Isabel Rábago se ofende enormemente porque le preguntan si quiere un café

telecinco.es 12/10/2021 08:32

Es como esa persona a la que le preguntan “¿cómo estás?” y responde “¿pues anda que tú?”. Isabel Rábago montó ayer poco después del despertar (siempre tardío en la casa de los secretos) una buena pelotera porque una compañera se preocupó por ella y quiso agradar ofreciéndole un café. La compañera fue Lucía Pariente, a la que Cynthia había alertado sobre el estado de Isabel. Al parecer, esta se había levantado para ducharse aprovechando la hora de agua caliente, para luego volver a meterse en la cama. Ante la posibilidad de que le pasara algo, Lucía se acercó a la cama de Isabel y le preguntó si quería que le hiciera un café.

Menos mal que le ofreció un café y no la llamó perezosa por volverse a la cama, porque en ese caso igual sigue el zipizape a estas horas. Montar una pelotera porque alguien se interese amablemente por tu estado es de estar para tratar. Isabel reclama su espacio y que nadie se interese por ella. Dice que ella tiene manos para hacerse un café. Porque, claro, de toda la vida es una ofensa que alguien se ofrezca a prepararte el desayuno. A Dios gracias que a Isabel no le dio por quejarse cuando Lucía preparó zumo para todos mientras esperaba que se levantasen. ¡Menudo atrevimiento!

La bronca se produjo en la cocina y Lucía tan solo acertó a pedir perdón repetidamente, lo cual también parecía molestar a Isabel. Imposible agradar de ningún modo a esta concursante, por lo que hizo bien Lucía en callarse. Aunque lo normal hubiera sido decirle a su compañera que no debe estar en sus cabales si le molesta que la gente de su alrededor tenga el buen detalle de interesarse por su estado y la generosidad de ofrecerse a hacerle un café. Lucía tan solo acertó a decirle a Cynthia que en otra ocasión vaya a preguntar ella y no lo comparta con nadie, pues por su culpa se estaba tragando la respuesta ingrata y desatinada de una Rábago aparentemente trastornada.

Poco después volvieron a coincidir nuestras dos protagonistas en el vestidor y Lucía se disculpaba de nuevo, lo cual provocó el disparatado diálogo que transcribo a continuación:

Isabel: "No sé por qué has dicho que me has pedido perdón por enésima vez en esta casa. Porque vamos..."

Lucía: "Ya está Isa, no nos vamos a explicar muchas más cosas, que es un esfuerzo tonto".

Isabel: "A mí no me hables como si fuera..."

Lucía: "No, yo te hablo..."

Isabel: "Háblame normal, que yo te estoy hablando normal".

Lucía: "Sí, yo te estoy hablando y ya está".

Isabel: "No, pues no me gustan mucho los pitorreos ni que me tomes como... no sé... Entonces te he hecho una pregunta".

Lucía: "No sé si llamar a Adara para que me defienda o no sé qué hacer".

Isabel: "¿Me estás vacilando?"

Lucía: "Totalmente. Ya no te esfuerces más... (según sale del vestidor Isabel) Presentados credenciales".

Que Lucía aceptase abiertamente estar vacilando a Isabel casi le molestó más que el gesto amable de ofrecerse a hacerle un café porque lo estuvo repitiendo todo el día. Lucía e Isabel no se han tragado nunca, pero llevan semanas disimulando su escasa sintonía. Lucía acusó a Isabel de ser ese tipo de gente que hace su concurso a base de engrandecer las cosas. Me alegra conocer a alguien más con la teoría de que las cosas no se magnifican solas. Después de su abierta enemistad con Emmy, esto de ayer es motivo suficiente para que Lucía expresase su opinión negativa sobre el grupo mayoritario. “Estoy hasta aquí del grupo cuchipandi. Me sobráis”, afirmó.

Luego insistía Lucía en su idea de usar más la coherencia y en el injusto comportamiento que han estado teniendo porque hay cosas que no permiten al trío y sí a los del propio grupo. Por cosas como esta que cuento, Lucía se está convirtiendo poco a poco en mi debilidad dentro de este reality. Contradictoria y cambiante, sus reacciones son siempre imprevisibles. Y, desde luego, poco tiene que ver con el fariseísmo de la mayoría en su grupo, una actitud por la que se deja arrastrar en demasiadas ocasiones, aunque cada vez menos. Esta hipocresía quedó ayer en evidencia cuando debían posicionarse negativamente contra uno de los nominados. Lara Álvarez tuvo que llamarles la atención por extenderse dando argumentos vacíos. La elección de algunos parecía inexplicable. Luego supimos que varios concursantes se arrepentían de haberse posicionado contra Luca o contra Cristina cuando hubieran querido realmente hacerlo contra Emmy.

