Hoy ríes, mañana llorarás

telecinco.es 23/03/2012 10:18

"Hoy ríes, mañana llorarás" es una frase que se popularizó entre los concursantes especialmente durante la prueba de los piratas porque se la enseñaron al loro que repetía como un ídem lo que le decían, incluso grabándolo para el tormento de propios y extraños. La frase va que ni pintada a Noemí, que ayer vivió un regreso a la casa de Guadalix mucho más amargo de lo previsto por ella, con muchas lágrimas y esa letanía repetida una vez tras otra mientras se tapaba la cara con sus manos: "No tenían que haber hecho esto".

Supongo que si Paolo hubiera estado delante en lugar de descendiendo a la velocidad del rayo las curvas de la carretera que le habrían de conducir a Fuencarral, suscribiría esta segunda frase, pero con algún ligero cambio. Creo que le habría dicho con gusto a su "amiga sentimental" (novedosa categoría inventada por el programa) que no tendría que haber hecho eso. Hay que ser inhumano para no sentirse incómodo ante la imagen de una mujer llorando con desespero, más aún cuando un rato antes balbucía sin saber cómo reaccionar ante un Paolo que aún no había pedido ninguna explicación a la concursante. Ella vacilaba incapaz de pronunciar palabra, y esto no podía tener otro motivo que su mala conciencia.

El encuentro entre Paolo y Noemí se producía poco después de saber que un 54 por ciento de los votos populares habían decidido que entrase en la casa Sergio, el novio de Sindi. Paolo debía abandonar la casa y en la sala de expulsiones se habría de cruzar con Noemí. Le iba a llevar al estudio del programa la misma furgoneta que la había traído a ella y que ayer dio más vueltas que una noria. Fueron apenas unos minutos, mucho menos de lo que él hubiera deseado a pesar de haber estado presumiendo esta semana que en realidad le daba igual lo que hubiera hecho en la casa. ¡Si se llega a enterar antes de lo que hizo en Brasil! Lástima que no les pusieran ninguna imagen. ¡Qué oportunidad perdida! Noemí, de nuevo, beneficiada por las circunstancias.

Paolo mantuvo incluso delante de Noemí que estaba allí para ayudarla. Eso sí, no dijo en qué consistía tal ayuda, tal vez a poner la soga alrededor de su cuello. Justo antes de subir a la furgoneta su mente discurrió con rapidez eligiendo el mensaje que debía mandarle. Tenía que ser tan solo uno. Directo, a ser posible demoledor. Es lo que él denomina ayuda, a lo mejor es una cuestión idiomática y no era esa la palabra. "La promesa se mantiene, recuérdalo. Y tú no lo hiciste", dijo Paolo. Noemí calló un momento, el público en plató aplaudía al italiano (no creo que lo escucharan) y al momento reaccionó: "Yo lo mantengo". ¿Cómo?

Noemí daba vueltas a sus dedos, se enjugaba las lágrimas y cuando la furgoneta abandonó el lugar se sentó destrozada. Tuve la sensación de que deseaba ser tragada por la tierra. La presión a la que estaba siendo sometida parecía difícilmente soportable. La estampa era desoladora. Daba pena. También es cierto que la presión se la había metido ella misma. Los seres humanos adultos deben ser consecuentes con sus actos, asumiendo lo que se deriva de los mismos. Paolo había decidido hacer daño con ese mensaje demoledor, pero dentro de lo que cabe eligió hacerlo de la forma más suave posible. Había sido un leve reproche que no merecía esa respuesta salvo porque la protagonista de la misma no lograba quitarse de encima la mala conciencia. Tanto como para afirmar que mantenía la promesa, cuando todos sabemos que no ha sido así, o para negarle a Mercedes Milá que hubiera tal promesa unos minutos más tarde.

No acababa ahí su ya conocido juego de engaños, mentiras y medias verdades. Tal es su poder de seducción que fue capaz de convencer a Sergio para que no dijera que había estado esta semana con Paolo en el pabellón de pruebas, forzándole a inventarse un inexistente Raúl. Antes de eso, uno de los concursantes ya había conocido la historia. Según fueron nominando iban a parar al pabellón de pruebas, siendo Pepe el primero. Con los ojos muy abiertos, algo característico en el bailaor cuando no entiende bien algo, muestra de sorpresa extrema, escuchaba el relato de Sergio, a quien acababa de conocer. El resto de concursantes no tuvo la versión completa porque los dos siguientes fueron Alessandro y Noemí, que llegaban juntos.

