El 1 de Enero hice esta foto en la sierra de Madrid. Son gaviotas, o a mí me lo parecen. Me asombró que se contentaran con agua dulce estancada, acostumbrada como estoy a verlas en mi Mediterráneo querido.
La hice porque me emocionaron y porque me sugirieron una imágen para la noche de hoy, la noche de Reyes.
Tengo unos amigos que han decidido darse una oportunidad y han empezado a recorrer el camino de vuelta la noche de Reyes. Van a hacer, tras meses de separación, reproches y mucho dolor, lo que hacían cuando sus hijos eran pequeños: cenaban con un matrimonio amigo y luego cada uno iba a su casa a sembrarla de ilusiones para los niños.
Yo les deseo mucha suerte y mucha paciencia; sería bueno que se las trajeran los Reyes. Y pensándolo bien, eso sería bueno también para mí y seguramente para much@s de los que os juntáis en este Bolo.
Estos días finales de Gran Hermano 10 se van acrecentando las tensiones entre los espectadores de nuestro programa y leo algunas cosas que me duelen de verdad. No me importa que me pongáis a parir a mí, entra en mi sueldo; pero que pongáis en duda la honradez de todos mis compañeros, me duele mucho.
Tengo la seguridad de lo que digo: Gran Hermano es un concurso limpio y honesto. A los que lo hacemos nos da igual, exactamente igual, quien acabe ganado los 300.000 euros; sólo buscamos que nuestro trabajo sirva para reflejar la vida de unos valientes que se atrevieron a meterse en esa casa mágica de Guadalix de la Sierra a que les observáramos a cualquier hora del día o de la noche.
Todo el trabajo está hecho de buena fe. Es evidente que se cometen errores pero siempre, absolutamente siempre se intenta equilibrar la presencia de los concursantes para que gane el que vosotr@s con vuestros votos decidáis.
Pongo mi mano en el fuego por la decencia de mis compañer@s y os aseguro que si les viérais trabajar, haríais lo mismo.
Dentro de pocos días habrá ganador o ganadora, llegará el final, pero aunque a algun@s os parezca hasta mentira, a mí ya me está empezando a entrar la pena de cada año: que se acabe, duele. El que lo entienda, bien y el que no, que nos permita a los que así sentimos hacerlo sin recibir lecciones de comportamiento. Se agradece.
Hemos empezado el año con tanques matando en Gaza.
Nunca entenderé que un pueblo que ha sufrido el Holocausto, repita la saña y la violencia con otro pueblo, no puedo entenderlo y lo condeno sin ningún paliativo.
Mónica Prieto, excelente periodista del diario El Mundo, escribía el pasado 30 de Diciembre :"Desmontando los tópicos de Gaza". Interesante información para los que quieran saber lo que realmente está pasando.