La propuesta del Gobierno de una posible reforma en el Poder Judicial, en la que se busca que en el Congreso y el Senado se puedan elegir a los vocales correspondientes a cada cámara con mayoría absoluta en la segunda votación, manteniéndose la mayoría en tres quintos, no ha dejado indiferente a nadie, teniendo apoyos para seguir adelante y detractores que se niegan a que esto se apruebe.
Rufián ha expresado que no le convence esta posible reforma y ha alertado de un riesgo, achacando este miedo a que no le gustaría que esto lo utilice en un futuro un partido de derechas y asegurando que es pan para hoy y hambre para mañana. Palabras que le he recordado Ana Rosa al comenzar el debate político de los viernes "estuviste muy clarividente con lo de la reforma", ante la sorpresa de que el político independentista expresase en público su no apoyo al Gobierno actual.
La presentadora expresaba su apoyo a las declaraciones de Rufián: "Estoy muy de acuerdo contigo, pensé lo mismo: ¿Cómo quieren hacer esta reforma? Luego gana la derecha y con esa reforma harán lo contrario, no es una buena solución, lo que es bueno para mi también es bueno para los otros, pero lo que es bueno para mi a lo mejor es malo para todos". Lo que ha vuelto a corroborar Gabriel, pero ahora con un discurso más cercano al Gobierno: "Es muy discutible la iniciativa legislativa que se va a presentar. Ahora, lo que si que es obligado es meterle mano al Poder Judicial y entre lo discutible y lo obligado tiene que ganar o obligado".