María Jesús y Julio, entre la miel y la hiel

telecinco.es 31/01/2019 09:21

La relación entre María Jesús y Julio pasa de la miel a la hiel en tiempo récord. De decirse “te quiero” a espiar un escrito privado. De molestarse por una felicitación para otro ex a querer bailar el tango de la prueba juntos. De hacer el perrito para que ella sonría a estar en la sala de pruebas mirando el baile con la mirada perdida. De estar con el ánimo por los suelos a animarse con una copa de vino en la cena. Anoche cenaron juntos y por lo menos María Jesús no se ventiló casi todo el vino antes de tener compañía, como hizo Candela. En la espera de casi una hora no se resistió al vino ni a los tomates Cherry, como le advirtió el ‘súper’. Fueron dos cenas muy distintas para una sola despedida.

María Jesús esperaba cejijunta, cabizbaja y meditabunda hasta saber con quién iba a cenar. La tensión terminó cuando entró Julio en el estrecho cenador del jardín y los dos se miraron mustios, con escaso entusiasmo. Tan mal lo vio el ‘súper’ que les hubo de advertir del carácter voluntario de la cena. Julio hizo un gesto aprobatorio respondido por María Jesús con una sonrisa. “Ponme una copa de vino”, dijo ella. Y al primer sorbo ya parecía ver las cosas de otro modo. Hablaron con tranquilidad, como hacen dos seres humanos que se han amado, se siguen queriendo y a menudo se respetan.

En otra sala de nombre cambiante e indeterminado a la que se accede desde la cocina cenaron Candela y Antonio. Ella hizo sus conjeturas sobre quién habría de sentarse a su mesa y la principal apuesta fue su tía Pepi. Cuando entró Antonio por la puerta sonrieron abiertamente ambos, mientras Candela preguntaba: “Pero ¿y mi tía Pepi?”. Como si Antonio fuera a saber por qué razón el programa había considerado más interesante que cenase con su pareja de concurso antes que con la tía Pepi. Tal vez fuera su última cena juntos, lo que hace tal razón muy evidente.

El contraste fue absoluto porque en la sala de fuera cenaban tranquilos María Jesús y Julio mientras en la interior Candela no paraba de llorar. Piensa que esa puede ser la última vez que se vean, justo lo mismo que hundió el ánimo de Julio el domingo, después de saber que María Jesús estaba nominada. “De verte siempre a no verte ya más”, decía. Luego se animaron, juntaron las sillas, jugaron manchando sus narices con el postre y hasta se dieron varios picos. Candela y Antonio terminaron urgiendo al ‘súper’ para poder volver a la casa tras acabar varios decantadores de vino.

María Jesús y Julio bailaban ‘Fly me to the moon’ para rematar el ágape. Frank Sinatra sonaba de fondo mientras se movían acompasados y nostálgicos. Ella apoyaba su cabeza en hombro ajeno y se miraban con embeleso. De nuevo glucosa superando todos los límites. El ‘súper’ les puso lentas en la fiesta del paseo de la fama y hubo quien bailó agarrado. Candela y Antonio entre ellos, balanceándose de manera acompasada también. Tal vez igual de nostálgicos. Eso sí, el final fue bien distinto, con Antonio palmeteando el culo de Candela con energía. Sonó tan fuerte que me picó hasta a mí.

Puedo estar equivocado, pero veo a Candela y Antonio encantados de ser solteros, aunque creo que a él le gustaría tenerla como follamiga. Estuvieron ensayando el baile de la prueba que dio inicio ayer. Cada día bailarán un ritmo diferente y ayer tocaba ballenato. Música latina con mucho contacto y restregón. Por supuesto, al poco de empezar Antonio ya le había cogido las tetas a Candela varias veces. Ella apartaba sus manos con una sonrisa cómplice. Lo de estos dos me hace tope en la cabeza, amigos.

No es muy diferente lo que me pasa con la otra pareja de concurso que está en peligro de romperse esta noche. En este caso el trío pasaría a dúo, aunque la tercera en discordia poco tiene que ver con ellos. Carolina está ahí para cotillearlo todo y, por suerte, contarlo después. Me da la impresión de que ella y Raquel son quienes mejor se lo están pasando. Veo a Raquel disfrutando más que muchos.

Frente a siesos como Fortu, a quien daría yo una cena de despedida y hasta la extremaunción (virtual, por supuesto), Raquel ríe cuando escucha el pedo infinito que Juan Miguel logró mantener afinado durante 12 segundos (y con cuatro octavas, decía Carolina). Y reía también viendo a Julio haciendo el perrito. Por la noche, Raquel podía estar haciendo la pelota a diestro y siniestro en vísperas de día de nominaciones, y así pareció a algunos buenos amigos. Pero este gato feliz solo vio que departía y daba su apoyo a las dos nominadas todavía en liza.

La Raquel que estoy viendo no es la de su edición, como tampoco lo es Sofía. Esta se apoya en un Alejandro que cuando escucha a Antonio llamarle “fantasma”, “amancito” y “pintamonas” responde diciendo que le parece “un poco mal”. ¿Un poco solo? No se puede tener menos sangre en el cuerpo. Sin embargo, Raquel se enfrenta a Antonio cuando este intenta tomarnos el pelo diciendo que hablaba de Julio, lo cual terminó rectificando cuando se dio cuenta de que era mejor reconocer su error y pedir perdón. Si Raquel lo hizo por llamar la atención está en su perfecto derecho. ¿O es que acaso es la única? Por lo menos hace algo más que retozar bajo las sábanas, como su némesis en el concurso y el sin sal que tiene al lado.

