Juanma: "A mi primo no le gusta Yoli"

telecinco.es 26/11/2014 08:59

Juanma se descolgaba ayer afirmando algo que ya sabíamos todos, lo cual no le quita valor en absoluto. Decir que a Jonathan no le gusta Yoli viene a ser como afirmar que la semana tiene siete días. Es una afirmación incuestionable, al menos en la sociedad moderna occidental. No hay espectador mínimamente observador que no se haya dado cuenta ya de esto. Sucede que dicho por Juanma, el primo más serio y sensato, cobra una importancia especial. También que escuchar algo así y un par de horas después ver a Yoli chupándole el pezón a Jonathan, para lo cual cuenta con su aquiescencia, es algo que me deja loco.

Hablaba Juanma con Azahara en medio de la fiesta que anoche estaba dedicada a los familiares de todos que han cumplido años durante las últimas semanas. Estos dos pasaron toda la fiesta hablando, y en esta ocasión tocaba el tema de la relación entre Yoli y Jonathan. “Que le atraiga no significa que le guste”, decía Juanma. Importante matiz que traducido al lenguaje de los seres humanos que no gustan de esconder la realidad con las palabras quiere decir que a Jonathan no le gusta Yoli ni un poquito. “No tendría nada aunque no tuviera fuera a la gitana”, añadía Juanma. Para los menos duchos decir que la gitana viene a ser la “personita de fuera”, esa mujer que negó al programa ser novia del primo pequeño, aunque reconoció que estaba ilusionada por su relación con él.

Si alguien conoce bien a Jonathan es su primo Juanma. Al menos dentro de la casa de Gran Hermano. Por tanto, si él dice que el obstáculo en la relación entre Jonathan y Yoli no es la “personita de fuera” deberíamos creerle. Si a eso añade un matiz medio confuso entre sentirse atraído y gustar, la conclusión es que si Jonathan no tiene nada con Yoli es porque no le gusta, lo cual dista mucho de la explicación que le viene dando a la prima desde hace casi dos meses. Es decir, que la “personita de fuera” es una excusa. No quisiera sacar conclusiones enrevesadas, simplemente intento aplicar la lógica más aplastante.

Afirma el dicho popular que una imagen vale más que mil palabras, lo cual no me conviene en absoluto. Pase por esta vez porque viendo la foto sobre estas líneas tenemos un resumen gráfico perfecto a todo lo dicho anteriormente. Jonathan soporta estoicamente a Yoli, no sin esfuerzo. Es entendible, dado que ella es como un koala que lleva colgado sin haberlo pedido. Pero la culpa es suya. No le hubiera costado coger a Yoli y decirle con toda la delicadeza del mundo que es una persona importante para él, pero con quien no tendrá nunca una relación íntima. Las cosas son así y así hay que saber afrontarlas. No sería el primer concursante ni el último que se ha visto en esa tesitura, de la que otros han salido sacando buena nota incluso.

Juanma le decía a Jonathan hace un par de semanas que allí dentro viven algo distinto a la realidad, lo cual todos entendimos en su justa medida. O sea, estaba advirtiendo a su primo de que es aquí fuera donde podrá ordenar su vida amorosa, y no debía confundirse con lo que en esa casa podía estar viviendo. Siendo así, no se explica su poca franqueza con Yoli. ¿Por qué no le dice la verdad? ¿Por qué no evita que ella siga pensando que aún tiene alguna oportunidad? Yoli no ha tirado la toalla porque cree que todavía puede conseguirlo. Así lo piensa en su fuero interno. He dicho fuero, no fuego. Aunque también vale.

Tengo bastante clara la respuesta a la pregunta que planteo. ¿Por qué no es claro? Porque está jugando con ella. Jonathan utiliza a Yoli de mala manera para seguir manteniendo una tensión sexual que le mantiene ahí dentro. Si le hubiera dejado las cosas claras los primos podrían haber perdido el apoyo de las primas, una protección importantísima para que no hayan salido nominados más que dos veces. Y ahora pregunto: ¿Quién se ha expuesto al juicio de la audiencia votante en esas dos ocasiones? Sí, ha sido Jonathan. Su no relación con Yoli le da seguridad suficiente para no alternarse con su primo.

