Manuel Liñán reivindica el orgullo flamenco contra el odio: "Voy a seguir bailando con total libertad"
El Orgullo de Madrid celebra el flamenco para reivindicar derechos con arte y sin traicionar a la tradición
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Cada vez, poco a poco, el Orgullo se ha convertido en una fiesta de todos y para todos. Incluso, en los últimos años, se animan a participar activamente aquellos sectores o disciplinas que, tradicionalmente, han sido más conservadores. El mundo del flamenco, por ejemplo, también reivindica y hace gala de su diversidad. En Madrid, el Teatro Flamenco ha estrenado un espectáculo ex profeso para estos días de celebración.
Fernando Soto, artista y gitano, pregona la diversidad en Jerez. "Ha sido por parte de los propios artistas que han comenzado a activar mecanismos que visibilicen las diferentes sensibilidades y eso es maravilloso", explica Antonio Ortega, flamencólogo.
También el Orgullo de Madrid se pone flamenco, coincidiendo con la gran cita se estrena un espectáculo en homenaje al amor indiscriminado y esos pioneros como Miguel de Molina que pulverizaron el estereotipo del bailaor, del coplero alfa.
El flamenco, "contemporáneo con lo que se está viviendo"
"Como todos los que vinieron marcaban un estereotipo mucho más masculino, Miguel fue valiente y usó unos estampados y unos cortes de camisa", señala José Galván, director artístico del Teatro Flamenco de Madrid. Eso le costó caro.
"Fue reprimido y se tuvo que ir de España a vivir a Argentina", añade Fernando Soto. Y en pleno siglo XXI aún hay quien insulta desde el anonimato al premiadísimo y respetado Manuel Liñán por lucir la bata de cola.
"Lo que sí se es que voy a seguir bailando con total libertad", asegura. Reivindicar con arte y sin traicionar la tradición. "Ahora el flamenco está contemporáneo con lo que se está viviendo", concluye el director artístico del Teatro Flamenco.