Estoy convencido de que Antonio es un gran mentiroso y su relación con Candela es insana, algo que posiblemente le sea familiar. Pero al menos le veo venir, puedo prever su comportamiento. Con solo tres semanas de observar la ventanita del 24 horas sé cómo es y nada me sorprende en él. No puedo decir lo mismo de Julio, que inesperadamente pasa de osito a muñeco diabólico. Impide el paso a María Jesús en el pasillo de la casa, la sigue hasta su hábitat natural, ese lavadero donde tanto tiempo han pasado juntos, y allí la arrincona contra la pared sujetándola por ambos brazos. Una forma como otra cualquiera de arruinar su concurso.

Hizo bien María Jesús en aclarar después que no se sintió amenazada ni nada semejante. Da más miedo la tendencia a exagerar que la realidad de lo sucedido casi siempre. Sencillamente Julio no debió acorralar a María Jesús. Si no quería hablar en ese momento debió respetarlo. No había urgencia por decir “me haces daño, y lo sabes”, y si la había tuvo ocasión de decírselo antes en el dormitorio. Seguro que Julio es un buen tipo, pero debería serigrafiar en su despejada frente un rótulo que diga “no es no”. Así lo vería cada vez que se mira en un espejo.

La torpeza de Julio puede hacer que su amada sea finalmente la expulsada de esta noche, aunque llevo días convencido de que saldría Candela. Tengo mis dudas después de que Antonio quedase mejor que Julio en la escena del lavadero acudiendo a tiempo y oportunamente. También Ylenia estuvo rauda, veloz y contundente, pero en ella no es extraño. Que Julio termine haciendo quedar bien a Antonio ya es lo último. Y una vez más no comparto las teorías del descreimiento según las cuales acudió para quedar bien. No siempre se brilla cuando se quiere, sino más bien todo lo contrario.

Es absurdo que ante un error de Julio salga nadie a decir que es peor Antonio. No es esa la cuestión. Los errores se pagan individualmente, sin que los repare el hecho cierto de que el comportamiento de otro sea más equivocado. Antonio puede hacer bueno a Julio, pero eso no quita que este haya realizado un movimiento en el juego que lo pone en peligro. Dije ayer que está borracho de amor y eso es peligroso. Le embriaga María Jesús, lo cual hace que pase por fases de exaltación del amor, igual que el alcohólico exalta la amistad. También por eso pierde torpemente el control.

Si sale María Jesús el peligro de abandono es alto. Julio puede no aguantar el golpe y si no se va de inmediato, que no le dejarían, puede hacerlo poco más tarde. No pasa lo mismo con Antonio, quien seguirá encantado y solo tendrá que preocuparse por encontrar la horma de su zapato, lo cual no es fácil. Nadie le seguirá el juego como Candela, por lo que podemos estar deseando su expulsión de forma inmediata. Pase lo que pase, igual tenemos que aguantar las ganas.

Todos los puntos pueden ir esta noche a Fortu y Yoli, tanto por uno como por el otro. “Yoli pone mala cara a todo”, decía anoche Kiko en la sala de pruebas. Ese fue el lugar donde ayer se pactaban nominaciones. Fortu acusaba a Ylenia de haber hecho pacto el jueves pasado, a lo que ella contestaba: “No te preocupes que ahora sí vamos a hacer pacto. Para nominarte a ti”, lo cual acabó con una risotada a lo Ylenia de toda la vida. Fortu va a conseguir que se hagan extraños compañeros de cama porque acordaban darle a él sus puntos Kiko, Alejandro, Antonio e Ylenia.

Kiko se desmarcó del pretendido pacto, aunque tiene claro que sus tres puntos irán para Fortu. El objetivo es poner en la picota también a Carolina. Sean trío o dúo esto arrastrará al resto del equipo. Ylenia apoyó con entusiasmo la idea, lo cual da muestra de lo interesada y artificial que es esa amistad. Para mí tengo que Carolina se ha unido a Sofía e Ylenia sabiendo que tienen mucho apoyo y pensando que eso la puede ayudar en el concurso. Si los cuatro del pacto cumplen el plan de Antonio de repartir sus puntos por igual entre Fortu y Carolina pueden estar haciendo una jugada aceptable. Tampoco para tirar cohetes, pero aceptable.

Moleskine del gato

No sé si me voy a quitar de la cabeza la secuencia de tocada de huevos de Sofía a Juan Miguel. Apenas entra en juego, pero cuando lo hace me hace reír casi siempre. Sus historias, que relata con gran convicción, son tan graciosas como increíbles. Montañas que se abren y tres películas porno protagonizadas por el peluquero. Dice que hay un actor porno llamado Ron Jeremy al que se parece. No descarto que ese nombre pueda estar esta semana en los trends de búsquedas de Google.

Esta noche tenemos una fiesta, que es también un duelo. Candela o María Jesús se librarán del yugo de Antonio o Julio. Casi que me alegro por ellas, a pesar de todo. Se anuncian nominaciones a la cara, lo cual puede desbaratar los pactos o ayudar a que sean útiles. Es cierto que las tramas siguen siendo las mismas que al principio, pero también que en el último VIP pasó lo mismo y era solo una. Viva el DÚO pues.

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