Okupas

telecinco.es 01/06/2012 09:57

La primera impresión que tuve el miércoles por la noche es que la casa de Guadalix de la Sierra se estaba llenando de okupas. Luego me pareció más bien que eran fantasmas ocupando un lugar que no les corresponde, muertos vivientes profanando un lugar sagrado abandonado por su dueño, como dice mi amigo Pablo. Cuesta hacerse a la idea de ver esa casa sin Pepe Flores.

Los fantasmas regresan a la casa e intentan lucir más que en vida. Camas donde ahora duermen otros concursantes distintos de los que nos habíamos acostumbrado. Cuando escuché a Mercedes Milá hablar de un privilegio que le correspondía a Pepe por haber sido el ganador, pensé que respetarían sus cosas, como en muchas casas cuando se casa un hijo y dejan su dormitorio como estaba mientras este inicia una nueva vida.

Al final no me enteré de cuál era ese privilegio, porque el de evitar estar en La-Revuelta no ha de ser, teniendo en cuenta que tampoco está Zulema. La primera concursante que abandonó la casa y el último comparten ese destino. No hace falta decir que hay grandes diferencias entre un caso y otro. De partida, en las primeras 24 horas hemos escuchado varias veces decir que echan de menos a Pepe. Marta lo dijo antes de que pasaran las primeras tres horas, y ayer se lo escuché también a María. "Esto sin Pepe no es lo mismo", dijo la albaceteña. Y añado yo que aún tenemos la suerte de tenerla a ella.

El resto de los okupas no hablan de Pepe pero sí como Pepe. Es curioso que uno de los ganadores más cuestionados, tanto dentro como fuera de esa casa, haya contagiado tanto su peculiar lenguaje entre aquellos que no eran precisamente sus amigos. Eso también da una cierta sensación de profanación, del lenguaje en este caso. Por ejemplo, escuchar a Cristian diciendo a un compañero que está "haciendo el Boby". Ya pasó antes de que volvieran los fantasmas, de repente todo el mundo decía "papafrita". Y sin pagar royalties ni nada.

Entre los okupas también hay distintas subespecies. Basta con fijarse en la forma de repartirse los dormitorios para ver los dos grandes grupos formados. También vale con observar su disposición en el foro, antiguo pabellón, antes conocido como 'pobodrómo'. De izquierda a derecha, alternando puestos de la fila inferior y superior, tenemos a los siguientes concursantes de la cosa: Alessandro, Marta, Mary Joy, Pipi, Hugo, Verónica, María, Dani, Azucena, Sergio, David, Ochoa, Cristian, Berta, Ari y Michael. Verónica está ligeramente infiltrada en el grupo de la izquierda, sin que haya ninguna connotación política sino exclusivamente geográfica.

Muy distantes se sitúan Dani y Ari. El primero hacia el centro y ella en el lado más extremo de la derecha. Sus 'escaños' no parecen pertenecer al mismo partido. 'Danary' ha sufrido una escisión, lo reconozcan o no. Ya vimos el miércoles como Ari en lugar de votar por Dani como delegado decía que le daba un voto a él y otro a Cristian. Tiene toda la razón Marta al decir que "no se puede ser del Barça y del Madrid". O se es de uno o del otro.

De acuerdo que se puede ser también de otro equipo. Lo que quería decir Marta, la única que parece tener un poco de sensatez y valentía para expresarse en esa casa, es que si se presentan dos candidaturas hay que votar por una. Desde que los griegos acertaran con tan celebrado invento, ninguna democracia del mundo ha contemplado la posibilidad de dar dos votos a candidatos diferentes.

Como mucho se admite que no se vote, o el voto en blanco. Es decir, justo lo contrario que hace Ari. Ella en lugar de decidir discretamente su abstención prefiere significarse proponiendo algo tan novedoso como votar por los dos candidatos. Es el voto del pelota, el de quien quiere quedar bien con todo el mundo y ganar siempre. Si en una disputa apoyo las dos opciones enfrentadas siempre ganaré. Viene a ser como apostar la misma cantidad de dinero a todos los caballos de una carrera. "¿Cuántos corren? ¿Doce caballos más uno? Pues tome, diez euros a cada uno", le diría Ari al de las apuestas. "Pero oiga, de esta forma, perderá seguro ciento veinte euros", le advertiría aquel. "No, no. Al contrario, ganaré siempre diez euros". Es lo de ver el vaso medio lleno o medio vacío.