La audiencia no siempre deja a las parejas dentro de la casa, pero raramente las separa si están en proceso de juntarse definitivamente. Esto lo sabe Jonathan y juega con ello, sin importarle si para su fin se está llevando por delante las ilusiones de Yoli. Jugar con los sentimientos de una persona está en su escala de valores mucho más abajo que medrar en el concurso. No digo que sea censurable, solo intento que quede claro. Porque si algo no me ofrece dudas después de casi setenta días de encierro es precisamente que Jonathan fuera del concurso no habría dejado que Yoli le chupase el pezón ni en estado de profunda embriaguez. Si lo consiente allí dentro es por lo rentable que le está resultando su cuestionable juego.

No sé cuándo se van a separar las parejas y empezarán a nominar individualmente. Parecería lógico que fuera esta semana, pero si no fuera así podríamos comprobar si los primos vuelven a decidir que sea Jonathan quien salga a la palestra. Anoche Juanma le dijo a Azahara que estaba pensando exponerse él la próxima vez, justo lo contrario que comentaron el jueves pasado. Entonces pensaban que se expondría Jonathan siempre hasta el final. Insisto en que eso demuestra la importancia que le da a su no relación con Yoli. Juanma afirmaba estar seguro de que cuando salga a la palestra será expulsado. Lo tiene asumido, más fácil no nos lo podía poner. A ver si es posible.

Esto último lo digo porque ya está bien de seguir exponiendo a los protagonistas, aquellos que han cargado sobre sus espaldas el peso de esta edición, auténticos pesos pesados cuyo valor es incuestionable. Mientras tanto, Juanma y Hugo aún siguen sin haberse sentado ni una sola vez en el banquillo de la sala de expulsiones. Azahara solo lo ha hecho en una ocasión. Y Jonathan se ha salvado dos veces abusando de nuestra inocencia, porque muchos siguen esperando hoy en día que termine pasando algo entre él y Yoli. Descartemos definitivamente esto. Y ahora pensemos si no deben salir ya estos actores secundarios, que bastante lejos han llegado ya.

Ayer Paula y Luis protagonizaron otra escena cercana a la ruptura, que una vez más hizo pensar en un posible deshermanamiento, algo de lo que llevo hablando desde hace semanas, aunque si soy sincero creo que no llegará a producirse nunca. La discusión tuvo lugar en el almuerzo, cuando la mayoría estaban terminando de comer. Más tarde Paula se disculparía con todos por haberles dado la comida. Juanma, como de costumbre, intentaba apaciguar los ánimos. También escuché a Yoli intentándolo. No obstante, se entiende que no se metieran en lo que era una disputa entre dos, en un principio aparentemente insalvable.

Es la vez que más fuerte hemos visto discutir a Luis con Paula. La noche anterior, como contamos aquí ayer, Paula había dormido en la cama de Alfredo, comentando a algunos de sus compañeros que no quería dormir al lado de Luis por las caras de asco que este le pone. Ayer se lo decía a la cara y eso contribuyó a encender al torero, que llamaba mentirosa e inmadura a quien hasta ahora era su amiga. El tono fue subiendo por parte de los dos. Luis no parecía dispuesto a contemporizar esta vez, algo que lleva haciendo y pidiendo a los demás que hagan desde el principio.

No me creo que la tensión generada en la prueba de Zumba fuera causante de esa discusión. Tampoco termino de creer que Luis haya decidido acercarse más a las primas desde que supo el jueves pasado que la votación entre Paula y Omar se había decidido por menos diferencia de la que cabía esperar. Allí dentro no pueden imaginar las razones de esa diferencia, lo cual hace poco recomendable que tengan conocimiento del dato. Las informaciones parciales son especialmente dañinas. El conocimiento de la realidad completa nos libra muchas veces de pesadas incertidumbres.

He manejado la tesis del acercamiento de Luis a Yoli y Alejandra al intuir que Paula no es tan favorita como podía haber pensado, pero he terminado por descartarla de momento. Lo hice viendo el progreso y desenlace de la discusión que estoy comentando, precisamente. Llegados a cierto momento, Luis cambió repentinamente. El tono intransigente de serio enfrentamiento viró a un tono mucho más conciliador. Fue Luis quien marcó por dónde iba discurriendo la discusión. Bastó con que decidiera bajar el pistón y mostrarse comprensivo, incluso autocrítico, para que Paula cambiase completamente también. De ahí a darse un abrazo y decirse lo mucho que se quieren no quedaba nada.

