Tom, preocupado por la ración de coco que le corresponde a Omar

telecinco.es 05/05/2021 08:00

Cuando aún no hemos cumplido el primer mes de supervivencia esto parece la historia de una obsesión. En realidad son varias las obsesiones ya que poco a poco va eligiendo cada uno la suya. O las suyas. Anteriormente habíamos comprobado como Melyssa es la principal obsesión de Marta, aunque esta es de la que no tiene problemas para gestionar varias obsesiones con diferentes intensidades. Casi todos parece que tienen enfilada a Valeria. Y tanto Gianmarco como Tom la tenían tomada con Alejandro, aunque ahora van a por Omar, al menos Tom.

Ya lo vimos el jueves pasado cuando debía cada uno asegurar la participación de un compañero en la última prueba de líder. Fue Omar quien se quedó sin participar y la explicación de Tom para elegir a Alejandro (su otra bestia negra) en lugar de a Omar fue que era para darle “un toque de atención”. Acusan a Omar de haber estado de bajón, llorando al recordar a Anabel Pantoja, su novia. Como si no hubiéramos visto llorar a casi todos, empezando por el propio Tom. Da mucha rabia eso del toque de atención, como si el interesado se lo hubiera pedido. En general, con esto se suelen enmascarar las auténticas razones de la decisión.

Tom parece estar disputándole a Marta el rol de capataz al que me he referido alguna vez. Después del toque de atención ahora Tom le pide explicaciones a Omar por la parte que le corresponde de un coco. Pocas veces una ración de coco dio para tanto. Resulta que Omar no come coco, pero el otro día pidió entrar también en el reparto. Ya cuando lo dijo le cuestionó Tom con cierta ironía, extrañado “después de un mes” sin comer coco. Ya entonces dio Omar explicaciones de más, avisando de que esta vez le apetecía e igual repartía parte con quienes él quisiera. Salvo Omar y Alejandro, todos los demás se han estado repartiendo en partes similares cada coco abierto. ¿Por qué no iba a poder pedir Omar su parte esta vez?

Omar comió algo de coco por fin, además de repartirlo entre Marta, Olga y Alejandro, el otro superviviente poco amigo de ese alimento básico en estas islas. El capataz fue después a controlar a su empleado. “¿Qué hiciste ayer con el coco?”, preguntó Tom. Solemos equivocar la claridad con la mala educación, por eso cometemos el error de no dar respuestas contundentes a preguntas impertinentes. Tal vez debió Omar responder algo como esto: “¿A ti qué te importa?”. Claro, escueto y rotundo. Sin embargo, quiso mantener las buenas formas, lo cual es tan encomiable como inútil.

Tom no iba de buen rollo, lo cual demostró justo después recordando que Omar había dicho recientemente que si fuera egoísta repartiría solo con sus amigos, o algo semejante. Esto sugiere otra respuesta, fácilmente de rematar con otra pregunta: “Pues ahora he decidido ser egoísta, ¿algún problema?”. Si Omar hubiera repartido el coco solo con algunos concursantes le podrían pedir explicaciones, pero había repartido parte de su ración.

Si ante esto del coco sacan las uñas no quiero pensar lo que harían si Omar decide repartir su pesca solo entre algunos compañeros. No sé si se enfadarían un poco, mucho o muchísimo, lo que no me ofrece duda es que el grupo moriría de hambre en ese caso. Luego Tom le decía a Omar cómo tenía que actuar, lo cual va en la misma línea del toque de atención. Esto me hace pensar que Marta puede estar tranquila en su papel de capataz, porque al parecer Tom tiene más espíritu de coach. Le falta llevar tarjetas de colores en el bolsillo del bañador para calificar cada acción de los demás. ¿Y qué hay de sus propias acciones? Pues bien, gracias.

Es posible que Valeria se haya quedado sin apoyos en cayo Paloma. Salvo su compatriota Gianmarco, a quien tampoco he visto hacer ninguna encendida defensa de la actriz, el resto arremeten contra ella cada vez con mayor crueldad. Lo último ha sido un peine perdido y encontrado en el saco de Valeria. Fue Melyssa quien hurgó en las pertenencias de su compañera, lo cual es tan feo como apresurada la conclusión de que si estaba ahí sería porque lo puso la dueña del saco. ¿Y quién dice que no lo ha podido meter Marta? ¿O la propia Melyssa? Cualquiera de ellos podría querer perjudicar a su rival con una guarrería de ese calibre.

