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El Gato encerrado

De repente, el Koala

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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Cuando todos estábamos pendientes de Miriam y Mónica, pensando en si habría alguna posibilidad de arreglar lo suyo (por pequeña que sea, como decían en una peli de Almodóvar), si sería capaz Mónica de sacudirse alguna vez su obsesión por la ahora ex de su ex, de repente apareció el Koala. Él estaba allí desde el principio, con su apariencia afable, excesivamente preocupado por no enemistarse con nadie. En muchas ocasiones pensamos que el miedo no le dejaría decir lo que pasa por su mente realmente. Pero la curiosidad es más fuerte que el miedo, y también la necesidad de rebelarse contra aquello que se considera injusto. Y el cantante agropop, al que muchos han despreciado porque su mundo es otro y minusvalorado vaya usted a saber por qué, ha sido el único capaz de poner nervioso de verdad al “sexteto corrupto”, como él lo llama.

El Koala abandonó su excesiva corrección para prender fuego a la casa (de forma figurada, obviamente). No hay mejor manera de apartar la idea de que es un tibio. La tibieza solo se pierde prendiendo en llamas por combustión espontánea. Y eso hizo anoche el Koala, aunque lleva días ensayando la performance. En este tiempo se ha ganado su posición en la casa. Makoke ha puesto la oreja para escuchar de su boca: “que se prepare el quinteto” y está ofendida porque el Koala diera por muerto (de forma virtual, obviamente) a Darek. Están molestos de que les considere un grupo, pero como dice @Marototuit: “Los del grupo, que no son grupo, reunidos en grupo repitiéndose que no son grupo”. Es exactamente eso. Decir que no son un grupo es como afirmar que Darek no es un mueble (reciclable, obviamente).

Dicen que no son un grupo, pero la semana pasada, la mayoría de los componentes de ese sexteto (más bien es un septeto, aunque al Koala le cueste meter en el grupo a Ángel) se ponían de acuerdo para nominar. Son ganas de negar la realidad, lo cual no les deja en buen lugar. Es como ver ayer por la mañana a Aurah quejándose de que no había nada para desayunar, cuando la noche anterior habían estado saqueando la cocina. Es un clásico en Gran Hermano y nunca me ha parecido un crimen que lo hagan, pero es demasiado cínico hacerse el ofendido después.

El Koala ayer se salvó de la expulsión con menos del 2 % de los votos. Se ha ganado ser considerado algo más que un pata negra. Está viviendo la experiencia hablando cada vez con mayor franqueza y a calzón quitado. A veces se enfriaba y volvía la sensación de cierta tibieza. Entonces temíamos estar ante un espejismo. El Koala era como esos delanteros que lo hacen todo bien, pero tienen problemas a la hora de rematar la jugada. Hasta ahora se le estaba resistiendo el gol. Ya no.

Anoche su voz resonaba de forma gloriosa y oportuna en medio del rebaño, casi siempre silencioso. Me inquieta el silencio, sobre todo cuando supone denegar el auxilio al desvalido y, sobre todo, dejando de defender lo justo. Ayer vi, por primera vez, como Verdeliss y el Koala defendían a Miriam ante los ataques de Aurah. Y, por la noche, el Koala cantaba las verdades del barquero, y no es uno de sus temas musicales. Estábamos todos contemplando los árboles que no nos dejaban ver el bosque, o los carteles que dicen “Paisaje pintoresco” tapando lo pintoresco del paisaje. Apenas nos estábamos dando cuenta cuando, de repente, apareció el Koala.

Con toques principescos contestó a Tony cuando este insistía en preguntar en qué había sido falso. “En todo”, le espetó el Koala. Le faltó salir de escena haciendo mutis por el foro, como el gran Pepe Flores el día del bizcocho. El cantante se los comió a todos con papas. Serían las que había hecho para la cena Miriam. Al menos reconoció la mayoría que estaba bien la cena, aunque no termine de creer que pueda cocinar bien escuchando las preguntas que estuvo haciendo. Miriam se ha metido en la cocina, en teoría junto a Aurah. Como esta no aparece nunca está ella sola en realidad, y me hace temer lo peor cuando pregunta si el vinagre es soja o si le pone sal a la harina de las tortillas.

