Laura quiere la nominación directa para Rappel

telecinco.es 23/02/2016 08:52

Ayer leí un comentario crítico. Suelo protegerme un poco, pero a veces caigo en la tentación. Me resultó curioso porque no me reconocía en absoluto en lo que decía. Era una defensora de Laura y le parecía fatal que su concursante preferida saliese con frecuencia en el título de estos escritos diarios. Lo de titular es una lata y nunca se me ha dado bien. Con el tiempo he aprendido un poco a destacar de forma más o menos acertada el tema más importante del que hablo cada día. Acepto que cada uno piense de una forma, pero me sorprende que ofenda tanta atención. Mal estaría lo contrario. Si su preferido no aparece nunca en el título y apenas lo menciono, entonces sí que estaría justificado el enfado. Aparte de esto, hablaba de mi odio hacia Laura. ¡Odio!

Odio es carencia de imaginación, según Graham Greene, un sentimiento que solo puede existir en ausencia de toda inteligencia, según Tennessee Williams. Mi frase preferida sobre esto es de Alphonse Daudet y dice que el odio es la cólera de los débiles. Me da mucha pereza odiar, por todo lo que comporta. Si se considera que es un sentimiento reversible me parece excesivo. Solo odiaría si fuera para siempre, pero ¿quién puede asegurar esto? No sería capaz de odiar a alguien que conozco a distancia, sin haber tocado nunca su piel ni sentido nunca su mirada atenta clavada en mí.

No sigo con las generalidades que me pierdo. Me he levantado hoy con ganas de filosofar y no creo que lo merezca el lector. El caso es que me llama la atención el análisis que a veces se hace de lo que escribo. Laura me parece una concursante interesante, con muchas cosas criticables, igual que otras apreciables. Si he hablado mucho de ella es su mérito. ¿Por qué se interpretará esto a contrario sensu? Si analizo el concurso después de transcurrido más de mes y medio, diría que Carlos y Laura han sido los más protagonistas. Se han echado el concurso a sus espaldas muchas veces, lo cual es muy de agradecer. ¿Por qué iba a odiar a Laura?

El lector no aprecia muchas veces el interés oculto de este gato cronista. Lo que me viene bien para lo mío es que siga habiendo cosas para contar, concursantes que generen contenido y tramas. Esa es mi primera y principal preocupación, porque con Rosas Pepis y Raqueles no tengo para nada. Tampoco Sema, a pesar de sus ímprobos esfuerzos, genera nada que no sean ganas de proferir improperios. No da para odiar tampoco, pero si detesto a algún concursante nunca es a aquel que facilita mi labor. O sea, Laura nunca estaría en ese grupo.

Al hilo de esta reflexión tan gratuita que me acabo de marcar, se me ha ocurrido hacer algo que quiebre algunas certezas falsas sobre lo que opino de los concursantes de este GH VIP. Y no se me ocurre nada mejor que hacer uno de esos escritos en positivo en el que ir mencionando uno a uno a los que quedan intentando destacar cosas buenas. Positivismo a tutiplén, por tanto. Antes de esto quiero destacar tan solo un par de cosas de ayer, un día que no va a pasar a los anales de la pequeña historia de Gran Hermano.

Coincide lo que decía antes sobre el título de estos escritos y que el de hoy vuelva a llevar el nombre de Laura. Y es que eso fue lo que más me llamó la atención. De un lado, observo que entre el ‘clan del visillo’ se critica a Laura sin que una sola voz se levante en contra. Da toda la impresión de que si Laura no es expulsada y dura un poco más en el concurso, sus amigos van a ser otros bien distintos a los del principio. Ahora la veo de buen rollo con Carlos y es Sema el único que no censura algunos comportamientos rechazados por otros. Alejandro le decía el otro día a Carlos que Sema está con los otros, pero no lo tengo yo tan claro.

