Tecnología punta para detectar y combatir el coronavirus: lo que nos espera tras el confinamiento

Erradicar el coronavirus se ha convertido en el objetivo principal de todo el mundo: la tecnología parece desmarcarse como el principal salvador de esta pandemia. Y es que este inimaginable 2020 ya parece traer el futuro que imaginaban nuestros padres: gafas con infrarrojos para ver el virus, aplicaciones móviles que indican la infección mediante el sonido de la tos o cámaras térmicas. "La realidad supera a la ficción", dice el famoso proverbio.

Los avances tecnológicos se han dado en numerosos ámbitos: como la fabricación de material sanitario a partir de impresoras 3D, los robots repartidores de comida y medicamentos o nuevas formas de erradicar el virus, como un desinfectador de manos mediante luz solar.

Rocío Martínez, investigadora del King's College de Londres, ha sido entrevistada por Pedro Piqueras a través de una conexión con Informativos Telecinco en la que ha contado cómo, gracias a una iniciativa de un grupo de personas entre las cuales se encuentra, han conseguido traer a España unos super-robots capaces de hacer hasta 70.000 test de coronavirus a la semana.

“Surge de conversaciones entre las cinco personas (María Parga, Sandra Figaredo, Javier Colás y ella) que hemos estado implicados, aunque hay muchísima mas gente a la que agradecer y muchísima más gente involucrada también. Estábamos hablando de cómo hacer proyectos para ayudar en la crisis y cómo hacer cosas. Yo soy científica y me dedico a investigar. Estuvimos comentando qué sería una solución y hablamos de estos robots que están en una compañía americana”.

Los supermercados y suministros alimenticios no pueden detenerse. El riesgo al contagio en la calle ha hecho que varias compañías ya piensen en nuevas alternativas de futuro. Una solución, que aún no se ha implantado, es Roxo, robot repartidor de FedEx, o Scout, de Amazon, que pueden servir para transportar mercancía garantizando contacto cero entre humanos. China ha ensayado recientemente con un robot de la empresa Keenon Robotics, tanto para llevar alimentos a personas aisladas como para transportar medicamentos.

Los drones pueden realizar numersosas actividades que ayuden al ser humano. Una de ellas, la principal, es distiguir las personas sanas de las enfermas, para que puedan ser aisladas y frenar la propagación. Hasta ahora, el tiempo para detectar a las personas conllevaba pruebas o análisis.

El proyecto Vital Intelligence, iniciativa de drones Daganfly, la propia Vital Intelligence, la Universidad de Australia del Sur y el Departamento de Defensa de Australia tiene como objetivo crear un grupo global para luchar contra pandemias como la que vivimos ante el coronavirus.

Los drones podrán combatir las pandemias gracias a las combinaciones tecnológicas para optimizar su uso. Los drones integrarán cámaras, servicios de datos para monitorear atención médica y sensores para verificar la temperatura y el ritmo cardíaco y respiratorio de un individuo desde la distancia. También se puede monitorear de manera epidemiológica la difusión del virus a través de la tos o estornudos. Aún no hay un alto grado de efectividad, pero es un hecho que promete. Algunos ensayos ya están en marcha.

Los drones, al igual que los robots, también pueden transportar medicinas o alimentos para evitar el contacto entre humanos. En China, TerraDrones y AntWord utilizaron drones para transportar muestras médicas desde el Hospital Xinchang al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, en Zhejiang, según publica BBVA en un comunicado. Los drones también pueden transportar alimento, como el proyecto de drones llevado por la empresa JD.com. Esta compañía prueba entregas de alimento para reemplazar tiempos de transporte de una hora.

La Policía Municipal de Madrid utilizó en el mes de marzo drones para difundir por megafonía la recomendación a la población de que permanezca en casa y evite salir a la vía pública, aconsejando que se salga a la calle en casos en que sea estrictamente necesario. Mismo procedimiento se ha podido ver en las calles de Río de Janeiro.

Las tareas de desinfección también es una actividad esencial para evitar la propagación del virus. Reducir al mínimo la intervención humana es el objetivo de los investigadores que plantean el uso de drones agrícolas.

