Raquel ataca a Carlos en la bronca más tensa

telecinco.es 29/02/2016 09:45

Carlos protestó porque Julián preguntó solo a sus afines quién quería zumo de naranja. Él se había levantado el tercero, pero se quedó sin zumo. La cuestión no tiene gran importancia, aunque forma parte del habitual uso privado de un bien común que algunos en la casa están haciendo más que otros. Anoche mismo, Sema sacaba de su escondite en el dormitorio de los pájaros una bolsa de deporte llena de comida. Galletas, sobaos y algunos otros alimentos que están siendo almacenados fuera del lugar destinado para ello. Según el reglamento de la casa no se puede guardar comida fuera del almacén. Al parecer, Rosa y Raquel han ido sacando todos esos alimentos para uso privativo de los suyos. La protesta de Carlos cobra más sentido si contamos este tipo de cosas que suceden ahí dentro.

La respuesta a la desabrida queja de Carlos fue desproporcionada. Mientras que Julián y Rappel callaban, Raquel se enfrentaba al presentador y daba comienzo a una serie de ataques que durante el día traspasaron todas las barreras de lo tolerable. Raquel lo tachaba de agresivo, Belén de maltratador psicológico y Charlotte lamentaba que no estuviera allí su hermano o su padre para pegarle. La amenaza física era extendida a un futuro fuera de la casa, y no solo por parte de la encantadora familia de Charlotte. Según la argentina, su padre es muy de pegar. Ellas mismas tienen unas ganas locas de pegar a Carlos. “Yo antes de abandonar le pego una hostia…”, decía Belén, y Charlotte respondía: “Yo no abandonaría, yo le pego hostias”. No fue una ni dos veces sino bastantes más que ambas concursantes proferían amenazas. Incluso metiendo al padre de su difunto novio, quien según Belén le daría dos hostias cuando salga.

Como en una espeluznante película de terror, las “cuñis” han pasado del pretendido glamur a hurgar en armarios ajenos esta madrugada, quitándole a Fran un mechero. También bebió Charlotte zumo y rellenó con agua para que no se apreciase. Y, lo más tremebundo, juntas metieron los cepillos de dientes de Carlos y Fran en el retrete, volviendo a ponerlos en su sitio después. Solo por una cuestión de seguridad, higiene y salud en el trabajo el programa está obligado a advertir de ese peligro reconviniendo a las autoras por tan detestable actitud. De momento han amenazado con hacer lo mismo todas las noches "hasta que se vaya". No exagero cuando hablo de líneas traspasadas y situaciones espeluznantes. Escuchar a Belén Roca decir “hay que hacer que se vuelva loco” y sentir un vuelco en el estómago es una sola cosa. No recuerdo algo parecido en este programa. Jamás vi un acoso tan fuerte a un concursante. No es que esté bordeando lo permisible, sino que plantea serias dudas sobre si no está requiriendo un control que escapa a la capacidad de sanción disciplinaria en un programa de televisión.

Raquel Bollo intenta denostar a Carlos Lozano preguntándole si sigue o no en televisión, comparándose con él porque ella sí sigue. Es el ataque preferido de algunos concursantes, referido a la necesidad de marcharse a Perú para seguir teniendo trabajo. Se extrañará después de que Carlos aluda a la forma como llegó Raquel a la televisión. En el fragor de la discusión, lo más grueso que se escuchó es eso dicho por Raquel: “Me han dado palizas tíos como tú”. Esta concursante parecer tener patente de corso para decir todo tipo de barbaridades, e incluso para empujar a Carlos.

En GH 15 un dedo de Omar en el hombro de Luis y la airada respuesta de este merecieron una tarjeta amarilla para ambos. Confío en la sensatez del programa para ver tarjetas esta vez, aunque me temo que una sería para Carlos. Sin embargo, quienes realmente lo merecen son Raquel por su absurda acusación de agresivo a Carlos, sugiriendo cosas que no son ciertas y denostándole profesionalmente. También deberían ver tarjetas amarillas Belén y Charlotte por sus amenazas verbales de violencia física, así como por poner en peligro la salud e higiene de dos concursantes. Por no hablar de la declarada intención de volver loco a Carlos o el uso despreciable de algo tan delicado como el maltrato de género.

Que llame maltratador psicológico a Carlos alguien que declara su intención de volverle loco parece una broma demasiado pesada. No todo vale, algo que este fin de semana se ha olvidado por completo en esa casa. Alegremente se acusa a alguien de ser un maltratador psicológico. No parece que el voto de la audiencia para sacar a esta concursante de la casa sea suficiente. Antes de eso es incluso posible que salga Carlos porque la audiencia no podrá ver hasta dentro de casi dos días secuencias trascendentales de lo sucedido este fin de semana. Por ejemplo, las acusaciones más graves ya mencionadas, que equiparan a Carlos con hombres que han dado palizas a Raquel, o esto del maltrato tan despreciable. Es vital la difusión de la verdad para que la audiencia tenga toda la información en la mano antes de seguir votando.

¿Qué lleva a Raquel a tener una reacción tan desabrida en contra de Carlos por una simple queja? ¿Y la intervención de Belén? Tal vez nos dé algunas claves recordar cosas oídas la noche anterior o incluso días antes. Belén ya había avisado de que iba a buscarle las cosquillas. Lo dijo el pasado viernes: "Como voy a acabar discutiendo esta semana con Carlos porque voy a buscar yo la discusión". Para desentrañar lo de Raquel hay que profundizar un poco más y sacar conclusiones. La noche anterior había afirmado que Carlos estará nominado esta semana y no saldrá, también la próxima y tampoco saldrá, igual que las posteriores. Está convencida de que en condiciones normales esto es así, por lo que tal vez se justifica la anormalidad de lo visto ayer.

Al convencimiento de que Carlos no será nunca expulsado se le une que Sema le revelaba a Raquel algo que le había dicho Fran imitando a Rappel. Utilizando unas cuartillas con diseños de las camisetas de las que hacen publicidad los concursantes, Fran hacía como que echaba las cartas a varios de sus compañeros. Fran ya no es el pequeño Nicolás y he de decir que lo hizo bastante bien. Como quien no quiere la cosa proporcionó algunas informaciones a Alejandro o a Sema interpretando esos improvisados naipes. Más o menos lo que hace Rappel, manipulando a sus compañeros con el tarot, aunque acertando más. Rappel le ha dicho este fin de semana a Sema que no será expulsado y a Belén que su hermana ha tenido una fuerte pelea en plató con un hombre, pero fue precisamente anoche la primera vez que la hemos visto.

Fran advertía a Alejandro de lo favoritos que son Carlos y Laura (la “C” y la “L”, le decía). Ayer volvía a advertirle, en este caso de forma más explícita, que no debe dar protagonismo a Laura. “Antes lo tenía por Javier, ahora no pinta nada salvo que tú le des protagonismo. Olvídate de ella”, decía con gran sensatez Fran. El caso es que a Sema le dijo que saldría él y esta semana iba a estar nominada Raquel. Sema se lo transmitió a Raquel, que tenía de esta forma al menos tres informaciones importantes con las que gestionar su concurso. A saber: 1) La expulsión de Rosa puede estar relacionada con el escaso protagonismo y ganas que ambas le han puesto al concurso. 2) Ha llegado al convencimiento de que Carlos no será expulsado nunca en condiciones normales. 3) Y ahora piensa que va a estar nominada este jueves porque cualquier cosa dicha por Fran entiende que es especialmente creíble al venir de alguien con mucha información.

Las tres informaciones manejadas por Raquel pueden haberla empujado a reaccionar de la forma que lo hizo ayer. El enfado de Carlos era algo exagerado por la razón que era, pero la respuesta obtenida hace olvidar esa exageración porque la supera con creces. Y en este punto considero interesante la lectura que su compañero en Sálvame hacía de la reacción vista en Raquel la noche que entraba Aguasantas en la casa. Jorge Javier Vázquez afirmaba en su columna de la revista Lecturas que “Raquel Bollo está abonada al victimismo”. Decía el presentador: “Y entonces comenzó el recital de Bollo, esa muestra de quejidos dolorosos, llantos incontenibles y sentidas jaculatorias que forman parte de su repertorio más utilizado. El mismo mar de todos los veranos. La misma folklórica actuación de todos los programas. Me lo dijo el viernes una compañera: no hay nada más adictivo que el victimismo y Raquel está abonada a él con infinita desesperación”.

Suscribo las palabras de Jorge, referidas a otro episodio de este GH VIP. No quiero presuponer lo que nadie puede pensar en relación con lo de ayer, pero personalmente aplico lo citado y digo que Raquel volvió a abonarse desesperadamente al victimismo. Tras una discusión en la que se metía, aunque no iba con ella porque no había exprimido las naranjas ni repartido los zumos, pasaba muchísimo tiempo en el ‘confe’ y salía llorando. Siguió llorando en la cama mucho rato. Antes de eso había amenazado con abandonar. Tan tajante y convincente debió ser que Laura daba por seguro su abandono. Entonces Julián sentenciaba: “Yo sí que me voy a ir”. Y así pasó.

Julián abandonó anoche la casa tras varias visitas al ‘confe’, donde expresó su decisión inequívoca de marcharse lo antes posible. Nunca me alegro de un abandono voluntario. Tampoco creo que lo hayan celebrado en la casa. Igual que en cualquier deporte, lo que gusta es ganar en buena lid no por falta de comparecencia del contrario. A Julián le han podido las circunstancias. Lo que siempre se dice: le ha podido el programa. En su caso tiene unos matices interesantes esta circunstancia. Ha sido un concursante dado a criticar en otros lo que él mismo hace, lo cual en alguna medida hacemos todos.

Llama la atención en él de forma singular que Julián se muestre tan enemigo de los motes y llame a Fran “el recalentao”. O que diga rehuir las discusiones cuando se ha pasado las horas muertas criticando a algunos de sus compañeros y sacando punta a nimiedades. Y, principalmente, llama la atención su rechazo a que se hable de su pasado, utilizando la información al alcance de todos sobre sus antecedentes, pero él haga lo mismo con otros.

Julián reaccionó enérgicamente, poniendo el dedo acusador por delante, cuando entendió que Carlos hacía referencia a su pasado televisivo. Lo mismo cuando este viernes era Fran quien quería sugerir algo parecido, o así lo entendía él. Al parecer es la mayor afrenta hacia su persona, o al menos eso parece atendiendo a su reacción. “No vayas por ahí”, decía en ambos casos. Pues bien, el mismo Julián que rechaza tan vehementemente el introducir el historial de cada uno no tuvo reparo en hablar de la trayectoria de Fran. Junto a Rappel le ha llamado “estafador” y “falsificador de documentos públicos”. Ambos han ejercido como fiscales de oficio sin haber sido admitidos en ese juicio.

Se ve que solamente Julián es intocable. Nadie puede cuestionar que haya ido por los platós lavando los trapos sucios familiares y vendiendo pena. Que haya relatado sin pudor intentos de suicidio o cosas similares. ¿Dónde está escrito que un concursante de GH VIP no lleva una mochila personal que también concursa? ¿O es que acaso vamos a negar que el pasado y la historia de cada uno nos influyen a la hora de valorar sus actos? Aceptaría a duras penas la regla de no sacar cosas del pasado si quien intenta imponerla no hubiera hecho lo mismo con Fran. Esa ley del embudo no está hecha para mí. Ninguna que sea tan injusta lo está.

