Quejica, sedienta de romances, egoísta y aprovechada

telecinco.es 26/04/2012 09:22

Me resulta curioso comprobar la cantidad de mensajes que dicen desde el pasado martes algo así como: "Pepe ha perdido el maletín por decir que nominará a Hugo". En primer lugar, habrá que comprobar si cumple lo dicho. No sería extraño que sus palabras tuvieran algún objetivo que desconocemos. En todo caso, y aun cuando esto sucediera el próximo lunes, no creo que se dijera lo mismo si Hugo hace lo propio y nomina a Pepe. También lo ha sugerido, aunque con menos eco en su caso.

Aquí se pone el altavoz a las palabras de unos y sordina a las de otros. Lo más singular de este caso es que se trata precisamente de Hugo, a quien Marta siempre llamó traidor. No le faltaban motivos, aunque podríamos discutir lo oportuno del término. Pero los hechos están ahí, pongámonos en su lugar y hagamos conjeturas sobre lo que pensaríamos si otro concursante nos asegura el día anterior que no nos nominará y después de hacerlo ni siquiera lo reconoce e incluso disimula diciendo que es una faena y para compensar afirma: "Tú no te vas a ir".

Si aquí hemos descubierto a algún estratega ese ha sido Hugo, quien ha utilizado siempre sus nominaciones lícitamente, pero intentando sacar el mayor provecho posible, sin importarle nominar a los más cercanos. No solo ha sido el caso de Marta, también pasó con Dani, a quien sigue nominando sin pestañear. ¿Es Hugo un traidor? Depende de cómo se mire, pero desde luego no por lo que haga ahora en el juego. Estamos en un momento en que las piezas son pocas y es imprescindible empezar a moverlas. Bien es cierto que un concursante puede renunciar a ello dejándose llevar solamente por su instinto o su corazón, pero estaría defraudando a sus seguidores, los mismos que cuando está nominado gastan sus dineros para evitar su salida.

En más de una ocasión he puesto el paralelismo con una partida de parchís. Supongamos que jugamos sin renunciar al objetivo de ganar pero poniéndonos unas dificultades que van en contra del propio juego. Por ejemplo, nos negamos a comerle fichas al contrario con la justificación moral de que no somos capaces de perjudicar a nuestro compañero en el juego, amigo personal a quien apreciamos. Aún digo más, esa barrera solo la ponemos para uno de nuestros oponentes y no para los otros dos. A fulanito no le comeré la ficha aunque pueda, pero sí lo haré con los demás. Así jugaremos.

Cualquiera nos diría que nuestro juego es absurdo. Comiendo fichas se progresa en el juego y puede ayudarnos a ganar la partida. Si renunciamos total o parcialmente a hacerlo estamos poniendo en peligro nuestro triunfo. Y ahora pregunto yo: ¿Jugaríamos a gusto una partida contra alguien como el de este ejemplo? Particularmente me sentiría como si alguien graciosamente hubiera decidido darme la ventaja de salir diez minutos antes al correr la maratón. No quiero esa ventaja, si he de ganar que sea en buena lid, con las mismas reglas para todos y sin ninguna ventaja.

Pues bien, si quedando solamente seis oponentes le exigimos a cualquiera de ellos que anteponga sus simpatías personales a su propio interés en el juego le estaremos pidiendo realmente que renuncie a comer las fichas del contrario. Y vuelvo a un argumento anterior. Aquella parte de la audiencia votante que se ha gastado el dinero para salvar a un concursante determinado, sería burlada por este si juega tan rematadamente mal y le da ventajas al contrario. Por tanto, cada uno debe de estar en su sitio. Y la obligación del concursante es jugar.

Ayer hablaba de los tapados y no incluía a Ari. Tengo dudas de cuál ha sido el papel de esta concursante con una historia tan singular, y dudo todavía más de su destino final. Hasta ahora, quienes han tenido una historia parecida han sido líderes y grandes protagonistas, quizá por eso su historia terminó con la expulsión tras la de todos sus afines. Estoy pensando en Raquel Morillas y aquella historia que este gato comparó con 'El Álamo'. Me vi obligado entonces a defender a un grupo de concursantes cercados, que iban viendo abandonar a uno de ellos semana tras semana, terminando con la salida de Raquel, líder indiscutible del grupo.

En este caso la historia presenta una ligera variación, porque Ari habrá sido protagonista, pero líder no. Digo más, siempre me ha extrañado su protagonismo. También me ha llamado la atención desde hace semanas la capacidad demostrada por esta concursante para ir adaptándose a las circunstancias, convirtiendo enemistades en amistades. Cuando el lunes escuchaba en la gala reproches a Marta por algún improperio salido de su boca en momentos de enfado, no pude evitar pensar en aquella vez que Ari llamó "hija de puta" a Noemí porque había estado acariciando el muslo de Michael en el jardín.

