Tiempo para la recolección de calabazas

Calabazas

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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La casa ahora mismo es como un campo de calabazas donde está a punto de pasar un tornado. Las calabazas están en flor en Guadalix de la Sierra. Es tiempo para ello, de ahí que sean parte importante de la simbología del cercano Halloween. Y no es broma, Fer compró calabaza para hacer una crema, lo cual cuestiona media casa porque hacer la compra es en esta edición una actividad de riesgo, cosa que no había sucedido nunca antes. Es precisamente Fer uno de los que han repartido calabazas, además de Rodri. Las de Pol se suponen, porque Miguel ni siquiera ha querido arriesgarse. También puede ser que no le venga bien porque si lo hace puede empezar a enterarse Adara de que tenía razón.

Clara, Bea y Miguel han sido los agraciados en el reparto de calabazas, aunque puede que la siembra de este año cunda todavía más y Meri está la siguiente en la lista. Esta misma madrugada ha reconocido que le gusta Alain, y apuesto que el francés sabrá agasajarla con otra calabaza de forma tan dulce y caballerosa que ni siquiera tendrá opción de ofenderse. Diferentes tipos y tamaños tienen las calabazas que se repartieron en la casa la madrugada del pasado sábado. Una de esas madrugadas que crean afición. De los productores de las “cuatro putas horas” de Paula en GH 15 llega ahora la madrugada en que se recolectaron las calabazas.

Se adelantó Clara, que el jueves le confesaba a Fer que había empezado a sentir algo por él. Ya comenté el viernes que no aceptó de buen grado las calabazas y arremetió en contra de él llamándolo “cobarde”. Clara se niega a creer que no le guste a Fer, con todos los chicos a los que ha gustado. El ego estratosférico de esta concursante le impide asumir que no es correspondida, no sé si decir que en su amor. El caso es que ha llegado a decir que se ha “enamorado de la forma de ser de Fer”, aunque en otros momentos negaba estar enamorada. Si hacemos caso de sus palabras la cosa se remonta a hace dos semanas, por lo cual debemos colegir que durante la mitad del tiempo que lleva encerrada en esa casa ha estado ocultando sus sentimientos hacia Fer.

Hagamos un repaso cronológico por lo que ha sucedido para que Clara soltase esta bomba, adelantándose a la recolección de calabazas del viernes. Cuando Michelle y Rebeca entran en la casa el martes pasado, a Clara le llama la atención que mientras Michelle da a entender que no ha visto nada el programa, Rebeca conozca algunos nombres, entre los cuales estaba el suyo. “No paraba de mirarme y se sabe mi nombre, eso quiere decir que fuera soy polémica y está habiendo muchos comentarios”, decía Clara sorprendida. No parecía contrariada, sino más bien todo lo contrario.

El mismo jueves, Clara venía del ‘confe’, entraba al salón y le preguntaba a Rebeca si podía hablar con ella. Las dos al jardín y Clara le preguntaba por cómo había visto desde fuera su relación con Fer. Las palabras de Rebeca, concursante entrometida que desde el primer día entró dando consejos no pedidos como si estuviera entre gente de total confianza, se me antojan determinantes para lo que pasó después. Decía Rebeca: “Es que se nota un montón, es que se nota que tiene un conflicto interno. Ayer me di cuenta porque tú estabas bailando y él estaba en el sofá y estaba mirando con una cara… Cuando un tío te mira, dices 'wow', ¿sabes? Me di cuenta de ese conflicto que él tiene”.