La extraña entrevista que anoche le hizo Sandra Barneda a Julián dentro de un coche me hace pensar en los motivos de tan novedoso recurso. La misma Sandra anunciaba al terminar la charla del coche que tras la publicidad Julián vería los vídeos de lo sucedido este fin de semana para poder comentarlo en plató. Sin embargo, al volver de los anuncios veíamos a Julián alejándose del estudio donde se hace Gran Hermano dentro del coche y no lo volvimos a ver. ¿Alguna cláusula en su contrato exige que solo se le entreviste en vehículos a motor? Algo extraño debió suceder que no hemos llegado a conocer.

Julián explicó que su malestar comenzó el viernes, cuando Fran pretendía charlar con aquellos compañeros con los que tenía alguna cuenta pendiente. Fran no eligió bien la forma ni el momento, aunque el resultado de su iniciativa de las charlas en el Chester quedó gracioso. Se puso el batín y quiso que en medio de una fiesta estuvieran a su merced Sema, Julián o Rappel. Ninguno aceptó su invitación, lo cual es explicable. También fue equivocada su reacción, llamando sinvergüenzas a sus compañeros por no querer hablar con él. No hubiera esperado otra reacción, sobre todo porque Fran había adelantado sus intenciones y Rappel se había encargado de presionar a todos para que no se sentasen a hablar. Lo inexplicable es que Julián dramatice tanto algo así y se dibuje como “un animalito que han recogido del bosque”. Lo dicho, el victimismo es adictivo.

Todo lo sucedido estos días es desagradable y desluce un buen momento del concurso, especialmente interesante tras el regreso de Fran y la expulsión de una Rosa Benito que anoche seguía sin aceptar ni un solo error en su concurso y seguía acusando al programa de no haber mostrado la realidad en los vídeos. Como le dijo Sandra, la mejor defensa es un buen ataque, y Rosa ha decidido morder la mano que le da de comer poniendo en duda la propia decencia del programa. Llegó a reclamar que a una de sus defensoras le impidieran saludarla los profesionales de seguridad. Nunca nadie puede saludar a un expulsado antes de entrar en plató. Parece mentira que Rosa trabaje en esta misma televisión.

Si todo lo desagradable hubiera entrado en este escrito sería fantástico, pero no es así. Este fin de semana hemos visto a Laura amenazar con sacar en la casa el tema del hijo de Alejandro. Estaba hablando con Sema durante la fiesta, y lo más escalofriante es que decía tal cosa sin dejar de bailar animadamente. Y ha seguido la manipulación de las palabras de Carlos nominando a Belén el jueves y respondiendo a su reacción. Siguen diciendo que las llamó putas y cosas peores, cuando Carlos solo se limitó a repetir parte de lo que ellas han dicho de forma repetida durante semanas.

Hemos escuchado infinidad de veces cosas como “¿Pero qué tipos de hombres tenemos en la casa? Estos no son hombres”, porque no las piropeaban ni querían tontear con ellas. O su concepto sobre cómo se atrae un hombre, así como la preferencia por los hombres con dinero. ¿Bromeaban? No me lo pareció cuando al menos dos veces vi a Belén diciéndole a Carlos con toda seriedad que pidiera una hora sin cámaras con Charlotte. Y esto sabiendo que Carlos tiene pareja.

Moleskine del gato

Solo unos breves apuntes más. Tuvimos en el Debate porcentajes ciegos. Los votos de la audiencia estaban anoche así: 47,8 %, 40,2 % y 12,0 %.

También del Debate. Dice Nagore Robles que Mónica Hoyos, exmujer de Carlos Lozano, no está en el programa como colaboradora porque no asiste al visionado de los vídeos. ¿Quiere saber Nagore el nombre de un concursante conocido por ella que se sentó en ese programa junto al resto de colaboradores durante toda una edición y nunca asistió al visionado de vídeos?

Y una última mención al poder de las redes sociales. Ayer el hashtag #CarlosEstamosContigo estuvo horas entre las tendencias principales en Twitter. El apoyo fue masivo y se unieron al mismo varios medios. Conste en acta.