Luis y Fran, jugadores para un juego

telecinco.es 17/11/2014 09:11

Luis y Fran fueron quienes mejor entendieron lo que tenían que hacer cuando el programa les plantea un juego consistente en adivinar con qué concursante tenía un vínculo Lidia. Si la cosa se trataba de jugar, pues lo suyo era convertirse en jugadores. Sorprendentemente, la cómplice necesaria de este juego les llamaba estrategas, con cierto tono despectivo, por haber jugado desde el mismo momento que les planteaban el juego. Ella misma demostró no estar capacitada para llevar a cabo la misión propuesta. Ni siquiera fue capaz de crearse un personaje para intentar engañar a los concursantes y responder todas sus preguntas en lugar de decir tantas veces aquello de “no puedo responder a esa pregunta”.

Discrepo de los elogios que le dedicaron a Lidia Torrent Anca anoche en el debate. No solo renunció a jugar, respondiendo con negaciones, al más puro estilo infanta Cristina, sino que aprovechó para ir soltando puyitas a ciertos concursantes mientras se afanaba en dar consejos a otros. A la media hora de entrar en la casa ya estaba aconsejando a Yoli, mientras bromeaba sobre la dependencia que pueda tener Azahara hacia Juanma o la actitud de Fran en el concurso. No se trata de que introduzca información del exterior tanto como que se haya extralimitado, dedicando más esfuerzo en esto que en contribuir a que su misión saliera bien.

Justo en el momento que el ‘súper’ maligno les contaba la misión, engañándoles sobre el objetivo y su presunta recompensa, Fran ponía cara de culpable. Luis coincidía poco después con idéntica estrategia, contribuyendo disimuladamente a que sus compañeros pudieran pensar que era él con quien Lidia tenía un vínculo. Si la misión hubiera sido real es una buena estrategia, puesto que engañando a sus compañeros tendrían más posibilidades de acertar ellos o, en su defecto, podrían neutralizar la ventaja del contrario. Luis llegó incluso a decirle a Alejandra que no había apretado el pulsador, un paso más en su estrategia de parecer sospechoso.

Incluso a la hora de la resolución de la misión fueron mejores jugadores que el resto. Alejandra y Yoli dudaban de si no les estaban engañando, al igual que Juanma y Jonathan pensaron en la posible manipulación de esas portadas de la revista oficial de Gran Hermano, no editada en esta edición. Hasta Hugo y Azahara dudaron, pidiendo con insistencia confirmación a un ‘súper’ que no quiso engañarles, dejando ese papel para Florentino Fernández. De Floren a Florentino fue la cosa. El único que se lo tragó sin rechistar fue Omar, emocionado no tanto por haber conseguido un pase directo a la final como por poder atacar a Luis por haber mantenido una estrecha relación con Paula mientras seguía teniendo novia fuera. Omar es de los que piensan que los pecados del vecino sirven para expurgar los propios. Fran y Luis se mostraron escépticos ante la revelación de que eran ellos quienes habían acertado. Hasta en eso estuvieron más despiertos.

Cierto que el torero y su apoderado tuvieron la ventaja de haber escuchado desde el salón los gritos de celebración de las primas, incluso posiblemente de los primos. Pero justo antes que ellos entró Omar en el ‘confe’, sin que aprovechase esa información como lo hicieron Luis y Fran. “No me lo creo”, fueron las palabras de Luis, que contrastan con ese “Lo sabía”, repetido una y otra vez por el de Carabanchel. Ni siquiera fue capaz Omar de pensar por sí mismo la tesis que defendió tras apretar el pulsador en el ‘confe’. Recordemos que hablando con Jonathan comenzó diciendo que estaba seguro de que Lidia tenía relación con Fran y pocos minutos después estaba seguro de su vínculo con Luis. De las dos cosas estaba igualmente seguro, pero ¿qué había pasado entre una y otra? Simplemente que Jonathan había compartido con él la tesis pergeñada por Juanma al respecto.

Que Omar se relamiese pensando en aprovechar la coyuntura para poner en un aprieto a Luis tiene su gracia y le pone bastante en evidencia. Este concursante es el peor enemigo de sí mismo, con lo cual a menudo basta con dejarle actuar para que vaya recolectando votos en su contra. Luis no desaprovechó la ocasión y le daba conversación el viernes tras la fiesta. Cuanto más hablase más haría el ridículo. Lástima que Luis no quiso o no supo asestar el hachazo definitivo a Omar, cosa relativamente fácil. Se contentó con facilitar que le recordara a Paula lo que hicieron o dejaron de hacer en la ducha, lo cual es una vileza. Paula también le perdonó la afrenta cuando decía “mejor cállate que si cuento lo de la ducha vas a quedar peor”. Sospecho que le hubiera bastado con diez segundos para contarlo.

