Tácticas seguras e imaginativas para repartir comida equitativamente

telecinco.es 30/06/2021 08:00

Parece extraño que pongan tanto celo en hacer un reparto equitativo de la comida y sigan discutiendo sobre ello. Lo lógico sería hacer semejante esfuerzo para evitar la discusión, pero algo falla cuando se juntan ambas cosas. Lola y Palito nunca contaron el número de espirales que le correspondía a cada una, tampoco cuando tenían un desterrado invitado durante media semana. Ignoro de quién ha sido la idea de contar la pasta macarrón por macarrón, pero me parece un disparate. Me lo parecía cuando lo propuso en Gran Hermano 11 el olvidado Juan Carod, apoyado por una Nagore a la que acabábamos de conocer. Y me lo sigue pareciendo hoy en día, por mucho que pueda estar más justificado en un grupo que lleva casi tres meses pasando hambre.

No es discutible que el reparto resulta equitativo hasta la precisión absoluta cuando se cuentan los macarrones, pero en este caso han optado por un procedimiento lento y escasamente imaginativo. Lo de que tarden en hacer reparto es lo de menos porque ahí tienen todo el tiempo del mundo y mientras cuentan la pasta no están aburridos contando pasar los minutos. Mi objeción es principalmente por la falta de imaginación, aparte de que sea algo estéticamente feo. Esa necesidad de hacer un reparto justo hasta el extremo denota desconfianza y es una muestra de egoísmo. Por mucha hambre que estén pasando no conduce a nada un macarrón más o menos.

Más imaginativo y original me parece el método adoptado por el grupo para repartir el coco. Después del largo proceso de abrir el coco y trocearlo hacen tantos montones como personas hay para repartir el coco. Obviamente no todos los montones son exactamente iguales dada la irregularidad del corte de cada trozo. Si tuvieran una báscula aún podrían ajustar al gramo los pesos, pero en este caso deben confiar y hacer la división a ojo de buen cubero. La clave está en como asignar un montón a cada uno.

El método de asignación de montones con trocitos de coco es el siguiente: uno de ellos cierra los ojos, entonces otro señala un montón y el primero (que no puede ver de qué montón se trata porque tiene los ojos cerrados) dice el nombre de a quién se le adjudica ese montón. Esto mismo lo repiten hasta que solo queda un montón y, por tanto, un destinatario. Así decide el azar quien se lleva el montón algo más abultado o todo lo contrario. Deberíamos exigirles el mismo derroche de imaginación para repartir la pasta.

Ver contar espirales una a una me produce de todo y nada bueno. Repartir es también compartir, un ejercicio que requiere de generosidad si alguien es agraciado con una parte algo mayor a la del resto. Solo hay dos excepciones a esta regla: que en lugar de algo mayor se trate de una diferencia exagerada y que siempre resulte beneficiado el mismo. Creo que ese es el origen de todo. Cuando el reparto es durante un tiempo injusto de manera premeditada se termina contando la comida. Y creo que en este grupo algunos han comido más durante semanas.

Los primeros unificados estaban muy ofendidos al día siguiente de su llegada a cayo Paloma porque sus compañeros no habían mandado junto al petate con sus cosas la parte de comida que les hubiera correspondido. Olga preparó el petate de Melyssa y Alejandro con amoroso cuidado, pero en ningún caso se le ocurrió añadir una parte del arroz con salchichas ya cocinado. Primero porque no tienen forma de mandarlo. Igual algunos se creen que pueden pedir un táper a la organización para mandar comida a sus compañeros. Pero es que, además, lo normal es que se apañen con la comida que hay en cada ubicación.

Melyssa y Alejandro perdieron un poco el norte enfadándose por no tener un arroz con salchichas que no se podían sacar de la cabeza. Si llegan a ver la lata de salsa boloñesa con la que hicieron en playa Destierro la mitad de la pasta hubieran entrado en brote directamente. Todavía echarán de menos ese sitio que yo llamo inhóspito creyendo siempre que me estoy quedando corto. El viento, la ausencia de sol y unas vistas no muy atractivas se compensan con la facilidad para pescar. Si a eso le añadimos latas de boloñesa empieza a darles igual dormir sobre una dura tarima en lugar de la arena de la playa, superficie mucho más agradable.

El gato responde

Ayer tuve que sacar el paraguas porque mi escrito provocó reacciones encendidas. Fue como en los mejores tiempos, lo cual compensó los sinsabores de algunos comentarios insultantes o poco respetuosos. He elegido unos cuantos que responderé con toda la brevedad de la que sea capaz.

¿Que Gianmarco no contaba con ninguna simpatía al principio? Por eso ganó el reality El tiempo del descuento hace algo más de un año.

Si minutamos vídeos en resúmenes y programas de prime time seguro que sale mucho más material de las desterradas, que eran solamente dos, que de Olga. En todo caso, el contenido dado por esta concursante no me ha interesado nada. Y no estoy valorando otra cosa que mi criterio personal.

Repasa mi escrito. No digo de ninguno que merezca o no merezca llegar a la final, solo doy mi apreciación. Fíjate que digo “para mí es un no” o “para mí es un sí”. ¿Qué parte no se entiende de “para mí”? Aparte de que dejé a Tom en un “quizá”. En realidad, creo que debería estar al menos entre los cuatro últimos.

Siento tener que rectificar lo que dices haciéndote un par de puntualizaciones. Esto es un espacio de opinión, por lo que no cabe la objetividad. No pretendo ser objetivo, sino todo lo contrario. Por consiguiente, doy opiniones, no informaciones.

No puedo juzgar en función de lo que se dice en Twitter porque lo desconozco. En el caso de Alejandro he reconocido su fortaleza física y mental, pero no cumple casi con ninguna de las condiciones que pongo para dar el sí. En mi opinión ha sido un concursante de perfil bajo, demasiado plano y aburrido como para haber logrado conquistarme.

Jaja. Muy currados los argumentos.

Moleskine del gato

Melyssa en defensa del tiburón bebé. Mientras que Lara era más bien partidaria de intentar pescar el escualo, su compañera defendió que le dejasen vivir, afirmando que nunca se comería un animal como ese. Junto con las serpientes, el tiburón es de los animales a los que más miedo tiene. Curiosamente, también son los que mas atracción ejercen sobre ella. Melyssa Rodríguez de la Fuente, la llamaré a partir de ahora.

Esta noche (hoy sí) se completará la unificación durante Tierra de nadie. Carlos Sobera tendrá el honor de descubrir el pastel a los tres que siguen en playa Destierro. Comienza otro concurso y diría que este es el definitivo.

Encuesta