Ha vuelto a casa

telecinco.es 10/02/2010 08:32

Ya está en casa otra vez. El señor de los récords. Pepe Herrero, para sus amigos José Antonio, aquel que revolucionó este concurso, inventor del 'nominator', quien compartió el premio con el cubano Dayron. Cualquiera de los datos anteriores habría valido por separado para explicar y hacer entender a quien quiero referirme. Casi nadie se podía esperar que él, ganador de la séptima edición, podía entrar en este reencuentro. Y menudo ganador, ese que consiguió convencer a un 87'2 por ciento de la audiencia votante.

Debo confesar que cuando supe de esta sorprendente incorporación no imaginé la pareja finalmente asignada por el programa. Me consta que a él le dijeron que sería la marquesa destitulada, y por su parte el pasado lunes tuve la información de que Inma iba asegurando por Granada su segura entrada en Gran Hermano para esta semana. Barajamos entonces dos posibilidades e imaginé que las dos visitarían la casa para finalmente quedarse solamente una. Pero el equipo de este programa siempre nos sorprende, y sus planes pasaban por hacer concursar a Beatriz e Inma juntas, para reservarle a Pepe el encuentro más incómodo de todos los posibles, por mucho que él lo pueda negar. No dudo que hubiera preferido con mucho concursar junto a la marquesa, pero incluso creo que hubiera estado más cómodo con casi cualquiera de su edición, desde Jesús 'Platón' hasta Tono, pasando por Sarita de Lucas o Raquel Abad, con quien tuvo una relación cordial una vez terminado el encierro de ambos.

En cuanto apareció Raquel López reconoció Pepe que la culpa de la falta de relación fuera de la casa había sido suya. No había mantenido la amistad supuesta y casi prometida, lo cual supongo que es consecuencia de lo forzado de la situación. No es por defender a Pepe, pero casi se vio obligado a prometerle a Raquel una amistad que no estaba realmente convencido de querer mantener con ella. No se trata solo de que con vistas al concurso fuera inconveniente para él negarle a Raquel una continuidad en su relación una vez fuera de la casa. Hubiera sido demasiado duro decirle lo contrario, con cámaras delante o sin ellas. Por eso pienso que lejos del engaño interpretado por algunos lo hecho por Pepe fue correcto y casi su única salida posible, al menos si el objetivo era no solamente evitar el deterioro innecesario de su propia imagen sino también intentar no dañar o hacer sufrir a alguien, por mucho que eso supusiera decir la pequeña mentira de asegurar una amistad que no estaba dispuesto a tener. Son mentiras piadosas.

El nudo por deshacer en este caso es discutible. Raquel y Pepe tuvieron una relación fantástica en la casa, fueron la pareja más divertida y el trato de este hacia quien se decía su rendida enamorada no se puede decir que no fuera siempre excelente. ¿Quién no recuerda esa conversación en el jardín de la casa, tapados por las ya tradicionales mantas del programa, en la que ella le plantea que se ha enamorado de él? La respuesta de Pepe fue inmejorable y merecedora de formar parte de un manual de autoayuda. Su paciencia fue insondable y se vio obligado incluso a asegurarle que dormiría con ella la noche de fin de año si ambos permanecían en la casa, lo cual le costó cumplir prolongando hasta la extenuación el momento de irse a la cama esa madrugada. Ciertamente, Pepe era el último que se acostaba cada día. Dentro de su plan para ganar Gran Hermano, objetivo que alcanzó con un resultado sobresaliente en todos los sentidos, las horas de bicicleta nocturnas jugaron un papel muy importante. Entonces era cuando este concursante, al que muchos consideraron el gran estratega, hacía una especie de examen de conciencia y analizaba lo ocurrido durante el día.

El objetivo de Pepe era decidir cada semana el rival más débil, al que sentarían después con ellos dos (él mismo y su 'socio' Dayron) en lo que denominó "el balancín". Para eso le resultaba imprescindible esa labor ejecutada de madrugada, en la que a cada compañero y ante todas las situaciones surgidas durante el día les otorgaba una puntuación. Daba puntos positivos y negativos, para al final realizar una especie de 'ranking' acumulativo durante toda la semana. Minuciosa labor que le dio los fenomenales resultados de todos conocidos. Solo le hacía falta para cumplir su plan alguien sumiso con quien llegar hasta casi el final, y ese fue el bueno de Dayron, que anoche estaba en plató y aseguró que Pepe sigue siendo para él como un hermano. ¿Tendrá un plan tan minucioso y exitoso en esta ocasión? De momento le faltará uno de los pilares en los que encontró un gran apoyo, que fue Ángel, ese padre defensor convertido en estrella mediática hasta el punto de casi hacer sombra a su propio hijo. Si lo completamos con una inmejorable defensa también en Internet, tenemos la historia de un triunfador.

La vuelta a casa de Pepe se produce, por tanto, con la pareja más incómoda, y desconozco si con un plan como el de la otra vez. Además, me rompe los esquemas en alguna medida, pues estaba convencido de que entraría una pareja representante de cada edición, y solamente una. Pero anoche entraron dos parejas de esa fantástica séptima edición, la formada por Beatriz e Inma y la de Raquel Lo con Pepe. Naturalmente, el resto de compañeros quedaron pasmados cuando vieron entrar a un ganador como este. La principal objeción que tenía Pepe a la hora de plantearse entrar en la casa era qué podía hacer él, un ganador de Gran Hermano, junto al resto de la representación. Este gato tuvo el mismo reparo, especialmente cuando siempre se ha rumoreado la posibilidad de una edición tan especial como esta en la que los habitantes fueran todos los ganadores. Pero Pepe no ha renunciado nunca a completar una carrera televisiva truncada hace más o menos cuatro años, tras su salida de la casa. Esta puede ser una ocasión inmejorable para ello.

La cara de pasmo en algunos de sus nuevos compañeros fue uno de los mejores momentos de la noche. Imagino como se debieron sentir algunos cuando vieron el nuevo reto de competir contra un rival como ese. Pero no sería la única sorpresa de la noche, porque aún quedaba una expulsión y algo más importante o significativo que eso. A partir del momento que Ainhoa y Nico supieron quienes eran las tres parejas inmunes por votación popular en Internet, y especialmente cuando vieron que una de ellas era la formada por Indhira y Arturo, la actitud de estos dos habitantes cambió radicalmente. Había que ver a estos dos poco menos que arrastrándose pretendiendo conservar su puesto, haciendo la pelota a Indhira de forma bastante indecente. Les faltó pedir perdón.

Una vez conocida por los concursantes la mecánica de este concurso y las tres parejas favoritas por el público, la suerte estaba echada. El sistema elegido para la expulsión tiene la particularidad de que nunca se puede dar un empate, al ser tres las parejas encargadas de decidir el destino del resto. El poder otorgado por la votación de favoritos es mucho mayor que el ya de por sí importante de quedar inmunes. Ellos son los que deciden quien se va y anoche hubo unanimidad a ese respecto. Salvo Bea 'la legionaria', que expresó su deseo de evitar la expulsión de Nico, todos los demás (incluso ella también) justificaron la expulsión en la falta de disposición por parte de Noemí. Todos vimos que el de ellas dos era tal vez el reto más complicado, prácticamente una misión imposible. Raquel y Noemí se marcharon por la dificultad de su relación y porque esta última así lo deseaba.

Me esperaba que Raquel le dijera a quien fuera su pareja algo como lo que le espetó durante la entrevista: "Te pasas la vida fastidiándome a mí". Menos previsible era la otra afirmación fuerte de la noche: "Me casé con una bruja", y no con una Infanta. Raquel fue mi favorita de la tercera edición, esa en la que me estrené (casi me entrené) en estas lides de comentar la madre de todos los realitys. Me sigue gustando esa Raquel que en una discusión colgadas del 'rocódromo' volvía decir aquello de "a mí ni me señales", como le reclamara hace casi ocho años a Patricia ("las manitas para abajo, a mí ni me señales... ni me señales"). La he visto estos días y me esperaba en cualquier momento escucharle decir "pero... qué me estás contannnnnnndo", mientras encogía los hombros, extendiendo sutilmente las manos hacia delante. Inaugurando una tradición que mantendría después en todas las ediciones, hice ya entonces una entrada en la que pretendía señalar algo positivo en todos los concursantes de aquella edición. De Raquel decía lo siguiente:

Lo mantengo en líneas generales después de pasado tanto tiempo. A pesar de que apenas haya estado seis días en la casa (Noemí repite marca y vuelve a marcharse tras el mismo número de días que la vez anterior) Raquel ha vuelto a demostrar su personalidad arrolladora, aún teniendo el handicap de una pareja incómoda e indeseada. El llanto desconsolado de Raquel en plató hizo apiadarse de ella al más pintado, imagino que incluso a quienes menos simpatías tenían por ella. Para este gato enamorado de Gran Hermano, Raquel será siempre esa concursante que me lo hizo pasar tan bien en la última edición de primavera-verano, la del batido de fresa, representante y líder de lo que llamé en su momento 'el álamo', una 'maxipandi' que fue desintegrándose con la expulsión de todos sus integrantes uno a uno. Me hubiera gustado verla ahora durante mucho más tiempo.

De lo ocurrido anoche tras la gala ya he apuntado como Ainhoa y Nico se suben al carro de los favoritos. Anoche, Mercedes Milá nombró esas tres parejas en el supuesto orden, de más a menos votos. Primero fueron Indhira y Arturo, luego Melania y Piero, para cerrar la lista con Bea y Nicky. Esto coincide con la encuesta que pusimos aquí hace una semana. Por razones evidentes no pondremos encuestas de parejas favoritas pues vendrían a duplicar las oficiales que sirven para salvar de la expulsión a tres de ellas. El italiano y la 'novia cadáver' recularon de forma escandalosa, incluso vimos a Nico adulando a Indhira. Esta, que no es nada tonta sino todo lo contrario, ponía cara de pasmo. Apostaría a que se dio tanta cuenta como muchos de nosotros del cambio repentino de actitud obrado en esa pareja por obra y gracia de una votación popular. A Ainhoa se le desencajó la cara y hasta aseguraría que se le acentuaron las ojeras de repente. Ellos eran una de las dos parejas menos queridas. Previsiblemente, serán candidatos de nuevo la próxima semana.

Mi gran duda es qué pretenden la pareja formada por Melania y Piero, cuyo egoísmo es tal que anoche se iban a la cama nada más terminada la gala, y eso que tenían cuatro nuevos compañeros a los que conocer y con quienes compartir esas inolvidables primeras horas. De nuevo la incoherencia de una Melania que pio por el aislamiento de Indhira y Arturo, a quienes estaban acusando de no estar compartiendo la experiencia con el resto de compañeros, y ahora ellos deciden prescindir de pasar esos momentos con los nuevos. Pareciera como si no quisieran juntarse con la plebe. ¿O quizá con la nobleza? Me temo que la entrada del gran Pepe no ha sentado bien a algunos que pueden asociar su figura con el posible fin de su reinado. Hasta ahora algunos temían a Indhira y Arturo por ser concursantes muy protagonistas de su edición y tener una hinchada activa y bien engrasada. No sé qué tipo de reproche inventarán ahora contra Pepe, pero algo pensarán, no me cabe duda.

[Puedes votar por tu pareja preferida para que sea inmune a la expulsión en esta página. Recuerdo también que puedes seguir participando en el Test de Gran Hermano, donde tienes oportunidad de probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa]