Lucía necesitaba conocer una opinión que no le importa

telecinco.es 17/10/2014 09:29

Lucía cumplió con todos los clásicos de una expulsión. Segundos antes de escuchar su nombre pronunciado por Mercedes Milá decía en voz baja: “Me voy yo”, y justo después de tener confirmación de ello dijo: “Lo sabía”. No debía tenerlo tan claro cuando tuvo que esperar a que pasara ese momento cumbre de la noche para intercambiarse mecheros con Omar y no sé qué objeto para que este lo pusiera al lado de la cama. Igual de poco claro que lo tenían algunos de sus compañeros, aunque ayer alguno se llenase la boca diciendo estar seguro de que se iría la novia de Omar. Fran, Loli y Xamy coincidían en su apuesta por el de Carabanchel.

Es más, Xamy llegó a afirmar que no lo creía sino que lo sabía. Eso sí, anoche cambiaba su versión y no se mostraba nada sorprendida por cómo se había resuelto la expulsión. Lo de Xamy es tan tramposo como lo que hacía el ginecólogo de mi madre, que cuando yo iba a nacer le dijo que sería hembra, pero apuntó en el expediente la previsión de que iba a ser varón. En su primera visita tras el parto, mi madre le recordó su fallida previsión, y entonces el médico se hizo el sorprendido mostrándole su anotación escrita. “Lo entendería usted mal, señora, porque yo estaba seguro de que tendría un niño”, dijo el médico tramposillo. Así cualquiera.

La expulsión de Lucía fue celebrada con relativa discreción por Paula. Para ella terminaban así quince días de tormento en los que vio cómo Omar la dejaba para volver con su exnovia en aquella gloriosa madrugada de las “cuatro putas horas”. Así comenzaron estas dos semanas y después de eso la hawaiana debió desear cada día que llegara el momento en que Lucía fuera expulsada por la audiencia. El momento llegó anoche, que fue la gran noche de Paula. Todo se puso a su favor, hasta el punto de que también la inmunidad fue para ella.

Hugo fue el primero en acercarse a Paula con una sonrisa cómplice en su boca, después de que volviera Omar de la sala de expulsiones. Casi a la vez, por el lado contrario, se aproximaba Luis, marcando territorio. Y Azahara era el contrapunto, mirando a Paula con cara displicente. Todos ellos tuvieron respeto en un momento delicado como ese, algo que dudo mucho hubiera sucedido si hubiera sido Paula la expulsada, siendo Lucía y Omar quienes lo celebrasen. Paula deja de tener una incómoda pareja en el juego, lo cual tiene también sus consecuencias negativas porque a partir de ahora si sale nominada no podrá alternarse con nadie a la hora de someterse a la expulsión. De momento, solo ha estado nominada una vez, junto a otros cuatro compañeros. No tenemos muchas más pistas sobre su apoyo, aunque si nos atenemos a las reacciones en plató, anoche Paula fue la más aplaudida.

Frente a esos entusiastas aplausos nos encontramos con la más fría reacción del público ante la llegada a plató de un expulsado. No recuerdo nunca antes que se produjeran tan tímidos aplausos, casi inexistentes en un momento como ese. Si acaso, hemos visto que los pitos y abucheos casi hacían ensordecer los aplausos, como pasó con aquella Rebecota que tanto rechazo produjo en parte de la audiencia. El público siempre es soberano, y está en su derecho de reaccionar como quiera, incluso utilizando el abucheo, por feo que parezca. Ahora bien, la ausencia de reacción tiene siempre un significado oculto, que atendiendo al caso entiendo como un sordo rechazo. Algo así como un rechazo ma non troppo. Y si es así también lo entiendo.

No solo lo entiendo, sino que incluso lo comparto. Lucía ha sido un revulsivo para las tramas en este primer mes de programa. Además, nos proporcionó la madrugada más apasionante de cuantas recuerdo haber vivido en la historia del programa. Esto es así, por sorprendente que parezca. Al menos, así lo vivió este gato veterano. No sería justo dejar de agradecer su parte fundamental en la historia de aquella madrugada. Sin ella nada hubiera sido posible, y he de decir que visto con la perspectiva de dos semanas, creo que jugó muy bien sus cartas. Tanto es así que me hubiera roto la cara en su defensa de no ser porque hubo alguien sufriendo durante toda la noche. Del éxito de Lucía dependió la desgracia de una concursante que anoche tenía todo el derecho a celebrar su salida.

La maniobra de Lucía aquella intensa madrugada fue tan efectiva para conseguir recuperar a Omar como fatal en relación con el concurso. No estaba todo perdido, sino que más bien quedaba pendiente de cómo se comportase la pareja con la damnificada durante los días posteriores. Cabía suponer que no lo hicieran bien del todo, pero jamás pensé que fueran a ser tan torpes como para poner el maletín en las manos de Paula. El ‘perrogate’ ha sido el punto culminante de esa fatal estrategia, que apuntaba a un porcentaje de récord en la salida de Lucía. No lo podían haber hecho peor, entre otras cosas porque hemos visto en los dos últimos días que no estaban tan seguros de haber escuchado lo que quisieron escuchar. A pesar de lo cual no tuvieron duda alguna en utilizar algo que fácilmente se podía volver en su contra.

