El lasañazo

telecinco.es 16/11/2009 08:29

Si Tatiana cree que París es una ciudad metropolitana porque tiene muchos metros, lasañazo para ella. Si Indhira ve a Arturo vestido de bávaro y dice que va disfrazado de Peter Pan, lasañazo también para ella. Si Laura busca una regla mnemotécnica para recordar el nombre de las Islas Ogasawara y no se le ocurre otra cosa que "ahoga a esa guarra" (en quién estaría pensando), lasañazo que te crío.

Si la misma Laura cree que Lenin fue un filósofo ruso, otra vez lasañazo. Si Saray dice en el examen de la prueba que Lenin y Stalin son liberales, lasañazo con la boca cerrada. Si a Melanie le parece que Pipi Estrada (de nombre José Manuel) es un tipo "súper simpático, tía", o sea, de verdad, súper lasañazo en los morros. Si los técnicos de Gran Hermano la vuelven a fastidiar y en los plasmas de la casa antiguamente conocida como espía ven el rótulo "Nagore, cambio de pilas", lasañazo per tutti, pago io.

Es pura casualidad que me hayan salido solo mujeres a las que lanzar lasaña, porque si nos ponemos con los hombres de la casa les podríamos llenar de lasaña hasta las cejas. Para quien no viera el gran hit de este fin de semana, contarle que Indhira en medio de una de sus absurdas y cansinas discusiones con Arturo, le lanzó la lasaña. En realidad le tira un trocito de pan que previamente le había caído en la lasaña, lo cual incrementa la fuerza y aceleración del proyectil, que impactó en la pared, rebotando en la encimera de la cocina. Arturo hizo la finta mínimamente necesaria para evitar el lasañazo. Lástima no le diera en el cogote.

Casi ni merece la pena contar el origen de la discusión. Indhira está más contrariada que de costumbre al saber (o suponer) a Carol en la otra casa. Por eso mete los dedos en la llaga una y otra vez a Arturo hasta que este termina siendo incorrecto, lo cual todos sabemos que no le cuesta mucho. Primero el de Irún dice que prefiere la entrada incluso de Nagore a la de Carol, porque así no sufriría "esta chiquilla" (Indhira). Pero cuando la "chiquilla" le termina de tocar las narices de forma clamorosa una y otra vez cambia de preferencia y se lleva el lasañazo narrado. La cosa no pasó a mayores aunque yo sigo viendo como en cada lloro se le va escapando el premio un poco más a la malagueña.

El espectáculo del 'confe' posterior al lasañazo es muestra de que Indhira no está fingiendo ni planificando nada relativo a su relación con Arturo, como equivocadamente mantiene Hans tras su salida de la casa. Al tiempo, es una nueva demostración lamentable de hasta que punto puede ser caprichosa y egocéntrica. Llegó a decir que se iría de la casa si entrase Carol, lo cual no hará. Tampoco creo que ella desee esa circunstancia para victimizarse, como dijo también Hans en el debate de anoche. Pero, vamos a ver, ¿tan difícil es ver que lo está pasando mal porque teme otra semana horribilis?

Lo malo es que no sepa gestionar esa situación, pues con un poco de mano izquierda y buen humor se habría ganado a Arturo quitándole de cuajo toda tentación de la cabeza. Ella se da cuenta de que está haciendo el ridículo y se lamenta de ello, pero no es capaz de utilizar esa misma energía lanzadora de lasaña en su propio beneficio. Lo más escandaloso de su confesión posterior es esa idea de que es Arturo quien debe pedirle perdón, cuando es ella la que le ha lanzado comida y puesto en un aprieto innecesario.

Propondría a los guionistas de pruebas de Gran Hermano que planteen una prueba consistente en lanzarse comida. Cada día habrían de realizar mil lasañas que posteriormente se lanzarían unos a otros en una orgía cochina y pantagruélica. El peligro sería que Saray en lugar de lanzarla se la terminara comiendo. No me extrañaría nada que recogieran mi sugerencia, dado el sentido del humor demostrado en la elaboración de las pruebas y su escenografía. Lo del gato de la suerte chino, con su extremidad arriba y abajo sin descanso, en al capó de un ruinoso seiscientos sin parabrisas situado en medio del salón, con un croma para dar sensación de movimiento, es lo más cachondo que se ha visto en esa casa en años. ¡Palabra!

