Falsas paces después de falsas guerras

telecinco.es 16/04/2021 08:00

A veces las guerras se sellan con una paz más falsa que un billete de dos euros. Incluso algunas de esas falsas paces ponen fin a un falso enfrentamiento, guerras de baja intensidad en las que hubo más tiempo de tregua que de avance en la toma de posiciones. Anoche asistimos a una de esas falsas paces después de una no menos falsa guerra. El cara a cara entre Sylvia y Lara se intuía que llegaría desde su primera noche encalladas. Antes, en la preconvivencia, ya habían saltado chispas entre ellas. Aparte de una cuestión de piel (no hay mucha sintonía entre ambas) y una natural tendencia al alboroto que las une al ser característica común, no tienen grandes razones para estar enfrentadas de forma casi permanente. La falsa guerra que han estado manteniendo Lara y Sylvia parece más que otra cosa la consecuencia de cierta necesidad de llamar la atención.

En un principio se pusieron del lado de Lara tanto Palito como Alexia. Hoy en día parece que Palito se mantiene más al margen y en Alexia sí que veo claras las ganas de destacar por algo. Ella se ha dado cuenta de que no está demostrando dotes de buena superviviente y, más bien al contrario, transmite cierta sensación de debilidad. La manera que tiene de atrapar la mirada del espectador y tener vídeos en la gala es dar un poco de guerra y para ello ha preferido ponerse del lado más débil. Lara no tiene ventaja por ser más fuerte al haber nacido con el cuerpo de un hombre, sino porque eso le proporciona una debilidad auténtica que ella puede manejar a su favor, y sospecho que así lo hace.

Y, como digo, a un enfrentamiento poco creíble, pero interpretado de forma convincente, le sucedió anoche una paz falsa de toda falsedad. En primer lugar porque fue promovida y casi obligada por algunos de sus compañeros. Además, porque el apretón de manos parece un escasísimo acercamiento entre las partes una vez que han decidido decretar la tregua. Les habría recomendado un abrazo, aunque en realidad no es deseable que en la segunda gala ya estén pensando en hacer las paces. Nos viene muy mal para lo nuestro. Más adelante tal vez, pero no ahora. ¡Que alguien pare esto!

Hace un par de días hablábamos de las primeras amenazas de abandono. Las protagonistas fueron Alexia y Melyssa. Pues bien esta última ha vuelto a amenazar. Con típicos argumentos de concursante todavía no adaptado a la vida de náufrago, Melyssa dice que se quiere marchar. Solo piensa en esto, su mente dibuja una y otra vez la imagen del avión de vuelta. “No soy feliz”, afirmaba anoche, ante lo cual no cabe discusión. Tan solo se le puede pedir que espere un poco o se puede arrepentir. Con esto Melyssa se ha cargado su imagen de concursante fuerte y prometedora. No seré más amable con esta concursante que con otros anteriores, por lo que debo insistir en que no merece el privilegio de participar en este concurso ocupando plaza de alguien más convencido que desee vivir la experiencia. Decir “me quiero marchar” debería ser motivo inmediato de expulsión.

Sospecho que Melyssa tiene mucho apoyo. Su caso puede terminar siendo parecido al de Beatriz Trapote (Supervivientes 2010), siempre nominada y pidiendo una expulsión que no llegaba. Nunca supimos si la audiencia la mantenía en el juego porque le gustaba su concurso o por castigarla al pedir repetidamente su expulsión. En el otro polo, Lola demuestra todo el entusiasmo del mundo por poder seguir en el juego una vez expulsada (guiño, guiño). No es verdad que el resto de participantes se estén creyendo que la persona expulsada emprende regreso a Madrid. Todos saben que hay otra vida, solo les falta saber si se trata de un palafito, la casa del árbol, una isla desierta o cualquier otro invento.

Lola se llevó una desagradable sorpresa al ver playa Destierro y saber que va a vivir allí. Y lo hará completamente sola, precisamente la cosa que ella más odia. Lola es carne de reality, el principal descubrimiento de esta edición. Sería una pena perderla de vista ahora. Tuvo suerte con que el 86 % de la audiencia votante decidiera que le den un chisquero para hacer fuego. Ha pasado la primera semana de concurso con más ganas que acierto, pero mucho más importante que eso es su manera de meterse a la audiencia en el bolsillo. Anoche lo hizo con contundencia. Su sufrimiento próximo ayudará a hacer de esta concursante un personaje con el que se identifique la audiencia. No hay mal que por bien no venga.

Primero se salvó Tom y luego Olga, aunque ya sabemos que esto no dice mucho porque en próximas semanas el primer salvado hoy se puede convertir en expulsado. En todo caso, Olga ha pasado su primera prueba de fuego. De momento la audiencia votante la quiere allí, posiblemente expectantes ante lo que pueda llegar a contar. Una vez más, aquello que la beneficia hoy puede ser su condena pasado mañana. Justo lo que tardemos en cansarnos de escuchar encendidas defensas de su marido o cuando consideremos que ya lo ha contado todo. Triste que su concurso dependa de algo completamente ajeno a la supervivencia, incluso ajeno a ella misma.

Omar parecía estar forjándose una imagen de mal perdedor, pero anoche pudimos comprobar que en eso compite con él Marta. Le sentó muy mal que Antonio fuera más rápido con el puzle de la prueba de recompensa. En realidad, también se había dado más prisa su equipo. Luego sería precisamente Omar quien ganaría la prueba de líder. Tres supervivientes lograron sujetarse de la última cuerda que quedaba tendida de la tela de araña inicial. Alejandro, Tom y Omar se lo disputaron hasta el final, llegando a obligar que les pidieran soltarse de brazos y piernas para que fueran cayendo porque si Lara Álvarez cortaba la última cuerda caerían a la vez todos al barro. Omar fue quien más resistió y será el líder esta semana.

Observatorio de nominaciones

Así fueron las nominaciones anoche:

Olga > Melyssa

Antonio > Melyssa

Melyssa > Alejandro

Gianmarco > Tom

Alejandro > Tom

Marta > Melyssa

Tom > Alejandro

El líder Omar nominó directamente a Antonio. He de reconocer que me sorprendió su elección. Aparentemente todos le han acogido en el equipo de supervivientes sin mayor problema. Sus roces en el barco encallado no parecen haberse reproducido en la isla y parece como un padre para todos, por lo que me pareció que Omar mataba al padre anoche. En definitiva, los nominados definitivos son: Melyssa, Tom, Alejandro y Antonio. Las nominaciones a Melyssa con la excusa de que está débil desvirtúan el concurso. En principio, el espíritu de la competición recomienda luchar contra rivales débiles antes que fuertes. La nominación no es una obra de caridad. Por otra parte, a la nominación mutua entre Tom y Gianmarco le sucedió la igualmente mutua entre Tom y Alejandro, aunque en este caso parece que viene inducida de fuera. Parece que no se está dedicando a cosechar buenas amistades el marroquí de acento francés.

Antonio hizo trampa. Da igual cuando leas esto. Lo volvió a hacer a la hora de nominar. Escribió algo en el papiro que después tapó con el mensaje “te quiero” poniendo el nombre de su nominada definitiva en la parte superior. Entre un nombre y otro pasó que pudo ver la nominación de Olga, lo cual le daba la idea para tachar el primer nombre poniendo uno de esos ridículos mensajes que algunos concursantes dirigen a sus familiares, como si pensaran que se pueden olvidar de ellos si no lo hacen. “¿Pones ahí ‘te quiero’? ¿Se puede poner eso? Pues voy a ponerlo yo”, decía Antonio, disimulando el real motivo de su mensaje.

Si acercamos la imagen se puede ver con claridad meridiana que el primer nominado de Antonio había sido Tom. Luego aprovechó la treta descrita para cambiar de nombre escribiendo encima un mensaje copiado de Olga. Copió el mensaje y la nominación. Me imagino que quiso asegurarse un nominado seguro y así tener menos posibilidades de ser cazado. Al final fue el líder quien no le dejó salvarse. Recordemos que el pasado martes infringió una norma del programa pidiendo ser votado para no participar en la prueba de recompensa y luego negó haberlo hecho. Y anoche se copió del prójimo y cambio su nominación. ¿Cuál será su próxima trampa?

Moleskine del gato

“Me dice el director que la tarántula sabe a pollo”, avisaba Jorge Javier a Lola sabiendo que detesta ese “bicho mu malo, que no se mata con piedra ni palo”, como dice la letra de un pasaje de la zarzuela ‘La tempranica’. Lola contestaba con gracia: “Ni aunque supieran a…”.

Para consolar a Lola en playa Destierro le decía Jorge Javier: “Eres un bizcochito de crema”. Y respondía Lola: “¿Dónde? ¿dónde?”.

Y cerrando trilogía de Lola, anoche convertía la expresión ochentera “dimelón” en otra imposible de entender: “quemelón”. Lo de Lola es un no parar.

Y termino con un Omar abrazafarolas. Fue merecido ganador de la prueba de líder, pero un lastre para su equipo en la de recompensa. Se fue chocando con los obstáculos y a punto estuvo de abrazarse al que sujetaba la última bolsa con piezas del puzle. La cara y la cruz de este concursante tan competitivo.

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