Podríamos decir que Laura está siendo sutilmente expulsada del paraíso del visillo, y no saben bien el gran favor que le están haciendo. Es posible que necesiten ampliar el espectro de sus críticas. Carlos tiene ese carácter zalamero, capaz de meter a alguien un hachazo y a los diez minutos pellizcarle el carrillo con cariño, que desconcierta un poco a todos. Alejandro es considerado amortizado y su comportamiento tampoco está provocando mayor animadversión. A las “cuñis” las critican por vagas y es posible que se vayan a llevar un zurrón de puntos este jueves, pero la crítica hacia ellas se agota en sí misma. Son tan insustanciales que ni para un buen brote de Rappel valen, si acaso para una mención en tono despectivo y va que chuta. De Sema siempre censuran sus excesos en las fiestas, sin pasar de ahí tampoco. ¿A quién van a criticar ahora? Laura ha sido la elegida.

En sentido contrario es igualmente significativo el cambio. Laura se quejaba anoche de que Rappel no le dirige la palabra. “No me habla. Es que ni me mira”, le decía a Julián, inquietante confesor de Laura y de Rappel, cuyo papel puede empezar a ser comprometido por esto mismo. Si no le cuenta a uno lo que la otra dice puede terminar siendo acusado de traidor. Lo mismo si lo hace. No tiene escapatoria desde el mismo momento que acepta escuchar las invectivas de uno hacia el otro. De momento es murmuración de baja intensidad, pero cuando empiecen los improperios de destrucción masiva no habrá marcha atrás.

Laura va más allá de su desconfianza hacia Rappel. El sábado era el adivino quien se molestaba hondamente con ella por no haberle elegido para llegar a la final y sí haber dicho a Carlos. Tanto es así que se negó a echarle las cartas y no lo ha hecho ni domingo ni lunes. Ahora el enfado ha cambiado de barrio y es Laura la molesta con Rappel por su altanera reacción. Tanto es así que tiene planeado nominarlo. Pongan aquí todo el colorido y las admiraciones que deseen, que el asunto lo merece. Es un auténtico bombazo y no tengo ninguna duda de que lo hará, a no ser que algo cambie de aquí a pasado mañana. Es más, no le quiere dar unos puntos de esos a modo de advertencia. No, no, quiere para Rappel la nominación directa.

Es uno de los pocos privilegios que quedan entre las app de la prueba. Creo que el único después de que Sema se llevase los tres puntos extra en la nominación, por lo que el jueves repartirá nueve puntos en total. Es previsible que sea esta misma noche, durante el Límite, cuando se dispute el privilegio de nominar directamente a un concursante. Si la mayoría muestran el mismo entusiasmo y escasa confianza en su competitividad que el pasado domingo, puede que sean Sema, Alejandro y Laura quienes luchen de nuevo por esa importante baza en las nominaciones.

Si el pasado viernes alguien me dice que Laura iba a tener la intención de usar con Rappel la nominación directa no me lo hubiera creído. A veces pienso que los concursantes me leen, y esta es una de ellas. Solo una semana antes de que Laura manejase la posibilidad de ir contra Rappel, este modesto gato escribía lo que sigue: “También ganaría un zurrón de puntos Laura si se decidiese a enfrentarse a Rappel, e incluso al resto del ‘clan del visillo’. Alguien debe conservar de su lado, porque ese camino solo se hace muy cuesta arriba. Con una persona vale, y dudo mucho que Julián sea la mejor compañía”.

Podemos aceptar como “enfrentarse a Rappel” el que le nomine directamente. No hay enfrentamiento más directo que ese, fácilmente interpretable como una auténtica declaración de guerra. Habrá una parte de la audiencia para la cual esta actitud de Laura denotaría ingratitud y falta de coherencia. Otros se alegrarían por ser capaz de romper ese cordón umbilical que la ataba a un sector de la casa con el que no la identifican. Personalmente, me alegraré por ella porque se libraría de una buena. Solo falta que en lugar de confesarle sus intenciones a Julián elija otro confidente. Aunque para lo mío, como decía antes, me viene fenomenal. Cuento los minutos deseando que a Julián le dé por contarle a Rappel las intenciones de Laura. Sería un momento de diversión y palomitas. ¡Que no pare la fiesta!

Y voy con el prometido repaso en positivo de los concursantes que aún quedan en el juego. Como diría un conferenciante coñazo: seré breve.

