María y su ex pareja Gabriel afrontan el juicio por haber matado, supuestamente, a golpes a sus dos hijos de seis meses y tres años en Godella, Valencia al creer que les perseguía una secta. Su imagen actual nada tiene que ver a esta otra, cuando fueron detenidos poco después de los crímenes. Ella, que fue localizada dentro de un bidón, sufre una enfermedad mental y lo más probable es que no entre en prisión. Él, en cambio, se enfrenta a una condena de 50 años de cárcel.
En Tenerife ha comenzado la búsqueda bajo el mar de las dos niñas y de su padre desaparecidos hace cinco semanas. Con un sónar y un robot, ese barco rastrea, a dos mil metros de profundidad, la misma zona en la que Tomás Gimeno estuvo fondeado antes de regresar a puerto, ya sin los bultos que había cargado en la lancha. Mientras, la madre de las pequeñas vuelve a difundir nuevas imágenes de ellas.
En Ceuta se activan las alarmas ante una posible nueva entrada de migrantes marroquíes. Todo después de que el gobierno de ese país haya equiparado el conflicto del Sahara Occidental con el independentismo en Cataluña y echado en cara a España su falta de apoyo. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, elevaba el tono con Marruecos al asegurar que no es aceptable atacar fronteras por discrepar en política exterior.
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