La ilusión

telecinco.es 19/05/2010 13:32

Hace unos días guardé una frase de Freud que reproducía José Luis Álvarez, sociólogo y profesor en ESADE, en un artículo en El País: "Nunca a las sociedades en pánico les ha importado más la verdad que las ilusiones". Es peligrosa, pero comprensible. Vivimos momentos en los que los que dicen la verdad no anuncian bondades y corremos el peligro de preferir que nos vendan ilusiones.

La ilusión, sin embargo, es un motor muy potente. La ilusión puede hacerte realizar mejor un trabajo, entregarte sin mirar el reloj, regalar incluso tu tiempo. Mis compañeros del departamento de Informática de Telecinco son un buen ejemplo de eso. No sé si os ha ocurrido alguna vez, pero en estos días estoy comprobando el grado de paciencia que estos chicos tienen cuando acudo a ellos con problemas en mi portátil nuevo.

Es tanta la impotencia del desconocimiento que comprendo que una puede llegar a ser una verdadera plasta cuando aparece por la puerta pidiendo socorro. La informática es imprescindible, es la mejor herramienta actual, pero es también una compañera desconocida e insondable. Cuando crees que ya has aprendido, que ya no te volverá a pasar aquello que te paralizó frente a la pantalla, todo vuelve a hacerse un lío y tienes que volver a pedir ayuda. Es en esos momentos cuando yo me querría casar, sí casar, con mis compañeros del CAU, ese lugar lleno de cabezas privilegiadas que con cuatro toquecitos, te devuelven la felicidad. Estoy segura de que trabajan con ilusión porque si no fuera así ya habrían perdido la paciencia.

Hoy he colgado una foto que siempre llevo conmigo desde hace muchos años. La tengo por mi casa y la voy cambiando de lugar para no acostumbrarme a ella, para mirarla siempre con los ojos del asombro de la primera vez que la vi.

Este niño negro que abraza a su gallo es hoy mi mejor imagen para hablaros de una historia que pertenece a este Bolo, que es nuestra. Os copio las palabras de Sue44 que me llegaron ayer y que quiero compartir con vosotros:

"A mi casa ha llegado un ángel. Eusebio es un niño guineano que llegó a mi vida para ser operado en un hospital en España de algo que nunca podrían hacerle en su país. Es una operación muy delicada en un ojo.De momento no puedo enseñaros su cara porque él se avergüenza de su aspecto, pero lo haré en cuanto me lo permita; podréis ver el antes y el después. Su historia es ésta: con un año mueren sus padres, su abuela se lo lleva al bosque y lo cría como un animal más de los que tenía. Al ver que un bulto extraño en el ojo crecía imparable, lo devuelve a la ciudad y lo abandona en un mercado. Lo encuentran las monjas de mi centro y consiguen dar con la otra parte de la familia. Nadie se ocupa de él y menos de su salud, tan sólo esa parte de la familia le da casa y comida, pero no todo lo demás que un ser humano necesita para poder vivir con dignidad. Es entonces cuando deciden que venga a España. El equipo médico que lo vio se volcó desde el minuto uno y se ofrecieron para ayudarle.Eusebio es un niño guineano que llegó a mi vida para ser operado

pero lo haré en cuanto me lo permitaun ser humano necesita para poder vivir con dignidad Este niño es un ángel...

La ilusión ha cambiado la vida de nuestra Sue44; la ilusión por dar a Eusebio la vida que jamás tuvo. Ofrecerle confianza, amor, enseñanza, reconocer sus cualidades y darle, en definitiva, la ayuda que le permitirá ver con sus dos ojos. Es posible que la presencia de este chaval trastoque a estas familias, pero a cambio recibirán el tesoro de su presencia que les ayudará a descubrir muchos sentimientos que tenían olvidados.

La ilusión por su recuperación se mezclará con el miedo a perderlo cuando todo acabe, pero hasta que ese momento de realidad llegue, han escogido vivir al día y deslumbrarse con cada detalle del chaval que llegó de África con el susto en el cuerpo y la esperanza en los médicos. Su historia será una historia que compartiremos aquí entre todos.

Hoy arranco yo, pero mañana sabremos detalles por nuestra querida bloguera, estoy totalmente segura de ello.