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El Gato encerrado

Suso dice haber abierto ya la caja imposible

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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Suso y Amanda se preparaban por si el ‘súper’ llamaba por la noche a intentar abrir la caja. Ensayaban el lugar y posición ideal para aguardar ese momento, esperando tener la mejor ocasión de llegar primeros al ‘confe’. El plan contaba con que valía que llegase uno de ellos dos o Raquel. Suso y Raquel no estaban en su mejor momento desde el regreso de la repescada. La discusión de esa misma mañana había sido bastante fuerte. Aun así, Suso se acercaba a Raquel, sentada en el sofá del jardín y le decía: “¿Te acuerdas, no, de los movimientos de la caja? Que soy el único que lo ha visto. Derecha, para abajo, para arriba, ¿vale?”. ¿Cuándo abrió la caja Suso?

En principio, solamente tienen ocasión de probar cuando se escucha la llamada. Si alguien aprovecha esa oportunidad y la abre se convierte en finalista automáticamente, lo cual no ha sucedido hasta ahora. Si Suso hubiera abierto la caja de esta forma ahora mismo estaríamos hablando del primer finalista de GH 16. No se me ocurre otra ocasión en la que Suso pueda haber abierto la caja. Al menos no de forma legal, por así decirlo. Su afirmación me resulta inquietante porque plantea la duda de si ha podido tener alguna ocasión extra para manipular la caja. “Soy el único que la ha abierto”, dice Suso. Y mi pregunta vuelve a ser la misma: ¿Cuándo la abrió?

El privilegio para quien sea capaz de abrir la caja imposible es suficientemente importante como para no dejar ningún resquicio de duda sobre que todos han tenido las mismas oportunidades. En puridad, todos deberían tener ocasión de probarlo, y no solo aquellos que más corren para llegar los primeros en el momento que se produce la llamada. Habrá quien piense que el ‘súper’ puede llamar justo cuando determinado concursante está más cerca del ‘confe’. Y, una vez más, repito que en estas cosas conviene despejar siempre la duda.

Puede ser discutible jugarse algo tan importante como ser finalista en un juego de habilidad, con cierto componente de azar. Incluso es razonable pensar que habiendo una concursante estrechamente ligada al mundo del circo hay alguna posibilidad de que conozca o haya visto cómo funcionan estas cajas de mago. Se ha llegado a asegurar que Nied tiene una igual en su casa (su carromato, más bien). Pero todas estas objeciones son una fruslería al lado de la sospecha de que un concursante haya tenido alguna oportunidad extra de manipular la caja, e incluso haya llegado a abrirla de este modo. Un modo, digamos, extraoficial. Creo que este tema merece ser investigado.

Suso y Raquel disfrutaron anoche de una hora sin cámaras, con el generoso añadido de una cena previa supuestamente romántica. Demasiada presunción es esa, porque en la parte que pudimos ver no había romanticismo de ningún tipo. Lo que sí vimos fue abrirse todavía más la brecha de información que ha supuesto la repesca de Raquel. Es inevitable que una repesca dé cierta información a los concursantes. Solo con observar las alianzas del repescado se puede intuir quién está siendo bien visto entre la audiencia. Pasa lo mismo con un concursante como Ricky, incorporado al juego semanas después del inicio. Otra cosa es que estos se dediquen a distribuir información.

Por supuesto, no es una información esparcida sin orden ni concierto, sino que se trata estrictamente de información distribuida. Por eso es injusto y pone en peligro el formato, que unos reciban una información que los otros no tienen. Esto pone a algunos concursantes en una situación de ventaja. Una ventaja conseguida por medios ilícitos. Por lo menos ha sido así siempre, aunque tanto en la entrada de Ricky como cuando el jueves Mercedes Milá comunicaba a Raquel que era la elegida para la repesca me faltó una clásica advertencia sobre no revelar información del exterior. Esto no debe haber cambiado porque hemos sabido que Raquel ha sido llamada al ‘confe’ al menos un par de veces para advertirla al respecto. Sin embargo, anoche tuvo una hora sin cámaras con Suso. ¿Qué mejor ocasión para hacer que la información fluyera?

