La ley del embudo

telecinco.es 16/05/2012 09:53

Desde ayer me viene a la cabeza un embudo de forma insistente y repetitiva. Habla el refrán popular de: "La ley del embudo, lo ancho para uno y lo estrecho para los demás". Es decir, se trata de una ley contraria a los principios de igualdad y equidad. También se le puede dar la vuelta al dicho, que es lo que se lleva ahora. Es decir, a veces lo estrecho es para uno y lo ancho para todos los demás.

El acervo popular utiliza otras expresiones que significan lo mismo: "Siempre me toca bailar con la más fea", por ejemplo. En la elección del "más uno", ha sido Pepe quien tuvo que bailar con la más fea. Ha sido así por la forma en que esto se produjo y también al ver las reacciones posteriores en la opinión pública. Voy a insistir más en lo segundo que en lo primero, apuntado ayer sin ningún desarrollo posterior.

Enumeraba ayer tres razones por las que me había parecido que Pepe había sido víctima de la ley del embudo. A saber: 1) No pudimos conocer el porcentaje de votos que le hizo finalista cuando se enfrentaba a otros tres concursantes. 2) En su entrevista tuvo que enfrentarse a dos careos, con otro más anunciado que se solventó a gritos desde un lado y otro de esa sala (poco) insonorizada. Y 3) Tuvo que elegir a su "más uno" desconociendo que irían ambos a una parte aislada de la casa, en la que se encontraría con los otros dos finalistas anteriores.

Como digo, los dos primeros puntos tuvieron ayer su correspondiente desarrollo, no así el tercero. La omisión más que torpeza de este gato estaba motivada por la sensación de que mis sospechas al respecto estaban demasiado inmersas en el terreno de la conjetura no demostrable. Puedo aventurarme a pensar que no conocimos los porcentajes para no descubrir la ventaja con la que cuenta en esta carrera final el tercer finalista, aunque es una interpretación arriesgada. Es así, sobre todo, porque durante toda esta edición hubo dos ocasiones anteriores en las cuales no supimos un porcentaje, en este caso para la expulsión de sendos concursantes.

Aún más arriesgada es mi interpretación al tercer punto. El caso es que no soy el único al que ese hecho llamó la atención puesto que el propio concursante se lo preguntaba ayer. Decía Pepe: "¿Por qué a mí no me contaron que iba a venir a otra casa con todos vosotros?", una vez conoció que los dos finalistas anteriores tuvieron ese dato sobre el lugar donde vivirían. Estoy seguro de que no me confundo al afirmar que fue algo deliberado, aunque insisto en que mi interpretación no es válida y parte de una desconfianza tal vez algo injusta.

Pero como no me caracterizo precisamente por esconder la cabeza cual avestruz, me lanzaré a la piscina diciendo que en mi opinión está relacionado con la decisión de Pepe, que como decíamos ayer no fue suya sino inducida por sus seres queridos en plató. En la entrevista de Pepe no hubo ni una referencia a la aventura brasileña de Noemí. Tal vez ninguna pista debía disuadir a este concursante de tomar la decisión que tomó. Mucho menos que pudiera saber o intuir que en la otra casa a la que iría minutos después estaba Alessandro, mientras Noemí ocupaba un destacado lugar en la primera fila de la tribuna VIP (conquistada por 'reventolandia', reino sin fronteras).

Me cuesta ser mal pensado. Tenga en cuenta el lector que quien esto suscribe supo que los Reyes Magos eran los padres con doce años, tras haberme negado a dar crédito a decenas de comentarios que así lo indicaban. Con mucho, prefiero la inocencia a la desconfianza. Por eso muchas veces me resisto a creer mis propias sospechas, mucho más a difundirlas. Ahora bien, se admiten tesis contrapuestas sobre este detalle que el propio concursante interesado, al igual que el resto de sus compañeros de piso, son incapaces de interpretar, o no se atreven a hacerlo.