Semanas más tarde Noemí se convertía en la gran amiga de Ari, si bien estamos comprobando desde el lunes que no aparenta haber sentido mucho su marcha. Tras otras expulsiones Ari se convertía en un mar de lágrimas, de bajón absoluto y lenta recuperación de varios días. Fue así incluso con Zulema, a quien conocía de unos pocos días. También últimamente con concursantes que no habían sido tan amigos, como Cristian o incluso Juan, con quien había tenido discrepancias importantes durante mucho tiempo, poniéndole poco menos que de fariseo. Sin embargo, tras la salida de Noe se la ve pletórica, tal vez más contenta que nunca.

Creo que Ari ha dejado de sentirse culpable por la expulsión de sus más afines. Ahora ya no reclama consuelo, como hizo tantas otras veces, llegando a nominar a un compañero con la excusa de que no la había consolado tras la expulsión de Michael. No quiero pensar que haya llegado a la misma conclusión que expresó este gato escribidor hace unos días, sobre lo mucho que la estaba beneficiando su acercamiento a Dani y lo que le podía perjudicar juntarse con Noemí. En este último caso salía la Ariadna más negativa y temosa, mientras que con aquel vemos su lado más jocoso y divertido.

¿Por qué razón salieron todos los amigos de Ari y ella no? ¿Cuál es su atractivo como concursante? Ella ha sido una auténtica maestra en servir a la audiencia un plato de realidad formateada, posiblemente mucho más sabroso que el de la realidad cruda y desnuda. La audiencia parece que hasta el momento lo ha comprado, y muchos tenemos la sensación de que esta semana será expulsado Alessandro por el morbo de ver su reacción ante el engaño continuado de Noemí, como si no fuera a verlo en todo caso, ya sea antes o después. Todo en Ari me ha olido a precocinado, a realidad formateada primero y reformateada más tarde.

He contado en alguna ocasión algo que leí a Vicente Verdú sobre una conocida cadena de cafeterías originaria de Seattle y presente en medio planeta donde rocían con un aerosol sus locales para que todos huelan igual. Es algo similar a lo que hacen en Rolls-Royce con el Silver Crown tras la caída de ventas relacionada con que su olor había cambiado, momento adecuado para que el fabricante decidiera reconstruir artificialmente el aroma del modelo clásico. Pues bien, Ari nos ha cocinado una realidad eligiendo ella misma el olor más conveniente.

De esta forma, nos ha ofrecido su propia historia como la de una mujer quejica, sedienta de romances, egoísta y aprovechada. Cualquiera habría pensado que estaba siendo poco inteligente construyendo esa realidad, pero está visto que la audiencia se la ha comprado sin mayor inconveniente. Voy a intentar reconstruirla, con la inestimable ayuda de nuestra lectora Susana. Ari se enamora primero de Hugo, pero este no le hace ningún caso, incluso llega a humillarla al decirle que su novia vestida con su peor ropa está más presentable que ella "con esas pintas". Entonces se hace amiga de Ochoa. Aparece Aristidín y le empieza a ver guapo, lástima que no llegue a tener tiempo de enamorarse porque el de la subasta dura en la casa menos que un caramelo a la puerta de un colegio.

Se enamora entonces de Michael en lo que vendría a ser su tercer intento. Llega Verónica y entonces deja de ser la mejor amiga de Ochoa para serlo de la nueva concursante. Las tres se alían en el llamado 'comando nocturno', que este gato rebautizó como 'comando vídeos de primera'. Sin embargo, llegado el momento de nominar en positivo elige a Michael y Verónica, dando de lado a Ochoa. Ari y Ochoa pactaban las nominaciones contra Noemí en lo que llamamos 'aquelarres', junto a Azucena primero y más tarde apoyadas por Vero. Michael no quiere nada con ella aunque se deja querer y acariciar, manteniendo vivas sus expectativas porque lo que afirmaba de palabra parecía estar siendo negado por sus actos.

Entonces se hace amiga de Noemí, a quien habían estado nominando por los pactos del 'aquelarre', y empieza a pasar de Verónica y Ochoa. Tal vez se sentía más identificada con la canaria, que había empezado su especial relación con Alessandro, dado que ella quería algo así con Michael. Noemí era la única que la animaba a seguir intentándolo con el 'polifantas', aún a sabiendas de que este no quería nada con ella. Llega el momento en que Noemí engaña a Ochoa al decirle que había nominado a Pepe en lugar de a ella. Cuando Ari lo descubre debe pensar que no le conviene esa amistad y se aparta de ella.

Tras la noche de la bizcochada, Ari se pone de parte de Michael y Cristian, dispuestos a hacer un juicio sumarísimo por algo tan pueril. Debe haber olvidado los frascos enteros de crema de cacao que guardaba ocultos en la despensa y comió a escondidas junto a Vero y Ochoa, eligiendo ella si lo compartía con una o las dos. Tampoco parecía darle el mismo valor a los huevos del bizcocho que a los que ella desperdició tirándolos sobre algún compañero en las madrugadas de 'comando'.

Ari volvería a ser amiga de Noemí cuando ya no estaban en la casa Verónica, Ochoa y Michael. Al mismo tiempo, seguía despreciando al resto de chicas de la casa (Sindi, Marta y María), no perdiendo oportunidad de destacar su falta de madurez, idéntica excusa que utilizó contra Mary Joy. Por ejemplo, critica a Marta por llorar cuando está nominada pero ella hace lo mismo, lamentando amargamente que no la quiera ningún compañero y exigiendo que antes de nominarla le digan las razones para que ella pueda modificar su conducta.

Antes de salir Michael ya se estaba planteando que volvía a sentir por Hugo lo mismo que al principio. De hecho, la misma noche de la expulsión de aquel le cuenta de madrugada a Pepe este resurgir de su sentimiento. Ella misma se obliga a darse cuenta por segunda vez de que Hugo no está por la labor. Influida por Cristian y Juan, con quienes habla la noche previa a unas nominaciones hasta entrada la madrugada, horas no habituales en estos dos concursantes, le da un punto a Pepe, que justifica diciendo que estaba probando la amistad del bailaor. Creo que nadie en la casa entiende que la amistad se deba poner a prueba.

Juan apoya a Ari interesado en que nomine a Pepe, a quien llama gilipollas mientras se agarra los genitales con la mano. Ha llegado el momento de hacerse gran amiga del cura, ese mismo que tan nerviosa le ponía por hipócrita. Cuando ya no están Cristian ni Juan, Ari se acerca a Dani, después de haber estado tratándolo con cierto desprecio y superioridad. Mira por dónde vuelve a la casa Cristian y entonces vuelve a pasar de Dani para pegarse como una lapa al repescado, con quien pone verde a Pepe una y otra vez. Vuelven a expulsar a Cristian y entonces cree que le gusta Pepe. "Lo necesito ¿sabes?, me parece hasta guapo", llega a decir, al tiempo que se hace amiga otra vez de Dani.

Ari se une entonces a Dani y Noemí porque considera injusto estar siempre nominada, aunque nada de agradecer que sea siempre salvada por la audiencia votante. Vuelve a tener la sensación de que los demás son responsables de la salida de sus amigos, igual que pensó la semana que nominó a Pepe, culpando a este por señalar cada semana la víctima que debía ser expulsada, algo rotundamente falso. De nuevo hace caso omiso de algo evidente: quien expulsa es la audiencia. Entra en estos momentos en un bucle de amargura inacabable con Noemí.

Esta es Ariadna. La amiga de Zulema, Ochoa, Verónica, Michael, Cristian, Juan, Sergio... ah, y hasta Berta. Un plantel de primeras figuras (y no tanto) que por sí mismo dice mucho de este personaje. Esa concursante que habla como un osito mimosín en interminables confesionarios. La que se ha ido enganchando a unos y otros según le fue conviniendo, sin necesidad de encontrar un lazo afectivo auténtico. Quien se enamoró de todo el que se puso a tiro esperando a ver si alguno le hacía caso, lo cual no sucedió. Uno de los mayores muebles de esa casa en la presente edición. La misma que se pasó amargada casi todo el tiempo.

Eso sí, de momento la audiencia ha ido comprando su prefabricado 'roma'. ¿Dónde le habrán visto interés?

Moleskine del gato

Dos cosas muy cortas. Ayer la boca de los deseos tenía hambre y todos empezaron a pensar lo que podrían pedir. A Hugo no se lo ocurrió otra cosa que pedir un peluquero para todos, aunque finalmente fue solo una idea. Parece que me hubiera leído ayer. Pepe y sus fans se lo habrían agradecido.

Y también de Hugo aunque esto es del martes y se quedó esperando mejor momento en mi agenda. Resulta que reconoció haber robado pan en una panadería (forn de pa, que dicen los catalanes). Recordará el lector aquella encendida discusión que tuvo Hugo con Marta por aquello de comer algo mientras se hace la compra en el supermercado sin pasarlo por caja después. Familias enteras podían quedarse sin trabajo por los robos, supongo que más importantes en unos establecimientos que en otros. ¿Alguien me lo explica?

Dejo ahí arriba caricatura de Pepe Flores, como siempre por Javier B.V.