, aunque le voy a nominar siempre que me venga bien para lo mío. Esto es un juego, ‘súper’, y yo quiero hacer cómplice a la audiencia de lo que hago para que me entiendan”.

Algo así hubiera valido. Imagine el lector que cuando Alfredo le dice aquello de la honestidad, bastante confuso, hubiese afirmado en el 'confe': “Qué fuerte, ‘súper’, casi me descubren. Voy a intentar engañarles con la milonga del secreto que guardo a Alfredo. A ver si cuela, porque si no me veo asaeteado a nominaciones”. ¿No hubiera estado mejor así?

Si su entorno no entiende que se han narrado sus actitudes y opinado sobre ellas probablemente es porque están tan poco capacitados para adaptarse a este juego como el propio Fran. A pesar de lo cual, no hay para tanta ofensa como hacen ver los de la fila cero. Que haya sido un concursante torpe no quita para que también haya sido muy divertido. También he de reconocer que nos hemos reído más de él que con él.

La lástima es que su estrategia, tan disparatada como exitosa durante un tiempo, fuera desactivada con mensajes del exterior. La pelota de tenis que le llamaba “falso” primero, y más tarde las despedidas de Alfredo, Vitín y Omar. A partir de ese momento Fran se convirtió en una fruta madura que caería más pronto que tarde. Anoche llegó su momento. Su abandono estaba cantado, y solo la expulsión podía evitarlo. La tarta llevaba un regalo envenenado, que llevó hasta Guadalix amablemente su mujer. Suerte que Mercedes (más dama de hierro que la Thatcher, con ese vestido loriga) hizo un trabajo de psicólogo de urgencia y en tiempo récord logró que Fran suspirase como si le hubieran quitado un enorme peso arriba de sus hombros. Me quito el sombrero y me arrodillo entregado ante la maestría de Mercedes Milá. Como diría Lucía: “Ole tú”.

Las visitas a Yoli fueron la otra polémica de la noche. No captó lo dicho por su madre, pero le llegó perfectamente el mensaje de su amiga, salida de un coche ruinoso junto a otras cuantas albaceteñas en brote. Entonces se formó un pisto (manchego) en el que es casi imposible entender ninguna conversación. Sospecho que ahí hubo información del exterior a ‘cholón’, ocasión que no tuvieron el resto de concursantes. Se debieron decir de todo en medio de tanto barullo. Lo que sí escuchamos fue la indicación de esa amiga, tan breve como certera. Los más confiados habrían apostado a que la actitud de Yoli con respecto a Jonathan cambiaría de inmediato a partir de ese momento. En un principio lo pareció, porque pilló por banda al primo chico y le planteó el tema, insatisfecha por el escaso resultado que a estas alturas de la película ha tenido su dulce acoso. Digo lo de dulce para que nadie se ofenda del todo, al tiempo que evito caer en el lugar común de señalar lo distinto que se hubiera visto esta historia si Yoli fuera un chico y Jonathan una chica.

No sé si le hizo un favor la amiga con el consejo. Ni siquiera fue tan tajante e inequívoco como el de la madre de Susana, ganadora de GH 14, que le dijo directamente que se apartase de Gonzalo. Tampoco en ese caso tuvo éxito la indicación. Digo que igual no le hizo un favor porque le evitó vivir con alegría las horas posteriores a la sorpresa, de igual modo que hicieron el resto de sus compañeros. Yoli no fue feliz anoche ni disfrutó recordando lo sucedido y repitiendo varias veces la narración a sus compañeros. Ella en lugar de esto estuvo enganchada a Jonathan, sin terminar de transmitir lo que pretendía. ¿Qué le estaba reprochando? ¿Cuál era su objetivo? No lo tengo claro. Lo que sí sé es que terminó la noche, a altas horas de la madrugada, encamada con Jonathan, haciendo la cucharita y buscándole la boca como tantas veces hemos visto.

No es que la amiga de Yoli no lograse cantar bingo anoche, es que ni siquiera cantó línea. Menos éxito no pudo tener su intento. Tampoco me extraña, teniendo en cuenta que Lidia le dedicó sus primeros minutos en la casa a ella, con un mensaje posiblemente más palmario, e igualmente hizo caso omiso. Haciendo un poco de memoria, con el fin de demostrar que Yoli está en un bucle del que no le veo salida, recordaré que el día 8 de octubre (han pasado casi dos meses) el título de este escrito diario era el siguiente: “Alguien debería decirle a Yoli que lo deje ya”. La foto mostraba a Yoli, con el mismo pantalón que llevaba anoche (como dato curioso), literalmente encima de Jonathan, colgada como un koala. No ha cambiado nada desde entonces.

No quiero dejar de repetir algo que he dejado ya claro en un montón de ocasiones. Ella perdió la dignidad hace tiempo, y debe andar por lugares remotos ya. Su madre debió decirle la palabra “dignidad” mejor que “respeto”. Tiene una ceguera preocupante que le hace imposible darse cuenta de la realidad. Es algo casi patológico, por lo cual no puedo culparla. Sin embargo, Jonathan no tiene perdón. Sigue utilizando a Yoli en su beneficio. Anoche se encontró en la cabecera de su cama la nota de Yoli: “Perdón por querer tenerte siempre a mi lado”. Su primera reacción fue afirmar que eso era “una mierda”. Luego se revolvió enérgicamente cuando después de haberle dicho a Yoli que hablarían más tarde, esta le pilló en el baño hablando del tema con Juanma y Azahara. “Vete a hablarlo con tu prima, que yo lo hablaré con quien quiera”, le dijo. Pero por la noche volvía a equivocarla, a engañarla, a jugar con ella. No olvidemos que está nominado esta semana.

