Tras ser abatido por los Mossos d'Esquadra al entrar en la comisaría con un arma blanca y al grito de "Ala es grande", se ha procedido al levantamiento del cadáver de este hombre de 29 años, español aunque de origen argelino y sin antecedentes policiales. Los Mossos se encuentran registrando su domicilio e investigan si tenía infraestructura o cómplices.