Marco (y otros) leen el blog de Alejandro

telecinco.es 09/02/2017 10:04

Veamos, por si no teníamos suficiente queroseno para quemar, ayer Marco leyó el blog escrito por Alejandro y que el sistema informático no le permitió publicar. Después de leerlo comentó pormenorizadamente lo escrito, ofendido porque un compañero se haya tomado la libertad de compartir con la audiencia sus pensamientos sobre lo que está viviendo en esa casa. El infierno que está viviendo, he querido decir. No digo que Alejandro sea un angelito rodeado de diablos, pero sí es cierto que una jauría de concursantes hambrientos de venganza le persigue como si fuera el carnicero de Milwaukee. Pero resulta que el único crimen cometido por Alejandro es ser independiente, juntarse con concursantes desahuciados y despreciados por el resto, tener un ácido sentido del humor y escribir lo que le da la real gana. Esto último lo hace en la confianza de que nadie de ahí dentro podrá leer lo escrito. Lamentablemente, se equivoca.

Alguno me dirá que Alejandro también es el que llamó “guarra” a Elettra, aislando ese hecho, como si se hubiera levantado una mañana y con la frialdad de un esquizoide le hubiera soltado semejante improperio a la cara. De acuerdo que no está bien, pero ese insulto era en respuesta a una concursante que había traspasado todas las barreras de lo permisible. Le había acusado de ser mal padre, mal músico y mala persona, entre otras muchas cosas. Eso sin comentar aquello que ha dicho a sus espaldas. La misma Elettra decía muchos días antes que tenía cara de mono babuino (encima babuino, todavía si llega a ser un titi…), y eso que entonces supuestamente se llevaban bien. Porque lo más gracioso del caso es que ahora resulta que Alejandro les ha decepcionado mucho y le acusan de que antes iba de bueno con ellos, pero resulta que le llevan nominando desde la primera semana.

Son expertos en darle la vuelta a la realidad como si se tratara de un calcetín usado y sin ningún miramiento. Son conscientes de que no deben leer los blogs de otros compañeros, pero eso no supone freno para que lo hagan. Y no fue solo Marco, porque después de que compartiera con el resto lo que recordaba de ese texto fueron desfilando uno a uno para leerlo. Significativo que Daniela se ocupara de aclarar después que ella no lo había leído. Es casi una confirmación de que casi todos los demás lo habían hecho. Saben que han hecho mal, pero lo que les preocupa es utilizar lo que han leído como argumento contra Alejandro. Artillería pesada con la que poder hundir y destruir al contrario. Nada importa que los métodos para conseguir esa munición sean inmorales. Les ciega la necesidad de oler la sangre del contrario. No les basta con vencerlo, quieren machacarlo. ¿Se imagina el lector que Aída y Alejandro fueran los que leen el blog de otro compañero? Se hubieran abalanzado contra ellos como una sola persona. Actúan casi siempre en grupo. Anoche planeaban sacar en la cena el tema del blog. A Marco le había ofendido enormemente lo leído. No les importa nada. ¿Dónde está el derecho a la privacidad del concursante?

Una de las cosas que me hacen admirar a los concursantes de Gran Hermano es su generosidad al aceptar la pérdida casi toda de privacidad. Ahora bien, todavía tienen dos pequeñas parcelas que saben vedadas para el resto de compañeros. Dos espacios donde pueden expresarse en libertad, seguros de que lo que dicen lo llegará a ninguno de sus compañeros. Uno de esos espacios es el ‘confe’, de donde sale solamente lo que decide el programa. Otro el blog, conducto más directo de comunicación del concursante con el exterior. Con el exterior, repito, porque nunca lo deben poder leer los de dentro de esa casa.

En la evolución del formato se han cometido algunos errores, en mi modesta opinión. Uno de ellos, tal vez el más grave, es que les pongan en ocasiones imágenes del ‘confe’ en la sala de expulsiones durante esos duelos que hacen antes de algunas expulsiones. Al concursante que permanece en la casa se le ha facilitado una información que en ningún casi debería atesorar. Puedo transigir con que les enseñen imágenes de lo que ha pasado en la casa, pero jamás de los jamases deberían ver imágenes de ese lugar casi sagrado al que acuden con la misma confianza que ante un confesor. El secreto de confesión es sagrado, igual que el compromiso de confidencialidad de un abogado, o lo que para los médicos supone el juramento hipocrático. Ningún concursante debería ver ni una sola imagen de la sala de confesiones antes de salir de la casa.