Digo lo del flujo de información porque parece que ese fue el único flujo de la noche. Ya en la conversación anterior hubo mensajes inequívocos, como cuando Raquel habla de la relevancia de un concursante como Vera. Sin duda, está transmitiendo información a Suso sobre los porcentajes de voto de este concursante y el apoyo que eso puede significar. Se equivoque más o menos en su análisis, la información que transmite Raquel está basada en el conocimiento de unos hechos que el resto de concursantes ignoran. Por eso parece cuestionable que en tal circunstancia se les conceda la hora sin cámaras. Si en la cena previa la información circulaba de forma desatada, no quiero pensar lo que pasaría después.

Ya parece poco convencional que se disponga todo para la hora sin cámaras sin el acuerdo de una de las partes. Las reglas hasta este momento habían sido siempre que la hora sin cámaras debía ser pedida conjuntamente y de común acuerdo por los dos concursantes implicados. Bastó con que el jueves pasado lo pidiera Suso para que anoche Raquel fuera conducida al nidito de amor para plantearle el dilema sobre si aceptar o no ese privilegio. Por supuesto que lo aceptó de inmediato. Pasando esto por alto, y aunque todos sabemos que es hora sin cámaras, pero no sin micrófonos, la información que se puede dar en esas circunstancias no tiene límite ninguno.

Ya hemos visto a Raquel el sábado pasado escribiendo mensajes a Suso por el procedimiento clásico de dibujar letras en su brazo. Si la primera hora sin cámaras fue en GH 3, entre Kiko Hernández y Patricia Ledesma, los primeros que practicaron esta forma de comunicación fueron Sabrina Mahi y Ángel Tous en GH 2. Es una vieja técnica, por supuesto prohibida. La comunicación en Gran Hermano no puede ser opaca sino transparente para la audiencia. Raquel fue llamada al orden una vez más, lo cual me genera otra duda: ¿qué sentido tiene advertir a estos concursantes de que no se pueden comunicar de ese modo y luego darles una hora sin cámaras en la que cada uno puede llegar a escribir la biblia en la piel del otro?

Sin la presencia de cámaras pueden burlar cualquier obstáculo para que no pare de fluir la información. No solo escribiendo en la piel, también se pueden leer los labios, por poner solo un ejemplo. La prueba inequívoca de que la información fue transmitida al antojo de Raquel y en contra de la pureza del concurso es que al salir de la hora sin cámaras Suso decía que nominará con 3 puntos a Sofía y con 2 a Marta. No solo eso, sino que Suso y Raquel se convertían durante el resto de la madrugada en la sombra de Vera y Nied.

No perdamos de vista que hasta ahora Suso decía que “no le nacía” nominar a Sofía, con quien estaba en el mejor momento desde la salida de Raquel. Digo más: el jueves pasado, Suso nominaba precisamente a Nied y a Vera, aparte de dar sus tres puntazos a Marina. Algo ha debido ver Raquel durante las semanas que estuvo fuera para que Suso no haya decidido acercarse esta noche a Marina, pero sí a Nied y Vera.

Ni me detengo a comentar lo falsa que resulta la relación amorosa entre Suso y Raquel. En su teoría de los juegos, Eric Berne (psiquiatra iniciador del análisis transaccional) decía que el único remedio para escapar de un recreo de falsedades es descubrir las reglas que lo rigen. En el caso del recreo de falsedades que nos están sirviendo en bandeja Raquel y Suso hay una regla clara. Su objetivo es conseguir ventaja sobre los demás en este juego. Da igual de qué manera. El fin justifica los medios.

Por eso Raquel introduce una información valiosa que entremezcla con mentiras para enmascararla en un totum revolutum de cierta complejidad. En ello influye también que Raquel sea un tanto mitómana, por lo cual tiende a desfigurar y engrandecer la realidad de lo que se dice. Es la razón por la que ha dicho que entre ella y Sofía solo hubo un punto de diferencia en los porcentajes de voto (realmente hubo 2); que fue repescada con más del 70 % de los votos (fue un 61 %); que solo ha estado tres días fuera de la casa (fueron tres semanas) o que no se ha ido de fiesta (decenas de testigos la vieron en la famosa discoteca de siempre, incluso anoche Ares Teixidó afirmaba que tuvo un lío supuestamente con su encargado de las relaciones públicas).

“Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas, tralará”. Pues eso, tralará. Y entre mentira y mentira va destilando información a su antojo. Que si unos porcentajes de expulsión por aquí, que si una estrategia por allá, y luego unos ‘confes’ vistos, rematando con determinadas opiniones del exterior pasadas siempre por su particular filtro. El hashtag #RaquelExpulsiónDisciplinaria ha sido tendencia durante todo el fin de semana. Evito siempre decir al programa lo que ha de hacer, por la misma razón que no me gusta que nadie me lo diga a mí. Además, sé que siempre harán lo mejor. Me limito, por tanto, a hacerme eco de una realidad a la que no se puede dar la espalda. Y este programa ha demostrado en suficientes ocasiones que no ignora las opiniones de sus espectadores.

Si había alguna duda sobre el ‘hamor berdadero’ existente en la pareja Suso-Raquel, este fin de semana hemos tenido signos suficientes para darnos cuenta de ello. Ya el jueves, horas después del regreso de Raquel tenían su primera discusión. Amanda terminaba durmiendo entre ellos dos. Durante la fiesta del viernes tenían otro encontronazo, tras el cual Suso hablaba con Carlos de forma clara y definitoria. Decía que no la aguantaba, y dudaba de los sentimientos de Raquel. “Creo que no me quiere tanto como dice”, afirmaba Suso. Además, el sábado en el jacuzzi decía estar agobiado por el regreso de Raquel.

Lo último ha sido la pelea de ayer por la mañana, en la que Raquel apartaba la camiseta que cubría los ojos de Suso y golpeaba con ella la cama en un gesto de evidente agresividad. Suso agarró entonces por el brazo a Raquel, intentando apartarla, mientras advertía de que no iba a consentir que una mujer le tratara así. ¡Una mujer!, dice el machito. Nada puede extrañar de Suso, que quiere a la mujer en la casa con la pata quebrada, dulce y sumisa, mientras él reclama poder salir a echar una canita al aire de vez en cuando. Es tan carca que me tiene entre la risa y la pena, aunque conteniendo siempre el vómito.

No quisiera ser tremendista, pero si en poco más de dos días andaban agarrándose por el brazo prefiero no pensar donde puede llegar la cosa. Aunque, claro, ya no tengo duda de que la asociación entre Suso y Raquel tiene otros fines. Y mejor así. Ellos son ya la nueva ‘sociedad anónima’ de Gran Hermano: Raquel y Suso, S.A.

Thug Life

Lo que me queda por determinar es la tarea que desempeña Amanda en esta empresa. Que no estuviera sujetando velas durante la hora sin cámaras me descoloca. No en vano llegó a ofrecerse para acompañar a Suso al apartamento. Bochornoso todo.

Por eso la expulsión de Amanda este jueves sería un escenario ideal. Raquel y Suso sin la contención que impone Amanda quedarían aún más en evidencia. Y tal vez empezarían a moverse por otros impulsos ajenos a la asociación comercial que les une ahora mismo. Amanda es un obstáculo.

En cualquier caso, si no ha de salir Amanda sí sería importante que viviera esa media hora final en la sala de expulsión con Marina. Saber que hasta Sosi tiene menos votos que ella le bajaría los humos un poquito. Tal vez entonces dejaría de estar tan subida, del verbo “subir”, como dice Marta.

Moleskine del gato

No termino de entender que la misma audiencia que reclama jaleo y entretenimiento sea capaz de criticar luego a los concursantes que más lo garantizan. Que Marta sea la reina del ‘piqui-piqui’ debería ser objeto de orgullo y satisfacción. Sin embargo, hay un público que la pita y abuchea en las galas. Excuso decir el nivel de crítica a esta concursante en algunos foros. Me he hartado de las críticas a la anterior edición cada vez que hacían reunión de todo el grupo en lugar de pequeños grupos en los que unos despedazan a otros sin piedad. Si esto es lo que nos gusta, ¿por qué machacar a Marta? ¿Cómo es que somos tan hipócritas?

Anoche le daba consejos a Marta el 'entrañable' Sosi, ese concursante que atiende al nombre de Ricky o Ricardo y al que su propia madre definió en el Debate de forma inmejorable. “Tiene materia gris, pero aún no la ha sacado”, dijo la buena señora. No puedo estar más de acuerdo. Algo de esa materia inédita debió derrochar después, cuando intentaba que Marta se controlase y protegiese un poco. Puede que sean buenos consejos, pero a mí me gusta esta Marta, no la que propone Sosi. La Marta que me ha atrapado ferozmente es esa concursante kamikaze que no se protege nada y actúa siempre de forma pasional. Se equivoque o no. La otra Marta no me hubiera interesado nada. De ese tipo de concursantes contenidos hay excedentes. Necesitamos más Martas y menos Carlos.