En el prodigioso resumen largo del pasado viernes pudimos ver la cruda realidad de este programa. Frente a los lasañazos, discusiones, estrategias nominatorias y tristes polvos en ángulo ciego del retrete (que ya les vale no haber puesto ya una cámara apuntando a ese rincón); nos encontramos una feria de sentimientos reflejada en ese fantástico resumen, lujo para los aficionados a este programa y ejemplo de excelencia televisiva. Ver a Toscano llorando abrazado por Tatiana me pareció una estampa preciosa que encierra tantas y tantas vivencias, tantos sentimientos, tantas emociones. El uno se siente vulnerable tras la marcha del amigo, la otra desea dar calor a la única persona que ha tenido de su lado desde el principio, a pesar de los importantes desencuentros posteriores. Me temo que empiezan a ser conscientes de tenerse entre ellos y poco más. Tienen miedo. Se necesitan. Todo ello en porciones mucho más grandes de lo que son capaces de intuir.

Carolina es experta en interpretar todo al revés. Así lo hizo con la discusión de la lasaña, también con el agarrón entre Ángel y Laura, en la que el falso maestro zen demostró una vez más que el papel conciliador le ha terminado por superar y ahora mismo está más desquiciado que nadie, saltando a la mínima por el más tonto detalle. Soy consciente que un día hablé de las contradicciones precisamente de Ángel y hubo queridos amigos comentando que todos estamos hechos de contradicciones, y cosas similares. Y eso que en ese caso argumenté mi opinión, como estoy dispuesto a hacer hoy. Tras la gala del jueves, Laura y Carolina se reprochan lo mismo mutuamente, parece que ambas tenían la sensación de que la otra se había apartado encerrándose en un nuevo grupo.

Hasta ahí es posible que las dos tengan su parte de razón, aunque ninguna es capaz de darse cuenta de que están coincidiendo en sus análisis más de lo que creen. Ahora bien, especialmente escandaloso me parece el reproche de Carolina, y voy explicar por qué. No llego a entender que Carolina reclame ahora a Laura un mayor acercamiento hacia ellos (incluye a Gerardo y Tatiana) cuando la noche de la pasada semana en que a Laura se le ocurre sentarse a la mesa para jugar al póquer con Gerardo (aparte de Toscano, Arturo y Hans) a Carolina se le llenó la boca acusándola de falsa por ello. ¿En qué quedamos? Debería haberse acercado a ellos o no, o quizá deseaba que lo hiciera para poderla llamar falsa.

Por otra parte, es sorprendente que esa mezcla entre la parada de los monstruos y el regreso de los muertos vivientes en que se ha convertido la conocida como casa 11 esté compuesta por un grupo de personas que apenas han aprovechado su estancia anterior en la casa para sacar provecho ni enseñanza alguna. Vemos a las mismas personas con idénticas actitudes infantiles y ridículas en muchos casos. Escuchar a Juan (expulsado con cerca del ochenta por ciento de los votos entre cinco nominados) dirigirse a Hans mirando a cámara diciendo: "Yo estoy dentro y tú estás fuera", resulta tan patético que hasta me da pereza explicar que eso es así porque a él le han dado una oportunidad vedada para su compañero. Este tipo no solamente se olvida de su elevadísimo porcentaje de votos (similar al de Nagore o Rebeca) sino también que en esa misma votación Toscano debió tener entre el uno y el cinco por ciento de los votos. Importante diferencia. Pero ellos siguen haciendo peleas de almohadas encantados.

Anoche pudimos ver durante un rato los resultados de la votación ciega para elegir uno de los tres repescados. En cabeza va Carol, que se lleva de momento el 37'16 por ciento de los votos. Le siguen Siscu (26'99%) y Nagore (21'69%). Solamente estos tres ex concursantes tendrían opción de entrar por los votos de la audiencia a través de Internet. Sin ninguna opción aparecen Pilarita (7'82%), Juan (2,70%), Melanie (2'41%) y cierra la clasificación casi sin votos una ridícula Rebeca (1'23%) que sigue montando sus sonrojantes shows de cara a las cámaras. Destacable me parece que estos tres últimos sumen tan solo un seis por ciento de votos, lo cual demuestra hasta que punto la audiencia espera no verles más. Esperemos que ninguno de ellos sea elegido por sus compañeros, de uno y otro lado.