Se plantea esta semana un duelo desigual entre una prima, un primo y Luis. Este último le expresaba anoche sus temores a Juanma. “Los que apoyen a las primas lo harán también a los primos e irán a por mí”, decía. No es mal argumento, aunque si yo fuese amigo o familiar de Yoli no dudaría en votar para expulsar a Jonathan. Votaría mucho, además.

En mi modesta opinión, las ‘primistas’ deberían quitar de la circulación a Jonathan esta semana. Y las ‘paulistas’ no deberían intentar eliminar a Alejandra. Interesa que las dos primas lleguen a la final y se divida el voto. Si una de ellas es eliminada del juego sus seguidores irán enfervorecidos a apoyar a la otra. Puede ser una brutal venganza. Pero vamos, que cada uno votará lo que le venga en gana. Como ha de ser.

Las votaciones fueron como sigue:

Paula: Alejandra/Yoli (2), Jonathan/Juanma (1)

Alejandra/Yoli: Hugo/Azahara (2), Paula (1)

Jonathan/Juanma: Luis (2), Paula (1)

Luis: Juanma/Jonathan (2), Alejandra/Yoli (1)

Hugo/Azahara: Alejandra/Yoli (2), Luis (1)

Merecedor del chupito de la noche que las primas nominasen a Hugo y Azahara. Hugo y Juanma se han unido a Saray (GH 11) como los únicos concursantes en la historia de nuestro Gran Hermano que no han sido nunca nominados. Salvo sorpresa de última hora el jueves próximo, ya que siempre podría pasar que nos hicieran nominar a la audiencia, como ya pasó con Appgree y la providencial nominación a Sonia (GH 14). En todo caso, hay seguridad de que nunca han sido nominados por sus compañeros, lo cual adquiere categoría de récord. Un triste récord para todos aquellos que amamos este formato y consideramos una desgracia que se cuelen en la recta final (no digo ya en la final) auténticos muebles que cedieron todo el protagonismo y el peso del programa a otros compañeros de encierro.

Juanma ha evitado sentarse en el banquillo de los nominados porque siempre se expuso su primo. No diré que es una actitud cobarde… bueno, ¡qué caray!, sí me lo parece. Todavía tenía el rostro de decir anoche que no le importaría estar nominado. Claro, claro, por eso lo has estado evitando todas las veces, ¿no? Abusa de su pobre primo como ese amo que tira de la correa del perrito y le eleva en el aire para ir dirigiendo sus pasos.

Como ya imaginaba, las primas nominaron a Paula (no a Luis), mientras Paula y Luis hacían lo propio con ellas. Si acaso se notó la nueva camaradería entre estos cuatro en que Yoli y Alejandra reservasen para Paula el solitario punto, lo mismo que hizo Luis con las primas. Paula va por libre y si hay una fachada bonita sobre la que escribir el nombre de Alejandra (más que el de Yoli) lo seguirá haciendo siempre. Porque lo que es nominar, aquí se acabó lo que se daba.

Moleskine del gato

Anoche decidí que iba a dedicar este escrito a la memoria de Cayetana Fitzgerald, amiga de Fran recientemente desaparecida. Lo firmaré como RIP, que son unas siglas, como bien sabe cierta presentadora de un canal público de televisión. Casualidad que esa tal Cayetana muriese el mismo día que la duquesa Cayetana Fitz-James Stuart y Silva. Mucho decir que es amigo, o dejarlo entrever, y ni se sabe bien el nombre. ¡Por el amor de Dios!

Azahara tuvo que atrapar con una red pelotas de tenis que le iban lanzando para poder ver entrar a sus padres metidos en grandes bolas hinchables, todo ello en referencia al pelotari denunciado, a la sazón su novio. Son esos detalles que hacen grande al equipo que hace este programa. No hay nada como tomar las cosas con humor y hacer de la dificultad virtud. ¡Bravo!

El mejor mensaje de la noche se lo dio a Azahara su madre: “Refríete un ajito con la pasta”. No seas 'desaboría', mujer, añado yo. Para partirse la caja.

Hay gente aficionada a estar pendiente de los lloros de los demás. Me recuerdan a aquel José María García (al que a menudo echo de menos), obsesionado con preguntar a los futbolistas si habían llorado. Es como esas plañideras de los funerales, pendientes de quién llora y quién no. El que no llora no ha sentido realmente la muerte de su ser querido. “No ha llorado, no quería a su madre”, piensan en su ignorancia.

Como si todos exteriorizásemos de igual manera nuestros sentimientos. Anoche algunos juzgaban a Paula por no llorar delante de su abuela, una señora de 90 años con la que tuvo la delicadeza de ni siquiera gritar. Entendible totalmente. Tampoco lloraron Alejandra ni Azahara delante de sus progenitores. Juzgar esto es propio de la España profunda, un oscuro país lleno de medidores de lloros y oledores de bragas.

Y dejo las nominaciones de esta semana de este gato desde su guarida.