Pero la ley del embudo aparece cuando menos te lo esperas y en todos los ámbitos. Es curioso que cuando Pepe elige a Noemí como su "más uno" se critique que lo haya hecho inducido por sus amigos y familiares, hasta el punto de reclamar que se invalide la decisión. "El programa no debería permitir eso", leí con insistencia durante el día de ayer. ¿Por qué? Conviene argumentar lo que se dice, algo fundamental para saber si uno está a favor o en contra. Así, a bote pronto, no tiene mucho sentido tal petición.

Aparte del falso escándalo simulado por muchos tras el hecho de que Pepe tomara su decisión inducido por los suyos, también se usa el puñetero embudo para determinar quién debe hacer su elección desde el corazón y quién es libre de actuar guiado por la estrategia en el juego. Olvidan muchos que esto es un juego, un concurso de televisión dotado de un jugoso premio. El programa juega con los concursantes haciéndoles creer que son expulsados en lugar de finalistas, y en justa correspondencia estos están casi obligados a jugar si quieren ganar. ¿Cuál es el problema?

Se me dirá que la exigencia es mayor a Pepe porque se trata de un concursante que insistió durante meses que él es "de corazón", mientras se agarraba el lado izquierdo de su pecho con la mano derecha. O sea, que el concursante movido por su corazón debe ser rematadamente idiota y dejar escapar las oportunidades de ganar. Supongo que esto debería ser así para que tengan ventaja los descorazonados, que según la opinión de algunos parecen merecedores de todas las ventajas habidas y por haber.

Digo todo esto porque atendiendo a ciertos comentarios parece como si Alessandro hubiera tomado su decisión aconsejado por su corazón y no por estrategia en el juego. En caso contrario no se entiende que a Pepe se le censure por algo que no mereció la misma reacción en el caso del primer finalista. O sea, lo estrecho para ti y lo ancho para mí. O algo así. Es indudable que el italiano también jugó en su elección. Esta tuvo dos diferencias importantes con respecto a la de Pepe.

La primera está relacionada con la obediencia de un hijo que toma la decisión sugerida por un progenitor y un amigo, aunque sobre eso volveré en seguida. Está claro que Alessandro no actuó bajo presión alguna en ese aspecto. Salvo que se demuestre lo contrario, nadie le dijo lo que debía hacer. La otra diferencia es una clave absoluta que invalidaría de forma radical las críticas a Pepe por hacer lo mismo que nadie censuró en Alessandro. Aceptando que los dos toman una decisión con la que se apartan de lo que les dictan sus corazones, este último al menos eligió a alguien con quien siempre tuvo buena relación, respetándose ambos a la hora de nominarse.

Pepe jamás nominó a Noemí y lo mismo se puede decir al contrario. Tengamos en cuenta que la nominación es el único mecanismo de poder mediante el cual todos los concursantes pueden decidir con quién desean convivir, suponiendo sus elegidos aquellos con quien no quieren vivir o, cuando menos, quienes menos les importa perder de vista. Por tanto, Pepe y Noemí nunca desearon la expulsión del otro. Ambos se importaron lo suficiente de forma mutua como para proteger su estancia en la casa evitando su nominación.

No se puede decir lo mismo en el caso de Alessandro. Este nominó a Marta, su elegida, en cuatro ocasiones. Cuatro de las nueve en que Marta se puso a tiro, por lo cual podemos decir que la nominó casi la mitad de las veces que pudo hacerlo. En este caso no hay reciprocidad alguna, puesto que Marta nunca le nominó a él.

Así que tenemos el caso de Alessandro, que decide unir su destino a una concursante con quien nunca tuvo una relación especialmente estrecha y a la que nominó de forma reiterada. Marta es de las concursantes más nominadas por Alessandro, por lo cual debemos sacar la conclusión de que no le importaba dejar de verla al poder ser descabalgada del concurso. Pues bien, esa concursante con quien nunca se llevó especialmente bien y a quien nominó tantas veces, fue su elección como "más uno".