Luis reconocía no haber estado a la altura de Paula. “No he estado a la altura, no he sabido responder a lo que tú necesitas”, decía pesaroso. Empezar por reconocer la parte de culpa es una bonita forma de afrontar una discusión. Por esto digo que descarto un posible cambio de estrategia por parte de Luis. Si así fuera, no lo podía haber tenido más fácil que con esa discusión para tener la justificación que podía necesitar. Desde el principio he observado en cada paso que da Luis una ausencia de interés personal. Es así porque una y otra vez le he visto dar consejos y tomar actitudes que en absoluto le beneficiaban. Me refiero a un beneficio en el juego, aunque otra cosa es la satisfacción personal de hacer aquello que uno considera correcto, o bien lo que dicta el corazón. Y es muy suyo, el puñetero. Me refiero al corazón.

El relato de estos días se compone de retazos, algo que sucede siempre en la medida que se va vaciando la casa y las tramas cada vez se individualizan más. A estas alturas parece que solamente una cosa les está uniendo. Me refiero a esa espiral de bromas que va aumentando en intensidad. Lo de anoche fue una auténtica batalla campal, nada que ver con la inocente noche de caras blancas que relataba este gato divertido el pasado lunes. Esta madrugada la diversión continuaba, esta vez con momentos bastante más salvajes, como cuando Luis entraba sigiloso y pillaba de espaldas a Hugo para estampar un huevo en su cabeza.

El tráfico de huevos por la casa está empezando a ser común. No sé de dónde diablos sacó Hugo su huevo para responder el ataque de Luis y pagarle con la misma moneda, y otra vez lo mismo hacía el torero. Tras esto salían del dormitorio del desierto y por uno de los espejos de la pared seguíamos viendo, tanto nosotros como ellos, a Hugo y Luis forcejeando. Por un momento se encendieron todas las alarmas, e incluso vi a Yoli con intención de salir a poner un poco de cordura. Pero no hay cordura en la guerra sin cuartel de harina (repartida con cucharón, otra genial idea de Fran) y huevos, que anoche tuvo un episodio bastante potente.

Fue una guerra sin cuartel y a altas horas de la madrugada. Solo apuntaré quiénes estuvieron implicados, los soldados que libraron esta batalla. En primera línea estuvieron Luis, Alejandra, Paula, Fran y Hugo. ¿Qué hacían los demás? En la retaguardia, ajenos a todo o mirando a distancia y sin apenas intervenir. Yoli si acaso se interesó por si la cosa iba a mayores, pero los demás ni eso. Azahara y los primos parecen inquilinos en esa casa, o más bien invitados a pasar unos días.

El moleskine del gato

Me pareció insólito y tierno a partes iguales que Luis definiera a los Reyes Magos como amigos, mientras Papá Noel es para él un enemigo. Por un momento creí estar escuchando a Andy Davis, el niño de 'Toy Story'.

Azahara lleva un par de días confirmando aquello de lo que le acusó Fran y tanto le ofendió. Anda ella tan preocupada porque la llamen abuela y aburrida, que parece no darse cuenta de que algunos de sus comentarios vienen a confirmar que dentro de la casa es una persona diferente a la de fuera. Es cierto que Fran se lo dijo con muy mala intención, pero en el fondo había una parte de realidad. Es una lástima, porque me había costado casi dos meses pensar que no era tanto así, y la Azahara que llevo este tiempo observando es tal cual ella es. Pero ella parece empeñada en que vuelva a pensar lo contrario.

Lo decía anoche en la referida conversación con Juanma. “Soy un mueble”, reconocía Azahara. Juanma discrepaba, porque para él es muy divertida. El amor y la amistad son igualmente ciegos muchas veces. Contestaba la malagueña: “Soy muy divertida, pero eso aquí no se ve”. El día anterior decía algo parecido, que allí es más sosa que fuera, porque fuera es la más animada, alegre y gamberra de sus amigas. Es decir, que la misma Azahara reconoce que fuera es alegre y gamberra y en la casa apocada y aburrida. Mayor reconocimiento no cabe. ¿Por qué se ofendió tanto cuando se lo decía Fran? Bastaría con haberlo reconocido, igual que hizo ayer calificándose ella misma de mueble. Pues amén, oiga.

Y dejo 'El retrovisor' de ayer, sección del magazine radiofónico MorninGlory en la que hablamos sobre las expulsiones disciplinarias de la historia de Gran Hermano.