Para hacerse una composición de lugar digamos que detrás de Cristina se pusieron Sandra, Julen y Cynthia. Contra Luca solo dijo estar Lucía y Adara se posicionó contra Canales dando esta graciosa explicación: “Parece que estuviera aquí colocado por el ayuntamiento”. Más tarde, el torero bromeaba antes de irse a acostar diciendo que “mañana tengo que pasar las obras del ayuntamiento”. Por último, detrás de Emmy se pusieron Isabel, Luis y los Gemeliers. Excepto los cantantes, los otros dos posicionamientos fueron fraudulentos porque al tiempo que se ponían en el lugar reservado a quienes quieren que sea Emmy la expulsada decían no querer que lo fuera. Se escudaron en la coherencia con su nominación, lo cual no corresponde en este caso porque le dieron puntos a la alemana respondiendo a su propia petición.

Solo una equivocada idea de la coherencia puede hacer que un concursante se vea obligado a posicionarse contra un nominado deseando que salga otro. Es sabido que ahí dentro las cosas cambian muy deprisa y es bien fácil que desde la nominación pase algo que les haga cambiar de opinión. O bien, la nominación puede tener una motivación estratégica, para evitar salir nominado uno mismo o un compañero afín, mientras que la preferencia sobre el orden de eliminación puede ser otra bien distinta. Lo más fuerte es que no pasaron ni dos horas para que al menos tres concursantes se arrepintieran de su posicionamiento.

Lucía le contó a Jesús que ella no quería posicionarse detrás de Luca sino de Emmy. “Pero no lo he hecho por no darle el gusto. Para no darle un minuto de gloria”, afirmaba una Lucía que no esconde estar “cabreadísima” con la princesita. Sandra también admitió tener ganas de posicionarse contra Emmy, pero no se atrevió. “No he querido liarla”, afirmó. ¡Lástima! Si fueran buenos concursantes sabrían que nada nos gusta más que un lío los lunes por la noche, a juego con los de martes, miércoles y resto de días de la semana. Fue precisamente Sandra quien contó a Julen tras los posicionamientos que Emmy quería salir nominada junto a Adara porque esta le dijo que no era la reina de ningún reality. Esto provocó el arrepentimiento también de Julen, que fue a pedir perdón a Cristina por ponerse detrás de ella teniendo a Emmy entre ceja y ceja. En esto de Julen vi la intención de intentar evitar algún punto de nominación el jueves, pero me creo su arrepentimiento. También el de sus otros dos compañeros.

Si llegan a posicionarse con sinceridad, hubieran tenido solo un compañero detrás Cristina, Luca y Canales; mientras que Emmy habría concentrado al resto a sus espaldas. Si esto llega a pasar hubiera entrado en brote. Anoche se ofendió porque los Gemeliers se posicionasen contra ella no estando entre sus elegidos para pedirles la nominación. Como si esto fuera algo que cada uno pudiera elegir, como en la carta de un restaurante. Hasta dónde llegará la hipocresía en esa casa para que unos se posicionen contra Emmy sin desear su expulsión y otros no lo hagan prefiriendo que salga ella antes que el compañero elegido. Es de locos.

Cristina tuvo anoche una conversación esperada con Adara. Me pareció que en cierta medida estuviera haciendo una especie de ensayo de la conversación que en algún momento deberá tener con Luca. Porque Cristina querría llegar a más con Luca y este es categórico en su relativismo. “No se sabe lo que pasará”, dice el italiano. Pero Cristina necesita saberlo cada vez más imperiosamente. “Él controla la situación mucho mejor que yo. No me siento libre. No quiero forzar a nadie”, decía Cristina. Demasiadas negaciones que denotan su estado de ánimo respecto a la evolución de esa relación, igualmente negativo. Ella es un mar de dudas, por eso piensa que igual Luca “tiene en la cabeza su anterior relación” o, más grave aún, “a lo mejor no le gusto”.

Adara estuvo de diez en la charla con su amiga, haciendo las preguntas oportunas para dejar que Cristina se expresase. “¿Cuándo estáis juntos qué pasa?”, preguntaba Adara. “Cada noche nos damos un abrazo y un beso de buenas noches”, contaba Cristina. Luego le decía Adara que a lo mejor llega el momento, y el negativismo de su amiga le hacía responder: “Igual no llega. Me estoy convenciendo de que somos amigos y ya está”. Nunca está de más que vaya preparándose. Lo cierto es que Luca, como ella misma ha observado, no ha vuelto a decir que está curándose de una reciente ruptura. Es como si hubiera querido apartar eso, como si eliminase obstáculos ante una posible nueva relación.

Adara teme que Cristina vaya a reventar como una palomita. No lo hubiera expresado así de bien, pero yo también lo pienso cada vez que les veo tan cerca, tan pegados y durante tanto tiempo. Mucho más lo voy a pensar ahora que Cristina ha decidido abrir su corazón y ya sabemos a ciencia cierta que desearía tener algo más con Luca. La pasión del beso en la prueba del asesinato en el tren no pudo ser tan solo una actuación, aunque Cristina prefiere no hacerse ilusiones. "Me ha dejado claro que fue un juego. Yo creo que ese beso no significó nada para él”, decía anoche, ahondando en su negatividad.

El próximo episodio de la relación entre Luca y Cristina deberá ser la conversación definitiva tras ese ensayo de anoche. Mas tarde o más temprano tendrá que vencer el miedo Cristina y atreverse a dar el paso. De momento, Adara le está siendo de gran ayuda. Me alegro enormemente de ver a esta concursante en tan buena forma. Es más, tengo la sospecha de este va a ser el mejor reality de Adara, mucho más reina del formato que nunca. A pesar de que la mayoría de la casa tuvo el ridículo atrevimiento de darle el título de planta, en un par de semanas ha dado mucho más que la mayoría en más tiempo. Anoche lo demostró como amiga, y en las bromas o hasta robando crema de cacao en las anteriores.

Las bromas y los robos, particularmente de crema de cacao, son auténticos clásicos del formato. Ayer llegó (extraordinariamente rápido) parte de la compra semanal y Cynthia ya pedía que escondieran algunos de los frascos de ese preciado chocolate. La mayor demostración de que tienen comida escondida es el silencio sepulcral ante el requerimiento de Jorge Javier de sacarlo a la luz justo cuando les imponían la tridieta. Como siempre, es absurdo acusar a los demás de hacer lo mismo que ellos hacen. Sandra, cada vez más cerca de Adara, le confesó hace días dónde habían escondido los Gemeliers uno de los frascos de crema de cacao. No se pueden echar nada en cara los unos a los otros.

Pues no dice…

Pues no dice Emmy que no ve a Canales necesario para este programa. La alemana inventando la pólvora. Eso sí, la semana que tanto ella como Canales están nominados.

Pues no dice también Emmy que tiene muchas ganas (nótese la ironía) de despertarse mañana con la misma mierda de música de siempre. Pues que se vaya a su casa y se ponga sus playlist.

Pues no dicen los Gemeliers que quieren dejar la cocina. Lo que hicieron a continuación fue hacer la compra (Jesús junto a Lucía) y ponerse a cocinar después. Es como aquel personaje de la película 'La vida alegre' que contaba cómo le habían echado de casa y cuando le preguntaban por lo ocurrido después respondía: "No, si me han echado, pero yo no me he ido". Los gemelos quieren irse de la cocina, pero se quedan.

Moleskine del gato

Mucho esperaron los Gemeliers para intentar arreglar las cosas con una Isabel Rábago molesta porque le arrebatasen su esfera. No lo hicieron hasta después de que en el programa de la noche se escenificara la entrega de dicha esfera. Tampoco pareció que lo arreglasen mucho porque nunca se sabe lo que puede llegar a molestar a Isabel (véase la primera parte de este escrito).

Daniel eligió para él mismo los adjetivos: trabajador, pesado (en el sentido de intenso) y afortunado. Todos, sin excepción, le dedicaron adjetivos mayoritariamente positivos. Nada que se la parezca a lo que pasó con Cristina.

Luis ha repetido varias veces ya la broma de que la carta del Voldemor de Cynthia la ha escrito ella misma. “Esta desde que se escribe las cartas a sí misma… igual la semana que viene recibe flores”, decía. Ya se sabe que ‘les bromes porten aigua’, que dicen los catalanes.

En el programa de esta noche conoceremos un secreto de Canales, pero no es el que está en el juego. Además, hará su línea de la vida. Parece que esta fuera la semana de Canales. No digo más. Además, se salvarán otros dos nominados, resolverán el ‘reto dirty dancing’ (enorme Lara Álvarez con su porté), Adara podrá ver lo que van diciendo los Gemeliers de ella a sus espaldas y se presentará la nueva prueba semanal llamada ‘Juegos olímpicos’. Too much.

Buen día de fiesta para quienes lo vayan a disfrutar.

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