Sin embargo, Pepe eligió a una concursante con quien siempre tuvo buena relación. Ella era la cuarta de los mosqueteros, grupo nucleado en torno a Noemí desde las primeras semanas y del que formaban parte Pepe junto a Alessandro y Hugo. Nunca dejaron de tener una relación cordial, no exenta de dudas y desconfianzas. Cuando Pepe sospechó que Noemí podía haberle nominado le dijo a Hugo: "La Noe es chunga". No era una observación baladí ni su motivo era solamente ese hecho aislado. Pepe la había visto decir aquello de "cuida tú a Julia", por ejemplo.

También había comprobado Pepe en primera persona cómo esta concursante le confesaba que sin apetecerle nada iba a estar un rato "con las niñas" en lugar de prolongar la reunión en el jardín con sus mosqueteros. Además de ir siendo testigo de algunas de sus mentiras, grandes o pequeñas. En resumen, había tenido constancia de los dos puntos flacos de Noemí, aquellos que la pusieron en la calle hace semanas: sus mentiras y los "lapsus de maldad", según propia definición.

Se entiende así su desconfianza. En cualquier caso, lo más que hubo entre ellos fue que Pepe dijo un par de veces (y posiblemente lo pensó una docena) que era "chunga". Vuelvo a repetir que a pesar de esto nunca la nominó y siempre mantuvo una relación en la que aparentemente ambos se trataban con gran cariño, aunque ella llegara a estar durante dos horas criticándole junto a Ari. No se puede decir lo mismo en el caso de Alessandro.

Marta y Alessandro no se mostraron nunca ni una centésima del cariño que vimos entre Noe y Pepe. Aparte de eso, no voy a volver a repetir lo que pasó con las nominaciones del italiano, casi siempre dirigidas a mujeres, al menos durante las diez o doce primeras semanas de concurso. Y aún así, se critica a Pepe por haber tomado una decisión por estrategia y no desde el corazón. ¡Cómo si la de Alessandro lo fuera!

Tendemos a proyectar en nuestros concursantes favoritos las simpatías propias respecto a otros concursantes. Entre quienes apoyaron a Pepe muchos tienen un mal concepto de Noemí, incluso no la soportan. Pero no es el caso del propio Pepe. Aunque también veo en ciertas críticas mucha mala intención. Es el caso de los comentarios que expresan una falsa sorpresa por el hecho de que amigos y familiares de Pepe le dijeran a quién debía elegir como "más uno". Si antes puse la comparación con Alessandro ahora le toca a Dani. Las fotografías que acompañan este texto demuestran palpablemente que cuando tuvo que elegir este concursante sucedió lo mismo. ¿Alguien recuerda que se hicieran críticas a este respecto?

En el vídeo de esa gala se puede apreciar con mucha mayor claridad, pero la imagen es también definitiva. Dani tiene que elegir su "más uno" y, antes de la pausa de rigor para la publicidad, vemos a Michael posando su mano en el hombro de Ari, como comentamos ayer. Pero no queda ahí la cosa, la madre de Dani se sienta un par de filas más arriba (el tiro de cámara la sitúa entre Vero y Berta) y en ese momento señala con el dedo a Ari, extendiendo su mano derecha de forma suficientemente ostensible. No hay duda de que Dani vio a su madre señalando a Ari, de igual forma que Pepe a su amigo y a su padre.

Es la ley del embudo otra vez. La representante de Dani puede señalar a Ari y no hay escándalo. Por el contrario, si son los de Pepe quienes señalan a Noe en seguida vemos el grito puesto en el cielo por parte de decenas de aficionados. No vale decir que Dani tenía meridianamente claro a quién elegiría y Pepe no. Y no es válido porque eso es independiente del hecho en si de que la decisión esté apoyada en el consejo de un progenitor, además de porque es algo incierto. Momentos antes había preguntado Dani si podía dividir el premio entre dos exconcursantes. Está claro que tenía otro nombre en la cabeza.

