En la serie Caronte, que ya puedes ver en Amazon Prime Video, la empatía juega un papel muy importante, convirtiéndose casi en un personaje más, en el motor que mueve a su protagonista a dar lo mejor de sí mismo a la hora de prepararse la defensa de sus clientes que, en la gran mayoría de los casos, considera que han sido injustamente acusados de cometer un delito.
El hecho de que Samuel haya pasado varios años en la cárcel le ayuda a ponerse en la piel del otro porque, además de volcar todos sus esfuerzos en demostrar que sus representados son inocentes, sabe que cada día en la cárcel cuenta, y que el tiempo que se vive en prisión marca para siempre la vida de las personas. Una experiencia tan traumática como la de estar encerrado, más aún para los inocentes, puede crear efectos psicológicos cuya huella cuesta mucho minimizar, y jamás termina de borrarse del todo. Si el confinamiento ya es duro de por sí, la situación se recrudece cuando tiene lugar en un lugar hostil.
Por eso, en las tramas de Caronte, la empatía actúa como un motor que mueve la conciencia de un abogado justiciero para el que es mucho más importante cuidar el estado mental de las personas y los sentimientos que le transmiten que cumplir con las leyes de manera estricta, ciñéndose a las pruebas presentadas por la acusación y la fiscalía para inculpar a sus clientes. Siempre antepone el factor humano, porque es lo verdaderamente importante para él, y esta aptitud le ayuda a realizar su trabajo de una forma efectiva, consiguiendo muy buenos resultados.
Porque, como decía Daniel Goleman: “La empatía representa la base para todas las competencias sociales importantes en el trabajo”.