¡Bienvenidos al ejército!
Hoy os voy a presentar la última forma de hacer ejercicio en la piscina que he tenido la oportunidad de probar: Water Army Camp es una actividad única en la capital y se trata de un entrenamiento militar divertido, ameno, exigente y… ¡en el agua!
Si estás cansado del gimnasio y la natación llega a aburrirte, te animo a que pruebes una de estas sesiones de crossfit acuático, ideado por el instructor Julián Velasco. La actividad es muy variada y consigue que el tiempo se te pase volando mientras tus pulsaciones no dejan de aumentar.
El resultado: cuarenta y cinco minutos de actividad frenética entre dos piscinas, una grande y otra más pequeña, que os va a dejar con la boca abierta.
Eso sí, si queréis sobrevivir a esta clase tendréis que cargar las pilas con un desayuno completo para llegar a la piscina llenos de vitalidad… ¡la vais a necesitar!
Y también es conveniente tener una cierta base deportiva y conocimientos para realizar bien los ejercicios y evitar lesiones.
Tras unos ejercicios de calentamiento en el vaso pequeño comenzamos con un circuito muy variado entre ambas piscinas, donde hay que avanzar bajo el agua a través de una soga, bucear dentro de aros, superar obstáculos, hacer burpees…
Después continuamos en la pequeña con flexiones, abdominales, carrera, saltos… los ejercicios no suelen superar los cinco minutos, ya que son de alta intensidad y buscan diferentes objetivos: tonificación muscular, coordinación, resistencia aeróbica, etc., así que no te da tiempo a aburrirte ;)
Es una actividad que también combina la competición y el trabajo en equipo. Por una lado hicimos el circuito con lastres compitiendo por parejas, y terminamos con ejercicios con la soga, teniendo que trasladar bidones muy pesados entre las piernas, más rápido que el equipo contrario.
La verdad es que esto sí que fue nuevo para mí: siempre he practicado deporte en solitario, aunque lo haya hecho en clases colectivas, y en esta actividad el grupo acaba muy compenetrado gracias, sobre todo, a las risas.
Y ese es uno de los muchos beneficios que reúne esta disciplina.
Ya sabéis que soy una enamorada de la natación y los innumerables bienes que nos proporciona. El Army Camp aúna la intensidad de un entrenamiento de cardio utilizando para ello el medio acuático, más denso y contra el cual nos cuesta mucho más movernos.
Gracias al agua, el riesgo de lesiones se reduce ya que la flotabilidad disminuye el impacto en nuestras articulaciones, la velocidad de los movimientos siempre es menor que en superficie y además no es necesario trabajar con grandes cargas dado que esa resistencia contra el agua es suficiente en la mayoría de los casos para conseguir el esfuerzo requerido.
La alta intensidad de los ejercicios, el poco tiempo de recuperación y la combinación de natación, musculación, saltos, carrera… se encargan de alterar de forma brusca el metabolismo creando una actividad ideal para perder peso, tonificarse, aumentar la resistencia y la coordinación.
Por ello además de un buen rato asegurado… ¡acabarás rendido!
Gracias al equipo de Escuelas San Antón, por su inmejorable trato y sus instalaciones.
A mi fotógrafo, Luis Ruiz, que también sudó la gota gorda.
Y a Carmen Fernández, por apoyarme en todo.