Cierro este apartado pendiente con una imagen que demuestra lo dicho ayer por este gato, cuestionado por algunos, incluso desde algún programa de esta misma cadena. En la captura de pantalla se puede apreciar como el padre de Pepe sostiene en pie la famosa tablilla. Apenas puede verse esta porque sus dimensiones eran discretas, aunque suficientes como para que fuera visto por el concursante desde la pecera. Ahora bien, creo que se ve con claridad (más aún en el vídeo) al buen señor levantado y con su brazo extendido mostrando algo, al tiempo que se aprecia con claridad en la secuencia que Pepe le está mirando.

Otras dudas se han planteado sobre lo dicho por este gato ayer, aunque el resumen diario me pareció muy revelador. Quienes decían que Pepe había elegido a Noemí sin saber que era ella deben mirar ese vídeo para ver comentar al concursante que la había visto muy guapa desde ahí aunque por momentos dudará si era ella o no, pero finalmente ya vio que sí "era la Noe". Es impensable que eligiera a alguien sin saber de quién se trataba.

Moleskine del gato

Hablando de estrategias, ayer Pepe estuvo sobrado respondiendo sobre esto en el loft. No hay duda de que le ven como la bestia negra, el rival a batir, y a ello se van a dedicar algunos hasta el día de la final. Lo están poniendo en práctica desde el minuto uno la pareja Dani y Ari, bautizada por ellos mismos como los 'Danari'. Para hacer hincapié en que ellos dos se llevaron siempre bien decía Dani que son un equipo, una sola persona, no como ellos. Pepe les pregunta si piensan compartir el premio, dado que son una sola persona. Evidentemente, no. Entonces ya no mola tanto ser uno solo.

Cada vez entiendo más por qué Ari se fue a fijar en Michael. De no ser porque se fijó también en otros dos o tres chicos, diría que es porque ambos necesitan permanentes muestras de reafirmación propia por parte de los demás. ¿Me echaste de menos? le pregunta a Pepe. Idéntica pregunta había hecho otro día anterior a Dani. De este se le está contagiando otra característica, relativa a su capacidad para lanzar puyitas con su veneno correspondiente. Ella me respondería que Pepe es el rey de las puyitas, porque siempre necesita justificar sus propias acciones culpando a otros. Ayer comentaba, con clara mala intención: "Antes esto parecía un piso de estudiantes y estaba guay. Ahora somos muchos". Lo podría haber dicho Dani.

Ya digo que Pepe estuvo espectacular dando la réplica a quienes pretendieron ponerle en un aprieto. Este concursante se crece en esas situaciones, lo cual no es suficientemente valorado por sus compañeros. Lo mejor para ellos sería que Pepe parezca desaparecido, porque en cuanto salta al primer plano se come la pantalla y a ellos con patatas. Lo demostró con Ari y con Noemí, que hizo a ratos de "menos uno", como comentamos ayer. Lo más sorprendente de esta mujer es cuando da la razón a uno y otro, sin darse cuenta de que están manteniendo posiciones contrapuestas.

El lunes comenté que Dani iba "como pollo sin cabeza" y Admi me apuntillaba que Ari entonces iba "como vaca sin cencerro". Entonces... ¿Qué dejamos para Noemí? ¡Ya lo tengo! Ayer le decía a Pepe que ella se había sentido como si fuera "el conejito de indias de Gran Hermano". O sea, tal vez sería "coneja que hace el indio". O algo.

Ayer Pipi terminó de sepultar a Sindi. María le ofreció probar la cerveza, que en teoría nunca le ha gustado. Su respuesta fue demoledora: ¡Pues está rica y todo! No hay marcha atrás. Supongo.