Solo cuento lo que todos vimos. El programa pudo haber elegido que Alessandro entrase el segundo y se enterase de esa realidad. El "italianini que me vuelve loca", según lo definió Noemí en una charla con este otro italiano, había estado allí, compitiendo para convertirse en concursante. Si así hubiera sido se habría evitado que la confusión se mantuviese tanto que hasta casi las dos de la madrugada, excepcionalmente tarde y dentro del tiempo de 'La casa en directo', Mercedes contase la verdad a unos concursantes ignorantes de lo que había pasado esta última semana.

Cuando en la casa se escuchó el nombre de Paolo, Hugo giraba su cabeza en un solo tiempo para mirar a Noemí, sentada en los sofás del salón a su izquierda. Un silencio dramático se hizo en ese momento. La gran noticia había tardado en llegar, como los premios gordos tardones de la Lotería de Navidad. Pero había llegado, por fortuna. No me cabe duda de que ella habría intentado por todos los medios impedir que se supiera, aunque dudo mucho que Pepe se plegase a ninguna presión en ese sentido. Noemí seguía tragando saliva, aparentando entereza. A esas alturas ya se había bebido litros, océanos de saliva incapaces de hacer que asumiese y terminase de procesar todo lo que estaba pasando.

Por delante le quedaba darle explicaciones a Alessandro sobre todo aquello. Y casi olvidado, de momento, quedaba su compromiso de contar todo a sus compañeros sobre su experiencia brasileña. Una experiencia que fue mucho más allá de los paseos en helicóptero alrededor del Cristo de Corcovado, los litros de cerveza que allí consumen en las fiestas o el asiento en primera clase del avión que la llevó a Río de Janeiro. Lo que se esperaba es que contase su historia con Fael. Aún estamos esperando, aunque particularmente sin mucha esperanza de que eso suceda.

No confío en que haya contado la verdad Noemí sobre la dichosa promesa, pero tampoco Paolo. Es posible que los dos hayan modificado la realidad a su antojo y por razones o con intereses distintos. Ahora bien, nosotros tenemos un documento inmarcesible (que diría Forges): lo escrito por ella en su blog de concursante. El fallo de Noemí fue no tomar el toro por los cuernos nunca. Otra cosa hubiera sido si en algún momento entra al 'confe' para decirle a Paolo: "Cariño, lo siento, pero ya no quiero mantener nuestra promesa, de momento quiero estar con Alessandro. Ya ves, otro italiano". Recordemos el "esto es lo que hay" de Laura Campos al 'orejas'.

Pero Noemí no está dispuesta a afrontar la realidad. Para eso es cobarde, y la cobardía la conduce irremisiblemente al silencio o la mentira. Con Alessandro ha repetido la jugada. Por un lado le niega la promesa de la que habla Paolo, contándole una realidad distinta a la escrita por ella misma en su blog. Y por otro no le cuenta lo del veterinario Fael, e incluso elimina la foto en la que se está besando con este brasileño del álbum de fotos que le regalaron en el BBB. Aless notó que había una pagina vacía y preguntó, pero Noe dio la callada por respuesta. Con él hace lo mismo. De nuevo las risas de hoy se pueden terminar convirtiendo en los llantos de mañana. De hecho, estoy seguro de que así sucederá.

"Dile a Paolo que no se preocupe. Que, por favor, me espere. Que no tenga miedo de lo que pueda pasar aquí, porque en verdad todos los días me acuerdo de él. Aunque se vea otra cosa. Que aunque me odie, llegue a quererme y amarme. Paolo: quiéreme, quiéreme y quiéreme". Son palabras de Noemí en su blog. Debería de hacérselo mirar quien no vea aquí amor, aquella ajada palabra de cuatro letras a la que recurrió cuando quiso. Aunque algo más que un atisbo de la famosa promesa hay en las siguientes frases: "Quédate con lo que te dije porque yo me quedé con lo que tú me dijiste, que es que el día que salga te voy a buscar. Y te encontraré. Y viviremos una historia muy bonita juntos. Y la gente tendrá envidia de lo felices que estamos. Te quiero mucho y espero que ninguna mujer haya conquistado tu corazón aún". No tengo más preguntas, señoría. La promesa puesta por escrito figurará como prueba número uno custodiada por la policía judicial. Puede levantar la sesión.