El otro espacio de privacidad es ese blog que desde hace algunas temporadas (si no recuerdo mal fue en GH 8 la primera vez que entró en funcionamiento) es una herramienta a disposición de los concursantes para comunicarse con el exterior. Al igual que sucede con el ‘confe’, nunca un concursante debería conocer lo que otro escribe ahí. También se ha violado esta privacidad la presente edición cuando mostraban a Irma Soriano un párrafo escrito y publicado por Alonso Caparrós. Los dos espacios de privacidad a servicio de los concursantes han perdido sentido. ¿Con qué confianza va un concursante a expresarse libremente en el ‘confe’ o en su blog sabiendo que puede ser descubierto? El mal causado es importante, frente al escaso rédito conseguido con esas revelaciones de aquello que debería quedar siempre en secreto.

Solo la audiencia debe conocer lo que pasa en el ‘confe’ y se publica en los blogs. El programa así lo ha remarcado en infinidad de ocasiones. Por ejemplo, censurando que Lucía Parreño se quedase a escuchar tras la puerta del ‘confe’. En la pasada edición Bea leyó un blog de Rodri. A pesar de ser pareja en la casa, el ‘súper’ reprendió enérgicamente a esta concursante, obligándole a confesar ante Rodri lo que había hecho. No entiendo por qué entonces se llamó de inmediato a esta concursante y ayer pudo ir todo el que quiso a leer lo escrito por Alejandro.

Si no me equivoco, hasta este momento nadie ha recibido ningún tipo de amonestación por parte del ‘súper’. Ni siquiera una de esas filípicas paternalistas tan oportunas que vemos a veces. En esta edición ya llevan al menos dos de ellas. Pero esos discursos tan oportunos no sirven de nada si no van acompañados de algún tipo de sanción. Es como si pretendiéramos sustituir las multas en Madrid por cartas aleccionadoras de nuestra alcaldesa. Impensable, ¿verdad?

Para mayor escarnio, cuando fueron descubiertos y se armó la marimorena en la casa (una vez más) pretendían convencernos y hasta convencer al ultrajado, de que se había dejado el blog abierto. Aunque hubiera sido así, debieran haber advertido a Alejandro de ese hecho. O, más sencillo aun, basta con cerrar el blog sin leerlo y acabar la sesión de ese concursante. Tendrían que haber respetado la privacidad de ese compañero en uno de los dos espacios limitados donde la deben tener garantizada. Pero es que ni siquiera es cierto que Alejandro se lo dejase abierto, sino que dejó copiado el texto en el portapapeles para cuando le avisaran de que ya funcionaba poder pegar y enviar. Marco fue detrás de Alejandro, ignoro si con toda la intención, y debió husmear hasta encontrar la forma de recuperar lo escrito, rescatándolo del portapapeles. Aless nos ofreció prueba de esto que digo cuando tras la intervención de Aída comunicaba al resto de sus compañeros que habían eliminado el texto del portapapeles y al utilizar la función de pegar salía entonces la palabra “Canción.” (con el punto). ¡Pillados!

Nada importaba que hubieran hecho algo prohibido, siendo totalmente conscientes de ello. Tenían que usar la información obtenida de tan ilícita manera para volver a acorralar a Alejandro. Marco lo acusó de haber sido falso porque iba de bueno. Es tal el despropósito que no me apetece repetir argumentos que son obviedad pura. Que no sufra el que no lo entienda, igual esto no está hecho para él. No seré yo quien pierda el tiempo en volver a repetir lecciones que deberíamos tener aprendidas. Lo que se dice en el ‘confe’ y lo que se escribe en el blog no lo pueden conocer el resto de concursantes. Si no se respeta algo tan básico se está dinamitando el formato, que salta por los aires ante una audiencia atónita y unos concursantes ventajistas. Y lo peor es que esto ya no tiene arreglo. No todo vale. Esto es así.