La Unidad de Emergencia del Ejército Español incorpora estos vehículos no tripulados para realizar pruebas de nebulización en áreas abiertas y en vehículos grandes, con resultados satisfactorios. En China, esta tecnología agrícola también se ha utilizado con el mismo propósito. Según un estudio de los drones XAG, serían 50 más eficientes que una persona en esta labor.

El Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, ha acordado financiar con medio millón de euros, con cargo a la Convocatoria Extraordinaria de Proyectos de Investigación sobre el SARS-CoV-2 y la enfermedad COVID-19, la propuesta presentada por un grupo de investigadores pertenecientes a diferentes instituciones radicadas en Andalucía para el diseño de un prototipo capaz de detectar el virus depositado sobre superficies de distintos materiales mediante el uso de tecnologías ópticas ya existentes -gafas- combinadas con Inteligencia Artificial (IA). Análisis rápido y sin contacto.

"Este avance supondría una gran contribución a los esfuerzos por contener la pandemia y evitar nuevos contagios, ya que permitiría detectar con precisión -lectura infrarrojo térmico- las superficies contaminadas por el coronavirus", destaca la Universidadad de Sevilla (US) en nota de prensa. En el proyecto participan investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la US, el Hospital Universitario Virgen del Rocío, el Instituto de Biomedicina de Sevilla o los TEDAX de la Policía Nacional. Este elemento supondría un gran avance en cuanto a disponer de métodos que ayuden a la limpieza y descontaminación.

El coronavirus se podría detectar a través del agua. Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Valencia han desarrollado un sistema de análisis molecular que puede alertar de la circulación del coronavirus en una comunidad a partir del estudio de sus aguas residuales.

El sistema de análisis, que podría ser útil como método de vigilancia epidemiológica, se ha probado en seis depuradoras de la Región de Murcia y en tres depuradoras del área metropolitana de Valencia, según informaron fuentes de Orión Comunicación. Las mediciones han detectado la presencia de material genético del virus y han demostrado que los tratamientos de desinfección en las depuradoras son eficaces en la eliminación de la presencia del virus.

El hospital de campaña de Ifema, en la Comunidad de Madrid, ha instalado una cámara térmica en su puerta de acceso para medir la temperatura corporal de las personas que accedan al recinto, donde se está tratando a pacientes contagiados de coronavirus. Esta máquina, que parece una cámara de fotos, detecta a tres metros de distancia cuando alguien tiene más de 37,5ºC. Este tipo de aparatos ya se han usado en otros lugares como Wuhan. Allí se ha utilizado en lugares y edificios públicos, como estaciones de transporte.

La cámara, donada por la empresa Dahua Iberia, hace las funciones de un gran termómetro -imágenes que se ven en un monitor de infrarrojos (en la cara de la gente se ve su temperatura corporal)-, pero con dos importantes ventajas: su velocidad y que no es necesario estar en contacto directo con el paciente, por lo que se reduce mucho el riesgo de contagio.

En el caso de que alguien presente fiebre, el aparato emite una señal de alerta. La inteligencia artificial de la cámara térmica permite identificar a las personas que pasan por delante de su objetivo. Posteriormente detecta sus caras y mide en ellas la temperatura. Esto se puede hacer hasta con tres personas por segundo, lo que supone que es capaz de analizar a 10.000 personas cada hora. El margen de error del aparato son tres décimas.

El Gobierno del Reino Unido ha unido fuerzas con la Agencia Espacial Europea (ESA) para dotar al Servicio Nacional de Salud británico (NHS) con herramientas y servicios tecnológicos más eficaces en la lucha contra el coronavirus. La ministra británica de Ciencia, Amanda Solloway, señaló -en un comunicado- que Londres destinará a este proyecto 2,6 millones de libras (2,98 millones de euros), en el que colaborarán la Agencia Espacial del Reino Unido y la ESA. También participarán un número de universidades y empresas de diversos sectores, a fin de desarrollar equipamientos y tecnologías.

"El sector espacial del Reino Unido es un líder mundial en la aplicación de tecnología de satélites y en recopilación de datos para hacer frente a los retos que afronta la Tierra, como la respuesta a desastres naturales o la gestión de brotes de enfermedades infecciones", señaló la ministra. El director del Centro Europeo de Aplicaciones Espaciales y Telecomunicaciones de ESA, Nick Appleyard, recordó que las "circunstancias actuales" presentan "desafíos" para la "comunidad espacial empresarial".

Dos emprendedores españoles licenciados en Ingeniería Biomédica han dado un nuevo uso a un asistente virtual creado por ellos mismos para la atención sociosanitaria de personas mayores, con el objetivo de identificar y atender a las personas que estén contagiadas con el coronavirus. "Hasta ahora, el sistema está entrenado para detectar malestar general, fiebre, tos, pérdida de olfato o gusto, dificultad al respirar e hinchazón", explica la cofundadora María González.

Se trata de un asistente virtual basado en inteligencia artificial que es capaz de mantener una conversación fluida con el usuario. A través de una serie de preguntas, el asistente puede estimar el número de contagios que hay en cada hogar llevar un seguimiento de los síntomas de los contagiados, identificar las necesidades de apoyo para las personas que viven solas o están aisladas y recordar a los pacientes los tratamientos de medicación que deben seguir cada día.

Investigadores del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) están trabajando en el desarrollo de un modelo matemático que describa cómo el COVID-19 podría propagarse entre los deportistas en caso de que se reanuden las competiciones en las que participan. El modelo parte de un escenario futuro en el que el virus no está totalmente erradicado de la sociedad, aunque sí lo suficiente para poder retomar las actividades deportivas. Los investigadores están tratando de evaluar cuáles son las mejores estrategias para reducir la probabilidad de reinfección.

La Policía de Dubái ha comenzado a hacer uso de "cascos inteligentes" con sensores térmicos para detectar posibles infectados de coronavirus en el transporte público, una medida que ya ha utilizado China en varias zonas del país para hacer frente a la pandemia de Covid-19. Tal y como han explicado las propias fuerzas de seguridad en un vídeo difundido en su cuenta de Twitter, el Departamento de Seguridad y Transporte de la Policía de Dubái está haciendo uso de la "última tecnología2.

En las imágenes se puede ver a varios agentes con los cascos puestos en un anden. Obaid al Hazbur, portavoz del departamento, ha indicado que estos cascos permiten escanear la temperatura de los usuarios del transporte público con una "alta eficacia", según informaciones del diario local 'Emarat Al Youm'. Asimismo, el casco también puede ser utilizado para el reconocimiento facial y la lectura de matrículas gracias al uso de la inteligencia artificial.

Nextstrain es un proyecto de código abierto que proporciona datos, secuenciación y visualizaciones que muestran la evolución de patógenos como el coronavirus, información que puede ayudar a los epidemiólogos a comprender cómo evoluciona en diferentes países y las posibles mutaciones que pueden cambiar su naturaleza. Al compartir la secuencia genética de 700 casos del virus con la comunidad científica, el proyecto ha contribuido a corroborar que la virulencia del virus no ha cambiado a medida que el virus se ha extendido a otros países.

Científicos catalanes del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Boston (EEUU) han comenzado a hacer en Barcelona los primeros ensayos clínicos de una aplicación que diagnostica la COVID-19 por la propia tos del paciente. Según ha explicado el director del proyecto, Brian Subirana, profesor del MIT y de Harvard, esta aplicación podría ser clave en el proceso de desconfinamiento una vez confirmen su eficacia en los ensayos que han comenzado en el Hospital Clínic de Barcelona, donde están recopilando datos para entrenar el algoritmo de inteligencia artificial de la aplicación.

Esta iniciativa podría facilitar la detección -en menos de 30 segundos- de los positivos en la COVID-19 simplemente respondiendo en el móvil a unas preguntas, e incluyendo el sonido de la propia tos, aunque sea forzada. Además, equipos de investigación de la Universidad de Cambridge y de la Universidad de Carnegie Mellon trabajan en el desarrollo de aplicaciones similares, lo cual puede ampliar las posibilidades de creación. En este caso, el objetivo es poder distinguir el COVID-19 de otras enfermedades, incluida la gripe.

