Intentan hacer fuego entre risas y no les sale

telecinco.es 13/04/2021 09:23

¿Qué podría salir mal si intentas hacer fuego nada más llegar a una isla desierta y no te lo terminas de tomar en serio? La triste historia del fuego (mejor dicho, de la ausencia de fuego) es en esta edición parecida a la de todos los años, pero con algún elemento nuevo. Si hacemos recopilación de lo sabido, la cosa empezó con la prueba de recompensa de la gala de presentación donde les ofrecieron una placa para cocinar que funciona con energía solar, pero prefirieron llevarse esterillas, lonas y otros objetos. Salvo el kit de pesca no se me ocurre nada tan útil como el invento de la cocina solar. Luego vino lo de preferir comerse la lasaña antes que llevar a la isla una cerilla. El remate es la poca seriedad a la hora de intentar hacer fuego.

No es nada fácil hacer fuego de manera arcaica, sin herramientas ni otras ayudas. El primer concursante anónimo en conseguirlo fue en la segunda edición, nada menos que hace 20 años. Egoitz Lorenzo consiguió un logro que no repitió nadie hasta 2015. En esa segunda ocasión fue un concursante famoso, concretamente Nacho Vidal, quien volvió a hacer fuego de tan rudimentaria manera como frotar un palo contra otro. Desde entonces se ha dado más veces porque otros concursantes siguieron el ejemplo del actor de cine para adultos y se prepararon en algún centro de supervivencia antes de ir a Honduras. Pero eso parece que no está permitido ahora. De cualquier modo, bastaría con fijarse en cómo lo han hecho las veces anteriores. Y no se puede decir que no lo estén intentando, pero no les sale.

Viendo a Lola riendo mientras frota una caña con otra junto a Gianmarco ya se adivina que la cosa no puede terminar con éxito. Dice que le hace gracia el italiano, y cuando alguien dice eso nunca se sabe a lo que se está queriendo referir. ¿Se ríe con él o de él? ¿Le hace gracia de reírse solo o quiere decir que le atrae en alguna medida? Recordemos que el novio de Lola estaba el domingo en plató, supongo que preparado para que Lola repita la jugada de su anterior, y primera, experiencia televisiva. Lo de hacer fuego se está revelando como una forma ideal de pelar la pava.

No lo digo solo por Lola y Gianmarco, sino también por el juego de miraditas cómplices y sonrisas (la risa es clave) entre Melyssa y Tom. Por si alguien ha caído de repente en este planeta televisivo procedente de un mundo exterior, explicaré que ambos estuvieron antes en otro programa isleño donde entraron siendo pareja y salieron por separado.

No me voy a poner en modo carpetero, pero lo de Melyssa y Tom intentando hacer fuego con el reflejo del sol en una lata de conserva era claramente un pretexto para tontear un poco. Parece más fácil que salieran chispas entre ellos que por el reflejo de la lata. Claro que esto igual no agrada a los defensores de Melyssa, que habían colocado hasta ahora en el haber de esta concursante su premiado salto del helicóptero, el buen papel que hizo en la primera prueba de recompensa y… que pusiera en su sitio a Tom durante una discusión en la preconvivencia. Es un peligro adelantarse tanto a los acontecimientos, porque si era elogiable su actitud poco amigable con su expareja no lo debe ser tanto que ahora anden de claro e innegable tonteo.

Las alianzas empiezan a despuntar tanto en cayo Paloma como en el barco encallado. Entre los primeros se empieza a ver que Marta intenta tomar el rol de líder, pero ahora hace falta que a ella sí le salga. Sospecho que va a poner más empeño en esto que en hacer fuego. Su sombra empieza a ser Olga, lo cual sugiere alianza más que probable. Parece evidente, por otro lado, que esta alianza se ha forjado fuera, lo cual le resta interés por lo previsible. Entre los encallados ya se vio el domingo la temprana alianza entre Alexia, Palito y Lara, está sí aparentemente improvisada. Es de las típicas asociaciones de concursantes con poco en común, pero que tienen un mismo enemigo. Enemiga en este caso y de nombre Sylvia. Gusta ver que el enfrentamiento temprano entre estas concursantes no quita para que Sylvia sea la primera en convertirse en enfermera improvisada de Alexia y Palito cuando estas son víctimas del mareo.

