Es un clásico de Gran Hermano la formación de grupos, generalmente dos, independientemente del número de concursantes que habite la casa. Esta vez, en la casa 11 asistimos al germen incipiente de este fenómeno, ya que tras solamente siete días de convivencia todo parece moverse a ese mismo ritmo histérico y exageradamente acelerado de siempre. Por un lado estaría la pandilla basura, compuesta por "los malos", según palabras de Rebeca. Del otro, las muñecas repollo, concentración de falso candor, o sea, "los bonitos", de nuevo según la dueña de Rosita, aunque de momento sean todas chicas.
Naturalmente que las denominaciones están puestas con animus jocandi (ánimo de bromear) que no injuriandi (intención de ofensa o daño). No se moleste nadie, por favor. Sucede que ni los unos son tan basura ni los otros tan repollo. O sí, quién sabe. O sea, que ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos, como le gustaba decir a Mahme (GH VIII). Y, sobre todo, las alianzas son temporales y momentáneas, pudiendo variar en cualquier momento. Es más, hay alguno que no sabe dónde meterse, y no tardará en arrepentirse de las malas compañías. Las prisas no son buenas consejeras, aunque en este caso parezcan sencillamente imprescindibles.
Aún no me he planteado comentar mis primeras impresiones (más bien segundas) de cada concursante, si bien no podré esperar mucho más porque de todos tengo ya un juicio formado. Por esto mismo, intentaré evitar caer en el maniqueísmo que estoy viendo en la casa oficial. Los 'otros', vecinos cuyo advenimiento no conocen pero en parte temen, andan evitando enfrentarse a la propia realidad, por lo cual se comportan como un compuesto en lugar de una aleación.
Me explicaré un poco mejor. En la casa espía han mantenido hasta ahora una curiosa unión grupal que les ha llevado a todos a interactuar la mayor parte del tiempo como si de uno solo se tratara. Esto puede cambiar a partir de la llegada a esa casa de un rebaño de ovejas que hará palidecer de envidia a Pedro Oliva (GH IV). Tener una dedicación como la obligada por dichos animales hará que se disgregue un poco el grupo, pues con tanta unión es prácticamente imposible mantener secreto alguno. Salvo el (innombrable) secreto de Hans, único imposible que descubran aunque siempre pueden aparecer los indeseables de rigor y gritarlo por Guadalix (recordemos aquel desgraciado incidente del "Amor tiene rabo"), los demás ven tambalear los suyos de forma seria.
Según el propio programa, el próximo jueves podemos asistir a las graves consecuencias que tendría para algunos de ellos el haber sido descubiertos. No tengo duda de que Lis está convencida de saber el secreto de Laura y Ángela, sin andar nada descaminada. Es probable que hagan 'cantar' a la catalana, y a consecuencia de ello se pueda llegar a producir una doble expulsión. Son pocos, llevan una semana muy unidos, casi todo el tiempo juntos, y además Lis es extraordinariamente lista. Por eso le preocupa tanto no naufragar en el propio reto de mantener su secreto, que es el de Ángel 'Sparrow'. En el debate de anoche, uno de los mejores que recuerdo (con el gran Iván Madrazo como contertulio, espero que fijo en el programa y, por desgracia, sin Belén Rodríguez), vimos el error del madrileño al decir alegremente "... por eso no tengo pareja", añadiendo a continuación un mosqueante "otra cagada..."
Otro tema es lo de Saray y su impulsiva madre. Sigo sin comprender como ninguno de sus compañeros ha escuchado a Pilarita hablar de su hija, pista inequívoca de cual es el secreto de la binguera. A pesar de todo, el azar puede estar salvando a Saray, cuya presencia en la casa 11 se me antoja interesante sea cual sea el momento y situación en que se produzca. Si su madre salva la nominación de esta semana y posteriores, podríamos asistir al reencuentro de ambas, momento increíble que justifica propiciar la expulsión de Indhira. Pero si, como parece, Saray cambia de casa tras la expulsión de Pilarita, podríamos ver como algunos no respetan la memoria de esta, y es muy posible que lo hicieran delante de quien será para ellos simplemente una nueva compañera.
Aunque también puede que dejaran a Saray ser ella misma en la casa 11, quiero decir sin cambiarse el nombre ni negar a su madre, porque la veo incapaz de disimular su acento. En este caso el choque podría ser brutal, e igualmente interesante. Espero, por tanto, que no sea descubierto su secreto, y tampoco el de Lis y Ángel. Es más, apostaría que es el matrimonio quienes tienen más posibilidades de ver malogrado su paso por el programa al no haber sido capaces de mantener el engaño a sus compañeros.
Volviendo al nido de víboras del que hablaba Iván (GH X) anoche, me declaro incapaz de desvelar la intrincada trama de lealtades y deslealtades, el juego de sinceridades y falsedades del que hemos sido testigos desde las nominaciones del jueves. Si alguien acude a leer este escrito con la esperanza de que hoy haga un croquis de cuales son las relaciones de poder en la casa terminará a buen seguro frustrado porque no lo tengo nada claro. Es como si estuviera cada uno jugando una partida de ajedrez sin terminar de conocer la posición de las figuras del contrario. Además, se da el caso de que es una partida múltiple, una sucia lucha de todos contra todos, en la que en cuanto uno se descuida le hacen un agujero al tablero. Eso en el mejor de los casos, porque aquí a la mínima te muerden los tobillos.
