Yacieron en primera instancia

telecinco.es 06/06/2012 09:48

La audiencia pedía a gritos ver (no ver, más bien) la hora sin cámaras de Ari con Michael, y la audiencia fue complacida. No es verdad que no cuenten con nosotros para nada. Ahora me sabe mal haber sido tan tajante. Muchas veces se nos da lo que queremos. ¿Que nos morimos por darles ese regalo a la hierros y el poli? Pues ahí lo tienen. ¿No es bonito?

Yacieron en primera instancia y volvieron del apartamento satisfechos. No sé si a Ari la jodienda le suelta la lengua. Un momento, nada de malas interpretaciones. Según lo escribo me acuerdo de aquel chiste en que una amiga le dice a otra: "Oye, que me han dicho que eres frígida", y la otra le responde: "Eso son las malas lenguas". Quiero decir, que al ver la chapa que le dio a Alessandro durante la fiesta de anoche cualquiera diría que le da por hablar. Tampoco me atrevo a afirmar si es porque quedó muy satisfecha o todo lo contrario.

Me estoy liando. Vuelvo a empezar, si eso. Si Ari acostumbra a dar la chapa entrando en peligrosos y largos bucles, anoche esto parecía haber aumentado. En esta ocasión no solo se trataba de decir lo mismo en frases plagadas de "¿sabes?", sino que observé dos novedades dignas de comentario. La primera es que ahora intercala con la misma frecuencia un "como" en sus frases. Lo hace de forma caprichosa y desordenada, casi sin venir a cuento. Ella no está contenta, sino "como contenta", no lo ve claro sino "como claro". Cualquiera diría que se había quedado con hambre. Quiero decir... es igual.

Con tanto comer se terminó comiendo incluso sus palabras. La segunda novedad es que anoche no dio vueltas sobre los mismos argumentos y explicaciones sino que les dio completamente la vuelta. Pepe Flores diría que es una reculona, pero no sé si es eso o simplemente que da poco valor a sus convicciones. Una cosa es la empatía y otra decir a cada uno lo que quiere escuchar. Ya sé que ella jamás admitiría esto. Es de esas personas convencidas de que dicen siempre lo que piensan, pero yo la veo con tendencia a cambiar su discurso con pasmosa facilidad.

La cabeza de Ari parece una lavadora en la que tras meter las ideas y ponerles un programa corto con mucho centrifugado al terminar salen dadas del revés. ¿Cuántas vueltas tiene un costal? Todas las que le quieras dar. Las ideas de Ari son reversibles, como esas gabardinas de dos colores. Por eso anoche, tras hablar durante mucho rato (al menos a mí me pareció muchísimo) con Alessandro, al final parecía completamente contraria a la idea de que el italiano no hubiera sido nada sin esa otra concursante por todos conocida.

A estas alturas de la película me apetece menos cero mencionar a la maltratada mejor tratada de la historia de la televisión moderna, y lo mismo me pasa con cierto sacerdote que ha sido visto en Madrid repetidamente en las últimas semanas, por lo cual parece que muy reintegrado a su vida en la congregación no debe estar. Igual es que no ha gastado todavía el pase de cierta discoteca en la que hay siempre overbooking de grandes hermanos. A los dos les deseo lo mejor para sus vidas, a ser posible más bien lejos de la mía.

¿Conclusiones de la larga charla entre Alessandro y Ari? Por parte de él que no está dispuesto a perdonar. No se refiere tanto a cierto episodio brasileño sino porque se siente burlado y utilizado. Hasta ahí nada que objetar. Menos bonito resulta que diga una y otra vez de sí mismo que es demasiado bueno. Debe ser que se lo he oído a su señora madre tantas veces que me ha terminado cargando. Aparte de que denota cualquier cosa menos modestia. Por parte de Ari la conclusión es que ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, o más bien qué sé yo.

Escuchando esa conversación entendí mejor cuál es la diferencia entre terrible y horrible. Terrible es que venga una ola de mar y se lleve a Ari. Horrible es que venga otra ola y la traiga de vuelta. Ahora estoy no solamente coagulado sino horrorizado y revuelto. A esto último contribuyen las imágenes de los besos de caracol entre Ari y Michael, que retumban en mi cerebro chocando contra la duramadre queriendo romper ("como queriendo", diría ella) mi cráneo para salir al exterior. ¡Quitadme estas imágenes de mi mente! Cuando todavía estoy perjudicado por esto, esta noche me temo que deberé procesar el audio de la hora sin cámaras. No sé si podré resistirlo.

