¿La sintonía de Gran Hermano te sigue erizando los cabellos? ¿Aún hoy recibes con ilusión el anuncio de comienzo de los castings? Si tu respuesta a estas dos preguntas es positiva es que eres . Y si, con todo, has tenido o aún tienes alguna duda al respecto, también lo puedes ser. En cualquier caso, casi todo el mundo habla de . Los que le tienen afecto y los desafectos, los partidarios y quienes no lo son tanto.
Como hemos comentado más de una vez, hasta aquellos que menosprecian nuestro programa o reniegan del mismo, afirmando no verlo nunca, llegado el caso demuestran saberse el nombre de todos y cada uno de los concursantes. Por no decir que conocen su . Esto ha sido y seguirá siendo así.
La pregunta definitiva es: ¿Cual es el poder de Gran Hermano? Pues no lo sé. Podría ser egocéntrico y decir que es poder bastante y suficiente como para de su guarida, tan solo sea para saludar el comienzo de una nueva temporada justo en el momento primero, ese en el que se convoca a los valientes protagonistas de esta historia en su undécima edición. Como no lo soy, me quedaré con la primera de mis preguntas en este breve texto escrito a vuela pluma. No hace falta ir más allá, basta con saber cuanta gente siente un escalofrío especial cuando escucha esa música. Mucho más en casos como este, cuando hace meses que la escuchamos por última vez.
Concretamente, han pasado cuatro meses y medio desde ese postrero contacto con el programa, el debate con la presencia de todos (no todo el tiempo) los concursantes de la décima edición. Ahí estuvimos y, (que todo podría ser), ahí estaremos de nuevo cuando comience la próxima, que ya se anuncia.
Para los que sienten una especial emoción cuando lo escuchan. Especialmente para quienes no lo hayan visto aún en la tele. En general, para todos nuestros muchísimos amigos. Y, ¿por qué no? para todos los demás, va este .
Esto se mueve. La maquinaria está ya en marcha. espera. ¡Qué alegría!