Un extraño concepto de la amistad

telecinco.es 30/11/2009 05:19

Tras la tormenta del pasado viernes y que casi muriésemos de éxito en la ocasión que hemos estado más cerca del cielo dados los altísimos índices de visitas a este blog, así como a toda la página, llegó el momento de reflexionar de forma algo más pausada sobre todo lo sucedido. La última crónica fue escrita en medio del desconcierto, mezclando lo (poco) visto en el directo con las informaciones que iban llegando, en un esfuerzo por confirmar las consecuencias del 'momento vaso de agua' producido por la protagonista del 'momento montadito con lasaña'. Y con semejante elenco.

Debo advertir, una vez más, que a continuación daré mi visión de las cosas, sin pretensión de convencer a nadie y con la exclusiva intención de contar mi verdad. No es más que eso, y solamente me guía el compromiso de mantener mi propia honestidad no engañando a nadie y dando mi propia e intransferible opinión. Tras los más de diez mil mensajes escritos este fin de semana, un récord auténtico si tenemos en cuenta que el viernes no se pudo entrar regularmente a este blog casi hasta la medianoche, soy consciente de que mi opinión no será compartida por muchos (posiblemente la mayoría) de nuestros lectores. Podría, por tanto, plegarme ante la opinión mayoritaria y decir aquello que muchos están esperando leer, pero nada de esto tendría sentido para mí si hiciera tal cosa.

El jueves, antes de la agresión de Indhira a Carol, se produjo un momento extraordinariamente revelador, que espero sirva a Indhira para valorar quienes realmente la han querido dentro de la casa de Guadalix. Esa misma tarde se había producido una tensa discusión entre Indhira y Saray, que terminó con esta última describiendo una cruz en el suelo con un palo, en señal de estarle haciendo cruz y raya a su amiga. Durante la gala hubo una reedición de esa misma discusión, con un final muy similar ya que Saray hacía en este caso la cruz al aire con una mano delante de la propia Indhira. El momento clave de esa discusión, igualmente tensa, fue cuando la malagueña cierra la puerta del dormitorio. Entonces, Saray cambia su gesto ligeramente y esboza una extraña sonrisa.

Saray gira completamente el gesto de su boca, pasando fugazmente del puchero a la enigmática sonrisa de la que hablo, mirando de reojo la puerta que acaba de cerrar Indhira. Saray jamás fue su amiga ni nada que se le parezca. El único mérito acreditado fue escucharla en contadas ocasiones, ciertamente dando muestra de una elogiable paciencia. Escuchar al otro puede llegar a convertirse en una auténtica obra de caridad, pero nunca da categoría de amigo a quien lo hace. La ferrolana hija ha pretendido hacerse pasar como la gran amiga de Indhira por un hecho tan simple como ese. Sin embargo, no la he visto nunca defender a su amiga, ni tampoco aceptó brindarle su apoyo cuando pedía la nominación de Carol y la suya propia (por mucho que fuera un modo de suavizar la petición anterior). No fue nunca su amiga de verdad, algo que no solamente demuestra con esa traicionera sonrisa maniobrada en su rostro por un sincero subconsciente, sino que también lo hace con las acciones siguientes, mucho más definitorias todavía.

Tras esta discusión que relato, desarrollada en medio de la propia gala y cuando ya había empezado la ronda nominatoria, Saray da dos pasos más que rematan su demostración de lo poco que valora una amistad. En primer lugar, decidiendo cambiar el destinatario de su nominación de un punto (Arturo en lugar de Carol), y por una conversación con la gran enemiga de Indhira allí dentro. Este gato reconocía el viernes haberse equivocado cuando poco antes de empezar la gala preveía que Saray nominaría a Carol a pesar de la discusión de esa misma tarde. Pues bien, no estaba tan errado como pudiera parecer, porque comenzado el programa su decisión era darle un punto. De esa forma mantenía la coherencia de su promesa a Indhira. Una semana antes, esta le había transmitido su deseo y la decisión de hacer la petición conocida a quienes consideraba sus amigos en la casa, recibiendo de Saray la siguiente respuesta: "Ahora mismo te digo que no lo haré, pero si me lo vuelves a pedir dentro de una semana sabes que sí lo haré".

De cara al juego, Indhira estaba recibiendo el compromiso de ser complacida por su supuesta amiga. Pero transcurridos esos días, Saray cambia de opinión, estando en su pleno derecho de hacerlo. No solamente eso, si no que es completamente explicable. Todos cambiamos de opinión sin tener que rendir cuentas a nadie en infinidad de ocasiones. Ahora bien, Indhira también está en su derecho de considerarse traicionada en el juego. Si Saray no afirma que apoyaría en su nominación a Indhira, votándola a ella y a Carol, su amiga habría tenido días para buscarse más apoyos, o convencer a algún otro compañero de que necesitaba uno de mayor entidad. Saray se obceca en el reproche de que de su amistad solamente parece estarse valorando en ese lance del juego y no en todo lo vivido. pero no se para a analizar lo perjudicial que está siendo para Indhira su cambio de opinión.

La contrariedad de Indhira no es solamente por la falta de apoyo de sus amigos, sino por considerarse engañada por quien le hace una promesa para retirarla el mismo día de las nominaciones, dejándole sin espacio para maniobrar. Es fácil calificar el deseo de Indhira como un capricho cuando está haciendo algo absolutamente lógico, sin violar las reglas del juego. Simplemente pide situar en la picota a otra persona con ella misma, precisamente lo que pretendían hacer Gerardo y Carolina una semana antes, aunque finalmente se acobardaran y decidieran no 'quemar las naves'. No veo, por otra parte, en qué estriba la gran diferencia entre planificar unas nominaciones para evitar poner en la palestra a Laura o Saray y lo que pretendía esta semana Indhira. Es un argumento tan hipócrita como el de Juan, cuando repetía una y otra vez que él no nominaba para echar sino para salvar (a Nagore, principalmente). Salvando a dos concursantes se compromete la posible nominación de otros dos. En el juego hay una regla inamovible de acción reacción que hace perder a quien no gana, o cuando menos lo pone en peligro.

Pero Saray evidencia no ser amiga de Indhira cuando tras su última discusión, finalizada con la enigmática sonrisa que menciono, se va a hablar con Carol y le revela no solamente las intenciones de su amiga sino la reacción que acaba de tener con ella en una discusión. Ignoro si es cierto lo que dicen casi todos en la casa de que Carol conocía de antemano los planes nominatorios de Indhira, en los que había pretendido comprometer a sus amigos. Dicen que lo conocía toda la casa y así sería posiblemente. En todo caso, alguien debió haberlo contado o en caso contrario no tendría que haberse enterado nadie, de igual forma que una semana antes Gerardo y Carolina no tuvieron conocimiento del pacto entre cinco personas a consecuencia del cual está la drag queen de Alcobendas en la calle. Si no lo hubiera sabido en ese momento se lo estaría revelando Saray. Precisamente lo hace presumiendo de haber sido la mejor amiga de Indhira, quien más y mejor apoyo le ha brindado. (En los comentarios me cuentan que Carol se enteró de los planes de la malagueña porque Saray se los contó a Gerardo y este hizo lo propio con la interesada. De ser así se trataría de la enésima traición de la gallega).

¿Acaso un amigo presume de su apoyo a otro? ¿Es entendible que lo haga precisamente hablando con el peor enemigo de este? Y aún peor: ¿Cómo se explica que revele datos que perjudican gravemente a su supuesto amigo? Se me puede responder que en ese momento Indhira ya no era una amiga en la mente de Saray. De acuerdo, ¿y por el hecho de que dejase de considerarla una amiga (le había hecho la cruz un par de veces) debe ir a hacerle daño de forma inmediata revelando detalles de su conversación directamente a su peor enemigo? A muchos se les llena la boca llamando a Toscano traidor, yo mismo le he acusado de no conocer lo que es la lealtad, pero si digo la verdad, esta actitud de Saray me parece lo más traidor y desleal que nunca he visto en esa casa.

Es una cuestión de principios, pero: 1) No soporto que alguien presuma de su apoyo a un amigo, de igual forma que rechazo a quien realiza actos de caridad para poder contarlo; 2) Me estomaga que rubrique con una estúpida sonrisa una discusión en la que debe saber hasta que punto su amiga está resultando perjudicada y decepcionada; y 3) Es de una inmensa obscenidad que vaya de inmediato a contarle a la declarada enemiga de su supuesta amiga intimidades que ni le importan ni le es preciso conocer. Acepto y hasta aplaudo que Saray mantenga sus principios, por lo cual no quiera nominar a Carol. Pero yo también tengo los míos, y su actitud me parece rechazable globalmente, además de una evidente prueba de que nunca consideró a Indhira una amiga de verdad.

Este episodio es más importante, en mi opinión, de lo que pudiera parecer. La reacción agresiva de Indhira tiene su origen en la falta de apoyo de sus amigos (aparte de su ataque prolongado de celos, casi enfermizos). Solamente el presunto traidor Toscano hizo caso de su petición, lo cual no quisieron hacer Saray y Laura. He visto a esta última decir que Indhira había perdido los papeles, tal vez olvidando su episodio la noche que si no la paran iba directa a por Lis. Vi claro en ese momento, y así lo comenté, que la hubiera agredido, o cuando menos habría provocado (y provocó) una situación violenta mostrando gran agresividad. No creo que sus insultos sean menos censurables que los de Indhira la madrugada del jueves al viernes. Solamente encuentro dos posibles explicaciones a la sonrisa de Laura en este instante. Una que realmente no le estaba pareciendo tan grave porque en caso contrario no reiría. Y la otra que la mirada cómplice y la sonrisa a Carol fuera porque se estaban quitando de encima una fuerte competidora.

Ahora bien, no censuro que Laura y Arturo rehusaran meterse en medio de la disputa, y voy a explicar mis razones. Creo que la discusión entre estas dos mujeres no justifica que nadie se interponga. En algún momento aproximaron sus rostros más de lo deseable, esto es cierto. Pero el tono no indicaba que pudiera llegar a más. ¿Por qué iba a intervenir nadie en algo así? En caso de haberlo hecho es muy posible que hubieran podido agravar la situación, dando a la discusión una categoría que no tenía. Sé que lo siguiente generará cierta polémica, pero una vez más se trata de mi visión de las cosas. Creo que si no aparece por ahí Tatiana intentando parar innecesariamente a Indhira la cosa no habría ido a mayores. No me cabe duda de la buena intención de la rusa, pero ahí se equivocó. No creo que hiciera falta ese parapeto humano en tal situación. Como digo, más bien al contrario, le pudo otorgar una mayor gravedad y animar a una alterada Indhira a consumar con el acto agresivo de lanzar un agua con hielos lo que posiblemente hubiera quedado en la violencia verbal de sus insultos.

No quiero con esto rebajar la importancia de unos hechos que todos hemos podido ver repetidamente estos días. Ya dije el viernes, y me parece evidente, que a Indhira se le va el asunto de las manos y comete un error, como ella misma reconoce pocos minutos después en el cuarto de baño. A quienes le reclaman hoy que asuma su error solamente les invito a que vean de nuevo lo mostrado en el resumen largo del viernes (ignoro si se incluye en el corto). El reconocimiento es inmediato, y la propia protagonista es consciente de que la pueden expulsar. Luego viene ese momento irónico del "si me queréis echarme", toda una demostración de humor por parte de una Indhira de la que he leído estos días todo tipo de barbaridades.

Se ha dicho que si está loca, que iba a necesitar una semana de atención psicológica y no sé cuantas barrabasadas más. Pues bien, no dispongo del diagnóstico médico pero se puede colegir de dos detalles. Mercedes Milá le hace una entrevista esa misma madrugada, en la cual vemos a una Indhira afectada pero serena y juiciosa. Ni siguiera se habría podido realizar dicha entrevista en determinadas circunstancias. La concursante expulsada disciplinariamente no es recluida en un hotel de Madrid bajo asistencia de los psicólogos del programa sino que viaja de forma inmediata a su ciudad natal, lo cual es una nueva muestra de que no precisa tal asistencia. Indhira ha tenido una situación emocional compleja que la ha llevado a perder finalmente toda opción a llevarse el botín, lo que ella simbolizó siempre en el dichoso maletín.

La provocación de Carol se me antoja lo menos importante. Es cierto que la incitó a agredirle, lo cual da buena cuenta de como es esta concursante, de la que decía anoche Iván Madrazo que tiene muchos puertos subidos, eufemismo que me encantó. Él ha tenido ocasión de conocerla y más base tiene que casi cualquiera para enjuiciar al personaje. Ese "tócame, tócame" de Carol ha de servir para valorarla como persona y como concursante, reparando en que hay un lobo bajo esa piel de cordero, pero nunca para justificar la reacción agresiva de Indhira. Por cierto, que en el debate de anoche Carmen Alcayde quiso darle la exclusiva de que Iván tuvo una relación (fugaz) con Carol. Lástima que en la casa se hubiera comentado hasta la saciedad esa información. Es lo que tiene no leer lo que se dice en Internet y tampoco ver Gran Hermano. Y conste que a mí la Alcayde me sigue pareciendo igual de adorable y divertida, una cosa no quita la otra.

Mañana intentaré analizar la razón del miedo que llevó a Indhira a ahogar su premio en un vaso de agua. De momento, casi telegráficamente diré que los porcentajes ciegos ofrecen el panorama de un candidato claro a la expulsión, con casi la mitad de los votos (50'2%), y otros dos muy igualados con una cuarta parte cada uno (26'5 y 23'3%). Dije en el encuentro digital del jueves que todos son igualmente prescindibles en este juego, pero unos son más prescindibles que otros. La eventual salida de Toscano pinta un escenario un tanto desolador en la casa. Sigo clamando en el desierto por evitar una batalla final entre Siscu, Pilarita y Laura, por ejemplo. Algo habrá que hacer.

[Publico esta anotación a hora temprana hoy porque nunca se sabe cómo estará luego el servidor. Esperemos que no nos dé más disgustos como el del pasado viernes. Hoy, a las 12.30 horas, Carolina responde a vuestras preguntas en un nuevo encuentro digital.]