En mi estado no me ayudan cosas como escuchar a Cristian. Reconozco sus esfuerzos por ser protagonista de esta Re-Vuelta pacífica. Incluso estoy dispuesto a reconocer que ahora me molesta menos verle, tal vez porque he terminado acostumbrándome. La fuerza de la costumbre es lo que tiene. Decía Thomas de Kempis: "La costumbre con la costumbre se vence". Y Mark Twain remataba la faena: "Nada necesita tanto una reforma como las costumbres ajenas". A Cristian le cambiaba yo más de un hábito.

Al volver Ari de la hora sin cámaras le preguntaba Cristian si se lo había pasado bien. La respuesta positiva de ella no le debió parecer suficientemente entusiasta y respondió: "No te ha arreglado bien el pavo", añadiendo: "No te ha dado de lo suyo bien dado". Nada que nos pueda sorprender, aunque este chaval es difícil de escuchar. Ya sabemos que cuando Cristian se come un mosquito tiene más cerebro en el estómago que en la cabeza.

Más que sus intentos por hacerse el gracioso, casi siempre manejando esquemas machistas (haya o no un vídeo que lo demuestre), rijosos y pasados de moda, me preocupa cuando se empeña en manipular a los demás. Pipi se ha quedado sin Marta y ayer estuvo mucho tiempo junto a María. La protección que le daba la albaceteña no se la puede dar la jerezana. Cada quien es cada cual. Por eso la veo ahora más propensa a volver a caer en las redes de ciertas malas influencias. Anoche la intentaba convencer Cristian de que se había cerrado mucho con Marta y desde su salida anteanoche ha estado hablando más con todo el mundo.

Los efectos de esa conversación no se harán esperar. Más aún teniendo en cuenta que ahora está claro quién tiene el poder y todas las de ganar. Esto es así por esta fórmula fallida en la que los concursantes tienen todo el poder, no solamente porque manejan toneladas de información sino porque deciden todo lo habido y por haber. Pipi no es tonta, lo tengo dicho. Además, es una superviviente nata, posiblemente por unos años vividos sin demasiadas comodidades. Si ve que el poder lo tiene Cristian, de lo cual ya puede haberse coscado, estará con él. Solo la cercanía de Marta habría sido capaz de evitarlo. Pero ya no está.

Por suerte o por desgracia, lo más probable es que Pipi salga de la casa esta misma noche. Solo le podría ayudar que las sospechas crecientes sobre el formato de las nominaciones y expulsiones prospere durante el día de hoy tanto como para hacerles plantear una estrategia distinta. Ayer ya comentaron la posibilidad de que Marta haya sido elegida finalista en lugar de estar expulsada. Casi llegaron a un cierto convencimiento de que se retaría en duelo con Azucena y una de las dos podría estar en la final.

Si siguen pensando en esto y se terminan de convencer, sería lógico que esta noche se nominasen entre ellos. Ochoa daba con una clave que muchos ya habíamos manejado aquí fuera: no tiene sentido nominar en negativo si el objetivo de la Re-Vuelta es deshacer nudos y arreglar conflictos. Es uno de los grandes fallos del formato. En primer lugar, no podemos comparar el sistema de nominaciones y expulsiones autogestionadas por el grupo con el existente en el Big Brother estadounidense. Lo explicaba muy bien ayer hachebarra en un comentario:

¡Matemático! Como dirían en la alucinante serie de animación Hora de aventuras (aunque yo siempre he sido muy de Doraemon, en eso acierta Cristian al compararme con un personaje tan genial). No podemos comparar un formato con otro, aparte de que una cosa es hacer nominaciones un día y dejar la expulsión para la otra emisión semanal, con lo cual se les está observando mientras viven esa particular tensión de la posible expulsión durante el tiempo entre un programa y otro. Con la mecánica de la Re-Vuelta hasta de eso se nos priva.

El otro gran epic fail del formato es que si el objetivo es resolver conflictos lo lógico sería que salieran primero aquellos que no los tengan. Es decir, este lunes deberían haber sido expulsados dos concursantes (era el número que tocaba) de entre aquellos que consiguieron cero votos. Eso o nominar en positivo, como proponía Ochoa, y entonces los expulsados saldrían entre los más nominados. El inconveniente es que una vez sabido bastardearían las nominaciones con el fin de que salieran los que ellos quisieran, algo fácilmente evitable si no se les garantiza que se mantenga siempre la misma mecánica.

Está claro que los más votados son los concursantes con más justificación para permanecer en la casa, pues nada demuestra mejor que tienen nudos pendientes de desatar. Como digo, ellos piensan esto también, lo cual les tiene sumidos en un mar de dudas. Por ejemplo, no se explican una frase del guion leído por Mercedes el lunes, justo cuando decía que "esto no ha hecho más que empezar". No lo entienden porque les dijeron que esto duraría un mínimo de 15 días, y no calculan que se prolongue mucho más. O sea, hoy estaríamos en el ecuador. Pongamos que no son dos semanas sino tres. Pues bien, aún así habría pasado un tercio de programa. No es para decir que está empezando, ¿no?

Aunque saber con antelación la fecha de finalización de un reality es más raro que ver a un repartidor de Telepizza parado en un semáforo, lo cierto es que la duración de esta Re-Vuelta se ha pintado en todo momento como más breve que el vocabulario del Correcaminos. El problema de esto es que Alessandro no tenga tiempo de visitar con nadie el apartamento, lo cual hará que resulte complicado de justificar su paso por este programa, e incluso su triunfo, que muchos veríamos bien. Su única baza era ir con Ari para resolver el conflicto entre ambos y ya lo solventaron anoche. Igual no soportaría la chapa de la 'obusa' durante un día (o medio) más. La aspiración del italiano, más italiano que nunca, era pasar por el apartamento con todas las chicas. No es listo ni nada.

Ochoa está empezando a convertirse en una pieza clave de esta historia. Porque he de decir que dejando aparte las críticas al formato, hay muchas cosas interesantes entre lo que sucede cada día en esa casa, lo cual mantiene mi interés intacto aún después de cuatro meses y medio. Los toros picardeados son malos para la lidia, pero estos concursantes siguen valiendo y el interés va en aumento precisamente porque ahora han entrado sabiendo más que Lepe. De partida, Ochoa no daba confianza a Cristian y Michael, que planeaban nominaciones el lunes tras la gala. Anoche se hizo enemiga manifiesta de su otrora amiga Ari.

Tan solo le dijo que tenía secuestrado a Alessandro, supongo que con la buena voluntad de librar al pobre del yugo de Ari, que solo puede conducir al suicidio. Esta se lo tomó tan mal que luego andaba echando pestes de la riojana hablando con Dani. Por cierto, la fiesta de anoche era una especie de despedida de soltera de Ochoa, con los chicos convertidos en estrellas de un local de boys. Bueno, Cristian parecía más bien un click de Playmobil descamisado y cachondón.

Las prioridades de 'reventolandia' eran Pipi y Mary Joy, pero no descartaría que entremedias metieran a Ochoa, así como quien no quiere la cosa. Ya están buscando excusas. Lo de anoche parece a todas luces insuficiente para que Ari reaccionase con tanta contundencia. En realidad, era su despedida de soltera y tenía derecho a querer que todos se divirtieran en ella. Ari no tiene el don de la oportunidad. Tampoco ese don.

Moleskine del gato

No tengo más notas para esta sección hoy, así que voy a hablar de María y Hugo. Esto es así porque me llegan acusaciones por todas partes de estar censurando a la parejita. Nada más lejos de mi intención. Por otra parte, estoy convencido de que tampoco es ese el objetivo del canal en directo ni de mis queridos compañeros minutistas (minuteros o minutantes). ¿Censura? ¡Quia!

Así que... esto... María y Hugo, ¿no? Ya, ya. Pues qué bien. Hacen buena pareja, eh. Son majetes los dos. Sí, sí, sí... Parece que hace bueno hoy. Anoche no hizo tanto fresquito, se presenta un día veraniego y tal. Cof, cof... Digo que estos dos... ¿Pedirán hora sin cámaras? O algo. No sé, se les ve tan discretos. Han pasado unos días muy juntitos, aunque ahora les veo mezclarse más. Hay que ver el tipo que tiene la jerezana, eh. Vaya, vaya... Y eso... Aquí andamos, escribiendo unos parrafitos.

Juro que no me da para más. Igual es mi cansancio. No les culpo a ellos. Podéis echarme a mí las culpas, pero que no se diga, al menos lo he intentado.

Voy a terminar con algo un poco más gracioso. Me dice Mel en un correo electrónico que está ofendida por una frase de mi escrito de ayer. Esta es su queja:

Ruego a todos los pianos de cola del mundo sepan disculparme. La boca me puede a veces. Como diría nuestro rey: "Lo siento, me he equivocado, no lo volveré a hacer".