Lo peor de Joao es también lo mejor

telecinco.es 15/11/2019 09:59

No podía tener Joao una expulsión canónica, como cualquier otro concursante. Para él había preparada una especie de comedia de enredo, como esas obras de teatro con muchas puertas que se abren y cierran viendo pasar gente todo el rato. Fue como estar viendo ‘Los habitantes de la casa deshabitada’, de Jardiel Poncela. Como actores invitados estaban Pol en su regreso a Guadalix, y el otro. Bueno, el otro se llama Alberto, pero es que durante mucho tiempo Joao quiso llamarlo “el otro” para preservar su intimidad. Se vio primero con uno, luego con el otro y finalmente con los dos. Una comedia, ya digo.

Joao puso cara de sorpresa cuando vio aparecer a Pol y volvió a ponerla con Alberto. El problema de sobreactuar tanto es no saber qué hacer cuando ocurre algo más fuerte todavía. Eso fue lo que sucedió cuando Joao vi aparecer de nuevo a Pol mientras estaba con Alberto. Por suerte, tiene bien ensayada la cara de sorpresa y no parece conocer los límites a la hora de exagerar más la mueca. Lo más imprevisible se supone que era la visita de Alberto, a quien empezó llamando “el otro” o nombrando solo la inicial de su nombre, asegurando que no aparecería jamás en un programa de televisión.

Alberto no iba a aparecer en televisión porque no le gusta y en caso de hacerlo Joao le había amenazado con no querer saber nada más de él. Poco a poco Joao fue dando más detalles: primero dijo el nombre y luego el apellido. Cualquiera diría que estaba queriendo ayudar a localizar a “el otro”. Siendo mal pensado diría que no era cierto lo de dejarle si aparecía en la tele. Más bien parece que Joao no paraba de intentar que entrase Alberto en la casa. Con Pol le funcionó, ¿por qué no se iba a repetir la jugada? In extremis, en tiempo de descuento y con los espectadores pidiendo al árbitro la hora, terminó apareciendo Alberto, aunque fuera de visita.

Joao ni se inmutó cuando Pol contó que Alberto había estado en todos los programas habidos y por haber. “Te ha faltado salir en el Telediario”, le dijo. Alberto tampoco reaccionó, Lo cual me sorprendió bien poco porque no me pareció muy despierto. Diría que no completa la media neurona de Pol para hacer una entera entre los dos. Parece que Joao los eligiera cada vez más maleables. Con Alberto creo que lo va a tener bastante fácil. Lo que no entiendo es tanto escrúpulo porque Joao y Alberto no hayan tenido sexo todavía.

No creo equivocarme si digo que Joao ha contado en la casa que solo tiene besos con sus parejas. A Pol le preguntó un día en plató Jorge Javier y respondió que no habla de esas cosas. Pero si hacemos caso a Joao, creo que tampoco tuvo sexo con él. Cada uno elige cómo lleva sus relaciones. Lo que no se entiende es que Joao considere tan criticable que Hugo Sierra no tenga sexo con Adara y no piense lo mismo de lo suyo con sus parejas. Diferentes varas de medir. O la demostración palpable de lo fácil que resulta analizar de manera severa lo que hacen los demás siendo incapaces de analizar con idéntica rigidez lo que hace uno mismo. ‘Ojoviguismo’ se llama eso. O sea, ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Joao es profundamente ‘ojoviguista’.

Confieso que no me interesó mucho esa comedia de las puertas entre Joao y sus chicos. Cuando veía aparecer a Alberto no podía evitar pensar en los insultos de Mila a Hugo, o esa manía por despreciar a la gente por no salir en portadas de revista y tener un caché en el programa mucho más modesto que el suyo. Cuando veía aparecer a Pol pensaba en los arrebatos de una Alba que ni siquiera quiere que la llamen Carrillo, que es su apellido, pero ella hasta hace rimas con el apellido de Hugo (“Castejón del cojón”). Y cuando se juntaban los tres en la sala de expulsiones aproveché para recordar a Antonio David en el ‘confe’ celebrando anticipadamente la expulsión de Adara mientras el resto de la jauría le jaleaba.