El Omar que ha mejorado gracias a su paso por el programa, el mismo que ofrecía su cara más tierna de malote que llora emocionado tras ver en un monitor la visita de sus excompañeros y leer sus dedicatorias, es el que dice estas cosas a una mujer con la que ha tenido una relación dentro de la casa. El mismo que hablando de Lucía suelta lindezas como: “Espero que no se le haya cruzado ningún ‘viceverso’ de esos porque le crujo por la mitad”. Lo siento, pero no veo la positiva evolución de la que se habla. Su lenguaje sigue siendo el de la violencia y la amenaza, aunque coincido en una cosa con Luis: creo que se le va la fuerza por la boca. Sigo pensando que es un buen tipo poco acostumbrado a expresarse de una manera más conciliadora. Tan solo digo que no le he visto mejorar en esto.

La trama del engaño del ‘súper’ maligno ha tenido resultados apasionantes, a pesar de la sosa protagonista elegida. No solo nos ha facilitado entretenimiento durante todo el fin de semana, sino que ha dejado ver cosas hasta ahora ocultas en algunos concursantes. Por ejemplo, los celos de Azahara y Paula. En ambos casos celos y desconfianza estrechamente unidos. Siempre van juntos ambos conceptos, pero en este caso me refiero a la desconfianza relacionada con la misión propuesta. Azahara se enceló al pensar que Lidia podía estar vinculada a Juanma y no le gustó nada que esta medio bromeara sobre la relación que tienen los dos. Aunque curiosamente, lo que más le molestó fue que Juanma pusiera en duda su naturalidad.

Curioso que los dos principales rebotes de Azahara en el tiempo que llevan encerrados tengan que ver con las dudas respecto a si se está comportando de forma natural. Le molestó sobremanera que Fran lo pusiera en duda el día de la discusión en medio del juego de la verdad. Y volvió a rebotarse con Juanma este viernes por algo parecido. Entiendo que no es algo agradable que duden si uno está mostrándose tal cual es, pero la reacción de Azahara da que pensar sobre si no será porque es cierto que tanto le molesta.

Paula admite sus celos y ya había avisado sobre ello. Eso sí, no se le habían notado tanto como a consecuencia de esta trama, pensando en la posibilidad de que Lidia tuviera relación con Luis. Tampoco ayudó a disipar esos celos que Luis tuviera un cierto acercamiento a Alejandra, a la que llamó "titi", expresión que la hawaiana reclama en exclusividad para ella, aparte de cogerla de la mano de forma fugaz. Todo esto provocó una larga discusión, casi otras cuatro putas horas, durante las cuales el resto de la casa estuvo pendiente de ellos. Esto fue el sábado por la noche, pero ya a medio día habían comenzado a discutir por culpa de la prueba. En ambas ocasiones vi a un Luis más razonable que Paula, y a esta más comprometida sentimentalmente. Con sus incoherencias e injusticias, Paula estaba hablando todo el rato con el corazón, reclamando dosis enormes de cariño. Luis, por su parte, parecía al borde de tirar la toalla, aunque supo reprimir esa tentación con grandísimas dosis de paciencia.

No puedo estar de acuerdo con aquellos que piensan en las malas intenciones de un Luis que se habría arrimado a Paula intuyendo que era querida por la audiencia y de la que ahora estaría deseando apartarse. En absoluto pienso esto y creo que lo tira por tierra que Luis siempre haya aconsejado bien a Paula, sin buscar en ningún momento un beneficio en el juego, sino todo lo contrario. También lo desmiente que el sábado terminase la discusión con un abrazo cariñoso entre Paula y Luis, además de una conversación en la que él daba el cariño reclamado. No le hubiera costado nada a Luis aprovechar la circunstancia para provocar esa ruptura que algunos esperan ver. Lo tuvo bien fácil, pero optó por meter dosis de paciencia y aguantar hasta el premio final de la reconciliación.