Clara

El conflicto de Fer según Rebeca, muñidora clara de esta pareja y responsable de que Clara se convenciera de que lo suyo con Fer estaba siendo el tema del momento. Tanto es así que cuando esa noche escuchaban los abucheos a Fer no pensó otra cosa que eran por las calabazas que le había dado un rato antes. Durante todo el día Clara forzó que Fer se interesara por sus reacciones aún más ariscas de lo habitual, lo cual parece imposible. Al final, en el dormitorio y sin quitarse las gafas de sol que promocionan los concursantes, Clara le contaba a Fer que no veía normal lo que le estaba pasando porque nunca antes se había fijado en un chico como él. Fer quiso abreviar la parrafada de Clara y fue directo al meollo de la cuestión. “Quieres decir que estás… que… sientes algo por mí”, decía evitando la palabra “enamorada”. Clara contestaba con un rotundo “sí”, y entonces Fer resopló.

No coincido con Clara en esto tampoco. Este gato avispado se cree a Fer cuando dice que no siente lo mismo por ella, sin relación alguna con el hecho de tener novia. Clara piensa que no se atreve a reconocer lo que siente por ella por su novia. “Estás en Gran Hermano”, dice Clara, como si esa fuera la casa de las infidelidades. La idea de que no se puede ser concursante de este reality teniendo pareja ha sido desmentida por muchos de los que han pasado por allí. Solo unos pocos acabaron con sus parejas de fuera durante su encierro. La rabia con la que Clara llama “cobarde” a Fer y se niega en redondo a creer su palabra y aceptar sus calabazas parece provocada por una evidente frustración. No parece dispuesta a que Fer le estropee su carpeta, después de su apuesta en firme por esta historia, que ella cree protagonista aquí fuera. Clara está poniendo a Fer entre la espada y la pared, como diciéndole: “A mí no me vas a estropear esto y vas a decir que te gusto sí o sí”.

Desde muy pronto supimos que Clara considera fundamental para permanecer en este concurso tener una historia de amor, o al menos alguna perspectiva de que eso sea posible. Bárbara estuvo nominada la segunda semana junto a Meri y Candelas. Salió esta última, pero Clara pensaba que la expulsada sería Bárbara porque al ser mayor y madre de tres hijos no sabe hacer otra cosa que fregar. “Bárbara no se va a enamorar ni va a hacer ‘edredoning’”, decía Clara, evidenciando la enorme importancia que le da a las carpetas. Por eso no ha querido quedarse sin la suya. Y me atrevo incluso a decir que de ahí viene su odio profundo a Adara, quien ha tenido la osadía de adelantarse. Ella evitó que Rodri le diera calabazas y se decantó por Pol. Hasta el momento, es la única carpeta que ha salido adelante.

Sabiendo esto y después de que Clara haya dicho que llevaba dos semanas “jodida, intentando no hacer daño a la persona de fuera”, refiriéndose a la novia de Fer, podemos echar la vista atrás para comprobar que Adara tenía razón. Clara reaccionó con excesiva energía cuando Adara hablaba de la inconveniente cercanía entre Clara y Fer, considerando que él tiene pareja. Lo negó todo entonces, pero ahora ya sabemos que así era. Digo más, Clara ha llegado a sugerir delante de algunos compañeros que Fer y ella han “hecho cosas” (bonito eufemismo) bajo el edredón. Está claro que es Fer quien debe explicaciones a la persona que tiene fuera, pero igual era evitable contar lo que no se ha visto, aunque cuando se han tapado con el edredón ya pensamos que o se estaban quedando con nosotros o algo estaría pasando. Creo que posiblemente eran ambas cosas.

Miguel

Estos últimos días no solo ha sido tiempo para recolectar calabazas sino que también ha llegado el momento de reconocer que Adara lo ha clavado casi todo. Dijo que Bea se comería los mocos con Rodrigo (es más o menos textual), que a Clara le gustaba Fer y estaban jugando con fuego teniendo él pareja, y que a Miguel le gustaba Pol. Llamaron a Adara “loca”, incluso “enferma posesiva”. Esto lo dijo la misma Clara que ahora se niega a creer al chico que le dice por activa y por pasiva que no le gusta, que solo quiere ser su amigo. Rodri le dio calabazas el viernes tras la fiesta a Bea, y ese fue el mismo día elegido por Miguel para hacer saber a cuatro personas en la casa (Clara, Bea, Rodri y Rebeca) que lo suyo con Pol es “un amor prohibido”.

