Susana se ha sentido manipulada por Kristian y no por Igor

telecinco.es 03/06/2013 09:47

El tiempo, ese juez implacable que da y quita razones, ha servido para que anoche Susana e Igor volvieran a acercar posiciones. Antes de eso, Susana había abierto los ojos en compañía de Álvaro, su gran aliado en estas últimas semanas. También había colaborado un Kristian muy descentrado, que aparenta estar tranquilo ante la próxima expulsión, pero muestra un nerviosismo que contradice sus palabras. Además, está aplicando la misma técnica de Sonia consistente en acercarse a algunos compañeros en vísperas de una nueva gala, teniendo en cuenta que aún creen que puede haber gala hoy, si bien los descerebrados del megáfono dijeron algo del jueves que les hizo dudar. Entre sus elegidos anoche estaba Desi, no sé si porque teme que le nomine si se salva o porque él la nominó el jueves pasado, lo cual ella desconoce.

Con este panorama llegamos a este lunes sin gala, tras un fin de semana de maitines, con Susana de reina y Álvaro como monje justiciero junto a una Raki que parece no haber estado allí porque ni siquiera recordaba anoche la discusión en la que Sonia y Kristian acusaron a Susana de hacerse la víctima y vender en el ‘confe’ que está muy sola, cuando ella lo negaba y todos sabíamos que era precisamente Sonia quien estaba diciendo tal cosa. Hemos ido de la disparatada fiesta del viernes, que cortó de cuajo Raki por una tontería, a esta última noche intensa y jugosa en la que la reina y el alfil del vigor volvieron a reencontrarse. Para chuparse los dedos y saborearlo. Gran Hermano en vena, señoras y señores.

Lo dije la semana pasada y temí estar precipitando acontecimientos, pero el viernes volví a ver que la expulsión de Sonia ha tenido un efecto similar a cuando le quitamos el tapón a una botella de cava y con ello eliminamos la presión de dentro de la botella mientras vemos expandirse las burbujas de la alegría. Bueno, tratándose de Sonia tal vez debería decir Moët & Chandon en lugar de cava.

Lo cierto es que la salida de los gemelos ha tenido un efecto similar. Y ambas cosas explican que la fiesta de este viernes fuera de las más divertidas de la edición y que anoche Susana pudiera volver a ser la que era, hablando con Álvaro en el dormitorio de las nubes y en el salón con Igor. Todo ello sin tener que escuchar que nadie la berrea desde el dormitorio boscoso, reclamando su presencia, temeroso de que hable y se comporte como una mujer libre. Susana lo es otra vez. Canelita en rama.

Las risas sin fin de Álvaro, que paseaba el carrito con la campana de la prueba junto a Raki partido por la mitad, se cortaron de raíz cuando ella se puso seria censurando que los chicos se le tirasen encima en el sofá. Es algo que hemos visto infinidad de veces en esta y otras ediciones de Gran Hermano, pero la señorita se puso tiquismiquis diciendo que no le hacía gracia tener a cuatro tíos empotrándola porque ella se arrima a quien quiere y nada de “bukake”.

Un poco excesivo lo del “bukake”. Para quien no sepa a lo que se refiere repetiré la definición que hizo un día Santi Millán del término: “Bukake es como esas fiestas de la espuma de las discotecas, pero con los cañones de carne”. Dicho lo cual, creo que no temía ser cubierta de espuma, o lo que fuera, sino que le entró ese pudor extremo que dice tener. El mismo que nunca aflora cuando se aprieta a Juan Carlos o duerme con él.

Como decía Igor el viernes: “Para mí es un signo más de amor dormir que follar con alguien”. Porque follar se puede con cualquiera (que se lo digan a alguien que esté pasando mucha hambre), pero dormir es lo que apetece realmente hacer con aquellas personas a quien amas. Ahora vas y lo tuiteas, y no olvides decir que Igor durmió durante meses con Miriam, sobre todo si eres Wallista. De nada.

Llevo meses diciendo que la vara de medir a Raki debe estar rota, porque lo suyo no parece merecer censura de los mismos que masacraron a críticas a Miriam. Tampoco debe merecer Juan Carlos el mismo chorreo que aguantó Igor. Porque la cama de Raki está alfombrada de confetis de colores y eso es mucho más efectivo que el más férreo cinturón de castidad. Pero, eso sí, nada de “bukake”. A Desi, como a mí, le pareció falsa su reacción, y también ella lo relacionó con el novio de Raki. Pero Álvaro le aconsejó que lo dejara porque no era su historia, así que le voy a hacer caso igualmente.

