Mientras algunos concursantes VIP parecen tener prisa por convertirse en protagonistas, otros van despacito tras su objetivo, como un puma avanzando de forma imperceptible ante su presa. Coman e Israel fueron acusados anoche por algunos de sus compañeros, entre otros Sandoval, de estar de mal humor por no ser el centro de atención o bien censurados precisamente porque lo estaban siendo. Imposible saber si estaban en lo cierto con Coman, pero sospecho que Israel fue protagonista muy a su pesar. No creo que a nadie le haga feliz chupar plano por llevar una cogorza de cuidado, aunque he de reconocer que tuvo su punto divertido el torero después de haber bebido una botella entera y seguir llenando su copa sin atender a las censuras de Ylenia o Ares.
Anoche Ares se erigió en la voz del pueblo y su intervención fue fundamental para hacer un juicio sumarísimo a Olvido. Cuando ya habían hecho llorar a la exconcejala se vanagloriaban de ello Ares y Belén, lo cual remató esta última con el comentario: “Qué malas somos”. No pongo ni quito coma. Y al tiempo que sucedía todo esto, Fede continuaba su callada labor depredadora. Estuvo bastante desaparecido durante todo el día, entre otras cosas porque el italiano parece experto en el escaqueo. En el reparto de tareas que les obligaron a hacer eligió la cocina, aunque todo el rato estoy viendo a Olvido encargada de los fogones. Fede tiene otra labor que hacer, consistente en tirar la caña todo el rato, a pesar de lo cual no llenará de peces la despensa. De momento sus objetivos son Ylenia y Laura, especialmente la primera.
La conversación que tuvieron por la tarde la ‘shore’ y el ‘viceverso’ en la cama fue una más que evidente ceremonia de cortejo. Un cortejo a la italiana y plagado de disimulo por ambas partes, pero no por ello menos evidente. Antes había tanteado a Laura, que se ofrecía anoche a animarle la fiesta si volvía a aburrirse. No vi demasiado receptivo a Fede, tal vez porque en su mira sigue apareciendo la rubia de Benidorm, y eso que confesó sentir más atracción por las morenas. Pero puede que Ylenia no solo sea la mujer que fascina a todo gay, según ha comentado Sandoval. De momento está bien posicionada para formar la primera carpeta VIP.
Me pareció ver más a gusto a Ylenia ante los aparejos de pesca de Fede que siguiendo la corriente a Ares. La ‘reportera del VIP’ parece haber confundido su labor en el programa, sin haber terminado de asumir su condición de concursante. Sus permanentes entrevistas no están exentas de provocación. A veces parece que pretende encender la mecha y otras salvar su trasero ante las primeras nominaciones, que presumiblemente serán mañana mismo. Por eso le pregunta a Ylenia el lunes si su fama como concursante de reality es por ser una “choni”, y lo compensa al día siguiente llamándola “diva”. Ayer Ylenia no sabía dónde meterse cuando Ares intentaba hacerla cómplice de su intento por poner en un aprieto a Olvido. Tras pedirle Ares que relatase con detalle la historia de Olvido, conocida por todos desde hace más de dos años, no consiguió que Ylenia se sumara a su disparatado plan de preguntarle a la exconcejala si sus hijos son de su marido.
Ares transita entre la ofensa y el peloterío más indecente. Primero le clava un puñal a Olvido y luego baila para ella o pide abrazo de grupo con quien acababa de ser su víctima. Si yo fuera Aguasantas me hubiera echado a temblar cuando en la mañana de ayer alababa su habilidad para peinarse, no en vano es peluquera desde los catorce años. Supongo que tras el elogio estará pensando dónde asestar la puñalada de rigor.
Ares y Coman parecen destacar como los más pelotas del grupo, aunque el ‘euskoguineano’ parece tener menos prisa a la hora de ir traicionando compañeros. Pese a ello, Ares le acusó ayer de haberla dejado vendida ante los ‘señoritos’. Entró en brote la ‘reportera del VIP’, lo cual justificó con el cansancio tras llevar un día de ama de llaves. Es cierto que su labor, que comparte con Ylenia, es la más agotadora, pero también le facilita un mayor contacto con los compañeros que desempeñan el papel de ‘señores’.
Por un lado le molestó a Ares que algunos de ellos no recordaran su nombre, sin darse cuenta de que Los Chunguitos no se saben el nombre de casi nadie todavía. Luego que llegaran a dudar si ella era concursante o trabajaba para el programa como sirvienta de verdad, aunque no llegué a confirmar de parte de quién vino tal maldad. Y terminó de rematarla que cuando ella hacía conjeturas sobre si la siguiente semana se podrían cambiar las tornas y quienes ahora son ‘señores’ convertirse en ‘sirvientes’, fuera precisamente Coman quien decía que no lo creía, mostrándose casi complaciente con su papel. Entre pelotas no nos pisamos la manguera, debió pensar Ares, que acusaba de falta de apoyo a Coman. “¿Estamos en el mismo barco o no? Me has dejado vendida”, espetó Ares al concursante trípode.