Lo de Aurah no deja de sorprenderme. No pega palo al agua, pero sin parar de protestar. Dice que no le digan nada cuando se levanta, porque lo hace de muy mal humor. En eso se parece a Suso. Dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición. Y eso que no se levantan precisamente temprano. Ayer Suso preguntaba a los demás si habían comido. Serían las siete de la tarde, más o menos. Aurah abría la nevera para descubrir que no había comida, porque habían tenido una noche movidita. Tan movida fue la cosa que al acostarse Mónica les convencía para poner una cama delante de la puerta para que no les molestase Makoke entrando por la mañana. Raro que no nombrasen a Miriam.

El ‘súper’ tuvo que advertirles tras el despertar de que no era buena idea bloquear la puerta con un mueble. Y no, no se estaba refiriendo a Darek, sino a la cama. Por cierto, es curioso porque Mónica apenas come, salvo cuando se trata de uno de esos saqueos nocturnos. Le debe divertir estar entre los malotes, y no sabe que hacen bastante poca gracia. A Aurah se le caía una botella, o algo así, al abrir el vacío frigorífico y preguntaba: "¿Quién ha sido el retrasado que ha dejado esto así?". Miriam, ya cocinando, respondió que ella no. Entonces salieron sapos y culebras de la boca de Aurah. Ya sabemos que Miriam no se calla, así que fue la cosa un duelo de gritos lleno de descalificaciones por el físico. “Enana” y “mal operada” son las ofensas preferidas de Aurah, que Miriam respondió de forma semejante.

Para criticar al otro hace falta tener la casa limpia y recogida. Siempre me acuerdo de aquella historia de la ropa sucia tan oportuna para explicar esto. Unos recién casados se mudaron a un nuevo barrio, más elegante que el anterior. En su primera mañana la mujer observó a través de la ventana a su vecina colgando sus sábanas en el tendedero. “¡Cómo están de sucias esas sábanas!”, musitó para sí misma. Pensó que no estaba usando un buen detergente y hasta se le ocurrió pasar a recomendarle el suyo. Y así, cada dos o tres días, se repetía la escena, la vecina tendía ante el estupor de esta mujer viendo sábanas tan sucias.

Semanas más tarde la mujer de nuestra historia se sorprendía muchísimo al ver que las sábanas de la vecina lucían limpísimas colgando de las cuerdas del tendedero. Cerca andaba su marido, al que indicó: “Mira, la vecina por fin aprendió a lavar bien la ropa y las sábanas se ven limpias por primera vez. ¿Quién le habrá enseñado?”. “Nadie, cariño”, respondió el marido, y añadió: “Lo que ocurre es que esta mañana me he levantado muy temprano y he aprovechado para limpiar los cristales de la ventana, que estaban muy sucios”. Lo que viene a ser ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Antes de criticar a los demás conviene mirarse uno mismo. No deja de ser un sarcasmo que Aurah considere una ofensa meterse con supuestas operaciones para mejorar el físico, lo cual es muy viejuno. Pensé que ya no estábamos en eso.

Fue tras esta discusión de Aurah y Miriam cuando Verdeliss y el Koala sacaban la cara por su amiga. Este lo hacía con una reflexión tan sencilla como definitiva: “Si abres la nevera, se te cae algo y preguntas quién lo ha puesto ahí, lógico que Miriam te conteste, ¿no?”. Tampoco me debería sorprender habiendo escuchado a Aurah decir que de Suso le gusta sobre todo su inteligencia. Mucho me temo que Suso no piensa lo mismo de ella. Me atrevería a decir que más bien suscribiría las palabras de Lutero cuando decía: “El peor adorno que una mujer puede usar es ser sabia”. La mayoría pensamos que esto sería algo permitido en el siglo XVI, pero intolerable en el XXI. Ahora bien, Suso está casi en el mioceno para muchas cosas.

No soy quién para medir la inteligencia de nadie, pero del conocimiento y cultura de Suso lo dice todo él cuando habla. Anoche afirmaba: “Si careces de argumentos, careces de inteligencia”. Por la tarde hablaba con Darek y Tony del inminente cambio de hora y la posibilidad de que fuera este el último año. La aportación de Suso a la conversación fue esta: “Pero eso no lo pueden decidir los gobiernos. Eso es cosa del cielo”. Cielos, exclamo yo.