Estamos en un mundo de contradicciones, donde lo obvio está enterrado y los muertos se hacen pasar por vivos. Esto parece un relato de terror, pero en realidad es una comedia. Porque es para reírse cuando vemos a Juan Carlos decir de Igor: “Es el que más se queja y el que menos hace”. Precisamente él, ausente casi todo el rato, bello durmiente que no pinta nada en esa casa donde a veces pienso que solo está para calentar la cama de Raki. Y digo la cama por decir. No te digo trigo por no llamarte Rodrigo, que diría el gran Chiquito de la Calzada. Jarl.

La mejor conversación que ha tenido Juan Carlos últimamente fue el otro día cuando se quejaba de que le dolían mucho los cuádriceps (que me hagan un gráfico, a ver si yo tengo de eso también) y Susana le preguntaba: “¿De qué?”. A lo que él contestaba: “No lo sé”. La reina Susana en todo su esplendor, sacando el pie de rey para medir sus preguntas y acertar el disparo.

Kristian me ha parecido siempre uno de los concursantes que más entusiasmo ponía a esto, y así lo expresé aquel día que me propuse decir algo positivo de todos los que aún permanecían en el concurso. Dije entonces: “Veo más ilusión por vivir esta experiencia en él que en otros”. Sin embargo, veo esa ilusión acabada y sustituida por el brillo de La Posada. Creo que su mente está más allá que acá. El otro día le decía a Igor que no le importaba salir porque “todo lo que le importa está fuera”. Seguro que muchos pensaron que se refería a Sonia, pero resulta que se lo estaba diciendo al “carpetero killer”, ese Igor que en una semana acabó con las carpetas en esa casa. Me arriesgo a decir que él y yo pensamos en otra cosa. ¿Y tú?

Díganme caprichoso, y ahora observen a Kristian sorprendido por enésima vez porque Sonia estuviera “demasiado dispuesta” a cortarle el pelo el jueves pasado. La sorpresa deja de serlo cuando se ha repetido la misma historia cincuenta veces. Por ejemplo, nosotros podemos sorprendernos la primera vez que escuchamos a Kristian respondiendo a la pregunta de Álvaro sobre si se dejaría cortar el pelo si le pagase una revista por ello. Pero ya no cabe la sorpresa una vez que le hemos escuchado decir que sí, aunque no nada más salir. Bueno, la respuesta afirmativa ni siquiera me sorprendió de primeras. Ahora, es un descojone lo de pensar que dentro de unos meses a alguien le pueda interesar que se corte el pelo. De la cabeza, añadiría Sonia, siempre atenta a los detalles.

El principal problema de Kristian es su extraña forma de ver este juego y la manera que tiene de vender su participación en el mismo. Tengo dicho que este es un juego de exclusión competitiva, lo cual me parece poco discutible. Para conseguir el objetivo de la exclusión de los otros hay que demostrar interés por competir hasta el final, lo cual Kristian ya negó. Primer fallo, aunque no es el único. El otro día le decía a Nacho que tiene la conciencia tranquila porque ha sido un buen compañero que no se ha peleado con nadie en cuatro meses. Confunde el objetivo en este caso. Una cosa es mostrarse pacificador y otra evitar las peleas, que es justamente lo que nunca se ha de hacer.Hay una última cosa en la cual tampoco acertó Kristian con su carpeta. A ver, la regla en este caso dice que si el concursante ha de enamorarse debe cuidar bien que sea de la persona equivocada. En cierto aspecto puede pensarse que así fue porque Sonia ha podido perjudicarle más que otra cosa, entre otras cosas porque de ella no solo va a heredar los apoyos sino también parte de la antipatía que en muchos despertó.

Ahora bien, no me refiero a eso sino a que como concursante todo se hace más sencillo si te enamoras de quien no debías, y aún más si el otro no te trata demasiado bien. Mucho mejor todavía si no te corresponde. Las historias de amor convencionales dicen poco, y resultan especialmente molestas si pasan más tiempo discutiendo por celos absurdos y tonterías que amándose de verdad.

