Lucía asegura que ellos nunca hablan de nominaciones mientras hablan de nominaciones

telecinco.es 01/10/2021 08:00

Lucía hacía cuentas junto a Canales, Fiama y Cynthia cuando ya habían empezado las nominaciones, pero no se privaba de afirmar que ellos no hacen pacto. No es la primera vez que se ve a esta concursante calculando el modo de que salgan nominados los enemigos de la mayoría. En este caso, también pretendían adivinar cuál de ellos acompañaría a Luca y Cristina en la nomina de nominados, siempre y cuando no pudieran dar votos a Adara. Acababa de ser proclamada nueva concursante de la casa de los secretos sustituyendo a Sofía, pero ya estaban deseando poder nominarla.

Como bien aclaró Cristina, al ser mayoría no necesitan ponerse de acuerdo porque todos saben que los tres y los dos puntos irán indistintamente para Cristina y Luca. Ni siquiera les hace falta balancear esos puntos porque son tantos que en cualquier caso saldrían nominados. Por eso anoche 6 concursantes le dieron la máxima puntuación a Luca y solo 4 a Cristina. Si fuese necesario, podrían igualarlo, pero no lo necesitan porque da igual que obtengan 24, 25 o 26 puntos. Por eso cuando niegan ser un grupo no se dan cuenta de que lo son solo por el hecho de nominar igual, lo hayan pactado o no.

La nominación directa para quien cogiera el teléfono de la cabina del jardín estaba bien pensada para que no saliese a la palestra solamente el trío disidente, pero no era necesario en el caso de ser Frigenti el expulsado. Cynthia se peleó un poco con Canales para llegar primero. Creo que este no quiso hacerla daño y le cedió el paso. No podían imaginar que se podían haber peleado por lograr la nominación directa. Mientras tanto, la ‘virgen del Sorpasso’ se volvió a aparecer como mandada por los enemigos del reality. Siempre pienso en estos casos que vota la competencia. Es difícil entender de otra manera que la audiencia prefiera realmente la salida de Frigenti a la de una Sandra que destaca menos que el soporte de las esferas del salón.

De llevar una holgada victoria el martes a perder la votación, aunque fuese con un ajustadísimo porcentaje, va una diferencia importantísima. Si realmente el motivo de este cambio es la agresión de Sofía se da la macabra circunstancia de que se castigue al agredido casi más duramente que al agresor. Sofía iba con respuestas medidas y aprendidas para intentar enderezar su imagen maltrecha tras ser expulsada disciplinariamente por su intolerable comportamiento. Lástima que sus disculpas y el análisis crítico de su propio comportamiento perdiera toda credibilidad cuando saltaba y pedía el aplauso del público al saberse que Miguel era el tercer expulsado. El gesto fue al menos feo, tirando a muy feo. Tampoco me pareció sincera cuando afirmaba que su actitud no tenía justificación y a continuación la intentaba justificar con la de Frigenti. Sofía no es la que parece y tampoco la que ella nos presenta. Cuando se define no está diciendo cómo es, sino cómo le gustaría ser. Entre esa personalidad espiritual (casi zen) movida por las energías y la macarra que persigue a su compañero de concurso hasta terminar zarandeándole hay una diferencia abismal. Es lo que va entre lo que le gustaría ser y lo que en realidad es.

Miguel ha sido el concursante sobre el que ha girado el programa durante sus tres primeras semanas, y bien podía haberlo seguido siendo unas cuantas más. Le ha perjudicado su excesiva implicación, el error de decir las cosas en un tono ya de por si ofensivo en lugar de hacerlo con la parsimonia que emplea Luca. También el haber planteado una variante distinta y poco definida del típico enfrentamiento entre un grupo aplastante mayoritario y otro formado por entre dos y cuatro personas, no más. La historia clásica manda que el grupo grande esté muy ofendido con el pequeño al ver su apoyo en buena parte la audiencia, lo cual dificulta sus planes de aniquilación. Por su parte, el grupo pequeño disfruta con su actitud provocadora y viendo a los otros pasarlo mal.

El problema es que en esta ocasión hemos asistido a un grupo grande clásico, pero en el grupo pequeño no terminaba de encajar el perfil provocador que le canta las verdades al barquero (gozándolo), y por otro lado no paran de quejarse de que la mayoría no les acepte y les esté haciendo la vida imposible. Es cierto que no se quejaban de haber sido aislados, como decían los otros, pero sí de parecer unos apestados para ellos y no estar siendo bien tratados. Decir lo que se piensa sobre los demás es casi siempre incompatible con ser bien recibido por estos. Por mucho que esos pensamientos tengan grandes trazas de veracidad.

