Vuestras opiniones y dos velas rojas

telecinco.es 29/10/2009 12:07

Me resulta extraño que siga habiendo personas que duden de que a mí me importan las opiniones que aquí se publican. Me apasiona leer lo que pensáis. A veces me confunde, pero la mayoría de los comentarios, me hacen reflexionar. Esta última semana, como ocurrió con el post anterior, las entrevistas que hago en el plató de Gran Hermano a los concursantes que salen de la casa, han provocado muchas de vuestras opiniones. Tanto en este Bolo, como en El Gato Encerrado, la pasión ha teñido los blogs. No podemos pedir más. Creedme si os digo que, de verdad, agradezco que os molestéis en escribir y opinar, lo agradezco mucho.

Espero que también aceptéis que no comparta muchas de vuestras opiniones.

No me voy a extender y luego os explicaré por qué, pero repito que sigo entendiendo la reacción de Indhira dentro de la casa, dentro de esas cuatro paredes. No comparto sus insultos, como dije en directo, pero sí entiendo su desesperación y su miedo de la semana pasada.

Desesperación porque reconoció de inmediato en Arturo palabras y gestos hacia Carol que ella había recibido pocas semanas antes; palabras y gestos que le atraparon en esa historia que podemos llamarle desde fuera como queramos y que ella llamó amor, en su corazón le llamó amor aunque hacia afuera deseara poder quitarle importancia.

Miedo porque vio aterrada que esa compañera nueva, esa compañera de concurso que a ella la conocía muy bien porque la había podido observar detrás de los espejos, y a la que ella saludaba por primera vez, aceptaba,"compraba" todos esos gestos que la llevarían, frente a sus ojos, a los brazos de ese hombre del que una bronca monumental, la había alejado.

Desesperación y miedo: dos sentimientos que pueden desequilibrarte y hacerte decir palabras que la serenidad y la reflexión nunca te permitirían. Cuando hablé de las entrañas, me estaba refiriendo a eso, y creo que habrá muy pocas personas, hombres y mujeres que hayan conocido el dulce amor y el amargo desamor, que puedan tirar la primera piedra: yo no puedo.

Una presentadora de televisión no tiene que callar su punto de vista, una periodista que presenta GH puede, y creo que debe, posicionarse en algunas ocasiones. Para mí ésta ha sido una de ellas. No acepto con facilidad dejar pasar el sufrimiento innecesario sin denunciarlo. Eso fue lo que ví y eso fue lo que hablé con Carol; ella es la primera que sabe que así fueron los hechos.

Y a partir de aquí la fascinante aventura de observar por la mirilla, por el ojo de la cerradura. A partir de aquí, el tesoro diario que este bendito programa nos ofrece: agotarnos analizando comportamientos humanos y dejarnos los dedos opinando de lo que vemos en esa casa que es, por mucho que siga habiendo gente que piense que exagero, el mejor laboratorio para observarnos a nosotros mismos. GH es nuestro propio espejo, cada día lo veo más claro.

Dicho lo cual voy a otro asunto.

La semana pasada participé con un numeroso grupo de colegas periodistas en la presentación de una iniciativa muy importante. La revista Marie Claire ha puesto en marcha el siguiente objetivo: "Escuela para todas". Tratan de ofrecer educación a las niñas camboyanas que de otra forma no la tendrían. Tratan de arrancar de las garras de la prostitución y el trabajo infantil a cientos de niñas que asisten a esa escuela gracias a esta iniciativa que nació en la hermana MC francesa.

Esa tarde me quedó grabada la carita inocente y curiosa de niñas de 10, 11, 12 años que eran ofrecidas para ser usadas sexualmente por consumidores de prostitución infantil. Hombres camboyanos y extranjeros que pagaban por abusar de ellas. Nada nuevo, ya lo sé, pero como dijeron mis compañeras Pepa Bueno, Montse Domínguez y Joana Bonet, éste es ahora nuestro reto.

Si véis velas rojas en forma de lápiz en los kioskos de nuestro país, sabed que podéis comprarlas y por muy poco dinero participar en esta ayuda imprescindible. Quizá alguno recordéis que dos velas rojas estuvieron todo el programa del Jueves pasado sobre mi mesa en el plató de Gran Hermano. Esas son las velas de esta campaña.

Joana Bonet, directora de Marie Claire, informó de que son 70 los países en el mundo donde las niñas no van a la escuela, no reciben enseñanza, no se las educa, 70! Esa realidad, esa vergüenza, es la base de una vida siempre en inferioridad de condiciones. La enseñanza es pues para esas niñas la primera ayuda absolutamente imprescindible para intentar conseguir que puedan llegar a ser mujeres libres que logren cambiar la esclavitud y la pobreza que les atenaza.

Recordad: velas rojas en forma de lápiz, tan sólo eso.