Cualquiera en su sano juicio pensaría que hicieron cola para pedirle perdón a Adara, retirar lo de “loca”, “enferma”, “celosa sin motivos”, “posesiva” y otras lindezas, además de reconocer que es una auténtica “visionaria”. Pues ya les adelanto yo que no ha pasado nada de esto. Lo más lacerante de la situación es que ahora todos lo habían visto. Todos se habían dado cuenta de que Clara y Fer tenían algo. Todos sabían que Miguel estaba coladito por Pol. Pero ¿qué poca vergüenza es esta? Si son los mismos que hace solo unos pocos días argumentaban que entre dos chicos puede haber una buena amistad sin nada más de por medio. Y llamaban “homófoba” a Adara (según ella “homófoga”). Hace solo una semana (¡una semana nada más!) Miguel decía que Adara estaba celosa sin motivos. Ahora que está enamorado de Pol, con quien congenió mucho desde el segundo día.

Su tendencia a hablar de las cosas, incluso aquellas que le afectan personalmente, como si estuviera contando una telenovela, lleva a Miguel a decir que lo de Pol es un juego de dos y él ha perdido. Lo primero que me llama la atención es eso de congeniar con Pol desde el segundo día, que dice Miguel. Desde entonces la cosa ha ido a más, dice. Ahora reconoce que se ha ido enamorando cada día de Pol. Según él, lo ha ido haciendo al mismo tiempo que Adara. Y lo dice sin sonrojo. Me resulta llamativo que tardase tan poco en lo que él llama “congeniar” con Pol cuando en la primera bronca que tuvo Miguel con Bárbara no entendía que esta se llevase tan bien con compañeros como Pablo, porque él necesitaba muchos días para confiar y empezar a sentir cercanía por los demás. Y es que en Miguel todo es una gran mentira.

Visto que su baza de la prótesis y la falsa calva fue descubierta por toda la casa bien pronto, Miguel tenía que inventarse algo para ser protagonista. Tiene que ser frustrante intentar intrigar y ser descubierto enseguida. El segundo día (ya habiendo congeniado con Pol) se negaba a confesar su edad y Bea se lo adivinaba. En realidad, lo había visto en su vídeo de presentación porque estaba en plató cuando fue emitido. También vio lo de su bisoñé. Algo de ayuda tenía, pero el caso es que desinfló parte de su pretendido misterio. La siguiente baza de Miguel fue dar celos a Adara y negar que hubiera razón para ello.

Bea

Miguel está en la siguiente fase de su improvisado plan, convirtiendo en un drama que su amor haya preferido irse con la chica guapa dejándole a él compuesto y sin homocarpeta. Ahora resulta que en su familia van a descubrir por la tele que es bisexual, porque viéndole nadie lo hubiera podido imaginar. “En esta edición se están rompiendo muchos tabúes en la sociedad”, dice Miguel, intentando dar brillo a su supuesto sufrimiento por amor. Porque claro, no hemos visto nunca en Gran Hermano una pareja entre dos chicos. Espera, que el año pasado ya hubo un caso. Lástima, lo siento por Miguel.

Igual que es imposible creerse a Miguel me cuesta dudar de Bea. Ya sé que he dicho de ella que es copia de copia, un híbrido entre Ylenia y Rafa Mora, pero cuando se rasca un poco es fácil llegar a la almendra de su sinceridad. Bea tiene debilidad por Rodri, y se ha dado cuenta de lo mucho que lo puede echar de menos en esos dos días que pasó junto a Adara en el apartamento. Tanto miedo tiene a perderlo que sus calabazas le han venido sin sincerarse. Todo vino por una entrometida Montse que muy confundida con la historia entre Bea y Rodri le comía a este la cabeza el viernes. Montse no se entera de nada, y piensa que Rodri quiere más con Bea, pero no se lanza. Tampoco sé por qué diablos Montse se mete en medio y le calienta la cabeza a Rodri.