Apple y Google, dos de los más grandes gigantes tecnológicos, han forjado una alianza inédita para combatir la pandemia de coronavirus con un sistema de rastreo. El objetivo del esfuerzo conjunto es permitir el uso de la tecnología Bluetooth para ayudar a los gobiernos y las agencias de salud a reducir la propagación del virus, con la privacidad y seguridad del usuario como ejes centrales de la estrategia.

Sanofi y Luminostics también han firmado un acuerdo con el fin de evaluar una colaboración que permita desarrollar una solución de autodiagnóstico de coronavirus a través del móvil. Luminostics contribuiría con su tecnología para la realización de pruebas por parte de la población y Sanofi aportaría su experiencia y capacidades en materia de pruebas de investigación clínica. El objetivo es proporcionar una solución para teléfonos móviles, que suprima la intervención de profesionales sanitarios o de realizar pruebas en los laboratorios.

La primera comunidad autónoma en dar el paso de ‘digitalizar’ la batalla contra el virus, inspirados en el modo de actuación de Corea del Sur, fue Madrid, foco del patógeno en España, cuyos habitantes pueden recurrir a coronamadrid.com. La web ha sido desarrollada con la colaboración del empresario Martin Varsavsky y algunas empresas como Telefónica, y persigue el objetivo de aliviar la sobrecarga de consultas médicas en la capital.

Dicha herramienta utiliza la geolocalización para rastrear nuestra posición (para lo cual se nos pide consentimiento específico) para seguidamente someternos a un proceso de evaluación a través de una serie de preguntas que pueden servir como primer diagnóstico. Barcelona no se ha quedado atrás: la ciudad condal también cuenta con su propia aplicación para el control del contagio. Stop Covid19 Cat, igual que su homóloga en Madrid, es completamente gratuita y nos plantea cuestiones clave en la posible detección del contagio.

Hay aplicaciones para un primer diagnóstico, o para informar sobre los contactos que hemos establecido. Investigadores de la Universidad de California en Irvine, EEUU, han desarrollado una aplicación gratuita y de código abierto para teléfonos inteligentes que permite el rastreo de contactos para posibles infecciones de coronavirus, preservando al mismo tiempo la privacidad.

"El rastreo de contactos es el proceso de aislar a las personas que pueden haber estado expuestas a una enfermedad infecciosa después de que alguien dé positivo", explica Tyler Yasaka, autor principal del trabajo, que se ha publicado en la revista 'JMIR mHealth and uHealth'. Esta 'app', denominada 'TrackCOVID', trabaja de una manera diferente, creando un gráfico anónimo de interacciones. La primera persona se registra como anfitrión y otros se unen posteriormente al punto de control escaneando un código QR. Usando el gráfico de interacciones, la aplicación notificará a los usuarios que puedan estar en alto riesgo de exposición.

La tecnológica gaditana Nubentos, apoyada por el programa Minerva de la Junta y Vodafone, ha puesto en marcha un proyecto que utiliza la tecnología de geocalización y la inteligencia artificial y permite el control y la gestión eficaz de contagios en cuarentenas mediante el seguimiento anónimo de las infecciones por Covid-19.

El proyecto, denominado QuaranTIME, posibilita la gestión óptima de la población en largos periodos de cuarentena y ya ha sido presentado a la Comisión Europea y al Instituto de Salud Carlos III, ha informado en un comunicado la tecnológica. El núcleo central de esta iniciativa es la API (Application Programming Interface) QuaranTIME, una tecnología que permite incorporar rápidamente en cualquier aplicación las funcionalidades necesarias para poder controlar posibles casos de contagio. Este control se realiza en función a dos elementos: encuestas de autodiagnósticos y geolocalización de forma anónima.

La Comunidad de Madrid presentó 15 proyectos seleccionados del 'Hackathon Madrid Vence al virus', entre los que se encuentra el pasaporte inmunológico, pensado para "la reactivación del empleo con personas que ya han generado anticuerpos y puedan incorporarse a la vida laboral de forma activa presencial".