Así que pasé un poco la noche pensando en cosas distintas a las que estaban sucediendo. Menos cuando Mila dijo sentirse “un poco avergonzada” de su actitud del martes, cuando simuló un ataque de pánico incontrolable. Bueno, no tan incontrolable porque se le pasó en cuanto vio que de nuevo se salía con la suya. “Se me fue la cabeza y no pude controlarla”, decía Mila. Quien más quien menos ha tenido momentos de ida de olla. Menos habitual es que eso le pase a alguien cada vez que no le agrada lo que sucede.

Aunque lo más increíble de la noche fue en realidad que Mila tuviera las santas narices de decir que sentía solamente “un poco” de vergüenza por lo del martes. También es curiosa su capacidad para convertirse en embajadora del ‘buenrrollismo’ durante las galas. Durante la semana acribilla a insultos a Adara, pero luego en la gala la ensalza hasta casi pedir su canonización. Ayer los nominados se convirtieron mágicamente en dos fantásticos concursantes que ella lamenta tengan que marcharse. De Adara dijo incluso que era buena chica. Viendo a Mila lo del doctor Jekyll y el señor Hyde aparenta ser un pequeño trastorno de doble personalidad apenas perceptible.

Estaba yo ya fabulando con que se terminase liando Alberto con Pol y Joao con Gianmarco cuando me pareció ver que el italiano le hacía ojitos a Helena, a la sazón madre de Adara y su clon. Eso sí que sería un bombazo: Gianmarco y Helena. Igual me equivoco, pero no veo con muchas más posibilidades de que Gianmarco pueda terminar teniendo una relación con Adara de las que puede tener con su clon. Pero se me acabaron las ganas de seguir fabulando viendo la despedida entre Joao y Adara.

Asistimos anoche a la despedida más emocionante de la edición. Veníamos de ver un vídeo muy apropiado de la relación entre los dos donde Adara le decía a Joao: “Tus ojos me hablan”. Anoche todo me remitía a alguna otra cosa, y en este caso recordé cuando Gianmarco le contaba con la mirada a Antonio David sus sentimientos por Adara. Poco antes de conocer que era el expulsado le pidió Joao a Adara que cogiera la pulsera y dijera: “Magnitud, Joao. Magnitud, Joao. Magnitud, Joao”. Parece que diciendo eso Joao te protege, pero no sé si vale para cualquiera. El ‘súper’ se apuntó a decir “magnitud” y Joao no le dijo nada. ¿Y si decimos todos “magnitud” hoy a mediodía? Por ver si pasa algo lo digo. No está confirmado que valga decir “dimensión”, “medida”, “capacidad” ni “proporción”. Debe funcionar solo con “magnitud”.

Joao ha sido un buen concursante, es imposible negarlo. Tanto es así que fue capaz de hacer olvidar sus maniobras para que entrasen Pol o Alberto. Esto terminó siendo la espuma sobre lo realmente importante. Sus consejos a Adara eran indudablemente reparadores y entiendo por ello que le cogiera tantísimo cariño. Una lástima que de eso evolucionara hasta el amigo que intentó manejarla durante las últimas semanas. De buen consejero a alcahuete. Y peor que eso: Joao quiso hacer creer a Adara que podía confiar sus secretos a un amigo sabiendo que estaban llegando directamente a la audiencia del programa.

Si ayer rescaté un breve fragmento de conversación demostrativo de que Joao sabía que las conversaciones del ‘confe’ quedaban grabadas, anoche vi otro descuido del maestro que lo confirma. Seguro que hay algunos más en esas conversaciones del rincón del ‘confe’. Los talifanes de Adara se han agarrado a teorías absurdas como que cuando entran al ‘confe’ se quitan el micrófono (¡falso!) o que estando en grupo dentro de esa sala nunca se han visto imágenes. Esto último es más falso todavía. Tanto como que son las únicas imágenes del ‘confe’ que se ven en el directo. Y es así desde siempre.

