Amigos, la guerra sin cuartel está declarada en Guadalix. Ángel y Tatiana van a degüello contra la familia feliz, o sea, fundamentalmente contra Gerardo. No hay tregua. Es así hasta el punto de que Ángel ya avisa de que ayer hizo un confesionario suicida desmontando a Gerardo. Le acusa de manejar todo el programa, hacer campaña contra concursantes que más tarde resultarían expulsados e intentar engañarles (y engañarnos, por tanto) con su historia de amor, que para el zen relax es más falsa que un billete de seis euros.
No habría estado mal, por cierto, que hiciesen ese billete, sobre todo teniendo en cuenta que el euro en correspondencia con la peseta resultó ser en base seis, dado que seis euros vienen a ser mil pesetas. Falta eso y que vuelva el duro, algunos lo echamos de menos. Yo propongo que el duro fuera una moneda de seis céntimos, así los diez duros serían equivalentes a cien pesetas. Esto cuando lo he contado en petit comité se han reído de mí. No quiero pensar lo que pasaría si se lo cuento a la ministra Salgado. Aunque tampoco veo la posibilidad de hacerlo, la verdad.
Volviendo a lo que pasa en la casa, ya he contado que tenemos por un lado a Tati y Ángel con su arsenal preparado para cargar contra la "familia feliz", como les llama la rusa. Anoche pintaba un panorama desolador en el caso de que se fuera Ángel este jueves y se quedara ella sola con la pareja y la ferrolana madre. He de confesar que me puse en su lugar y la entiendo perfectamente. Es más, cuando lo dijo afirmé en voz alta que "eso debe ser para pegarse un tiro", y a continuación la propia Tatiana afirmó: "me pego un tiro". Del otro lado, Gerardo y Saray se hacen los ofendidos por el distante recibimiento que les han dispensado sus compañeros, defendiendo tímidamente su historia de amor. Una historia que no se tiene en pie, como justificaré más adelante. Esto pone el ambiente en la casa más tenso que el culo de Tatiana, víctima de una herida purulenta que, según ella, no es consecuencia exclusiva de la prueba de la bici. La pobre está hecha un cuadro entre el grano, herpes o lo que sea, de su mentón y la herida purulenta de su trasero.
Tatiana es de esas jóvenes con pocas aspiraciones, para quien la felicidad estriba en poco más que tomarse un refresco de cola en el 'bareto' de su pueblo, mientras fuma de su tabaco y si se queda sin cigarrillos saca otro paquete de la máquina (lo contó ella ayer). Si se entera de que probablemente prohibirán fumar en todos los bares igual le da un 'perrengue'. Entiendo que le motiva la nostalgia y las privaciones que conlleva el prolongado encierro, pero ciertamente no la imagino con muchas otras aspiraciones. Por ejemplo, no creo que tenga interés en aprender a escribir medio bien. Leyendo sus escritos en la web (así llaman a la sala del ordenador donde expresan sus opiniones por escrito o en grabaciones de la vídeocámara) se da uno cuenta de que no debe haber leído mucho. Para muestra un botón. Esto es parte del último escrito de la de Roquetas:
Con esto basta. Animo a nuestro amigo Asesino_gente (aviso por segunda vez de que no se engañe nadie con los nicks, a cual más extraño), uno de los felices descubrimientos de esta temporada, a que analice este texto o, si lo desea, uno un poco más largo de la misma autora. No tengo la capacidad de análisis lingüístico de este comentarista, pero destacaría el que ponga la palabra 'coño' en mayúsculas. Su existencia gira en torno a su propio coño, conyo, brenca, forro, filetón, felpudo, potorro, pocha, chichi, peseta, almeja, chirri, chirla, chocho, chumino, cona, papo, potorro, toto, breva, conejo, higo, hoyo, pipa, raja, seta, asunto, cosa, partes, o arco de triunfo. Eso por poner solo unos pocos sinónimos, elegidos con la ayuda de unas amigas en mi 'feisbuk'. El último quizá fue la gran equivocación de Tatiana, que creyó podía ser motivo de su triunfo y al final igual la ha llevado al fracaso absoluto.