La estrategia no es el fuerte de Lucía. Tampoco del trío formado por Omar, Alfredo y Vitín. Lucía fue el cerebro que propuso enfrentarse a los primos. Todos sabían en la casa que Omar y Lucía serían dos de los nominados. Solo faltaba saber quién sería el tercero en discordia y acertó Lucía en la idea de que con sus dos votos conseguirían sentarse con quien ellos quisieran. Lo malo fue la elección. Su primera opción fueron las primas, pero estas habían conseguido la inmunidad. Finalmente, se decantaron por Juanma y Jonathan, cuyo nivel de rechazo es pequeño. No digo que se hubiera podido salvar Lucía, pero con otra elección posiblemente no habría salido por tan abultado porcentaje.

El porcentaje fue alto, aunque no hubo finalmente récord. El 77,3 % de la expulsión de Lucía hace el número 14 en la lista de los más abultados en la historia de Gran Hermano en España. Una lista en la que hay siete posiciones superando el 80 % y otras tres el 90 % (Nagore -GH 11-, Ángela -GH 9- y Rebeca -GH 11-). Hubiera hecho falta un porcentaje muy bajo en al menos uno de los otros nominados, lo cual no ha sucedido. En alguna medida, esto me hace albergar esperanzas de que expuesto con rivales menos serios Jonathan pueda ser expulsado para pasar a ser clasificado en el apartado de muebles poco usados.

El rostro de Lucía fue todo un catálogo de gestos que, por desgracia, no iban acompañados de una gran elocuencia de palabra ni remarcaban grandes frases destacables. No fue posible que saliera de la idea que podemos resumir en un “esto es así”, y ya. Contrastan con su aparente seguridad ciertas incongruencias, como eso de seguir afirmando que no entró con la idea de recuperar a Omar, mientras ella misma califica su actuación de hace dos semanas como un “último cartucho”. Está claro que llevaba la munición en el bolsillo cuando partió para Guadalix, otra cosa es que dudase si lo iba a usar o tuviese dudas de si iba a poder hacerlo. Omar se lo puso demasiado fácil.

También es una incongruencia afirmar “no me importa lo que opine España” cuando ha estado diciendo una semana atrás que se expondría ella a la expulsión porque necesitaba saber lo que opinaba de ella España. A ver, lo de la opinión de España es una exageración que siempre me ha parecido muy graciosa y de la que soy fan. Pasando por alto esto obligatoriamente podemos resumir su postura diciendo que necesitaba conocer una opinión que no le importa. Así visto por encima creo que algunos esquizofrénicos hacen razonamientos más sólidos y creíbles.

Aunque para hablar de incongruencias lo mejor es fijarse en Fran. Recordando a Woody Allen podría este concursante decir: “Incongruencias es mi segundo apellido”. La provocación a Paula el pasado martes, aconsejándola que fuera ella misma siempre incluso a costa de perder los papeles, contrasta de forma escandalosa con su defensa de que Lucía se aguante. Una hace bien en aguantar y la otra mal en controlar, por lo visto.

Para cerrar este apartado de incongruencias vamos a la prueba de inmunidad y la postura que ante la misma adoptó Alfredo. Resulta inexplicable que un concursante pida ser nominado porque quiere conocer lo que opina la audiencia de él y luego quiera participar de la prueba de inmunidad. Paula también quiso exponerse al juicio popular y por eso no corrió ni participó en la búsqueda que daba la inmunidad aquella primera semana. Esto es lo lógico y normal, no lo de Alfredo anoche. Aunque también debemos tener en cuenta cierto grado de confusión que le llevó a pedir al ‘súper’ si no podían poner “Salvar gitano” en sus mensajes de móvil. A ver, dejando aparte el capricho de evitar su nombre, que en este programa nunca se vota para salvar sino para expulsar. Algunos todavía no se han enterado. ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

Volviendo a Lucía y su entrevista, me llamó la atención su escasa capacidad para hacer autocrítica. De hecho, vimos un ‘confe’ en el que decía estar más que satisfecha. “Sé que lo he hecho genial, me siento realizada”, dijo la ya exconcursante. Vale, pues ahí lo llevas. Como le gusta decir a Mercedes, que también acudió a sus más clásicos recursos: “has perdido”. O ese otro que dice: “Paula está dentro y tú estás aquí fuera”. ¿Qué sería de Gran Hermano sin sus clásicos? Más original estuvo Lucía con su “no llores, maricón”, que a partir de ahora podría convertirse en todo un himno del mundo choni. Me decepcionó Lucía, a la que tanto se le ha llenado la boca diciendo que ella va por delante, reservando sus disculpas a Paula por el ‘perrogate’ a cuando haya de salir esta. Bien podría haberlo hecho en directo durante su despedida de la casa. Dirán algunos que estaba advertida de no decir nada del exterior, pero todos recordamos infinitas ocasiones que esto se lo ha saltado a la torera el expulsado. No tuvo Lucía lo que hay que tener.