Rappel: Empiezo con el otro protagonista de la historia que cuento hoy. Después de Carlos y Laura me parece otro gran protagonista de esta historia. Mi percepción es doble y contradictoria en torno a este concursante. Me sigue fascinando cuando cuenta sus experiencias entre la ‘jet set’ marbellí y otras aventuras de una dilatada vida. Sus brotes, casi siempre contra Carlos aunque también contra otros concursantes, me hacen cada vez más gracia. Se va retroalimentando a sí mismo de manera muy curiosa. No me gustan su clasismo ni el extraño juego al que acostumbra de cambiar afectos por favores. Y, sintiéndolo mucho, no me creo del todo sus poderes adivinatorios. Ahora bien, es un personaje fantástico. Un auténtico lujo de concursante.

Laura: Hay una cosa que me produce cierta zozobra al tiempo que me genera bastante interés. Es el hecho de que nunca sé por dónde va a salir. Laura es una concursante imprevisible a la que ha venido muy bien la salida de Javier. Hubiera asegurado que no sería así, pero creo que por fin ha dejado olvidado el bucle obsesivo en contra de su hermanastro. Es un poco la “killer queen” de Queen, siempre jugando con su encanto para despistar a incautos. Fantasiosa y zalamera, pero con un rayo láser guardado en la manga para cortar cabezas en cualquier momento. Y eso, guste o no, la convierte a veces en ama y señora. Por no decir la puta ama, porque suena peor que mal.

Carlos: Este sí que es el absoluto amo. Puto amo por derecho propio. Con ese aire descarado de bon vivant y una capacidad ilimitada para granjearse enemistades. Es un espíritu libre al que igual todo se la refanfinfla o se interesa por los demás como un padre. Sabe lo que hacer para remover el hormiguero. A veces los demás son en sus manos polvo encima de un tamiz que no para de agitar hasta que caen las mejores perlas. Si Rappel es lujo, Carlos es la tarjeta Visa Oro de los concursantes, el jet privado de los VIP. Un bólido capaz de pasar de cero a 100 en una frase, fino con el estilete de la palabra: “Una panda de parados, muertos y albóndigas”. Carlos es lo más.

Alejandro: Su falta de lealtad, corregida en buena medida según van avanzando los días, se compensa con la ausencia de mala intención en sus actos. Hace lo que considera que debe hacer, sin pensar en las consecuencias que esto debe tener. Al menos le debo reconocer sinceridad y lealtad con él mismo, que no es poco. Además, es listo y aprende rápido.

Sema: Es creativo, aunque pesado como él solo. Creo que odia el aburrimiento, que combate le pese a quien le pese. No he visto a nadie combinar un tutú de colores fosforitos con ropa de calle. Tampoco de ningún otro color.

Julián: Empieza la fase complicada de este reto. Tiene pretensiones de líder, lo cual molesta en ocasiones, pero siempre es mejor eso que nada. Aunque se equivoca en sus razonamientos muchas veces, es analítico y observador. Tiene un verbo fácil y no le cuesta usar la palabra para elaborar razonamientos complejos. En definitiva, creo que tiene un montón de valores positivos mal aplicados.

Charlotte: Me hace gracia, diga lo que diga. Bueno, salvo cuando entra en el cada vez más frecuente bucle con Belén de protestar porque no las tienen en cuenta.

Belén: Tuvo unas primeras semanas prometedoras, que tiró por tierra en el momento que se fue Lucía y decidió renegar de sus alianzas anteriores. Sin una “cuñi” a la que pegarse como una lapa hubiera ganado mucho.

Raquel: Obcecada e incansable, me ha conquistado cada vez que la he visto cariñosa con los demás o bromeando de buen rollo. Me parece buena tía y divertida. Lástima que muestre su mejor cara pocas veces, casi tan pocas como la peor.

Rosa: Quiero aclarar que hablo siempre como concursante, lo cual vale para todos los anteriores. Se me antoja imprescindible la aclaración en este caso porque, sintiéndolo mucho, no encuentro por más que busco. Sin pretender ser ofensivo, diré que es muy currante y no recuerdo haber visto que se quejase nunca de hacer cosas. Y ya.

Moleskine del gato

Reconozco que el ejercicio de hoy me ha dejado bastante agotado. Esta noche espero noticias de la repesca, tal vez se dispute la nominación directa y conoceremos la resolución de la prueba. Esto es un no parar, oiga.

Y dejo cartelera, con el gran Rappel en Kundun.

[Montaje por Montse Juanilla]