Por otra parte, si lo pensamos fríamente, a estas alturas no sabemos lo que haría Tatiana si ganase el premio, aunque sí conocemos las intenciones de Ángel. Este se comprará una Harley; dejará de recoger muebles de los portales el día que el ayuntamiento de Madrid se encarga de retirarlos (no quiero imaginar la cara del pobre encargado frustrado al ver que nadie baja el mueble cuando toca, y es que este concursante ya ha pasado con su 'fragoneta' y ha arramplado con ellos); y donará a varias ONG los cincuenta mil euros añadidos este año. Y es que a él no le hace falta tanto dinero, según dice. Acuérdate de mí, querido Ángel, perdona que te haya llamado "falso zen" y cosas así. Eran bromas sin importancia, que la vida está muy achuchá y hace mucha falta el dinero. Esto de utilizar la caridad para promocionarse es de lo más indigno que he visto en este concurso, quizá junto a utilizar a hijos menores para dar pena.
¿Qué haría Tatiana con el premio? En realidad eso es lo de menos. Pero veo claro que sería un juguete roto a la voz de ya, como tengo dicho. Saray y Gerardo serían igual de absurdos con premio o sin él. La ferrolana hija igual lo gastaba en nocilla, y ese Gerardo ávido de fama se alegraría más por la posibilidad de ser contertulio de programa televisivo (por cutre que fuera) que por el montante del dinero. Saray ha perdido todo el respeto que aún podía tenerle con su actitud de la última semana. No solo porque ahora diga estar enamorada de Gerardo, lo cual provoca hilaridad sin límites, sino porque ha demostrado no ver mucho más allá de su propio ombligo, olvidando rápidamente a aquellos que fueron sus amigos. Ayer mismo aguantaba bromas de Gerardo sobre algunos de los mejores amigos de Saray en la casa, lo cual la descalifica como amiga y un poco como persona.
Lo de Gerardo lo llevo diciendo meses, así que no sé a santo de qué viene tanta sorpresa en algunos. Este concursante contaba con un inconveniente para este gato, y es que ya le conocía de antes y me caía tan mal como ahora. Mis objeciones a su pasado (centrado en intentar ser famosillo) no han sido nunca por otra razón que esa. Su pasado televisivo no le incapacita para ser concursante de Gran Hermano sino porque esto hace que algunos le conociéramos de antes. Puede ser positivo o negativo, en este caso muy negativo porque sus intervenciones en 'Salsa rosa' eran para reírse o para echarse a llorar. No sé por qué tanto empeño puesto por algunos en dar datos falsos sobre supuestos familiares de Gerardo, o la igualmente obsesiva tendencia a hablar de la supuesta fortuna de su familia. No me importa un pimiento el dinero que tenga la gente, lo cual es insignificante al lado de la calidad humana demostrada por el concursante de Gran Hermano. Y este me ha parecido siempre de lo peor.
En mi ayuda salen ahora espontáneamente Ángel y Tatiana. Veamos lo que piensan. Habla Ángel: "Tiene tela marinera. Aquí ha jugado mucho a su manera. En su día fue un mártir porque le putearon bastante y se lo tomó con humor, pero él se ha pasado mil pueblos con la peña a medida que ha cogido fuerza . Me estoy desengañando mucho y espero que seamos colegas fuera, aunque no sé... Yo nunca lo habría hecho (se refiere al punto que le dio en las últimas nominaciones), aunque me hubiera enamorado. De todas formas, en dos días no es posible que se haya enamorado. Le veo muchos detalles desde hace tiempo: tiene actitudes muy raras y está celoso. De aquí a que yo me vaya espero que ni se lo ocurra hablarme de nominaciones. Él te pringa de mierda hasta las orejas y si no haces lo que quiere acabas mal. Ya he dicho en el 'confe' que yo no quiero irme por su show, porque le corto el rollo. No quiero parecer tonto". Tatiana sintetiza al máximo: "Con la paciencia que tengo le he soportado bastante, más que a ninguno".
Ángel no duda de que Gerardo les tiene cariño, pero "a mí me la ha metido doblada", y añade que "así: fu-fu-fu, fu-fu-fu’'. Pide que no le venga con "cuentos chinos" y utiliza una de esas frases indicadoras de que ya te has hecho mayor: "ni pareja ni parejo", refiriéndose a Saray y Gerardo, el tema preferido de Ángel y Tatiana desde ayer. Según el madrileño, la noche que estuvieron tonteando estaban que si "ponte así que te coja la cámara" y "todo el día están igual". Y les niega el amor: "Han estado cada uno por su lado, él aquí medio amargado y luego se han puesto un rato a hacerse cosquillas como adolescentes". Lo que más le molesta es que le tome por tonto, igual que el paripé para quedar bien fuera que hizo cuando en la despedida de Laura le felicitó por su "historia de amor". Tatiana recuerda que Arturo siempre decía que Gerardo se llevaba mal con la gente y el día antes de la expulsión hacía las paces para quedar bien. Juraría que están hablando de Ángel, presente en la conversación, pero no, siguen refiriéndose al taurino.
De la conversación entre Tatiana y Gerardo no diré apenas nada porque nos volvieron a tomar el pelo los realizadores ofreciéndonos pequeños fragmentos entrecortados con planos de Pilarita sola cantando en el baño, en uno de esos momentos en que la señora da más miedo. Tan solo comentar que no se les veía de buen rollo, ambos en su papel de ofendidos. Lo más significativo fue escuchar los comentarios posteriores de ambos, nada amables el uno con el otro. O sea, que esto no creo que pueda ser levantado ya a estas alturas.
Decía al principio de este escrito que explicaría por qué en mi opinión la historia de la familia feliz no se sostiene. Pues bien, haciendo un esfuerzo por no imaginar el viaje en avión de estos dos (ayer Gerardo le decía a Saray: "cuando en el viaje de ida me dijiste que no me ibas a dejar dormir en todo el viaje, pensé: está frita del todo", por tanto hicieron el viaje juntos y fueron hablando sin parar), me basta con observar a la pareja desde el domingo por la noche. Mientras hacían la prueba ayer tarde paraban cada poco a darse cariños y arrumacos. Luego, solos en el dormitorio, Saray parece que va a meterle mano y él le advierte de que no se pase. Ni un beso, ni un simple gesto de cariño. Por la noche, de nuevo solos en el dormitorio, ni se tocaban. Solamente se dieron un beso de buenas noches. La interpretación del lenguaje gestual de esta pareja indica que hacen esfuerzos pasajeros por aparentar lo que no es. Bastante poco para que este gato desconfiado se crea nada de nada.
Y termino con lo de Ángel y ese adorable personaje de 'Barrio sésamo'. Epi es el más grande tocapelotas de la historia televisiva, razón por la cual nunca supe por qué los responsables de los canales televisivos no se habían dado cuenta de lo nocivo que podía ser para los pequeños espectadores de ese programa. En un mítico episodio Epi y Blas parecían dormidos, y aquel irrumpe en la noche con esta pregunta: "Blas, ¿duermes?". El pobre Blas, un santo Job de la paciencia, responde: "Sí, Epi, dormía pero ya me has despertado". Por eso me he acordado de Epi viendo a Ángel (y después a Pilar) en el fantástico resumen de ayer, despertando a Tatiana para convencerla de lo inoportuno de dormir sola. Pero vamos a ver, si la chiquilla está con el monazo del tabaco y duerme para olvidar, ¿por qué narices no la dejan dormir? hombre ya.
Pero es que a Ángel le preocupa que Tati intente dar pena durmiendo sola. Y aún peor, se cree que lo conseguiría. Me repatean todos estos para quienes la gente debe ser lerda y, o bien se deja influenciar por los demás o se traga los engaños que ellos mismos son capaces de detectar a la legua. Ignoro su razón para dormir sola, aunque me parece ciertamente un mal gesto. Ahora bien, si está dormida que la dejen, por el amor de dios. Menuda peste de gente que van una y otra vez a importunar a alguien dormido. Epi por lo menos tenía su gracia.
[Dejo cartelera, con Saray convertida en nueva princesa. Recuerda que puedes seguir participando en el Test de Gran Hermano, donde tienes oportunidad de probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa].