La razón del miedo

telecinco.es 01/12/2009 08:20

Prometí ayer que hablaría de la razón del miedo en relación al momento agresivo de Indhira el pasado jueves, a consecuencia del cual hubo de abandonar la casa. No será este el único argumento de hoy, dado que la vida sigue en Guadalix. Por eso hablaré un poco más tarde de Saray y su pensamiento escasamente reflexivo; de Tatiana y su cada vez más evidente atracción hacia Arturo; de Gerardo y la obsesión cansina que siente Laura hacia este concursante; o de Ángel y su oculta estrategia. Ah y, para terminar, una bomba que soltó anoche Carol. No es poca cosa, a ver si me da la columna para todo. Por alguno de estos argumentos deberé ponerme de nuevo el paraguas para poder aguantar al chaparrón, algo a lo que empiezo a acostumbrarme y casi echo de menos en días de 'sequía'. Pero todo esto será un poco más tarde.

Dice un proverbio chino: "El que teme sufrir ya sufre el temor". A los ojos de este gato de mirada atenta lo de Indhira no se trataba tanto de celos como de miedo. Simple y llanamente miedo. El miedo puede acosarnos durante el peligro, tanto como antes o después de este. Dicen que dependiendo de la personalidad del individuo hay más posibilidades de que este sienta miedo en una u otra circunstancia, o bien en todas ellas. No le falta razón a eso tantas veces repetido de que la concursante expulsada disciplinariamente no fundó sus celos en razones reales sino poco menos que en una fabulación, producto de una mente obsesionada. Si se me permite refinar el argumento, o cuando menos intentarlo, diré que ese temor a que ocurriera algo entre Carol y Arturo era el miedo de quien se adelanta al peligro. Dicen que es un rasgo inequívoco entre los tímidos.

"El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma". La frase precedente es de Aldous Huxley, el autor de 'Un mundo feliz'. Aquel que teme no alcanzar un amor, o ve como se aleja escapándose de poder ser asido por sus manos y retenido entre sus brazos, siente irremisiblemente miedo. Un miedo irracional y paralizante. Si se consigue agarrar con fuerza un amor desaparecerá el miedo sin apenas darnos cuenta. El error es no apreciar la segunda sentencia en el pensamiento de Huxley: el miedo ahuyenta al amor. Indhira hizo apartarse a Arturo temeroso por el miedo de Indhira. El miedo llama al miedo.

Habrá quien me diga que intento justificar la reacción de Indhira que le costó su expulsión, pero en absoluto lo pretendo. Simplemente me sumerjo en un mar de dudas (las mías propias) intentando entender la naturaleza humana, dentro de mi torpeza y mis infinitas limitaciones de gato aficionado a observar los actos de los demás. Desde mi posición de lego en materia de relaciones humanas, mi opinión no es la de un psicólogo, sociólogo o similar; sino simplemente la de un sencillo observador desde este acogedor rincón. Y desde aquí veo que el miedo fue lo que motivó a Indhira.

Alguna razón sustentaba sus temores, pero realmente tenía el miedo de la leona de Punset, que tantas veces he citado. O más bien, ese que nunca sentirá la leona. Me refiero a esa característica exclusiva del ser humano consistente en sentir miedo no solamente cuando se ve el peligro (podría ser la propia leona) acercarse sino también imaginando la escena. Si se me permite el símil humorístico, en este caso la leona ya estaba cerca aunque aún no hubiese dado zarpazo alguno. En una reciente entrevista a John Carpenter, el director de 'La niebla' comenta que el horror es "una emoción universal. Todos nos asustamos. Nacemos asustados. Es probable que compartas conmigo algunos de mis miedos, y viceversa". Nacemos asustados, qué reflexión más auténtica. Por eso creo que quien haya estado enamorado alguna vez en mayor o menor medida es seguro que tuvo miedo.

Ayer dediqué bastantes líneas a hablar de Saray y volviendo a leer lo escrito me doy cuenta de que es fácil sacar la conclusión de que esta concursante actúa con mala intención en los momentos que relaciono hablando de su particular concepto de la amistad. No quise decir que los concursantes de Gran Hermano deban hacer amigos ahí dentro, más bien creo que es difícil aunque la experiencia nos muestra que no imposible. Lo que observaba es su presunción de una amistad que a su vez estaba siendo negada por ella, siempre según mi visión de las cosas. Pues bien, me interesa aclarar que descarto las malas intenciones en la ferrolana hija, que era hasta hace unos días algo así como una favorita en la sombra para este gato.

Saray es poco dada al pensamiento reflexivo. No quiero minusvalorar con esto su inteligencia, sencillamente sucede que unos tenemos un pensamiento creativo o artístico, otros de tipo reflexivo, algunos más de tipo impulsivo y así unos cuantos perfiles diferentes. El de esta concursante posiblemente sea de los impulsivos, pues la veo muy dada a tener una ocurrencia y soltarla sin apenas pensárselo. Y no solamente eso, sino que parece sorprenderse a sí misma con sus supuestas buenas ideas. Le sucedió algo así el día de Bruno, presunto sosias de Gerardo. Y en alguna medida también cuando decide que "por mis cojones", como le vi decir en el resumen de ayer, no nominaría a Carol. Hasta habría preferido nominar a su madre. Me temo que se le cruzó la idea por la mente sin darse opción a madurarla y reflexionar sobre las consecuencias de su decisión.

Por lo que diré a continuación me van a llamar loco (como algunos van diciendo de Indhira, a quien imagino riendo ante ciertos comentarios y de no ser así le recomiendo que lo vaya haciendo). La atracción que siente Tatiana hacia Arturo se hace cada vez más patente, no estando ya solamente en mi propia convicción, mantenida en silencio hasta hoy. Dicha atracción ha pasado de la convicción a las acciones, especialmente durante las dos fiestas del pasado fin de semana. Coincido en esto con un comunicante que ayer se mostraba extrañado por no ver comentarios sobre ello en este espacio. Durante la fiesta del viernes Tatiana le retira la cara más de una vez a Siscu, con quien probablemente no tuvo nada sino que taparon una posible revelación del exterior con unos besos más sonoros que esos de las abuelitas. Sin embargo, no paró de buscar continuos acercamientos a Arturo, intentándole besar y arrimándose en el sofá, a consecuencia de lo cual vemos como él la aparta en varias ocasiones.

Al mismo tiempo que se producía lo que cuento, Siscu intenta provocar un acercamiento entre Arturo y Carol, no sé si para tener el campo libre con Tatiana, pues hasta ese momento se había visto al de Irún más cerca de la rusa que de la del norte. Otro detalle, en este caso del domingo en el bar ecológico. Arturo está detrás la barra observando fijamente como baila Carol con Laura, y entonces se acerca Tati y le pasa la mano por la cara como recogiendo virtualmente sus babas. Arturo se justifica diciendo que solamente está mirando como bailan, a lo que la pequeña le responde que seguramente no se estaría fijando en Laura. Entonces él le da un beso en la mejilla, posiblemente al advertir ese sutil ataque de celos. Tatiana se queda charlando con otros compañeros en la fiesta con no muy buena cara. La fiesta continua y Arturo decide retirarse a dormir, no sé si porque se encuentra aburrido o agobiado. Tatiana también decide entonces ir a dormir. ¿No es curioso?

Solamente estoy destacando algunos detalles sometidos a una lupa de aumento, la cual puede deformar la realidad en la misma medida que mostrarnos con más precisión lo que pasa. A ellos podríamos sumar las muchas veces que está Arturo sentado en algún lugar y Tatiana lo busca para sentarse a su lado; o cuando no quiere salir a fumar con Siscu pero sí lo hace instantes después para acompañar a Arturo. De acuerdo que en esa casa todos están necesitados de cariño y que la ruso-andaluza puede ver a su compañero como un hermano mayor, y esas cosas que se dicen. Eso justificaría que lo defienda ante el comentario de cualquier otro y siempre hable de él con admiración. Ahora bien, ciertas miradas y actitudes tienen más de celos que de cariño fraterno. (Me tocará aguantar ahora la lluvia de insultos e imprecaciones en que algunos pretenden convertir el espacio de comentarios que acompaña estos escritos).

En cuanto al suceder en la casa de Gran Hermano diré que continúa la prueba del videojuego en promoción esta semana. Hay pruebas cuyas reglas ocupan decenas de folios y me cuesta terminar de entender, especialmente si el encargado de leer su enunciado es Siscu, como sucedió el viernes pasado. Aparte del juego de preguntas y respuestas por todos conocido, la prueba de esta semana incluye cosas tan raras como que Toscano deba afeitarse una ceja o Siscu no pueda pronunciar palabra y se manifieste durante todo el día como un animal, algo no muy diferente a lo habitual en él. Lamento coincidir con Gerardo en algo, pero es repugnante asistir diariamente a la colección de eructos, ventosidades y 'escupitinajos' con que particularmente me estomaga este desagradable sujeto. Igual soy un finolis pero más de un día se me revuelve el estómago por su culpa. Palabra.

El día de ayer tuvo como protagonista a Ángel por la mañana y a Gerardo por la tarde. El del empresario y apoderado madrileño fue un protagonismo involuntario, producto de la obsesión que sigue manifestando Laura hacia él. No podría decir cuántos minutos estuvo repitiendo los habituales argumentos en su contra, mezclando cosas importantes con otras intrascendentes por completo. No sabe cocinar, no sabe cantar, es un pintamonas, un falso, un mentiroso. A ver, bastaba con decir que no hay quien soporte su conversación, ¡por lo más sagrado! Con este tipo no hace falta esforzarse mucho. ¿Por qué no te gusta y quieres ver en la calle a Gerardo? Pues porque me molesta escucharle y ya van dos veces en esta edición que apago pronto la tele por no poderle aguantar. Así de simple. Por la noche se unió al ataque Siscu, en este caso de forma directa. Lo más gracioso que le dijo fue "te crees Superman cuando no eres ni Son Goku", lo cual indica que para el de Sant Boi donde esté la factoría Marvel que se quite el manga japonés (es una broma, no me venga nadie a ilustrar sobre el origen de ambos personajes que no es el tema. Gracias, buenas noches).

Y termino con lo de Ángel y un glorioso corte que le dio Carol a Arturo anoche mismo. El maestro zen de pacotilla está empezando a tener comportamientos propios del dueño de la pensión. Ahora parece que el espíritu de Juan se ve encarnado en Ángel y le ha dado por querer controlar lo que comen los demás. Parece que Arturo no había cenado la noche anterior y antes de acostarse picó algo de lo poco que tienen en la despensa (la nevera parece un hospital robado, que gustaba de decir mi madre en esos casos). A este pretendido nuevo dueño de la pensión le pareció mal y aprovechó para a la mañana siguiente llamarle egoísta, lo mismo que le hemos escuchado decir en alguna de las últimas nominaciones referido a este mismo compañero.

Siguiendo la estela de sus propias revelaciones he de pensar que Ángel hace saltar a Arturo en busca de algún beneficio. No dudo que este vídeo sí lo vamos a ver. Papaíto Ángel juega no solamente en el 'confe', donde va al minuto de tener cualquier discusión en la casa, por ridícula e intrascendente que parezca. Así lo hizo ayer tras el encontronazo que narro, sin ir más lejos. Me hace pensar en lo interesado de tales momentos promovidos por este supuesto enemigo de las broncas el hecho de que confesase el pasado jueves que había reprochado a Toscano e Indhira estar charlando de forma amigable y a media voz por una razón muy simple: quería provocar que le nominasen a él alterando sus planes para así hacer naufragar los planes nominatorios de ellos dos. Es la disimulada estrategia en la sombra de Ángel, el falso pacificador.

Y el corte (y recorte) de Carol a Arturo. Este último tiene su brazo rodeando los hombros de ella, que de repente dice: "Ya me buscaste la ruina una vez. No me la vas a buscar dos veces". Arturo responde: "¿Pero cómo me dices eso?", a lo que Carol admite que la culpa es de ella. Así que la ruina eh. Interesante comentario.

[Dejo cartelera, con un singular Toscano. Recuerdo que puedes seguir participando en el Test de Gran Hermano, donde tienes oportunidad de probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa].