Raquel Bollo considera inhumana la actitud de Laura y se lo dice a la cara

telecinco.es 08/02/2016 09:38

Raquel Bollo le dice a Laura Matamoros que su comportamiento le parece inhumano. Me sorprende que Laura no reaccione de forma enérgica. He apuntado en mi agenda esta reacción, con fecha y hora. Cuento las horas del primer enfrentamiento entre estas dos concursantes. Si no se produce será una demostración más de la escasa naturalidad con la que se está comportando una concursante que presume tanto de mostrarse tal y como es. De momento, no pasó ni media hora y estaba criticando a Raquel y Rosa por haberle dado su opinión sobre el ‘gusanogate’. Aquí tenemos ‘gates’ por encima de nuestras posibilidades.

La regla sagrada de que los concursantes no vean imágenes de lo que sucede en la casa hasta que la abandonan está rota. Siendo así, es normal que con frecuencia pidamos que se les cuenten determinadas cosas a los concursantes. El jueves por la noche andaba yo pidiendo un megafonazo de urgencia para que Liz se enterara bien de lo sucedido. Pero mucho mejor ver el vídeo, cosa que sucedió durante el Debate de ayer. Parecía la prueba definitiva de lo sucedido, pero esta madrugada todavía he escuchado que Javier apoyó la decisión. Parece que algunos necesitarían ver el vídeo un par de veces más para tenerlo claro, y aun así seguirían modificando la realidad a su antojo.

Otro ejemplo de ese reformateo de la realidad es la forma que han recordado unas palabras pronunciadas por Liz anoche. Tenían que decidir el castigo a los privilegiados Javier, Laura y Carlos. Todas las miradas se dirigieron a Liz, que respondió: “Lo que se merece Laura no creo que esté ahí”. Pues bien, un rato más tarde Belén le decía a Laura que Liz había dicho: “Para lo que me ha hecho Laura yo le pondría algo peor”. Textual no es, pero es que ni siquiera se aproxima. Nadie acertó a reproducir fielmente lo dicho por Liz.

Hay que volver sobre el fondo de este asunto, que ya nos tuvo distraídos la madrugada posterior a la gala y volvía anoche a tener protagonismo en la casa después de que vieran las imágenes. Entiendo que se pueda dudar de Liz, dentro y fuera de la casa. Habitualmente juega sucio, provoca situaciones y exagera reacciones pensando siempre en su propio beneficio. No tengo duda de que anoche mismo se alegró de lo que transmitía a la audiencia esta situación. Era la estampa de una Liz castigada innecesariamente, dolida en lo más hondo, reaccionando con indiferencia. Diría incluso con displicencia y cierta condescendencia hacia su enemiga. Debo admitir que supo gestionar la situación muy bien.

A pesar de todo lo dicho, me sigue sobrecogiendo la frialdad y falta de empatía de Laura. Hay una parte de esta historia que ha trascendido poco. Liz les contó a algunos compañeros, antes de la gala del jueves pasado, que en su infancia había sido abandonada por su madre. Tras ser encontrada y entregada a su padre fue desparasitada, proceso en el cual le salían gusanos por la nariz y otros orificios. Ignoro si la historia es real o inventada, pero es complicado entender que en un caso así alguien se niegue a conceder el beneficio de la duda. No lo hace quien decide que los gusanos vivos le caigan a Liz. Ignoro si esto sucedió así. Es más, creo a Laura cuando dice que ella no conocía esta historia el jueves pasado. Lo que me sorprende es su reacción anoche tras ver el vídeo. Porque anoche sí conocía la historia de Liz, pues ya se la habían contado.

Los defensores de Laura anoche se ofuscaban en decir que la historia de Liz es falsa, lo cual no podemos saber. Aunque así fuera, es indiferente. Lo importante en este caso no es que la historia sea cierta o falsa sino que Liz la haya contado. Eso convierte la historia en existente, lo cual deja sin importancia que esté basada o no en una realidad. Conociendo la historia y no pudiendo determinar su autenticidad, cosa que nos pasa a todos, no se entiende la falta de empatía de una Laura que anoche reaccionaba con altanería y frialdad, negándose a considerar incluso la opinión de sus “gordis” Raquel y Rosa.

“Tú puedes hacer lo que quieras. Pero a mí me parece que has respondido con mucha chulería”, decía Raquel hablando con Laura. “Si ya la pediste perdón por esto, luego la chulería sobra”, afirmaba Raquel, y añadía: “A mí esas contestaciones no me gustan”. Aunque en lo que más contundente fue Raquel fue al considerar de “inhumana” la actitud de Laura. Debo aplaudir a Raquel por decirle a Laura con gran sinceridad lo que piensa, le guste o no, que ya se podía adivinar que no le gustaría. Recuerdo que mi cronógrafo sigue rodando en espera del primer roce entre Laura y su “gordi”. Supongo que es por intuición que Javier al mismo tiempo en otra estancia de la casa afirmaba que no nominaría a Raquel porque le cae bien. Una serendipia de esas.

Laura se agarra al argumento de que desconocía la fobia de Liz por los gusanos. Igual que dijo el viernes cuando le confesaba que ella había sido la primera en decidir el castigo de Liz, ignoraba que lo suyo era una fobia, en lugar de un poco de asco. Fobia no es más que una aversión exagerada. “Los gusanos vivos a Liz, que se vuelve loca”, decía el jueves Laura. Luego lo explicaba en directo Carlos: “A Liz gusanos vivos porque creo que (Laura) habló con ella y que le dan mucho asco”. A ver, no enmascaremos la realidad, algo que da mucho asco y por lo que Liz se iba a “volver loca” es una definición bastante precisa de “fobia”.

El gran argumento de Laura desmontado. Incluso ignorando la definición del diccionario de “fobia” los términos empleados son suficientemente claros como para cualquiera. Con todo, insisto en que la decisión del jueves me parece malintencionada y producto de la poca simpatía que Laura tiene por Liz, pero entendible dentro del juego. Está claro que si fuera Julián en lugar de Liz estoy seguro de que Laura hubiera rechazado la elección con los mismos argumentos. Algo así como: “No, a Julián gusanos no, que se vuelve loco”.

Aceptemos que Laura buscaba el espectáculo, y el juego ponía en su mano la posibilidad de elegir uno de los peores castigos para la persona con la que había tenido una encendida discusión tres días antes. Nada que objetar entonces. Ahora bien, anoche Laura sabía la historia personal contada con anterioridad por Liz. Sin necesidad de creer la historia, solo por conceder el derecho a la duda, la reacción de Laura ante el disgusto de su compañera tras ver el vídeo es reveladora de esa frialdad y falta de empatía que tanto pavor me produce.

A todo esto, de nuevo Sema pasó de puntillas por este tema, renunciando a sacar la cabeza por su amiga Liz. Esa amistad cada vez parece más de conveniencia y solo para hacer vídeos. Sema se acerca a Liz después de que haya vivido sus peores momentos en la casa. Lo hace sin testigos, a media voz en la cama. “Te quiero mucho, bebé”, dice Sema, pretendiendo con eso compensar su falta de gallardía. Posiblemente a Liz le sirva ese apoyo de su amigo, lo cual no quita para que se dé cuenta de que evita posicionarse a favor de ella, no vaya a ser que moleste a las tres erres: Rosa, Raquel y Rappel.

A pesar de que a Liz le puede valer el apoyo a medias de Sema, cada día les veo más distanciados. Este fin de semana han tenido algún roce y no descarto que la doble cara de Sema haga mella y termine afectando a la buena relación entre los dos. Algo parecido pasa con Alejandro, aunque en su caso no está dejando títere con cabeza. Son tantos los enemigos que se está forjando Alejandro que puede batir récord de nominaciones el próximo jueves. Hasta sus amigos están hartos de él y sus impertinencias. De momento no será nominado por Carlos. Tampoco por Javier, si se salva milagrosamente de la expulsión. Pero tiempo al tiempo.

La falta de lealtad de Alejandro es sabida ya por todos. No respeta ni a sus amigos, lo cual escapa de toda lógica. Ayer Javier pedía un día de descanso en el fregoteo porque tenía llagas en una mano, o algo así creí entender. Nadie puso objeción alguna, excepto su amigo Alejandro. Poco después, era Carlos el objeto de sus invectivas. “Poco haces tú en la casa”, le decía. Carlos y Javier lo comentaban en el jardín. Carlos no sabía cómo definir la actitud de Alejandro: ¿inoportuno, bocazas e impertinente? Personalmente lo que más me sorprende es su falta de lealtad.

Vimos anoche en el Debate un confesionario de Alejandro hablando de Lucía, la última expulsada. Ambos concursantes han estado realmente cerca formando un grupo al que también pertenecían Belén, Javier y Carlos. Veo a Belén muy cerca de Laura tras la salida de Lucía, siendo Charlotte su principal aliada. El grupo está totalmente descompuesto, aunque Alejandro sigue siendo supuesto coleguita de Carlos y Javier. Las opiniones sobre Lucía han sido bastante favorables en la casa después de salir el pasado jueves. Solo hay una excepción, y es su supuesto aliado Alejandro.

Estas son algunas de las palabras de Alejandro: “Lo único que hacía era llorar, venir al ‘confe’, quejarse de la mano, no trabajar, no fregar, no hacía nada. Tenía un carácter súper feo, reaccionaba muy feo, cotilleaba de todo el mundo, en el baile me dio dos o tres días que era para mandarla más allá de Ubrique”. Lo gracioso, si se puede decir así, es que tras esta ofensiva perorata, Alejandro afirmaba: “A mí Lucía ni bien ni mal, la verdad”. Pues cualquiera diría que más bien mal, ¿no?

Pero claro, no hay quien le tosa al míster porque él tiene un título. Creo que cuando dijo eso se refería al título de un certamen de belleza, lo cual supongo que esgrime como garantía de algo. Si no fuera por ese perfil crítico hacia todos que está demostrando, diría que su inteligencia es la justa para no dejar de respirar. Eso sí, tiene un título. El día menos pensado le mete el puñal a Javier por la espalda. No sé si en este caso esperará a que sea expulsado. Anoche decía Javier que Victorio y Lucchino es una sola persona. O sea, como Ortega y Gasset o Ramón y Cajal. Son tal para cual, el míster y él.

Por una razón que no alcanzo a entender, parece que es obligatorio estar a favor de Javier o de Laura. Para algunos, si estás contra uno es que apoyas al otro. Acaso nos quieren vender que a Laura o se la quiere o se la odia. Pero mi forma de ver este VIP dista mucho de ese planteamiento. Ni quiero ni odio a Laura. Me asustan sus mentiras y su falta de empatía, como ha debido quedar claro ya en este escrito. Pero me parece una concursante valiosa, que está animando algo el cotarro. Sin excesos tampoco, pero algo hace.

Lo que no termino de entender es esa obsesión por preguntarse lo que pinta su hermanastro en el programa. Esta madrugada volvía a decirlo delante de Belén y Charlotte, aparentes nuevas aliadas. Belén es tan poco leal como Alejandro y ya anda renegando de Carlos y Javier, sus anteriores aliados. Y Charlotte tiene en contra de Javier que la trata como alguien inferior. Entiendo muchas de las críticas a Javier. Otras me parecen injustas. Supongo que esto me pasa con todos. Pero no creo que alcance a entender por qué Laura se considera superior a Javier, y repite sin descanso ese mensaje de duda sobre el mérito de su hermanastro para ser concursante de este GH VIP.

Aunque sé que no me lee, se lo voy a explicar yo a Laura en cuatro patadas y de forma bien clarita. Verás, Laura, Javier y tú estáis ahí por lo mismo. En realidad, entiendo tu pregunta, aunque la hago extensiva a ti misma. ¿Qué diablos hacéis ahí los dos? ¿Cuáles son vuestros méritos? Sois hijos de papá y mamá, solo eso os convierte en lo suficientemente VIP para estar ahí. En eso no hay diferencia alguna entre uno y otro. De veras, deja ya ese discurso. Los dos lo merecéis por igual. O no. Si te soy sincero, aunque tal vez no debiera, sobre vuestra participación en el programa pienso que ni vosotros podíais llegar más lejos, ni GH VIP caer más bajo.

Moleskine del gato

Belén y Charlotte fregaron anoche los platos un poquito en plan ‘pornochacha’. En sujetador y solo cubiertas por el mandil, presumían de ser las buenorras de la casa. Luego se iban a incordiar a la cama de Javier, aunque sin paciencia para esperar a que él llegase. En ese momento, y durante un rato largo, tuvimos la duda de si Liz estaba acostada o andaba en el ‘confe’. Es decir, había vía libre para hacer vídeos. Anoche les tocó a las dos rubias de curvas pronunciadas. Que pase el siguiente.

Conocimos los porcentajes ciegos, que de nuevo no están igualados amenazando ‘sorpasso’. ¿Qué está pasando? Sospecho que el más votado es Javier porque la presión exterior es suficientemente fuerte. Anoche estaba la cosa así: 54,9 %, 39,1 % y 6,0 %. Si el porcentaje menor es de Alejandro empiezo a no entender nada. Pero ya se sabe: la audiencia es soberana y se pone el moño donde le da la gana.

Dejo cartelera, con Laura en ‘La loba de Wall Street’.

Y ya no estoy.

[Montaje por Montse Juanilla]