Para quien no esté acostumbrado a la navegación (en mar, no en un ordenador) puede ser complicada la adaptación a vivir en un barco. El clima tropical hace que la mar se revuelva de noche, lo cual imagino que les estará dando madrugadas muy movidas. Son Alexia y Palito, las aparentemente más débiles, quienes peor lo han pasado con el mareo. Dicen que el mareo en el barco se pasa tras un par de semanas, espero que aguanten lo suficiente para superar ese plazo. Lo de débiles tampoco debe tomarse al pie de la letra. Concursantes con aspecto frágil y poco peso han llegado bien lejos, incluso a la final. En esta experiencia es probablemente más importante la fortaleza mental que la física. Ahora bien, a las chicas encalladas les está pasando de todo. Por si no fueran poco duras las condiciones de vida en el barco y los mareos ahora han hecho su aparición las medusas. Por no hablar de una previsible intoxicación alimenticia.

Lo de la intoxicación fue cosa de Valeria, aunque parte de una equivocada decisión del grupo. Cambiar parte de sus puntos en la primera prueba de recompensa por media docena de huevos fue un error. No hubiera sido así en caso de tener fuego. Los encallados también pudieron llevarse el ingenio ese para cocinar con energía solar, por lo cual habrían podido prescindir del fuego. Pero tampoco se lo quisieron llevar. Prefirieron unos huevos que no daban para todos (eran 6 huevos para 8 personas) y, lo que es peor, no tenían forma de cocinar. Sin poder refrigerar y a las altas temperaturas que están teniendo solo se deberían haber llevado los huevos de poder cocinarlos inmediatamente. Los guardaron con celo, incluso Agustín advertía a Valeria que no los tocara mucho para coger el suyo. Claro, no fueran a romperse. Valeria lo dejó un rato al sol antes de comérselo. ¿Qué podía salir mal, de nuevo?

No lo hemos visto, pero se ha contado, que Valeria tuvo problemas estomacales las siguientes horas a su ingesta del huevo y, a consecuencia de lo sucedido, tiraron los demás. Desastre absoluto cuando se tiene hambre y hay que tirar comida. Al menos lo que podía haber sido una intoxicación general solo afectó a una concursante. Pero las desgracias nunca vienen solas y después de esto vino el ataque de las medusas.

Iban en busca de alimentos y se llevaron unas cuantas picaduras de medusa. Seguramente de esas micromedusas que habitan los cayos Cochinos y ya han actuado con anterioridad contra algunos concursantes. Esta vez las víctimas fueron Palito, Alexia, Valeria y Lara. Palito y Alexia tienen la negra. Valeria, por su parte, está metida en todos los fregados, por lo que difícilmente se iba a quedar sin sus picaduras de medusa. No sé cuál será la próxima desgracia que les tocará vivir a los encallados, al menos ya no tendrán que ver a Antonio en pijama de rayas marineras.

Moleskine del gato

En mi agenda tengo anotado no perderme el Tierra de nadie de esta noche, primero en Telecinco y luego en Cuatro, pero todo el rato con Carlos Sobera. Temo que en cualquier momento diga a supervivientes o encallados aquello de “a jugaaaaar”. Bueno, lo que sí dirá es el nombre del nominado que deja de estarlo, porque esta noche tendrá lugar la primera ceremonia de la salvación en esta temporada.

También quiero recomendar a los abonados a mitele PLUS el programa Supervivientes, una aventura extrema, que presenta Sofía Suescun. La que fuera reina de los realities demostrando que también puede ser presentadora. Le deseo lo mejor.

Y termino con una matización (o una rectificación, si cabe) a algo que escribí ayer. Es posible que quitase importancia a lo dicho por Antonio sobre su dificultad para subir al barco desde el mar por la escalerilla debido a la herida de su mano. No quito nada de lo dicho sobre la exageración de venderse como enfermo cuando tan solo tiene unas heridas, por muy molestas que estás sean. Pero en la Última hora de ayer se pudo ver cómo es esa escalerilla construida por ellos mismos con unas cuerdas. Visto lo visto, yo también me veo con dificultades claras para subir por ahí, y eso sin tener heridas en piernas y manos. Sigo pensando que jugó (con éxito) la carta de la pena, pero no quisiera restar importancia a lo que la tiene.