Se repiten casi siempre las mismas cosas en este concurso. Suso presume de haber mamado reality, lo cual debe ser algo positivo en él y criticable en el Koala, a quien intentan descalificar llamándolo estratega. Pues otro punto para él por eso. ¿Cuándo aprenderemos que esto es un juego y para jugar siempre es mejor conocerlo bien? Aunque a veces vale solo con el sentido común, que es el menos común de los sentidos, como se dice muchas veces.

El Koala hace una reflexión muy simple: si siempre salen a la palestra los mismos, y son precisamente él y sus dos personas más cercanas en la casa, lo deseable es que gire la rueda y salga también alguien del otro lado, lo cual ha venido sucediendo hasta ahora, aunque no siempre como resultado de las nominaciones. No hace falta ser muy estratega. Todos (incluso Ángel) se pusieron anoche detrás de Darek, deseando que se quede en la casa, excepto el Koala y Verdeliss. Pero parece que estos cometen un crimen de lesa patria por preferir que salga el mueble polaco.

Lo mismo le pasó a Ángel por meter a Darek en la terna, como si quisieran negarle el derecho que le da haber ganado una prueba. Tras la aclaración de Jorge Javier parecían satisfechos, señalando al pecador. Habría que ver si este jueves salen nominados el Koala y Miriam junto a uno del “sexteto” y el juego de líder lo gana uno de sus componentes. ¿Alguien cree sinceramente que no salvarían al de los suyos para nominar a Verdeliss? Ya contesto yo: nadie en su sano juicio.

De hecho, si fueran inteligentes jugarían a que las nominaciones dieran ese resultado para poder cumplir su deseo de poner a los tres disidentes en el disparadero finalmente. Espero que se lo impidan las anunciadas “nominaciones diferentes” de esta semana. Sería el momento ideal para unas nominaciones en positivo. Bola blanca para sacar de la casa a uno de los que no se están ganando su caché de concursante.

Tuvo lugar ayer el brunch que ganó Mónica votada por la mayoría de sus compañeros como la mejor en la prueba semanal de la telenovela. Tony demostró tener infinita paciencia escuchando la versión distorsionada de la realidad que le contaba Mónica. Su tema principal fue Miriam, no cabía esperar otra cosa. Pero también se despachó a gusto sobre Makoke, a la que vino a llamar falsa, o Ángel, de quien habla también con cierto desprecio.

Decía Mónica que Ángel a ella siempre la ha nominado, y a Miriam nunca. Pero repasando las notas de mi observatorio de nominaciones, resulta que nominó a ambas igualmente en dos ocasiones. Es más, mientras que Ángel ha dado a Mónica en total 4 puntos (2 nominaciones de 2 puntos), las de Miriam suman 5 puntos (una de 3 y otra de 2). Es una de las realidades paralelas de Mónica.

No le faltan prejuicios cuando afirma: “No hemos decidido salir de una dictadura con Ángel en la cocina para que venga otra”. Se refiere a Miriam, encargada de la cocina desde que Ángel lo ha dejado. En teoría junto a Aurah, aunque ya digo que apenas la pisa. En primer lugar, nadie ha decidido salir de esa dictadura mencionada por Mónica, porque ha sido una decisión del propio Ángel. Y luego, presuponer que con Miriam habrá otra supuesta dictadura más que prejuicio es otra muestra de su obsesión por esta concursante.

Y un último detalle. Mónica dice que Miriam lo hace todo por dinero. Como si sus platós acusándola de haberse dedicado a la profesión más antigua del mundo, las portadas de revistas e incluso que anoche estuviera delineando la curva de su vida en directo en televisión lo hiciera de gratis. Por cierto, no diré que decepcionante vida, pero sí decepcionante curva, vacía y sosa en comparación con todas las vistas anteriormente.

Moleskine del gato

Fue criticada la reacción aparentemente excesiva de Miriam cuando Jorge Javier pedía a Mónica que le rindiera pleitesía como si fuera una diosa y esta decía: “Qué bonitos tus pies, parecen tamales deliciosos rellenos de aceitunas negras”. Lo que aparentaba ser un comentario inocente llevaba mucho veneno y justifica que Miriam respondiera lo de los piojos y liendres de Mónica.

Quid pro quo. Si Mónica contó en una ocasión que tuvo piojos, Miriam también ha contado que de pequeña le fajaban los pies para que no le crecieran, razón por la cual tiene los dedos doblados. ¿Quién provoca entonces? Mónica buscó la reacción airada de Miriam tocando donde sabía que le podía doler.