La respuesta de Dani vino anoche cuando minutos más tarde de ocupar del apartamento junto a Cristian le proponen hacer una llamada telefónica a alguien de la otra casa. Esto me recordó a esas veces que en un restaurante veo a dos personas de mesas distintas hablando por teléfono, y siempre imagino que estuvieran hablando entre ellos sin darse cuenta de que les separan escasos metros. No termino de pillar el concepto de iniciar el encierro en el apartamento hablando por teléfono con alguien a quien hace tan solo unos minutos que no ve.

Dani dudaba en la cena si llamaría a Marta o a Ari, avisado por el súper de esta novedad. Marta decía que no le importaba si era otra la elegida, pero en tal caso quería que le pidiera a quien fuera que le contase la conversación con pelos y señales. Al final, el burgalés se decidía por Marta y hablaba con ella por teléfono. ¿Dónde quedó 'Danary'? Tras una intensa campaña electoral, por otra parte, poco exitosa, ahora ya no parecen tan buenos amigos.

Si algo de bueno está teniendo esta Re-Vuelta es darse cuenta que no estábamos equivocados cuando apoyamos a muerte a Marta. Ella habría sido elegida al menos por tres de los cuatro finalistas como su "más uno". Dani demostró anoche que él también lo habría hecho, igual que Pepe o ese Alessandro que se llevó al gato al agua (para luego ahogarlo, todo sea dicho). Ahora la veo luchando contra ocho o nueve okupas y estoy de acuerdo con ella en que, probablemente, saldrá más bien pronto de ahí. Aunque ni ella ni nosotros sabemos como serán las expulsiones. En todo caso, Marta conservará siempre nuestro apoyo y cariño.

La misma sensación que con Marta la estoy teniendo con Pepe Flores. Ahora lo tengo más claro que nunca: acerté al hacerle mi favorito. A Mercedes me gustará explicarle un día de estos dónde y por qué yo sí le vi el alma a Pepe. No solamente se la vi si no diría que hasta se la sentí. Tanto es así que más de una mañana he escrito mientras derramaba una lágrima, algo que casi nunca antes me había sucedido (y me da un enorme pudor reconocer). Posiblemente no haya habido ningún ganador tan cuestionado desde dentro del propio programa, lo cual no alcanzo a entender.

Una cosa es que los hachazos vengan desde fuera y otra desde la propia opinión oficial del programa. Tal vez deberían evitar ese inexplicable ejercicio de masacrar al ganador. Esto es así por varias razones que se me ocurren, pero como en esta Re-Vuelta vengo dispuesto a sintetizar tan solo diré que están despreciando la decisión de la audiencia. Es evidente que el ganador debe enfrentarse a su paso por la casa y rendir cuentas por ello igualmente. Pero, oiga, que es el ganador. En algo debe notarse, ¿no es cierto?

Anoche Pepe Flores se fue papeando con patatas a todos los colaboradores y adláteres que le iban poniendo delante. Su intervención en el 'Última hora' y el 'Debate' fue arrolladora. De las que crean afición. Para salir por la Puerta del Príncipe (tengo dicho que es su puerta). De entre todo me quedo con esa forma tan sencilla a la vez que contundente que tuvo de desarmar los incoherentes argumentos de Carmen Alcayde, nueva portavoz de lo que se dice en Twitter. Esto último es curioso, teniendo en cuenta que no hace tanto preguntaba en un debate de otra edición de Gran Hermano si en Internet se hacía otra cosa aparte de insultar. Parece que ha cambiado su opinión, lo cual siempre es bienvenido.

Resulta que para esta voz oficial del debate, Pepe hizo mal en bailar con Pipi dando celos a Sergio. Se trata de la misma persona que ha estado estos últimos meses defendiendo que Noemí (primer y única mención de hoy, ¡bravo noemistas!) se acostase con Rafa-Fael en Brasil porque era una mujer sin ataduras y, además, ¿quién no le ha puesto los cuernos a su pareja alguna vez? Ahora resulta que hay miradas que penetran. Escuchar a Carmen Alcayde hablar de penetraciones en este Gran Hermano del "dale la vuelta" me hace pensar si no estará queriendo referirse de algún modo a la sodomía.

En definitiva, con las opiniones pasa lo mismo que con los culos, todos tenemos uno. Otra cosa es ejercer de opinador oficial y no saber que Dani no se olió la mano después de meterla en su culo sino a esa misma altura pero por delante. O disculpar a Sergio su mentira sobre el trabajo que dejó por culpa de Pipi argumentando que venía de haber sido discriminado en la fiesta, bailando apartado del resto en un despreció que le desequilibró hasta el punto de intentar hacer daño a quien ha sido su pareja durante más de cinco años.

