A Sylvia le frustra no darse cuenta de que además de elegir aliado hay que ganárselo

telecinco.es 02/06/2021 08:00

Sylvia se lamenta de su soledad en la isla, pero es víctima de su propia estrategia. No me refiero tanto a una estrategia en el juego como a una manera de afrontar las relaciones con sus compañeros. Ella ha elegido aliado en cada momento sin considerar que después de eso tiene que ganárselo. En el barco encallado quiso convertir en trío el dúo formado por Carlos y Agustín, pero estos nunca la consideraron su tercera. Quiero decir que no basta con querer pertenecer a un grupo, también hay que ser admitido en el mismo. Lo mismo le ha pasado después con Tom, a quien se ha querido ganar con un par de regalos.

“Porque me invitases a la barbacoa y a tarta no voy a estarte agradecido para siempre”, le decía Tom a Sylvia. De nuevo la cantante falló al considerar que querer aliarse a Tom bastaba, aunque en este caso puso algo de su parte para ganárselo. Lamentablemente, tampoco es suficiente. Hay una diferencia clave entre intentarlo y conseguirlo. Sylvia ha intentado ganarse a Tom, pero no lo ha conseguido, y se lamenta ahora cuando es consciente de ello. Es otro de los fallos de esta concursante, le cuesta ser consciente de la realidad. Tardó mucho en cesar en su empeño de ser la trilliza de Carlos y Agustín, del mismo modo que ahora le ha hecho falta discutir varias veces con Tom hasta darse cuenta de que tampoco es su aliado.

¿Por qué rechazan a Sylvia? Tal vez porque es demasiado evidente su interés a la hora de acercarse a unos y otros. También puede que la mayoría de sus compañeros valoren negativamente su tendencia a estar en misa y repicando. Sylvia se centra en tener un solo apoyo, ya sea intentando comprarlo con favores o directamente mendigándolo. Pero como duda del éxito de la operación, a tiempo parcial se acerca a otros compañeros para hacer poco más o menos lo mismo. Se acumulan los errores. Este concurso se puede vivir perfectamente con al menos un aliado y no menos de uno. Lo que no vale es elegir un solo aliado y, temiendo su rechazo, repetir la operación de manera simultánea con otro u otros compañeros.

Podemos decir que Sylvia se hace el lío ella misma. Es como si intentase ser monógama y polígama a la vez. No creo que haya forzado el rechazo de sus compañeros para presentarse como la concursante aislada y repudiada por todos. Cualquier seguidor habitual de realities (y Sylvia lo es) conoce los buenos resultados que da el rol de víctima. Un hombre (una mujer en este caso) enfrentada a todos tiene muchas posibilidades de despertar las simpatías entre la audiencia votante. Insisto en que no veo a Sylvia provocando esta situación de manera consciente y estratégica, pero sí considero posible que se haya subido a ese carro en marcha. Es decir, una vez comprobado que eran infructuosos sus intentos de establecer alianzas y constatando que no cae bien a la mayoría de sus compañeros, Sylvia ha podido decidir explotar este infortunio a su favor.

Tampoco ha sido inteligente Sylvia enfrentándose a Lara. Esta es una concursante que, a diferencia de lo que le pasa a Sylvia, ha sabido ganarse a la mayoría de sus compañeros. No está escrito en ningún lado cómo se consigue esto. Olga censuraba a Sylvia su costumbre de discutir con alguien de manera encendida y al poco rato ir a hablar con esa persona como si nada hubiera pasado, en medio de una total normalidad. Es algo que he elogiado en ella alguna vez, pero entiendo el desconcierto que puede provocar su facilidad para olvidar los enfrentamientos con todos, excepto con Lara. Mala elección ha hecho Sylvia porque, como digo, su enfrentamiento permanente a Lara está poniéndola un poco en contra de la mayoría.

Sylvia está en un callejón sin salida. Tras casi dos meses de concurso le va a resultar muy complicado modificar su posición en el grupo. La única posibilidad que tiene de lograrlo es durar en el concurso y quedarse en la isla entre un grupo muy limitado de personas. En ese momento se resetean las alianzas y viejos enemigos pueden empezar a tener una buena relación. Digo aún más, se pueden comenzar entonces relaciones llenas de emoción y plenas de buenos sentimientos. No sé si Sylvia está en condiciones de aguantar lo necesario para que llegase ese momento del que hablo. De momento, me da la impresión de que intentará explotar su aislamiento.

Cada concursante se gana sus apoyos. Anoche tuvo lugar una nueva ceremonia de salvación en la que, una vez más, Gianmarco quedaba fuera de la nómina de nominados. Los dos primeros nominados en ver como se confirmaba que seguían en la palestra fueron, precisamente, Sylvia y Tom. Cuando quedaron en duelo Alejandro y Gianmarco preguntaba Lara Álvarez a los no nominados quién preferían que se salvase. Hubo mayoría de partidarios de Gianmarco, pero más me llamó la atención que casi todos ellos pusieran al otro como deseada segunda opción. Quien prefería ver salvado anoche a Gianmarco expresaba su deseo de que el jueves se salvase también Alejandro y viceversa. ¿Por qué me llama tanto la atención esto? Pues porque significa que nadie apostaba por Sylvia. Tampoco por Tom.

De Tom podemos pensar que sus compañeros no le dan su apoyo porque lo ven un fuerte competidor. Pero no creo que sea ese el caso de Sylvia. Aquí también interviene un factor puramente humano. Y tengo que volver entonces al punto de partida de este escrito. He comenzado afirmando que las alianzas y los apoyos no solo hay que elegirlos, sino que también es necesario ganárselos. En ese sentido, Gianmarco y Alejandro se han ganado el apoyo de sus compañeros más que Tom y Sylvia. Para estos dos puede ser tan duro reconocerlo como necesario hacerlo.

Para Gianmarco salvarse de nuevo ha debido de ser una especie de desigual compensación por el doloroso incidente de la picadura de una araña. Tanto el italiano como Omar han sufrido el ataque de este insecto. No quisiera yo recordar la aventura vivida por Víctor Sandoval y su casi mortal picadura de araña. Mejor no remitirse a esa historia porque siempre he sospechado que estaba escandalosamente inflada y teatralizada por ese divertido histrión que es Sandoval. En cualquier caso les deseo a Omar y a Gianmarco que pase pronto el dolor y puedan olvidar este episodio lo antes posible.

A pesar de sus picaduras, tanto Gianmarco como Omar hicieron la prueba de recompensa anoche. Las croquetas eran suficientemente apetitosas como para no luchar por ello. Al final quedaron en un empate resuelto de cualquier manera a favor de uno de los equipos, precisamente el contrario al que pertenecían los dos heridos. En mi crónica de la primera gala de esta edición hablé de “problemas físicos de imposible resolución”. Pues bien, las pruebas imposibles han vuelto a cayo Menor. Si ya era complicado mantener en pie las tablillas, el viento lo hacía directamente imposible. Por suerte, hubo croquetas de consolación para los no ganadores.

El gato responde

Un par de mensajes en Twitter (mi usuario es @DVDCano y ese es un medio adecuado para hacerme llegar tus comentarios toda vez que ya no se puede comentar directamente en el blog) me han suscitado las reflexiones que puedes encontrar a continuación.

Me llama la atención que en un reality cuyo formato no permite tener un canal 24 horas se pueda decir que una concursante “solo habla de sus valores”. De los concursantes nos llegan imágenes de especial interés, seleccionadas con el buen criterio del equipo que hace este programa. Pero no sabemos nada de todo lo demás que se habla y sucede durante el día. Si fuera cierto que hemos visto en más de una ocasión a Melyssa hablando de valores no se puede saber si es casualidad o un tema recurrente en ella. Yo he visto a Melyssa más autocrítica que casi todos los demás juntos.

Se refiere este comentario al reparto de penitencias (como dice Melyssa) y premios de la dinámica que vimos el lunes en Conexión Honduras. Sinceramente, no soy nada partidario de las ‘conspiranóias’, por lo que difícilmente hago caso de comentarios sugiriendo la posibilidad de que el programa haga cierta magia para que el resultado de algunas dinámicas sea el deseado. Aparte de mi rechazo natural a ese tipo de conjeturas, en casos como este me parece incluso increíble que se llegue a comentar.

Digo lo anterior porque Lara Álvarez explicó con meridiana claridad que los premios eran mejores y los castigos peores según avanzaban las tandas. Es decir, en la cuarta y última, compuesta por dos personas (igual que la segunda y la tercera, ya que solo la primera era de tres), se sabía que habría el mejor premio y el peor castigo.

Fue Melyssa quien eligió ese grupo, lo cual fue tenido en cuenta por el líder Omar, en quien delegaron la composición de los grupos. Por tanto, Melyssa quiso apostar fuerte, jugándose al 50 por ciento un buen premio o una mala penitencia. Se siente, haber elegido muerte.

Moleskine del gato

Vuelve la clásica especulación sobre el posible embarazo de una concursante (Lola, en este caso). Ya puedo avanzar yo en lo que quedará esto: en nada.

Embarazada no está Lola, pero ella y Palito han debido de engordar de satisfacción al quedarse de nuevo solas en playa Destierro. Valeria les comía la moral hasta provocar sus lágrimas. Debo decir que no me extraña nada. Las desterradas han demostrado que son buenas anfitrionas, pero con Valeria es imposible.

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