Mikel

telecinco.es 25/02/2009 12:19

Se llama Mikel Segurola, es de San Sebastián. Tiene 41 años. Cuando tenía 32 le diagnosticaron esclerosis múltiple. Siempre había estado sano. Era y es muy deportista.

Siempre creí que se trataba de una tontería pero acabó siendo esclerosis múltiple.

Me salí de la medicina tradicional y mi neurólogo me daba palmaditas en la espalda; no creo que nunca lo haya entendido.

Me hablaron de un "pájaro" en Méjico que se atrevía con la esclerosis múltiple y allí me fui. El tomó otro camino y la atacó como si de un virus se tratara. Había que limpiar mi sangre y me recetó los retrovirales que usan los enfermos de SIDA. Me recomendó acupuntura. También acudo varias veces a la semana a que unas abejas me piquen y logro con ello generar cortisona natural. Me ayuda mucho. Me da igual de dónde viene el bien si me soluciona el problema.

Dejé de ir al neurólogo tradicional aunque cuando nos cruzamos por la calle nos saludamos con afecto. Él dice que me he "desdiagnosticado", que se debió cometer un error y que nunca tuve esclerosis múltiple. Yo le entiendo porque a un neurólogo le gusta que al enfermo le pase lo que él dice que va a pasar. A mí no me pasa lo que él dice que me va a pasar, ergo: no estoy enfermo.

No puedo correr. Cuando mis niños eran pequeños no podía salir corriendo detrás de ellos si se me escapaban de la mano y eso me angustiaba pero por lo demás hago una vida casi normal. Juego al golf y lo hago mejor que antes porque me muevo menos. Esquío, tú me has visto, y este aparato ingenioso me permite bajar las pistas dusfrutando como antes. Ando en moto, navego y boxeo, boxeo porque quieren que no me obsesione con la fuerza perdida de mis piernas y haga más caso a las manos.

Duermo mal porque por las noches tengo muchos calambres y se me suben las bolas de los gemelos y machaco a mi mujer pero el cansancio tan característico de mi enfermedad no me ha tumbado. Nunca he tenido dolor, cosa importantísima.

Siempre que me encuentro con colegas de enfermedad les digo que no den por perdida la búsqueda, que hay mucha gente tratando de ayudarnos pero que hay que salir a por ellos. No están en los despachos tradicionales.

Me gustaría atreverme a escribir pero no soy suficientemente valiente. Si lo haces tú me haces un favor."

Y aquí me tenéis haciendo lo que hace un año no hubiera sido capaz de hacer: escribiendo la historia de Mikel.

Esta fotografía os da una idea del mecanismo habilidoso que sustituye su fuerza perdida y le permite volver a tener piernas. Me gustaría que le viérais esquiar: es un espectáculo.