Insisto en que las piruetas de Noemí son las que son. Ni quito ni pongo coma (aunque el texto está algo arreglado en lo relativo a tildes y puntuación). En este caso no valoro, solo transmito una realidad. Es indudable que no responde con claridad a Alessandro cuando este le pide explicaciones en el jardín. "Veo algo raro en todo esto", dice el otro italiano. "Cuando le dijiste que le buscarías al salir, no creo que fuera como amiga, sería para volver con él", razona Aless en voz alta. Pero Noemí se escapa, escurridiza como una anguila. No le responde, entra en Londres (el cuarto de fumar). Evita, una vez más, enfrentarse a la realidad.

Hablo de piruetas y no terminaría. Es tan fantástica esta historia, en todos los sentidos de la expresión, que me parece una gozada poderla contar. Tal vez sea la más gozosa y agradecida historia que he relatado en estos once años que llevo narrando en este blog lo que pasa en esa casa de mis amores. ¿Todavía alguien se pregunta por qué con todo esto digo que no quiero ver a Noemí expulsada? No hay guionista capaz de parir una historia como esta. Y si lo hay estará imaginando una realidad inexistente. Pero es que esto es de verdad. Pellizcadme para saber que estoy vivo y contando una historia de hiperrealidad única. Hazme una señal o algo, 'súper'. Que yo sepa de tu existencia. Dime algo de una vez, 'súper'.

¿No es fantástico que Noemí le entregue a Fael la camiseta ("de mi color preferido") que le había regalado Cristian por su cumpleaños, y anoche le diese a Hugo la que el brasileño le entregó a ella a cambio? Un dato más, imprescindible para terminar de completar este dato de un guion maravilloso: la camiseta de Fael era su amuleto, lo más preciado que tenía en la casa brasileña, y aún así quiso que la llevara consigo Noemí. Pues bien, ya se ha deshecho de la puta camiseta. Ni amuleto ni hostias. Que nada se ponga en su camino por el premio. Ni una camiseta ni mil polvos deben ser obstáculo. En su razonamiento primario, la 'chita' es capaz de transformar la frase por otra parecida: "Hoy lloro, mañana reiré".

Seguiría hablando de esto sin fin, pero la noche fue intensa, larga, apasionante. Una gala que dejó a la audiencia expectante y sin respiración. Esto es televisión de primera, señores. El auténtico número uno de la televisión en España. No sé si será televisión familiar, pero sí que es televisión de verdad, basada en una historia que se va construyendo cada día. Con más o menos intervención de la organización, son los protagonistas quienes deciden segundo a segundo lo que sucede. ¿Qué hubiera pasado si Paolo decide no hablar de la promesa? ¿O si Noemí se olvida de borrar las huellas del 'brasi' y es descubierta por sorpresa? Nadie sabe lo que va a pasar un minuto después. Televisión en directo, sin red, directa a la inteligencia y los sentimientos. Nuestra cabeza y nuestros corazones no admiten engaños.

Cristian dijo en su entrevista que no había ofendido a los homosexuales. Les llamó enfermos, todos lo hemos visto. Partiendo de esto creo que no merece mucho más comentario. Nunca me alegró más fallar una previsión. Este concursante está hoy en el sitio que no debió abandonar nunca. Coincido con la opinión de David, el amigo de Pepe, sobre que no debería haber entrado nunca. No es coherente abroncar a un concursante por algo dicho antes de entrar, en una grabación explotada hasta la saciedad. Salvo la barbaridad que dijo en la casa sobre los sudamericanos (aparte de ser tan ignorante de poner el ejemplo de Punta Cana, considerando sudamericanos a los habitantes de ese cabo caribeño), el resto son cosas dichas antes de entrar en el juego.

Si algo como lo dicho por Cristian sobre los sudamericanos sucede en Gran Bretaña, la Ofcom (órgano regulador independiente) chapa el programa en 48 horas. Triste y lamentable que nadie en plató, salvo el amigo de Pepe, pusiera la solidaridad social por encima de las cuatro risas que haya podido provocar este sujeto. Solo una cosa más. El día de dulce en que acababan con una performance organizada por Pepe y algunos se sometían en la casa a una serie de preguntas, Dani dejaba claro que no tenía ganas de contar nada personal. No hablaría de su primer amor, ni del segundo, ni del último. Para el lácteo caducado el último amor de Dani debía ser el mismo que el segundo, presuponiendo que no tiene un buen historial, pero él jamás habló del suyo. Ya sabemos que las mujeres solo van a por el dinero, por eso su afición a comprar el amor.

Lo llamativo es que Cristian criticase tanto después la poca disposición de Dani a contar nada personal. Reclamaba, con parte de razón, que el concursante debía saber donde estaba. Estar en Gran Hermano no obliga a contar aquello que no se desea, aunque supone una exposición tal que no es posible controlar lo que otros cuentan. Expreso mi sorpresa porque él no respetase la decisión de Dani sobre omitir datos de su vida amorosa, pero dijera anoche que del tema de su premio en un juego de azar (los comentados tres millones de euros) no quería hablar. Llegó a afirmar que era mentira. ¿No sabes dónde entraste? Para qué vas a este programa si no quieres contar algo tan importante en tu vida como que te tocó la lotería. Entró vestido de payaso y algunos lo hemos seguido viendo así hasta el último minuto.

Hablaré más adelante de las nominaciones, pero ya adelanto a quien no lo viera que Ari nominó a Pepe, como había previsto este gato pitoniso. "Una decisión difícil", dijo en el 'confe' antes de decir el nombre de su amigo, casi lo mismo que Juan, como si se hubieran puesto de acuerdo en la forma de excusar su decisión. No hay necesidad, son libres de nominar a quien consideren oportuno. Viendo llorar a Ari en el postgala pareciera que estaba arrepentida por lo hecho, tal vez dolida en su conciencia. ¿Quién lo sabe? Bueno, tengo mi teoría. En realidad yo no creo que llorase por su decisión nominatoria, ni siquiera por el hecho de haber quedado nominada ella también. Creo que lloraba por otra razón.

Adelantemos unos minutos el reloj de lo sucedido anoche. Cuando Mercedes Milá comunicaba los nominados (a la manera clásica, como a mí me gusta), pasaba un hecho relevante. Marta no estaba nominada y su cara de sorpresa cuando conoce el dato es para enmarcar. En ese momento, el plató rompe en aplausos. Como decía anoche Judith_Asturias: Premio a Marta por pasar de casi expulsada a casi finalista, y premio para Ari por pasar de casi finalista a casi expulsada. Como es natural, Marta escuchó el apoyo del plató y creo que anoche fue feliz. Me alegro de que no esté nominada. Lo merece. Algo distinto debe pensar Ari. Creo que lloraba porque vio su equivocación. La noche y madrugada anterior había estado preparando el terreno para que su nominación a Pepe no fuera interpretada como una traición. Pero ni siquiera la expulsión de Cristian fue suficiente señal para ella. No fue capaz de procesar esa información en su provecho. Y luego vienen los lloros.

Ari dice que nomina con el corazón. Según esto tendría más afecto por Juan o Dani que por Pepe. Lo mismo hacia Sindi o Alessandro. No sé si seré yo solo, pero veo claramente que dice exactamente lo contrario que hace en este aspecto. Por esta vez, al menos, nominó con la cabeza, y sabe que se ha equivocado. Lo dije ayer, si salía Berta (aplicable para Cristian) se quedaría casi sin apoyos en la casa. Su nominación a Pepe fue preventiva, como dice con acierto Viruete, pero falla en su disparo. Esto es así por una razón muy sencilla: no sabe por dónde le vienen los tiros. Casi hablo en términos reales, apenas figurados. Sustituyan tiros por nominaciones y tendrán la respuesta clara y transparente. Pepe no la nominó, ergo erró el tiro. Ahora esa nominación se ha vuelto en su contra. Ella misma lo ha de lamentar, sobre todo si la audiencia no le perdona tal deslealtad.

La nominación de Ari a Pepe llega en una semana en la que, contrariamente a lo que ella misma argumentaba la madrugada del miércoles al jueves, ambos han tenido más relación que nunca. Estaban en el mismo grupo de la prueba, y no solo cosían juntos sino que también preparaban bromas juntos. Incluso llegaron a planear hacer un 'bizcochón' y ella repetía que en su día había robado crema de cacao, algo que ya se le debe haber olvidado porque ayer en la comida reprochaba a otros que escondieran un frasco. ¿Recuerda alguien los frascos escondidos por ella y consumidos en privado con Vero, o con esta y Ochoa? Yo sí me acuerdo.

Dice que Pepe ya no le presta tanta atención, incluso le reprocha que no fuera a consolarla tras la expulsión del 'polifantas', el mismo que ahora casi acusa a Ari de intento de violación ("me metió la mano por debajo del pantalón aprovechando que estaba sedado por el Valium", le ha contado a mi compañero Kiko Hernández). De nuevo estamos reformateando la realidad. Ya digo que esta semana les vi más unidos que nunca. Pero el expulsado de anoche le hizo un buen lavado de cerebro. Ari es muy influenciable, algo que siempre tendrá en su contra.

Sobre la entrada de Sergio en el juego, teniendo que repartirse las nominaciones con Sindi, creo que perjudicará a esta en la misma medida que beneficia a Pepe. Odio citarme a mí mismo, pero ayer escribí esto sobre Pepe: "Más le valdría al bailaor replantearse si ha elegido la mejor compañía para este viaje". Me refería a Sindi, como es natural, puesto que Marta ha sido un apoyo leal y así lo va a seguir siendo. La entrada del novio de la 'mondarinas' apartará a esta de Pepe, le dará una tregua, dejará de ponerle en algunos compromisos y eliminará de raíz las discusiones por celos de amistad, provocadas por las muestras de deslealtad que ella ofrece casi cada día.

El bueno de Sergio no hará ni un solo reproche a Pepe, incluso esta mañana leyó la carta (devuelta por el programa) que le escribió Sindi y le ha parecido que no dice nada malo. La entrada de Sergio es un giro fallido, aunque ayudará a mostrar una Pipi más autoritaria de lo que parece. Ella es de las novias que responden cuando alguien pregunta a su novio y le deshacen la maleta, colocando su ropa en un armario. Nada de esto beneficia a Sindi.

Moleskine del gato

Me gustaría seguir hasta el infinito porque se me quedan miles de cosas fuera, pero no puede ser. De forma casi telegráfica rescato tres apuntes de mi Moleskine. La próxima gala será este lunes, no el jueves. Habrá visitas familiares, uno de los clásicos que siempre nos gustan y divierten. Además, diría que al final habrá repesca, aunque igual interpreto mal los signos. Y esta semana se espera prueba relacionada con las motos, todo un regalo para el 'páter', porque arranca el mundial de MotoGP que inundará algunos canales de Mediaset en los próximos meses, con una cobertura lujosa como pocas.

Ah, y traigo este dibujo de Ari que me hacen llegar, obra de un vecino suyo que tiene mucho arte.

Observatorio de nominaciones

Las nominaciones quedaron anoche así:

PEPE: Berta / Juan

NOEMÍ: Marta / Berta

ALESSANDRO: Berta / Ariadna

BERTA: Pepe / Dani

HUGO: Berta / Dani

ARIADNA: Marta / Pepe

DANI: Juan / Noemí

MARTA: Berta / Ariadna

JUAN: Pepe / Dani

SINDI: Berta / Ariadna

Están nominados Berta, Dani, Ari y Pepe. Ya hemos comentado lo más destacado, relativo a la nominación de Ari. También merece ser destacado que Berta rompió el pacto al que llegó con Dani en la caravana, lo cual no es recíproco. Alessandro, Berta, Hugo, Marta, Juan y Sindi hicieron pleno nominando a dos personas que están esta semana en la palestra. Y solo Dani nominó a dos concursantes que se salvaron. Lo que podríamos llamar el grupo de Pepe coincidió en nominar a Berta (lo hicieron el propio Pepe, Noemí, Alessandro, Hugo, Marta y Sindi). Pero esta coincidencia casi unánime no fue más allá.

Quiero decir que si Pepe evita la nominación a Ari no es porque esté seguro de que esta terminará saliendo. Si alguien se atreve a decir que este concursante controla las nominaciones de Sindi o Marta tendrá que demostrarlo. La realidad demuestra otra cosa, y es que si hubieran acordado una estrategia común, anoche mismo no habría resultado nominado Pepe. Salvo la última semana, que los tres coincidieron en sus dos nominados, en las anteriores no hay ni un solo pleno, tan solo parciales coincidencias entre unos y otros.

Y dos últimos apuntes. Muy mal que le dejasen cambiar su nominación a Noemí (Sindi por Berta) porque esto mismo se ha negado en esta edición a otros concursantes. Se le negó el cambio a Vero, por ejemplo, después de nominar a Pepe. Lo otro es que, por segunda vez, no tenemos porcentaje de votos para la expulsión. No supimos el de Zulema, y tampoco el de Cristian. ¿Puedes hacer algo al respecto, 'súper'?