O sea, que Kristian no medió sino que evitó los conflictos, se equivocó al elegir carpeta y quedar como un pelele y ahora resulta que está más interesado en lo que hay fuera, cegado por los focos de la fama. Todavía le sigue preguntando a Juan Carlos si hay mucha tía buena en la consabida discoteca. Sonia estará encantada con esto. Este fin de semana he visto a Álvaro haciendo un esfuerzo por congraciarse con Kristian, a quien decía en la fiesta del viernes que le despertaba un cierto sentido paternal. No es extraño dado el comportamiento infantil que demuestra tantas veces. Se lo debió pensar mejor Álvaro, porque anoche estaba lanzando cuchillos hacia Kristian, lo cual he de entender.

Infantil me parece que le diga a Raki: “Solo te pido que llores un poquito si me voy, no como la otra vez”. No tengo palabras. Además de infantil incoherente que acuse a los demás de no nominar a algunos compañeros por miedo al ser conocedores de que tienen muchos seguidores. Precisamente lo que él mismo está haciendo con Susana, a la que no traga en la misma medida que teme.

Esto es tan de ver la paja en el ojo ajeno sin apreciar la viga en el propio como lo que vi decir a Gonzalo en el resumen del viernes. Resulta que el gemelo se extrañaba de la repentina relación de Igor con Nacho argumentando poco menos que acaban de conocerse y sacando la conclusión de que es una relación por interés. Resulta que Nacho ha sido nominado ya siete veces, no llevará tan poco tiempo en la casa. Por otra parte, parece que Gonzalo no recuerda el ‘comando AVE’, una alianza con Iván P. y Adrián con muchas más trazas de ser interesada, además de que ambos llevaban muchísimo menos tiempo en la casa que Nacho hoy por hoy.

Kristian demostró una vez más anoche la inquina (y el miedo) hacia Susana. Ya digo que está especialmente nervioso y mide poco o mal sus pasos. Susana se estaba divirtiendo imitando a Anabel con Álvaro, consiguiendo que los demás también nos divirtiéramos viéndolo. Entonces asistimos con estupor a la reacción de Kristian: “¿Desde cuándo eres graciosa? Si tú nunca has sido graciosa”. Esta es de las situaciones en que a la gente con educación le cuesta dar una respuesta. La de Susana fue tan suave como decirle que ha sido siempre graciosa, pero no con él.

El estupor volvió al dormitorio de las nubes cuando aparecieron de nuevo las nubes tóxicas. Seguían divirtiéndose Susana, Álvaro y Desi, quienes serían interrumpidos varias veces por Kristian, que volvía al ataque metiéndose con Susana por llevar puesta la corona de reina de la prueba. “¿Qué haces así?”, preguntaba, a lo que Susana respondía: “Haciendo vídeos, es que si no las cámaras no van a enfocarme”. Disfruté de ver la impertinencia de Kristian tanto como de las suaves e irónicas respuestas de Susana, aunque también es cierto que sentí un irrefrenable impulso de gritarle inútilmente que mandase a la mierda a ese tipo. Luego proferí unos graves insultos que prefiero no repetir.

La siguiente interrupción entra directamente en la clasificación del patetismo más absoluto, con Kristian repitiendo una broma que hizo hace un par de semanas Susana. Es probable que en todo caso hubiera sido más gracioso hecho por ella, pero muy particularmente si la broma consiste en meterse un vegetal en la entrepierna para simular tener miembro masculino. Kristian ya suponemos todos que lo tiene, por lo que presumir de paquetorro queda zafio en lugar de gracioso.

La técnica de Kristian es soltar la impertinencia y luego decir que era broma, como recordaba anoche Susana. Es así, lo cual me parece mucho peor que no decir las cosas a la cara. Hay una interesada confusión respecto a eso que ya intenté aclarar en otro escrito, por lo cual no insistiré en ello. Pero claro, cuando escucho censurar a un concursante por criticar a otro ante terceros me río por no llorar. ¡Cómo si no lo hiciéramos todos! No hay que confundir entre criticar a un amigo a quien se abraza diciendo “te quiero mucho, eres muy importante para mí”, que hacerlo a un compañero de piso. Y competidor. Se equivocan quienes dicen que este es un juego de convivencia. No, no. Es un juego de exclusión.