Si lo miro egoístamente, que ayer leyeran casi todos el blog de Alejandro me ha dado tema para más de mil palabras. Debería estar contento. Sucede que más que a estas líneas escritas doy importancia a otras líneas, las puñeteras líneas rojas que no se deben atravesar nunca. Alejandro se apuntó a la moda de derivar el concurso a los abogados. Tras las amenazas de Elettra se han apuntado a ello otros como Ivonne, quien ha avisado de que pondrá cualquier cosa en manos de su equipo de abogados. Madre mía, tiene un equipo. Y para Alejandro es denunciable que se haya violado la ley de protección de datos. Al final terminaremos haciendo un crossover entre Gran Hermano y De buena ley, recuperando este viejo formato. Lo más indignante es que nadie dice nada de los monos de colores de Daniela (o su nuevo pelo). Esto sí que me parece de denuncia en juzgado de guardia. O las nanas de Irma, que me tienen taladrado el cerebro. Voy a tener que hablar con mis abogados (¡aha!) porque ciertas cosas me pueden estar produciendo daños cerebrales irreversibles. Y cuando digo “ciertas cosas“ quiero decir Aless Gibaja.

Ahora que menciono a Aless, es curioso verle de abanderado contra quienes se meten con otras personas por su físico. Creo que están sacando de quicio que Alejandro dijera esto a Elettra: “Eres falsa de la cabeza a los pies”. Hombre, no diría yo que es un ataque al físico de la italiana, aunque a saber lo que quiso decir y por qué. A Aída sí la he escuchado decir que Elettra tiene los labios y el trasero operados. Todavía tiene que pasar tiempo para aceptar la cirugía estética como un mal necesario del momento. Estamos en una sociedad que tiende a valorar cada vez más el físico en detrimento del intelecto. A este paso igual terminamos siendo tan bellos como lerdos, aunque no lo sea todo el que se opera para mejorar el físico. Lo malo es que no siempre el que se opera mejora su físico en realidad. Pero esa es otra historia en la que mejor no entrar.

Digo que me resulta llamativo lo de Aless porque a él mismo le hemos visto seguro de que los labios de Aída son operados, lo cual ella niega. Elettra también es negadora, aunque en su caso llega al ridículo de negar que lleve pestañas postizas, algo que en otras ocasiones ha reconocido. Aless Gibaja es una contradicción con patas porque si a alguien le he escuchado aceradas críticas por el físico ha sido a él. Según Aless, ya le gustaría a Aída poder calzarse un pantalón de la talla 32. Me alegro de que esté satisfecho de la talla de su pantalón. Cada uno es feliz con una cosa. Eso sí, no me gustaría ver a Aída con una 32, con apariencia de padecer una preocupante desnutrición.

“Los ataques físicos es como… tan feo, por detrás”, dice Aless. Entenderle ya es un triunfo, aunque al menos no introdujo en esta frase ningún término en inglés. Recordemos cosas escuchadas en esa casa. “Está operada a kilómetros, si era así. Era una hebra de plátano”, “Es como si hablamos de físico, o sea… sorry… es como una catástrofe”, “La wannabe esa, es más falsa que sus zapatos de chanel”, “Ponte delante del espejo y analízate, baby”. “Reconócelo que estás operada, y aun así sigues estando fatal”, “Necesita reconstruirse la pierna entera, que tiene un volcán”. Todas las frases son de Aless Gibaja (recopilado en Twitter por @GHVIP_RN) y se refería siempre a Aída Nízar. Muy feos los ataques por detrás. Manda narices.

Moleskine del gato

Ayer Marco no quiso seguir la clase de yoga para embarazadas porque se había levantado tarde y no había desayunado nada. Si esto lo llega a hacer Aída la hubieran fusilado al amanecer. O algo peor.

“Me la suda el Súper, coño”, decía ayer Elettra con su delicadeza proverbial. Nada que añadir.

Lo más loco escuchado ayer en esa casa sin ley lo dijo Irma Soriano. Según esta concursante, si Aída tiene un bebé real se lo quitarían en asuntos sociales. Tampoco me atrevo a decir nada sobre esto.

Esta noche tenemos una fiesta. En plató estará junto a Jordi González el padre de Elettra Lamborghini para demostrar que es una Lamborghini de pura cepa. No hacía falta, pero bueno, benvenuto. Van a nominar en pareja (¿y con el bebé en brazos?). Aunque lo importante es que puede marcharse Aída Nízar. Ella es, para bien o para mal, la responsable de que hayamos pasado de ver una casa en la que no pasaba nada al actual salseo permanente. Pensándolo mejor, es para bien, por supuesto que para bien. Temo que si se va Aída volvamos a lo de antes, y pronto tengamos todo el tiempo del mundo para disfrutar de nuestras vidas. Ya tú sabes.