No es fácil entrar en un quirófano. Por mucho que ella creía que lo sabía todo, los médicos siempre te acaban sorprendiendo.
Cuando pueda os daré más detalles, pero de momento sólo puedo decir que todo ha ido bien, que la operación ha sido un éxito y que al despertar de la anestesia mi amiga decía "Mamá, Mamá", en esa semiconsciencia que te saca sin freno tu sentimiento más profundo.
Esa madre había pasado mucho miedo y la imagino feliz en estos momentos. Lo merece ella también.
Os mando también una foto que es el mejor reflejo del nacimiento de un niño, Mario, que he vivido hoy en "tiempo real", como decían mis compañeros en la radio, al lado del abuelo de la criatura, a quien informaban por teléfono de la evolución de las contracciones de su hija primeriza.
Esta manita ha llegado al mundo para ser feliz; ojalá tenga suerte y lo consiga!