Esto ya no es una cuestión de opinión. Con todo mi cariño, debo decirle a la colaboradora que se confunde de fiesta. La de "he dejado un trabajo por ti, gilipollas" fue aquella del tanga rojo, en la que la actitud de Sergio mereció tal repulsa que días más tarde era expulsado de la casa. La que ella refiere fue otra fiesta, aunque los que la vimos en directo sabemos que repetidas veces sus compañeros le habían invitado a bailar con ellos, de forma que no hubo desprecio de ningún tipo. La humillación elegida por este caballerete fue en esa ocasión decirle a toda España que entre Sindi y él ya no había nada.

Sergio es de esos hombres que utilizan la humillación de su pareja para forzar la adoración de esta hacia ellos mismos. La mentira de confundir una excedencia de cuatro meses con dejar el trabajo tenía el objetivo de hacer sentir culpable a Pipi, y al mismo tiempo provocar su admiración hacia él por haber puesto tanto en juego para intentar recuperar la relación entre ambos. En el día casi completo que han pasado en el apartamento, antes conocido como loft, Pipi también nos ha demostrado que es otra persona.

No hemos visto a la Pipi sumisa con Sergio y anulada por su presencia. Muy al contrario, le ha cantado las verdades del barquero. Sospecho que la única baza de él es seguir poniendo cara de niño bueno para despertar cierta compasión, algo que consigue en buena medida. Ciertamente parece buen chico, al menos hasta que Pipi nos recuerda que siempre ha intentado hacerla creer que ella no valía nada, que a su lado era tonta porque él es un tipo inteligente. Me encantó cuando le vino a decir que dejase de presumir porque el graduado escolar se lo sacó ella. Nadie hizo los exámenes en su lugar.

Permanecer casi un día completo en el apartamento para terminar teniendo una conversación cortita, por muy jugosa que sea, me parece bastante fuerte. Como dice Tito_Soy, el apartamento es como la hiperbólica 'sala del espíritu y el tiempo' de 'Dragon Ball'. El tiempo pasa más despacio, es duro y la gente sale cambiada. Es posible que eso fuera lo que le hacía falta a Pipi. Ahora ya solo faltan unas cuantas risas, que las viene necesitando. Lo podremos soportar quienes vemos el directo, estamos hechos ya a sus estridencias. Todo sea por la causa.

Hasta ver a Ari y Michael besándose en el jardín, en el salón y en la cama (sobre todo en la cama, ¡vive Dios!), no había terminado de entender lo de la Re-Vuelta. Revuelto tenemos ya el estómago, y lo que nos queda todavía. Voy a pedir un plus para poder costearme el Primperan. Cada vez que Michael dice "te quiero" muere un escritor de novelas rosas. Estos dos se han olvidado de agregar un ingrediente a su relación: la pasión. Los besos de caracol no valen por si solos. El sonido del amor es otro, y no se parece en nada a eso.

A Ari le sentaba mucho mejor la maldición. Entonces, por lo menos, veíamos a una chica necesitada de cariño, con tendencia a colgarse de los demás. Ahora parece que anda bajo los efectos de una sobredosis de Mimosín. Juro que cuando abre la boca en busca de la de Michael estoy en tensión temiendo que empiecen a salir pompas de jabón. Suscribo las palabras de Pepe Flores sobre el 'hamor berdadero' entre estos dos: cortometraje puro y duro. No da ni para un largo.

Moleskine del gato

Azucena me recuerda al niño de 'El sexto sentido'. De todos los muertos vivientes que habitan desde el miércoles la casa de Guadalix creo que es la más desubicada. Con Pipi ya aclaró lo del rebozado (siempre antes la harina que el huevo) por lo cual ya no la imagino en el apartamento volviendo a repetir lo de que le adelantó aquello para avisarle de algo que antes o después le iban a decir. Es como si cojo a un amigo y le llamo cabronazo porque antes o después habrá alguien que se lo dirá.

De momento, la propia Azucena describe su situación en la casa con las siguientes palabras: "Estoy más perdida que un hijo puta en el día del padre". Esto... bueno, ya. Espera, que igual es humor inteligente y hay que pensarlo un poco más... ya iré avisando.

Dani le contestó con otro chiste más burdo, digamos que sería algo así como humor doméstico. "Yo me lo sabía con el alambre del pan Bimbo", dijo. O sea, que vendría a ser: "Estoy más perdido que el alambre del pan Bimbo". Vale, me convence.

Sigo pensando en la frase de Azucena. Iré contando, si eso.

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