Pasé horas esperando que alguien plantease en serio la tesis de que Lidia no tenía relación con nadie de la casa. La misma madrugada del jueves lo dijo Alejandra, aunque sin mucha convicción. Fue el viernes durante la fiesta cuando cada uno por su lado llegaban a esa misma conclusión, mucho más acertada que las tesis sobre si podía ser familia de Lucía y, por tanto, conocida de Omar, o bien amiga, exnovia o novia de Luis. Tuvo gracia Juanma cuando le decía a Omar: “Puede que hayan metido a alguien con quien no sabes que tienes relación, por ejemplo a un hermano”. Tras esto, sinceramente no me creo que en la casa ignoren de verdad el secreto de Alfredo.

También ha servido esta trama de engaño para ver quiénes desempeñan rol de protagonistas de esta historia y quienes parecen estar de oyentes. El viernes estaba toda la casa en pie, alborotados con el enigma de Lidia, mientras Juanma y Jonathan decidían irse a dormir. Lo mismo he pensado cuando mientras discutían Paula y Luis en el cuarto de baño, las primas se iban turnando para presenciar el espectáculo desde la primera fila del patio de butacas. Solo les faltaban las palomitas, protagonistas de la prueba de esta semana. Hugo es otro de los espectadores habituales, muy poco exigente además. Esto explica que mientras todos mantienen sus reservas hacia Fran tras haber escuchado las despedidas de Alfredo y Vitín, además de las pelotas de tenis y sus mensajes, para él sigue siendo uno de sus preferidos en la casa. Lo malo de todo esto es que al paso que vamos, estos concursantes espectadores serán los que se hagan dueños de la casa finalmente, llegando en masa a la final.

La inquina hacia Fran está teledirigida, por lo cual extraña que nadie en la casa se quiera poner la medalla por haberle descubierto cuando han tenido que ser factores externos los que les ayudasen a hacerlo. El rechazo a este concursante llega a límites tan extraordinarios como que se le censure por sugerir que el vínculo de Lidia puede ser con uno de los primos, cuando era una posibilidad tan lícita como cualquiera de las otras manejadas. Sin embargo, nadie parecía escandalizarse cuando Alejandra dice que Lidia puede ser hija de Fran y le advierte alegremente que su padre no la quiere porque ni siquiera habla de ella. O cuando Omar hace conjeturas de forma repetida sobre que pueda ser una antigua amante de Fran, persona casada y cuya honestidad está poniendo en duda de esa manera.

Tras un fin de semana enérgico y extraordinariamente divertido, anoche se esperaba una reacción semejante tras la revelación del engaño, pero no fue así. Toda la casa se puso de acuerdo para pasar página, sumidos en la vergüenza propia, mucho más dañina que la ajena. Ni siquiera ese Fran que apelaba incluso al director de la cadena cuando le advertía a Lidia que no iba a consentir un engaño como el que realmente era, reaccionó anoche como cabía esperar. Esa secuencia de Fran frente a Lidia fue de lo más divertido del fin de semana, aunque una vez más la elegida demostraba no merecerlo porque no supo ni qué contestar. Fran mutó de humillado a cómplice cuando saliendo del ‘confe’ anoche decía: “Esto es una lección que nos han dado, y está muy bien”. ¿Perdona?

Moleskine del gato

Los porcentajes ciegos revelados en el debate fueron estos: 49,1 %, 47,1%, 3,0 % y 0,8 %. Apuesto a que los definitivos variarán bastante de estos, aunque está claro que hoy por hoy puede pasar cualquier cosa.

Queda por resolver una duda que debería alguien explicarnos. ¿Por qué pronunció Yoli en el almacén las palabras Elsa Anka y Barcelona? ¿Qué fue lo que le dio esa pista tan directa e inequívoca? ¿Por qué no volvió a mencionarlo en los días posteriores? Por otro lado, Paula supo que Lidia volvería en tren de alta velocidad de Madrid a Barcelona hoy mismo. Lo hizo revisando sus efectos personales del armario, con la complicidad de Luis y Hugo. Ya parece increíble que entrase en esa casa llevando encima un billete de tren, en lugar de pedir que alguien se lo guardase fuera. El caso es que ese acto de Paula mereció las críticas de algunos obsesionados con esta concursante, justo hasta que Alejandra dijo que le parecía bien que lo hubiera hecho porque “esto es un juego”. Pues sí, así es. Además, anoche vimos que antes había preguntado en el ‘confe’ si podía hacerlo. Otro timo, ¿no?

Dejo cartelera, con todo el buen humor del mundo y ninguna intención de ofender. Es más, diría que es un elogio equiparar a los primos con dos personajes tan divertidos. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

[Cartelera por Montse Juanilla]