La primera crisis en el equipo de sirvientes llegaba con este enfrentamiento entre Ares y Coman. La prueba que ha determinado que media casa se ponga a servir a la otra mitad recuerda lejanamente al experimento de la cárcel de Stanford, como recordaba ayer @Tito_soy. Con menos crueldad que el experimento de Milgram, este estudio psicológico pretendía analizar las conductas desarrolladas dependiendo de los roles sociales, en este caso dividiendo a los voluntarios en ‘guardias’ y ‘prisioneros’. Un grupo de 24 jóvenes fueron divididos de forma aleatoria en ambos roles y el experimento tuvo lugar en una cárcel ficticia. Los ‘guardias’ recibían órdenes de no ejercer en ningún caso la violencia física mientras los ‘prisioneros’ eran imputados por robo a mano armada, detenidos, desnudados, inspeccionados y despiojados.
El experimento se descontroló enseguida, con ‘guardias’ que abusaban del trato sádico y humillante hacia los ‘prisioneros’, quienes reaccionaron al segundo día con un motín. La falta de ética de este tipo de experimentos no evita que sus conclusiones sean tan interesantes como tristes. Impresiona el trato inhumano de quienes se sienten legitimados para ello, así como la obediencia debida a quienes representan la autoridad. El experimento de Milgram tuvo una moderna versión en un programa televisivo franco-suizo llamado El juego de la muerte, que me hizo llorar amargamente al comprobar el 81 % de obediencia entre los concursantes que aplicaban supuestas descargas eléctricas atendiendo a una sutil indicación de la presentadora. Un panorama tan triste como real.
Ni nuestros ‘señores’ han llegado a tratar con crueldad a los ‘sirvientes’ ni estos se han rebelado más allá de la crisis de Ares. Lo que sí hemos visto es como algunos están más acostumbrados que otros a mandar. Belén no solo ejerce el mando campanilla en mano, sino que también lo hace con sus iguales. De hecho, durante la comida de ayer le ordenaba a Aguasantas que se levantase a tocar la campaña para pedir el postre, y la noche anterior mandaba a Sandoval que le colocase bien la ropa tras haberse acostado. Me llama la atención que por un lado convierta a Sandoval en poco menos que en uno de sus criados particulares y por otro diga en el ‘confe’ que no lo soporta. Sobre todo porque se pasa medio día junto a él. Incluso le anima a contar anécdotas que ella ya conoce. Como si a este concursante hiciera falta animarle mucho. Creo que algunos compañeros empezarán pronto a huir en cuanto se les acerque, evitando las monumentales chapas que es capaz de soltar.
Para una anécdota que era interesante nos faltó conocer con más detalle el final porque el realizador decidió cambiar de cámara en ese justo momento. Contaba Sandoval que tenía en Madrid una sirvienta filipina y un día recibió el extracto bancario de su tarjeta de crédito con una operación que él no había realizado en fechas que había estado en Miami. Fue a poner la denuncia pertinente y el banco le mostró la imagen de una persona muy parecida a él, con el mismo gorro y ropa, sacando el dinero del cajero. Las investigaciones condujeron a acusar a la sirvienta, por lo que avisó a su familia y le pidieron a ella misma que no se ausentara para poder ir a declarar al día siguiente. Pero unas horas después la filipina intentaba su escapada construyendo una escala con las sábanas, como en las películas. No tuvo suerte y la sábana se rompió, dando con su trasero en el suelo, con resultado de varias vértebras dañadas. No digo que sea para envidiar, pero la vida de Sandoval parece una película, y bastante divertida en algunas ocasiones.
La noche terminó con fiesta, como es tradición los martes últimamente en la casa de Guadalix. En este caso, fue una fiesta mestiza, en la que los concursantes pudieron olvidar sus roles de ‘señores’ y ‘sirvientes’. A Los Chunguitos les dejaron su guitarra y se marcaron una especie de jam session a la que no estuvieron atentos todos. En la mesa del comedor unos cuantos montaron un remedo de Sálvame Deluxe, como ellos mismos lo llamaron. Belén, Sandoval y Ares aprovecharon para hacer un juicio sumarísimo a Olvido, después de haberse encontrado con un hueso más duro de roer, llamado Laura. La que fuera hija del mayoral de Cantora terminó ganándose a Belén tras denunciar las diferencias que supuestamente hacía la Pantoja entre la chiquillería de esa casa, entre quienes estaba la propia Laura. Tras fracasar en su primer intento, la diversión continuó con Olvido, y ahí la cosa les salió mejor.