Las nominaciones quedaron así:

Paula: Alfredo/Vitín/Omar (2), Loli (1)

Fran/Luis: Xamy (2), Yoli/Alejandra (1)

Xamy: Alfredo/Vitín/Omar (2), Yoli/Alejandra (1)

Alfredo/Vitín/Omar: Xamy (2), Yoli/Alejandra (1)

Hugo/Rubia/Azahara: Alfredo/Vitín/Omar (2), Xamy (1)

Jonathan/Juanma: Alfredo/Vitín/Omar (2), Luis/Fran (1)

Alejandra/Yoli: Xamy (2), Luis/Fran (1)

Loli: Alfredo/Vitín/Omar (2), Hugo/Rubia/Azahara (1)

La inmunidad de Paula desbarató las nominaciones de algunos, como el clan de Carabanchel. Me llamó la atención que Fran no nominase a Omar, tal como había asegurado que haría siempre. La excusa de que Alfredo es el preferido de Luis no cuela, porque eso no fue óbice (ni valladar, ni cortapisa, que dicen los cursis) para nominar a ese grupo la pasada semana. Y Loli sigue nominando a la cabra, aunque sospecho que tampoco soporta a Azahara, quien anoche afirmaba que solo come miel que la traen de un pueblo donde tratan muy bien a las abejas. Benditos pueblos de España que las tratan bien. Alabados sean. Amén.

Los tres nominados parecen bastante igualados en rechazo popular, por lo que me resulta complicado hacer una previsión. Creo que la expulsión de Alfredo tendría consecuencias más jugosas en la casa. Dejaría a Omar pasmado al sentirse rodeado por el mal fario. Vitín también sentiría la espada de Damocles sobre su cabeza, y probablemente se desmarcaría aún más de su amigo Omar. Luis perdería a su favorito, teniendo que refugiarse más en Paula, de quien anoche dormía con su rostro a escasos milímetros. Y, además, se confirmaría el gafe de la habitación helada, de donde han salido todos los nominados hasta ahora. Alfredo se cambió anoche a ese dormitorio. Si a todo esto le unimos que Alfredo no solo pidió ser nominado, lo cual me parece siempre una torpeza, sino que se ha interesado repetidamente en si habría de pagar sanción si es expulsado disciplinariamente, digamos que de alguna manera le estaremos haciendo un favor facilitando su salida gratis et amore. ¿No somos buenos?

Moleskine del gato

Tras la gala hubo un interminable rifirrafe entre Yoli y el trío calavera, particularmente con Alfredo y Vitín. La cosa terminó con Alejandra pasando de defender a su prima, como es habitual entre ellas, Alfredo prometiendo que no dirigirá nunca más la palabra a Yoli y Vitín a punto de invitar a unas fantas, respondiendo a su impulso natural. Yoli escuchó las voces del más allá (o sea, del megáfono en el entorno de la casa) en contra de Vitín y supo que el trío las había nominado. Eso fue suficiente para que les dijera que no estaban siendo claros con ellas. Totalmente innecesario todo.

Entremedias, nos enteramos de que a Vitín no le gusta que Yoli cuente que lleva el parrús totalmente depilado con láser y le parece una guarra por comer crema de cacao con el dedo. El que no lo haya hecho alguna vez (lo de la crema, no el láser) que tire la primera piedra. Vitín cuando se pone en plan madre es tan temoso como repelente. Bueno, y el resto del tiempo también.

No quisiera meterme en camisa de once varas, pero por lo visto, y más bien por lo oído, la hora sin cámaras no tuvo de interés ni siquiera los diez segundos reglamentarios.

En la gala hubo algo que definiría como un incipiente “de repente Mayka”. Su extemporáneo intento de desenmascarar a Fran es tan meritorio como estéril. Me temo que va a costar ver bien ordenado su proceder, solo visible para quienes estamos observando el directo muchas horas al día. Una lástima que la exconcursante se haya dado cuenta tarde.

Empieza a ser un clamor la petición de que en la prueba de inmunidad se participe por parejas o grupos de concursantes aliados en lugar de individualmente. Parece razonable que sea así teniendo en cuenta que luego la ventaja es del grupo, pero también es más justo porque ahora mismo el trío tiene tres oportunidades de conseguir un beneficio para el que Paula o Xamy solo tienen una opción. Debería disputar la inmunidad una persona por equipo. Quede ahí la observación.

Aparte de la cartelera de la maléfica (de película) Lucía, como siempre por Montse Juanilla, dejo el vídeo de 'La guarida del gato', con mis nominaciones. Los tres nombres y tres razones de esta semana.