La lava se desborda por las cuatro bocas activas del volcán de La Palma arrastrando rocas gigantes tras la ruptura del cono principal
La lava fluye más líquida y con grandes rocas tras la ruptura del cono principal
El volcán de Cumbre Vieja, más enérgico con continuos desbordes en el cono principal y en el secundario y pequeños derrumbes
Los perros cercados por la lava del volcán de La Palma están bien en una casa de acogida
Lejos de calmarse, el volcán de La Palma está en estos momentos con una máxima actividad. Tras la nueva rotura del cono principal este lunes, la salida de la lava ha aumentado. Durante la noche, el volcán ha seguido desbordándose por las cuatro bocas activas porque dos de ellas se han unido tras la ruptura del cono.
La lava del volcán de Cumbre Vieja es más fluida y baja por la ladera acompañada de objetos de gran tamaño. Lo hacen hacia la colada primigenia, la primera que se originó y llegó al mar.
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El volcán, en su momento más activo
El volcán se presenta en su momento más enérgicos, más explosivo con continuos desbordes en el cono principal y en el secundario y pequeños derrumbes de las inestables laderas. Involcan ha grabado esta noche como la lava discurre en grandes cantidades desde Tacande.
Imágenes detalladas de la erupción esta noche desde Tacande / Detailed images from the eruption tonight from Tacande #lapalma #ErupcionLaPalma #LaPalmaErupcion pic.twitter.com/ToqdkxxTLf
— INVOLCAN (@involcan) 25 de octubre de 2021
De cerca se aprecia cómo se forman coladas que parecen avanzar a gran velocidad, aunque de momento no se ha consolidado ninguna nueva. La lava que fluye tras la rotura ayer lunes del cono principal fluye por la primigenia.
Se ha abierto también un nuevo centro de emisión, pero en el Pevolca ya ni los cuenta. Ahora mismo hay cinco activos aunque el volcán de Cumbre Vieja ha llegado a tener hasta 10.
La actividad sísmica también sigue en aumento y eso no es buena señal. Además en el penacho se han medido tres veces más emisiones de dióxido de azufre que hace 10 días. Todo son señales de que la erupción no baja de intensidad.