Con la barriga llena es otra cosa, pero aquí igual no es de aplicación la teoría de la navaja de Ockam, a la que tantas veces me he referido. Esa teoría, también conocida como principio de parsimonia, dice que “en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable”. Si lo aplicamos al tema en cuestión igual nos sorprendemos al conocer que alguien se la quiso jugar a Valeria. No sería tan extraño que hiciesen algo así teniendo en cuenta el trato que están dando a esa compañera. El último enfrentamiento entre Marta y Valeria fue a cuenta del fuego, y Tom puso su granito de arena en el enrarecido ambiente creado. El fuego se apagó por la noche cuando eran responsables de cuidarlo Melyssa y Valeria.En realidad la iniciativa de despreocuparse del fuego fue de Melyssa, apoyada en la falta de leña. Si no hay leña es inútil seguir ocupándose del fuego porque se apagará llegado el momento.

No es muy defendible la postura y se entiende que hubiera alguna queja a la mañana siguiente, como así pasó. Pero llueve sobre mojado y Marta parece haber colmado el vaso de la paciencia de Valeria a fuerza de reproches, burlas y desprecios varios. El episodio del peine estaba demasiado cercano y Valeria reaccionó como alguien a quien le han tocado demasiado las narices. “No me hables así, eres una maleducada, mentirosa y arrogante. No soy tu esclava. Yo a ti no te escucho más. Respeto, tú no lo tienes por nadie. Eres muy mala. A mí no me pones los pies en cabeza. ¿Me entiendes?”, decía Valeria. Muy “pierna encima” le quedó la queja.

No quiero culpar a la víctima, pero parte de lo que ocurre es responsabilidad de aquellos que se dejan manejar. Está pasando en playa Cabeza de León con los exencallados. Después de todo lo dicho de Agustín por parte de Alexia ahora parece que se pone de su lado contra Lara cuando esta hace lo que lleva haciendo desde el principio del concurso (y siempre con el apoyo de Alexia): decir lo que piensa. Esto me recuerda a la historia del dictador y la gallina. El dictador soviético Stalin pidió en una reunión que le trajeran una gallina. La cogió con una mano y con la otra empezó a desplumarla. La gallina intentó fugarse, pero no pudo y el dictador consiguió terminar de quitarle todas las plumas.

Entonces dijo el dictador a sus ayudantes: “Ahora observad lo que va a pasar”. Dejó la gallina en el suelo, se alejó un poco y puso en su mano un puñado de trigo. La gallina, asustada y dolorida, corrió tras el dictador mientras este iba tirando trigo por la sala. El propio dictador explicó así la moraleja: “Así de fácil se gobierna a los estúpidos. Vieron cómo me persiguió la gallina a pesar del dolor que le causé. Así son la mayoría de los pueblos, persiguen a sus gobernantes y políticos a pesar del dolor que les causan por el simple hecho de recibir un regalo barato”. Conste que cualquier relación de este relato con la actualidad es pura coincidencia.

No sé si Marta está siguiendo la mejor estrategia para seguir en el concurso, aunque igual no es ese su objetivo. Fue primera expulsada en otro reality (Gran Hermano 2) y no le fue nada mal. Siguiendo sus colaboraciones en debates de realities siempre he pensado que jugaba a meterse con los más queridos y defender a los más odiados por el simple hecho de llamar la atención. Viendo su obsesión con Melyssa pienso que es algo parecido. Marta dice estar convencida de que se irá este jueves, y en un principio anoche todo le salió bien a Melyssa. Se salvó de la expulsión y quedo finalista de la prueba de líder junto a Olga.

Moleskine del gato

Por cierto, Olga fue la única que no cumplió las normas de la prueba completamente al no llegar a estirar las piernas en ningún momento. En la imagen se ve perfectamente como las tiene ligeramente flexionadas.

La prueba de líder que disputarán Melyssa y Olga es de extrema dureza. Se trata de la ‘Noria salvaje’ que en 2018 enfrentó a Sofía y Logan sin que ninguno de los dos cediera durante casi 11 minutos. La dirección de Supervivientes decidió parar aquello para proteger la integridad física de ambos. Era la prueba definitiva para convertirse en finalista, es decir, tenían mayor desgaste que nuestras actuales náufragas. Con todo, dudo que superen aquel momento ya entonces considerado historia de la televisión (un poco más abajo se puede ver el vídeo con los angustiosos 11 minutos).

Aunque Lola me sigue pareciendo adorable, es curioso que del encuentro con su novio me quedo con la reacción de Palito. Primero entusiasmada presenciando el momento, luego apartándose a un discreto segundo plano y finalmente emocionada pensando en su novio inglés. Mi momento preferido del programa de anoche.

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