Entre los nervios de Sandoval (los suyos y los que me provoca) y la mala intención de Ares, lo único que consiguieron fue ponerle en bandeja a Olvido una posibilidad de ganarse a la audiencia. Ella tampoco es tonta, y aprovechó bien el momento para ir al ‘confe’ y echar unas lágrimas ante las que solamente Ylenia acudió para consolarla. Minipunto para las dos. En el polo opuesto está Ares, probablemente el caso más rápido de autoinmolación que se ha visto en este concurso. En poco más de 40 horas la ‘reportera del VIP’ se travestía en la gran inquisidora, llegando a censurar que Olvido saliera a divertirse una noche teniendo una niña de dos meses, e incluso mirando con reparo de vieja aldeana que hubiera aceptado separarse de ella al tener que estar encerrada durante semanas en esa casa.
La imagen se debería haber vuelto en blanco y negro y con la cantarina voz aguda del NODO narrando lo que estaba pasando. No podía ser semejante vuelta al pasado, pero estaba pasando de verdad. Cualquier cosa valía para poner en un aprieto a Olvido y quedar como las más puritanas del universo. Olvido se equivoca al presuponer que todas las chicas hacen vídeos mientras se masturban y lo comparten con sus amantes. Mucha gente no ha hecho nunca ni planes de hacer tal cosa. Incluso mucha gente no tiene amantes. Pero eso no quita para que cada uno haga lo que le venga en gana. Entre otras cosas porque en principio era algo que nunca debería haber pasado del plano de lo privado.
Con todo, las censuras relativas a la historia de infidelidades que salieron a la luz pública y, entre otras cosas, provocaron la dimisión de Olvido como concejala o el final de su carrera política, son inocentes al lado de esa superioridad moral que muestra Ares censurando que una mujer deba dejar de salir por haberse convertido en madre semanas antes. Da risa ver a Ares dando lecciones de vida a una señora que ha vivido el doble que ella. Pero ojalá todo se quedara en eso, porque verla arrogarse el papel de voz de la calle es sencillamente patético. Como dice @DMarzal, a Ares se le está poniendo cara de apoderado. De momento, anoche hizo llorar a Olvido. La diferencia es que luego no lo celebró brindando sino echándose un bailecito con Belén.
La colección impagable de vídeos que nos deja el día de ayer se completaba a medianoche con Israel bastante alcoholizado, y media casa escandalizada. No sé si les preocupaba más el estado del torero o que fuera el primer momento que se mostraba realmente gracioso. Durante la comida había tenido una pequeña discusión con Sandoval, por afirmar este que puede comer durante un mes con 50 euros. Incluso con 20. ¿Alguien da más? Luego aclaró que la mayoría de los días le dan de comer sus amigos, especialmente en un bar de Sitges que son como su familia. Pero seguía insistiendo en que se puede subsistir con una cantidad tan ínfima de dinero, por lo cual se rebelaba Israel.
Este episodio era aprovechado por Israel para burlarse un poco de Sandoval, todavía con una copa en la mano. “Vas a ser amigo mío y me vas a adorar. Tú y tu perro”, decía el torero ante un Sandoval incómodo. “No me mola lo que estás haciendo”, le decía Ylenia, y contestaba Israel: “Me la suda”. La caña. Con personajes así tenemos diversión a raudales asegurada durante semanas. Luego Ares, ya redimida al haber pedido disculpas a Olvido virando a su personalidad pelota, le vaciaba media copa a Israel, aunque esa no fue la última. Y Belén preparaba todo por si terminaba vomitando, pero a esas horas Israel ya estaba durmiendo plácidamente, después de haberse reído de todos con la inocencia de los borrachos. “Solo los niños y los borrachos dicen la verdad”, decía Israel un rato antes. No le falta razón.
Moleskine del gato
Los más apagados anoche fueron Aguasantas y Sandro. Lo único que vimos del pitoniso fue que ni siquiera se sabe los signos del zodiaco. Por no saber, ni siquiera sabe que son doce. Por la tarde decía tener amnesia en cuanto le preguntaban por algo relativo a las ciencias ocultas. Y por la noche se bloqueaba al intentar hablar de astrología básica. No recuerda los signos del zodiaco, pero no se le olvidan nunca los números del teléfono de tarificación especial a los que hay que llamar para recibir sus bendiciones y buenas noches. Menudo chasco con el pitoniso.
Ah, y mañana entra Kiko Rivera. Me relamo, me relamo.