Joao ha pecado de querer hacer el guion a Adara y Gianmarco, y en buena parte lo llegó a conseguir. También le puedo reprochar que tenga más querencia hacia la “telementira” que a la “telerrealidad”. Lo demuestra el hecho de que haya estado intentando vender lo que no es durante tanto tiempo. Anoche mismo afirmaba convencido que lo de Adara y Gianmarco era “una amistad, un sentimiento de cariño”. La carcajada de Jorge Javier se escuchó hasta en Montecarmelo.

Joao es demasiado pelota para mi gusto. Le he visto merendarse su orgullo hasta el empacho, aceptando un trato intolerable por parte de Mila. Debo reconocer, eso sí, que ha conseguido estar más o menos bien con todo el mundo, lo cual no es nada fácil. Con todo, Gran Hermano lo hacen personajes como Joao. Manipulador, histriónico e interesado. También generoso, resuelto (esto lo dice mucho él y me gusta) y con muchísimos recursos. Lo peor de Joao es también lo mejor en muchas ocasiones. Sin lugar a dudas, ha sido con Adara gran protagonista de esta edición. Por todo esto te doy las gracias, maestro.

Observatorio de nominaciones

Estela se convirtió en nueva jefa de la casa al ganar la prueba del hielo, siendo inmune, pero con un poder algo distinto esta vez. Su privilegio era nominar directamente a un compañero. Así transcurrieron las nominaciones, que tuvieron lugar en esta ocasión en la privacidad de la sala de confesiones:

Estela > Hugo (nominado directamente)

Hugo > Mila (1), Noemí (2) y Antonio David (3)

Mila > Noemí (1), Antonio David (2) y Adara (3)

Noemí > Mila (1), Antonio David (2) y Adara (3)

Antonio David > Adara (1), Noemí (2) y Alba (3)

Alba > Mila (1), Adara (2) y Antonio David (3)

Adara > Alba (1), Mila (2) y Antonio David (3)

Nominados: Hugo, Antonio David, Adara, Mila y Noemí. Solo se salvan Estela (por ser inmune) y Alba.

La nominación directa de Estela a Hugo generó un problema en el resto de su grupo porque se quedaron sin uno de sus nominados fijos. Nominando a Hugo y Adara solo tenían que pensar en la persona de su grupo que querían darle algún voto y no había duda alguna de que sería Antonio David. De esta forma se vieron obligados dar puntos a dos de los suyos, aunque fue precisamente la elección de Antonio David lo que trastocó todo. Como bien interpretó luego Alba, dando solamente un punto a Adara intentaba salvarse él.

Estaba claro que Adara iba a estar nominada, por lo que darle más puntos sería tirarlos. Con sus dos puntos a Noemí y los tres a Alba podía conseguir Antonio David que subiese una de ellas, o las dos. Y, efectivamente, Noemí quedó nominada al empatar con Mila por esos dos puntos. Así le agradecía Antonio David que lo salvase dos semanas seguidas. Tiene suerte de que con unas pocas lágrimas dejó convencida a Noemí de que había sido un error. Total, unas lágrimas más no van a ningún lado. Creo que solo convenció a Noemí.

Corea central

Buena maniobra de despiste la de Joao cuando entró Alberto en la sala de expulsiones y mirando al suelo comentó: “Qué zapatos tan bonitos”.

“¿Cómo has venido?”, preguntaba insistente Joao a Alberto. Prometo que temí fuera a contar que le había llevado un coche de producción del programa.

La prueba para ganar la jefatura de la casa ya la conocíamos y consistía en meter los pies en agua con mucho hielo, en bañador de cuerpo entero y a la intemperie. Hay torturas chinas más suaves que esto. Como aguantaron todos menos Adara y Mila, lo resolvieron con una pregunta. “Composición química del hielo”, preguntó Jorge Javier. “Agua”, respondió Noemí. Y el caballo blanco de Santiago era blanco.

Moleskine del gato

A pesar de ser cinco los nominados de esta semana creo que la expulsión va a ser cosa de dos: Antonio David y Mila. Tiene Antonio David en su contra no disponer del aparato mediático de ‘Sálvame’. Eso sí, le quedan lágrimas para dar y regalar.

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