Tras la conversación entre Montse y Rodri este fue a hablar con Bea. La actitud de Rodri es intachable, aunque no me creo que la cosa le sorprendiera. El jueves pasado ya le dijo en el fugaz encuentro que tuvieron en el ‘confe’: “Las amigas no tienen celos”. Imposible que Rodri no se hubiera dado cuenta de que Bea había empezado a mudar sus sentimientos hacia él por algo más que una amistad. Si Montse lo hubiera planteado bien diría que Bea no puede ir contando a media casa que está pillada por Rodri y luego reprochar que se entrometan.

Bea se metió en un callejón sin salida forzada por el propio Rodri al decir que si se “salía del camino” habrían de cambiar las cosas. Aparte de la madrugada de las calabazas también lo fue de los retratos. Rodri quedó retratado en su franqueza y falta de prejuicios, Bea en su falta de sinceridad y sus miedos. Bea lo tuvo muy fácil para sincerarse con Rodri, cosa que no hizo. Así evitó recibir las calabazas de forma muy directa y ha conseguido que no muera la tensión. Esa trama no está cerrada, lo cual puede ser una garantía para continuar en el concurso.

Llegados a este punto necesito comentar algo que afecta a las actitudes de Fer y Rodri. Clara y Bea deberán respetar la decisión de esos chicos con quienes han estado teniendo una relación especial durante días, incluso semanas. Cada uno es libre de poner los límites dónde quiera y nadie puede mandar sobre los sentimientos del otro. Ahora bien, me parece que juegan con fuego metiéndose juntos en la cama, acariciándose todo el rato y estando siempre pegados como lapas. Si solo quieren tener una amistad, tal vez no lo estén demostrando. No vale solo con decir: “lo dejé claro desde el primer día”. A veces se dicen unas cosas de palabra y se demuestran otras con los hechos. Pocas cosas me pueden doler más que pecar de conservador, pero lo admito si es así. Igual soy un antiguo, pero creo que están poniendo fácil el equívoco. Se pillan los dedos por unas cuantas caricias. Creo que no compensa.

Frase 017

Moleskine del gato

Los porcentajes ciegos indican una situación cercana al KO técnico de una concursante. Anoche estaban así: 82,4 %, 12,4 % y 5,2 %. Montse merece semejante paliza porque ni siquiera se la puede llamar tibia, no llega a poner el culo entre dos sillas, sino que ha puesto solo medio culo en la silla equivocada.

Una marca de zumos gastando en publicidad en Gran Hermano y la concursante Clara haciendo rimas poco graciosas sobre sus propiedades laxantes. Otros también han hecho una publicidad bastante negativa del producto. ¡Basta!

Adara hizo el sábado una perfecta descripción sobre Fer. “Eres un intento de líder”, dijo, y no podía decirse mejor. Ahora Fer, molesto por la valoración de los miembros de El Club, amenaza con dejar la cocina, igual que Clara. Apuesto cinco contra uno a que no van a salir de ahí.

Pocos comentarios tan dañinos y deplorables se han escuchado en esa casa como los de Clara y Fer anoche hablando de los negocios personales de Bárbara, algo totalmente ajeno al concurso. “Yo creo que sus empresas no han salido precisamente del fruto de su esfuerzo”, decía Clara de repente. Fer daba pábulo a la duda con extra de tósigo: “Sí te puedo decir de dónde (han salido las empresas), pero no te lo voy a decir”. Y Clara remataba la lamentable faena: “Yo también puedo decir de dónde, pero quedaría muy mal”. ¿De verdad se puede consentir esto? Mi respuesta es no.

Ciegos 07