No sé a vosotros pero a mí no me gusta la forma en que algunos políticos españoles andan estos días dejando sus escaños en nuestro Parlamento. No me gusta que se vayan sin explicar con todo detalle por qué lo hacen, qué hay en sus vidas más importante que ostentar la representación de los ciudadanos que les votaron y qué van a hacer a partir de ahora. No me gusta nada esta desbandada.
Estas serían mis preguntas, si pudiera hacerlas, a los diputados que tiran la toalla en este momento difícil:
1.- ¿Por qué deja el Parlamento?
2.- ¿Su decisión está tomada por discrepancias con el partido al que representa?
3.- ¿Podemos conocer esas discrepancias?
4.- ¿Ha sentido que no le daban el trato político que merecía?
5.- ¿Dice en público lo mismo que explica en privado?
6.- ¿Al dejar el acta de diputado deja de percibir su sueldo de forma inmediata?
7.- ¿Le queda alguna ayuda económica?
8.- ¿Hasta cuándo puede percibir dinero, si lo percibe?
9.- ¿Tiene ya trabajo?
10.- ¿Algo de lo que ha visto o ha hecho durante su tiempo de diputado le ha ayudado a conseguir el trabajo que tiene ahora?
11.- ¿Para usted el paso por la política le ha resultado rentable o ruinoso?
12.-¿Ha dudado en abandonar ahora por encontrarnos en esta crisis tan seria?
14.- ¿Qué le queda del Parlamento?
15.- ¿Su experiencia permitiría que le volviéramos a ver en unas listas electorales?
16.- ¿Cómo ha cambiado su partido desde que usted apostó por presentarse a una Generales?
17.- ¿Tiene la impresión de que los españoles no valoramos el trabajo de los parlamentarios?
18.- ¿Piensa que esa percepción es justa?
19.- ¿Estaría dispuesto a comparar su sueldo de ahora con el de dentro de un par de años diciendo, claro está, siempre la verdad?
20.- ¿Consiguió olvidarse de los tiros del 23F que permanecen el el techo de esa cámara que nos representa a todos?
No puedo pretender que ninguno las conteste porque a ninguno me he dirigido pero me gustaría que si leen este blog, me den esa sorpresa.
Como no es probable que ocurra os propongo que os pongáis en su piel y lo hagáis vosotros. No me valen ni insultos ni malos modos. El Parlamento es el centro del poder del pueblo en una democracia y es ese pueblo, el que se queda sin esos políticos que votó, los ciudadanos que observan esta desbandada los que merecen explicaciones que no tienen.