Tan absurdo es criticar a un concursante por hablar mal de alguien a quien no tiene engañado haciéndole pensar que es como un hermano de verdad, como no valorar que otro valore su amistad con un compañero hasta el punto de no expresar nunca sus dudas hacia él. Ayer Igor decía que solo tuvo dos momentos de duda con Sonia: “Cuando no quería besar a Kris y cuando utilizo un ‘LINE’ para saludar a todos los familiares”. Pretender equiparar las dudas de Igor hacia Sonia con las que esta tenía con él no puede tener otra razón que tratar a la audiencia de tontolabas. La clave está en que Sonia expresaba sus dudas a todos menos al interesado, mientras que Igor sencillamente se las callaba, permaneciendo observante. Y leal.

No voy a detenerme a contar la enésima discusión por comida ya que me aburre soberanamente el tema. Tras los cortes y recortes que le había dado Susana anoche creo que a Kristian le apetecía discutir un rato y esa fue una buena excusa. Tal vez no se dé cuenta de lo chusco que resulta verle acusar a otros de comer más o acudir a escondidas a la despensa, cuando todos le hemos visto saquearla en alguna ocasión y comer a deshoras junto a Sonia casi cada día. Sospecho que cada vez que saca el tema caen unos cuantos votos para él, mucho más si le habla a Susana con el tono despectivo y resentido que le noté anoche.

A Susana le molesta que Kristian intente alejarla de Igor y luego él le esté haciendo el “chumi-chumi” todo el rato, como diría Pepe Flores (que triunfó en Barcelona de nuevo, olé por él). El premio especial salió anoche cuando Susana confesaba que se ha sentido más manipulada por Kristian o por Juan Carlos que por Igor. “Lo que Gonzalo me dijo no es lo que estoy viendo en la realidad. A mí Igor nunca me ha hablado mal de Kristian o de Juan Carlos, y ellos están todo el día diciéndome cosas malas de él”, decía Susana, y en clara referencia a Gonzalo aclaraba: “No sé quién es más manipulador, si Igor o el que me dice que no me fie de él porque es un manipulador”.

Frases como las anteriores fueron apenas dos gotas de agua en medio de un océano de análisis certeros que demuestran una vez más algo conocido de Susana: tiene personalidad y no se deja engañar fácilmente. Una vez liberada del yugo gemelar, Susana ha vuelto a ser la que nos enamoró. De nuevo apareció, aunque no tan de repente, la Susana verso libre que tiene una virtud apenas apreciada por algunos. Se trata de algo insignificante, que ha perdido valor en los tiempos que corren. Consiste solo en saber ver dónde está la verdad, y utilizar ese faro como guía de sus actos. Por eso anoche decidió ir a hablar con Igor. Se lo dijo a Álvaro y así fue de inmediato.

"Me he sentido más manipulada por Kris que por ti", le dijo Susana a Igor. Entonces tuve que levantarme a aplaudir. Y sentí la sencilla emoción de quien ve triunfar la verdad, aunque sea solo un poco. La charla de estos dos nos regaló instantes de felicidad. Igual que muchos ratos de este fin de semana entre Susana y Álvaro. Ahora mismo, estos tres me tienen el corazón arrebatado. Igor no falló en sus respuestas a la franca confesión de Susana. “Yo te quería hacer sentir que no eres menos que nadie. No tengas ahí arriba a los demás, que tú también puedes estar ahí arriba", le dijo.

Estos dos tienen que apoyarse uno en el otro. Da igual quien gane, aunque probablemente sea Susana, al llegar hasta aquí con menos desgaste. Pero eso es lo de menos. Los dos merecen seguir de la mano desde aquí hasta el final. Verlos juntos es un orgasmo de satisfacción. Pero sin "bukake".

Moleskine del gato

Brevísimo apunte de lo que opinan Álvaro y Susana de Nacho. Así, a modo de ejemplo: “No se acaba de llevar bien con nadie, no tiene gracia, no tiene nada realmente, no ha cuajado con nadie en especial”, dice Álvaro. “Es un huevo sin sal”, concluye Susana. ¿No son maravillosos?

Y dejo caricatura de Saray, la diva choni, por el gran Javier B.V.

Ya no estoy.