Me veo obligado a volver al asunto de Tatiana y su supuesto expediente escolar dado que el argumento ha sido recuperado tras la gala del pasado jueves, aunque sobre esto diré (como suelo) tan solo aquello que me apetece. No deja de sorprenderme que se siga reclamando el vídeo en cuestión. En primer lugar, no habría un vídeo sino bastantes más, tantos como ocasiones fue objeto de comentario dentro de la casa de Guadalix. Pero cualquiera que sepa medianamente como funciona este programa ha de saber que esos vídeos pueden no existir, a pesar de haberse acuñado la frase "está todo grabado". Esa frase es producto de una simplificación o bien de la supina ignorancia atesorada por quien la pronuncia. Sería imposible que el equipo de este programa guardase las 24 horas de 80 cámaras (o las que sean), por lo cual aquello que no es señalado como un hecho destacable solamente pervive en la memoria de quienes lo hemos visto, siempre y cuando haya sido pinchado en la emisión en directo. Por tanto, si el vídeo no se recupera estoy seguro de que es simplemente porque no se encuentra.

A la pregunta muchas veces repetida en la última semana sobre por qué este gato encerrado lo comenta por primera vez cuando lo hice y no antes solamente hay una respuesta. Igual que parto de la base de que el equipo del programa selecciona con criterios de profesionalidad (suficientemente demostrada durante casi una década) aquello que es de interés y descarta el resto de los trillones de cosas sucedidas cada día, este humilde cronista hace lo propio. Consideré apropiado relatarlo cuando lo hice y no antes, de igual manera que decidí con qué grado de detalle trasladaba esos comentarios, intentando quitar hierro al asunto en todo momento. Por ejemplo, jamás utilicé la palabra bullying, por mucho que se diga.

No habría deseado volver sobre el tema, ni lo haré en el futuro salvo que los protagonistas de esta historia (los concursantes de Gran Hermano) vuelvan a hacer comentario al respecto. Se trata de algo sucedido fuera de la casa y con suficiente anterioridad como para no hacer casus belli del mismo, dejando en todo caso a la propia concursante responder sobre ello. Si no puede ser antes que explique una vez salga de la casa un asunto cuya existencia conocemos porque ella misma lo ha comentado con sus compañeros. Es, de algún modo, como ese deportista fanfarrón que recuenta sus medallas delante de los amigotes, posiblemente con su parte de exageración. Lo cierto es que sobre las peleas en la escuela han hablado Tatiana y sus compañeros desde el día siguiente al comienzo de esta edición.

Concretamente, estos son los apuntes que guardo en mi Moleskine al respecto:

- Madrugada del 7 al 8 de septiembre: Tatiana comenta que en tercero de la ESO la echaron del instituto, dando ciertos detalles de las veces que había sido expulsada sin que ni siquiera su madre se enterase, incluso durante periodos de casi un mes.

- Noche del 2 de octubre: Tatiana vuelve a insistir en comentar sus expulsiones de clase durante un mes.

- Madrugada del 23 al 24 de octubre: De nuevo Tatiana cuenta sus problemas escolares. Según su relato en una ocasión saltó la valla del instituto. También habla de una denuncia por pegar a una compañera y de como se encontraron a 3 guardias civiles en el instituto. Añade que nunca se presentó a ningún juicio, sin especificar las razones de ello.

- Noche del 4 de noviembre: Toscano comenta con Indhira y Hans lo que supuestamente le ha relatado Tatiana sobre peleas entre chicas del instituto que eran grabadas con el teléfono móvil. Dan algunos detalles sobre tales peleas que prefiero obviar.

Durante el tiempo comprendido entre el 8 de septiembre y el 4 de noviembre, hay supuestamente más testimonios sobre conversaciones de Tatiana con Nagore, Juan y Melanie, a quienes habría mencionado este asunto, aportando distinto grado de detalle en las diferentes ocasiones, aunque solo puedo dar fe de las enumeradas anteriormente. Personalmente no creo que esto deba influir a la hora de valorar a Tatiana como concursante, aunque sí da una idea cierta de lo torpe que es al contar algo absolutamente innecesario sin ser consciente de lo mucho que está perjudicando su propia imagen.

Y lasañazo final para todos.

[Hoy, a las 12.30 horas, Hans responde a vuestras preguntas en un nuevo encuentro digital. Recuerda que puedes votar aquí para elegir uno de los tres repescados. Y puedes seguir participando en el Test de Gran Hermano, donde podrás probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa].