Otro más

telecinco.es 13/08/2008 08:24

Hoy he encontrado esta foto de Paul Newman y la comparto con vosotr@s para hacerle mi pequeño homenaje por tantos momentos de felicidad durante decenas de años. Dicen que ha dicho que quiere que le dejen morir en paz, que le lleven a su casa, que no luchen más. Al parecer le consume un cáncer de pulmón. Otro más. Es demasiado triste.

Cuando parecía que mis vacaciones habían cogido velocidad de crucero, una llamada de teléfono lo paró todo.

Tuve que salir corriendo al aeropuerto. Creí que podría aprovechar mi tarjeta de puntos Iberia pero la premura del viaje lo impidió; ese preciso día no había aviones que permitían utilizar un hipotético beneficio que vamos acumulando con todo cuidado cuando viajamos y cuando pagamos en las gasolineras Repsol. No sirvió de nada. Ya sabréis cuánta rabia da eso.

Era el día de nuestro primer oro en las Olimpiadas. El día de ese llanto que no pudo contener Samuel Sánchez tras años de lucha dura de ciclista.

Aún no habían pillado a Maribel Moreno, la ciclista que me recordó a aquellas concursantes de 'Gran Hermano' que creyeron poder esconder su pasado al entrar en la casa a pesar de que les advertíamos hasta la saciedad del peligro de ocultar vidas que no quisieran ver a la luz del día. Me recordó a Mónica, la concursante que más me ha impresionado dentro del confesionario.

Pero ahí acabó todo: en una UCI desaparecen todas las noticias del mundo exterior.

En una UCI los enfermos pierden el sentido del tiempo y los familiares esperamos tres veces al día que nos den permiso para comprobar que las cosas han mejorado.

En una UCI los médicos se convierten en dioses. Su esperada visita, su forma de mirarte, su tono de voz o su sonrisa hablan al enfermo con tal intensidad que ninguna palabra podría superarla.

En una UCI, los que habéis tenido esa experiencia lo sabéis, nuestro pudor desaparece. Sabéis que uno está en manos de enfermeras que no se andan con tonterías y hacen su trabajo con total entrega sin escuchar protesta ninguna. Suelen enfadarse si un enfermo toma iniciativas inesperadas y cortan por la calle de enmedio sin permitir ni un desmadre. A mí me choca que, algunas, traten con una confianza desmedida a un enfermo que suele estar desorientado y asustado.

En una UCI compartes tu vida con la de tus compañeros de "box" y todos los familiares acaban conociendo pelos y señales de lo que ha provocado tu presencia en ella.

El vecino de "mi familiar" está en coma inducido. Le pasó un tractor por encima y sus 39 años estuvieron a punto de acabar debajo de esas inmensas ruedas pero sigue vivo. Todos los miembros de su familia le hablan y le acarician con la esperanza de que él les escuche y vuelva a la vida, de que responda a tantos gestos y palabras de amor, pero él se está tomando su tiempo. Los médicos confían en que su cerebro reaccionará. Yo estoy segura de que lo logrará.

Van pasando los días de agosto en la Unidad de Cuidados Intensivos y lo único que nos importa, entre médicos que se van yendo de vacaciones, es que alguno de ellos nos diga que todo va mejorando y que le mandan a la planta.

Después llegará el alta y la vuelta a casa.

En mi caso ya puedo dormir tranquila.

Ahora querría escuchar que Paul Newman no se muere y que el chico del tractor ha abierto los ojos y ha reconocido todas las caricias.