La monotemática conversación de Juan (híbrido de Baute y Jacko), Gonzalo y Siscu, referida a las nominaciones, me ha provocado tal mareo durante todo el fin de semana que si llego a pillar el botiquín de Carmina Ordóñez no respondo. Con todo, pude aguantar horas seguidas viendo el directo, felizmente programado en La 7 durante casi 10 horas seguidas, lo cual habrá de apuntarse en el haber de la cadena, pues no hay que destacar solamente lo malo. Supongo que aguanté tantas horas seguidas viendo lo que veía porque adoro este programa.
Sin ir más lejos, ayer por la mañana Juan y Siscu se hacían el café del desayuno sin salir de su bucle particular. El más obsesionado parece ser Gonzalo, aunque no es esto lo que más me desagrada de este concursante. Es un estratega de baratillo, con más pretensiones que talento. Pero lo peor es que sea tan profundamente maleducado. La escena de "decíselo a la mano" con Pilarita roza la violencia oral y gestual.
Es cierto que las muñecas repollo también tienen bucle propio, en este caso consistente en destacar lo malos que son los malos. Veo ambos lados cerrados en un círculo vicioso del que les está costando demasiado salir. A su favor tiene este grupo ser tan minoritario, apenas formado por las dos nominadas y Rebeca, la más graciosa de las tres. Verla defendiendo la 'rebelión de las masas votantes' en la sala de confesiones, preguntándose por qué habría de votar la gente por Pilarita o Indhira, merece pasar a la pequeña historia de Gran Hermano.
Recapitulando, de un lado están Gonzalo y Juan como pretendidos estrategas, apoyados incondicionalmente por Nagore y Melanie, de la que afirmaba Lis que aún no la había visto coger la escoba porque de haberlo hecho ya habría sobrevolado la casa. Y ocasionalmente aliados a Siscu, Tatiana y Toscano. Obsérvese, no obstante, que entre ellos se clavan puñales en cuanto uno les da la espalda. Veo especialmente difícil que Siscu, Toscano y Gonzalo, por mencionar solo a tres, sigan yendo de la mano durante mucho más tiempo. En la otra parte están Rebeca, Pilarita o Indhira (a la que se obstinan en llamar Idaira), aunque una de ellas será expulsada el jueves. Si deseo que esta no sea la de Ferrol es por ser suficientemente directa e irreflexiva, además de 'tocapelotas', como para considerarla un valor seguro en la casa.
Prueba de su temperamento irreflexivo es el comentario sobre la supuesta ventaja de Toscano a causa de su discapacidad. Es un comentario inadecuado, como le reprochó el argentino, pero tiene algo de verdad. No lo hubiera dicho de habérselo pensado un poco, principalmente porque puede hacer un daño innecesario al interesado, y además porque habría podido intuir que iban a utilizarlo en su contra, subrayando y marcando en fosforito el comentario para que no sea pasado por alto. Odio autocitarme, pero sobre la concursante ciega Ángela (GH IX) hablé en su momento de la necesidad de liberarse del compromiso de ser políticamente correctos, y lo hice en estos términos:
Veremos si, a diferencia de aquella ocasión, hay alguien con la posición de autoritas necesaria, aunque son casos bien distintos dado que lo único recriminable hasta ahora a Toscano es cierta falta de personalidad, por lo cual se está dejando llevar por la mayoría. Bueno, realmente se deja llevar por una pequeña ruso-andaluza que le tiene loco, y a la que ayer dio un masaje para mayores con reparos (sin ellos, más bien), profundizando casi hasta lo prohibido bajo su corto pantalón. No fue el único masaje de la noche: la 'pava' Indhira demostró no serlo tanto, y tras confesar que no sabe si cortar el rollo con Arturo o comérselo (a besos, añadió), le daba un placentero masaje que terminó con ambos juntos en la cama. Sí, la cosa (casa) está caliente.
En medio de ambos incipientes grupos destaca una figura que de no ser por sus formas (no puedo con los eructos, lo siento) sería ya mi favorito sin remisión. A día de hoy no puedo decir muchas cosas a su favor, pero el panorama es tan sombrío que con un solo adjetivo veo a Arturo muy por encima de todos sus compañeros de casa. Ese adjetivo no es otro que íntegro. De acuerdo que es tosco y un poco 'hombre de Cro-Magnon', pero hay otros mucho más simples que él. Hablando con Siscu lo ha demostrado con claridad meridiana. Este le pregunta: "¿Tú te das cuenta de quién está moviendo los hilos aquí?", a lo que Arturo responde: "Nagore, y el argentino. Pero a ver qué hilos mueven. Igual están tirando de los hilos que no tienen marioneta". Inmenso en la respuesta, sí señor.
Solo un apunte más. En el debate nos adelantaron los porcentajes ciegos oficiales, únicos realmente válidos, nada que ver con las encuestas de Internet. Según estos, hay un 61,1% frente al 39,9% de los votos. Lástima que sumen más de cien.