Además, se seleccionó también un proyecto de "descontaminación para reducir la carga en el aire interior de hospitales y residencias" ('Sin Cov2'); un dispositivo similar a un alcoholímetro para detectar el Covid-19 ('La nariz electrónica'); un sistema para la identificación precoz del síntoma de la disnea para evitar saturar el sistema sanitario desde el propio domicilio ('Smart Dyspnea'), y otro para residencias que permite establecer una teleconsulta a tiempo real ('GeriSystem'), basado en la telemedicina. Open Health, en España, ya ha lanzado una plataforma de teleconsulta gratuita que permite a cualquier médico determinar el mejor mecanismo de atención.

Estados Unidos comenzó la semana pasada el uso de una nueva prueba para detectar el COVID-19 a través de una muestra de saliva que ofrece mayor rapidez, menos riesgo médico y una multiplicación del proceso, ideada por el Instituto de Genética Humana de la Universidad de Rutgers de Nueva Jersey. Esta nueva técnica podría alterar la forma en que se detecta el coronavirus drásticamente: podría acelerar la tasa de recolección y limitar la exposión a los trabajadores de la salud.

"Las pruebas de saliva ayudarán con la escasez mundial de hisopos para tomar muestras y a aumentar las pruebas de los pacientes, y no requerirá que los profesionales de la salud las recolecten", precisó Andrew Brooks, director de operaciones y de desarrollo de tecnología del RUCDR, el mayor depósito del mundo de células y ADN en una universidad. Un nuevo método en el campo de la recolección de muestras para frenar la propagación del COVID-19.

Una iniciativa de SunCrafter -nueva empresa alemana-, que ha reutilizado células solares recicladas para generar luz ultravioleta para desinfectar las manos, ha resultado ganadora del hackathon organizado por Garage48, con sede en Estonia, y patrocinado por el centro de incubación de negocios de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Estonia.

El dispositivo de desinfección utiliza luz a longitudes de onda demostradas para matar gérmenes, al tiempo que es segura para el contacto con la piel y los ojos. SunCrafter utiliza módulos desmantelados por granjas solares industriales para proporcionar energía a comunidades remotas. Lisa Wendzich, fundadora y directora ejecutiva de SunCrafter, asegura que la compañía está en busca de socios para identificar cómo fabricar un número significativo de unidades en las próximas semanas y meses.

AbCellera, compañía de biotecnología, utiliza un modelo de aprendizaje automático para desarrollar terapias basadas en anticuerpos de pacientes que se han recuperado de la enfermedad. Mediante la Inteligencia Artificial, IA, analizan más de 5 millones de células inmunes además de buscar aquellas que puedan producir anticuerpos que ayuden a la recuperación. Al menos 500 anticuerpos ya han sido identificados como posibles candidatos para su uso en futuras terapias contra el coronavirus, según informa en un comunicado BBVA.

Investigadores e ingenieros de España crearon en 3D respiradores y material sanitario el pasado mes de marzo. El respirador, de hecho, es el primero del mundo impreso en tres dimensiones. Lo han realizaron alrededor de 11 mil personas organizadas por grupos, por comunidades y por provincias, con una producción que va más allá de los respiradores, hasta que estos son validados.

El grupo de expertos sigue creciendo y pueden seguir sumándose en la página web coronavirus.org o a través del grupo de Telegram Coronavirus_makers. El ahorro es inmenso en euros y en horas ya que un respirador homologado cuesta 15 mil euros, ellos en 3 horas lo consiguen hacer por 100.

La empresa de automatización industrial OMRON ha participado, con la asociación sin ánimo de lucro 'TheOpenVentilator', en el desarrollo de un respirador de emergencia para uso compasivo compuesto por equipos de calidad y fiabilidad industrial con el fin de ayudar a los pacientes que necesiten respiración mecánica asistida a causa del coronavirus. Ahora, se producirá masivamente tras completar con éxito los ensayos clínicos.

De los proyectos presentados al Ministerio de Sanidad, 'TheOpenVentilator', un proyecto surgido al amparo de Celera, ha sido el primero en ser homologado por la LCOE. Además, podrá ser homologado con el marcado CE una vez se supere la pandemia y se pueda seguir el procedimiento legal. El respirador, desarrollado en poco más de dos semanas gracias a un esfuerzo de I+D, se está ya probando con pacientes en ensayo clínico para uso compasivo en el Hospital de Alcorcón (Madrid) y Vall d'Hebron (Barcelona). El aparato cuenta con un dispositivo de "machine learning" que le permite ir aprendiendo y ajustándose a las necesidades médicas en tiempo real.