Es verdad que Cynthia es anodina y Fiama tiene maneras de pandillera. Al menos coincido con el sucinto análisis que ha hecho Miguel sobre la mayoría de sus compañeros, y en lo que no he coincidido ha sido generalmente porque me ha parecido demasiado benévolo. Por ejemplo, con los gemelos cantores. También es verdad que es una contradicción andar siempre pidiendo que las cosas se digan a la cara y cuando esto sucede responder airadamente quejándose por la ofensa. Pero, ¿no querían que se les dijera a la cara? Escuché a Frigenti decir en una gala que él no va diciendo a la gente lo que piensa, especialmente si es negativo. Efectivamente, yo no me acerco a la señora del kiosko que me vende el diario y le digo: “Pedazo de antipática, ¿me da El País?”. Pero si por lo que fuera decidiera hacerlo (porque antipática es), tampoco parece razonable quejarme de su reacción, previsiblemente mala.

Frigenti debió elegir entre decir lo que piensa de sus compañeros como si lo estuviera analizando una vez más desde fuera o medir mucho sus palabras y preservar mínimamente la convivencia en esa casa. Como espectador le agradezco cómo lo ha hecho, aunque me haya hecho sufrir ver lo kamikaze que ha podido llegar a ser. Visto lo visto, estaba claro que tenía muy complicado el triunfo, especialmente al estar aliado con dos concursantes de personalidad muy fuerte, que han demostrado mayor capacidad para medir sus actos y palabras. Pero el que haya descansado toda la acción sobre él, que se haya echado a la espalda el programa durante tres duras primeras semanas, merecía que hubiera aguantado bastante más ahí dentro.

Miguel ha sido un concursante de lujo. De esos a los que se debe rendir pleitesía porque hacen mucho más fácil ver y analizar el día a día. Confieso que he disfrutado estas tres semanas como pocas veces, fascinado por el experto en realities que parecía no serlo. Y, aunque por un lado lamentase que lo estuviera haciendo tan mal, por el otro celebraba que lo hiciera tan rematadamente bien. De forma inesperada, ese personaje con voz de pito, ególatra y marisabidillo, se convertía en la figura imprescindible de este reality. Ha sido torpe, sí, pero sobre todo por hacer demasiado caso a la consigna de ser tal cual es y comportarse siempre con naturalidad. ¿Y no es acaso eso lo que siempre hemos pedido?

En lo que ha sido nada torpe Frigenti ha sido en la elección de sus compañeros de viaje. Me emocionaron las lágrimas de emoción que secaba en sus ojos Luca cuando Miguel se despedía. Después comentaba el italiano: “Ha quedado como un señor”, y es cierto. Cariñoso con sus amigos y amable con el resto, tuvo el inusual detalle de pedir perdón por las ofensas, deseando a todos suerte. Una despedida impecable. Por su parte, vi a Cristina realmente afectada. Todos aquellos que han acusado a esta concursante de aprovecharse de Miguel y haberse acercado a él por interés no han vivido un 24 horas en la que uno era la sombra del otro. Es una de las amistades más bonitas que he visto en tantos años de reality. Espero que Cristina y Luca mantengan en la casa el espíritu del trío ayer deshecho.

“Nunca había visto a un grupo de profesionales actuar con tan poca personalidad”, les dijo Jorge Javier anoche. Esta frase resume un discurso que algunos han calificado de suave y descafeinado, pero ya se puede ver que no tanto. La frase que entrecomillo es tan dura como real. Durante la dura perorata y a su finalización todos permanecieron callados. Solo abrió la boca Isabel para aclarar que lo del sindicato era una broma. ¿Lo era también la huelga de hambre? Porque la escuché ayer decir que no había comido nada, pero ya comería mañana o pasado. Era necesaria la charla para que no se enquisten ciertos comportamientos, aunque dudo mucho que Emmy vaya a rectificar. De momento, ayer sus compañeros hicieron en buena medida la labor que le correspondía a ella, lo cual no debería permitir el programa.