El Servicio de Emergencias Médicas (SEM) cuenta desde hace unos días con cien ventiladores de emergencia Respira, que "ya han pasado la primera fase del estudio clínico" y podrán ahora distribuirse a hospitales de Cataluña en función de sus necesidades. Este dispositivo, apoyado por las autoridades regionales, permite el control de la frecuencia y el volumen de aire y presión aportados al paciente, y cuenta con una estación de control con la que se pueden gestionar hasta 16 dispositivos simultáneamente mediante una red wifi propia. La empresa Manipulados y Acabados Metálicos (MAM) colabora en la industrialización y producción de este elemento sanitario.

El criomicroscopio electrónico "más avanzado de España", instalado en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) gracias a los fondos europeos FEDER, trabajará en proyectos prioritarios para investigar el coronavirus, según ha informado la institución. La criomicroscopía electrónica es una técnica de vanguardia para observar las células "con un nivel de detalle sin precedentes", como por ejemplo poder contemplar la entrada de un virus en una célula.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta ya con el criomicroscopio gracias a una inversión de 8 millones de euros apoyada por el Ministerio de Ciencia e Innovación y con fondos estructurales FEDER de la Unión Europea. El nuevo microscopio de última generación, junto con toda una batería de microscopios e instrumental auxiliares, está instalado en CNB-CSIC) en el campus de la Universidad Autónoma de Madrid.

La crio-microscopía electrónica, que valió el premio Nobel de Química en 2017 para Jacques Dubochet, Joachim Frank y Richard Henderson, es una técnica clave para la investigación en biología estructural y en el desarrollo de nuevos fármacos.

La Universidad de Alicante (UA) ha incorporado un asistente virtual para resolver dudas sobre el COVID-19. 'Carina', que así se llama el 'chatbot' desarrollado por 1MillionBot, responde a cuestiones sobre síntomas, prevención o normativa sobre el coronavirus

La UA ha explicado que 'Carina' contesta todas las preguntas básicas y muchas especializadas sobre el coronavirus, especialmente aquellas relacionadas con los contagios, los síntomas, la prevención y las medidas derivadas de la situación de alarma establecida por del Gobierno de España. El asistente virtual es accesible a cualquier persona desde la página principal de la Universidad de Alicante y funciona en inglés y español.

El chatbot, que permite manejar un número muy alto de consultas sin intervención humana y complementando los canales de comunicación actuales, se basa en la plataforma de Google Cloud para poder atender a millones de personas. La OMS también lanzó su propio chatbot con la intención de proporcionar información y desmentir bulos. Su proyecto opera -mediante números y emojis- en la plataforma WhatsApp, perteneciente a Facebook.

Las videollamadas a través de aplicaciones como Skype, Whatsapp, Google Hangouts o Zoom, se han convertido en herramientas vitales para lidiar con el confinamiento y no perder el contacto social con las personas -virtual-. La funcionalidad de la videollamada de Facebook Messenger ha experimentado un aumento del 70% que se inició la pandemia, según fuentes de la compañía.

Este formato se utiliza tanto para hacer reuniones entre trabajadores como para ayudar a los seres queridos a mantenerse unidos. Desde estas aplicaciones también se han lanzado y retransmitido numerosas actividades relacionadas con la música -directos-, talleres o incluso bodas.

En el ámbito laboral destacan propuestas como las de Clud Center Andalucía, que afrontan los retos legales que planteará el teletrabajo, o I-Care Reliability, que trabaja con la implantación de cámaras térmicas para la inspección corporal que permiten diagnósticos en línea y entrada de empresas.

La Universidad de Granada, en cuanto a la libertad de movimientos, ha participado con un proyecto que busca comprar un "Sensor Acústico Distribuido", que ofrecería una gestión inteligente e integrada del tráfico y la movilidad en las ciudades para sugerir rutas alternativas y evitar sobrecarga de zonas.

También se han presentado propuestas para el sector farmacéutico y el de la restauración, como una plataforma específica con información en tiempo real de los productos o robots que colaboran en tareas de desinfección cuando se realizan servicios en un bar.