Observatorio de nominaciones

Julen consiguió la inmunidad en el juego de la gallinita ciega Adara. Luego, nominaban los Morronuí en la soledad del cubo y los Pringanuí a la cara en el salón. Así lo hicieron:

José Antonio > Emmy (1), Cristina (2) y Luca (3)

Luis > Fiama (1), Luca (2) y Cristina (3)

Gemeliers > Emmy (1), Luca (2) y Cristina (3)

Cristina > Emmy (1), Lucía (2) y Fiama (3)

Luca > Emmy (1), Lucía (2) y Fiama (3)

Isabel > José Antonio (1), Cristina (2) y Luca (3)

Cynthia > José Antonio (1), Cristina (2) y Luca (3)

Emmy > José Antonio (1), Luca (2) y Cristina (3)

Lucía > Lucía (1), Cristina (2) y Luca (3)

Sandra > José Antonio (1), Cristina (2) y Luca (3)

Fiama > Luis (1), Cristina (2) y Luca (3)

Julen > Isabel (1), Luca (2) y Cristina (3)

Nominados por los votos: Luca (26), Cristina (24) y Fiama (7). Cynthia lo está por nominación directa. Ya he comentado antes que el grupo mayoritario lo tenía bien fácil al nominar masivamente (y sin excepción) a Cristina y Luca. El interés estaba, por tanto, en el otro voto. El resultado de las votaciones da la razón a Cristina cuando le dijo a Canales que sería el próximo, igual que se lo había dicho antes al propio Luca. Mientras Luis y Fiama se daban un punto mutuamente, iba a parar otro punto a Gemeliers, Isabel e Isabel. Dos puntos fueron para Emmy y nada menos que cuatro a Canales.

Lucía es otra concursante enorme a la que pierde su cobardía. El miércoles tenía clara su intención de darle un vuelco a sus nominaciones, metiendo a algunos que no había nominado nunca antes. Sin embargo, luego hacía lo mismo que la borregada y volvía a repetir la maniobra de rifar entre sus compañeros el solitario punto. La semana pasada se ofrecieron los Gemeliers a recibirlo, y esta preguntó supuestamente a Emmy si se lo podía dar a ello. ¿Pedir permiso para nominar? Cada semana se sale con algo más raro, de quererse nominar a ella misma a pedir permiso. Lucía está inventando unas reglas nuevas que no corresponden a este formato. Finalmente le volvió a dar el punto a los Gemeliers, aunque sin dar ninguna pista de que lo hiciera por algo distinto al típico “sé que no van a salir”.

Aunque me parece más insignificante Cynthia, creo que es Fiama quien corre peligro esta vez. Me pareció un poco chunga la primera semana y al paso de los días solo rectifico lo de un “un poco”.

Pues no dice…

Pues no dice Emmy que sus películas preferidas son una de Bob Esponja, una de Hanna Montana y una que sale Selena Gómez. No están entre lo mejor puntuado en Rotten Tomatoes.

Pues no dice Canales que en la casa lo que quiere es sanearse. Porque el lector y yo sabemos que se refiere a curar su ánimo tras separarse en secreto de su novia, porque si no podríamos pensar que le preocupa su higiene.

Moleskine del gato

Que Adara se quede como concursante dice sobre el papel tan poco sobre la evolución futura de las tramas en la casa como la propia ausencia de Frigenti. El tiempo dirá cómo se desarrolla todo, pero conocida su afición por las rotondas no pondría la mano en el fuego de que se mantenga fiel a los compañeros de viaje de su amigo Miguel. Tampoco podemos saber si la salida de este facilita realmente el desarrollo de otras tramas, pero confío en que así será. Personalidades tan fuertes como la del expulsado ayer suelen taponarlas y evitan la normal evolución a su alrededor.

En el mensaje de Jorge Javier a la casa del que hablé antes también dijo lo siguiente: “Otra cosa os quiero decir, sois famosos. Estáis aquí por vuestro presente, pero también por vuestro pasado. Es normal que durante la convivencia salgan temas anteriores de vuestras vidas”. Había que decirlo y se dijo. Lo curioso es que no siempre les parece tan mal que se hable de su pasado. Anoche mismo, Sandra Pica no se puso furiosa cuando Jorge le hablaba del tema de su relación de su hermana con uno de los Gemeliers. La hipocresía abunda en esa casa y se demuestra con cosas como esta.

Y ahora déjenme tranquilo que voy a entretenerme viendo en la cama a Sandra y Julen. Es tan apasionante como observar el apareamiento del crustáceo enano de Singapur.

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